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Derrota electoral del kirchnerismo. Transformemos el voto castigo en plan de lucha
Por PRML -
Wednesday, Aug. 21, 2013 at 6:36 PM
Jueves 15, Agosto 2013
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Al derecho o al revés, el domingo las elecciones legislativas primarias sancionaron una importante derrota electoral del kirchnerismo.
Allí donde se preveía una derrota de las huestes de Cristina Kirchner ocurrió. Así se dio en Capital, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Pero también perdió en lugares donde ganar estaba en sus cálculos: salieron derrotados en provincias como San Juan. Catamarca y La Rioja. A duras penas ganaron en Jujuy y Río Negro y allí donde el triunfo fue más cómodo lo hicieron con una caída de votos en relación a elecciones anteriores: Tucumán, Salta, Chaco y Misiones entre otras.
En la Patagonia del gas y el petróleo, se alzaron con dos derrotas de valor político significativo. En Santa Cruz, cuna del kirchnerismo, ‘el lugar en el mundo’ de la Presidenta se impusieron los radicales. En Neuquén, el triunfo de Pereyra, secretario del gremio moyanista de los petroleros, augura un trámite complicado a la aprobación del acuerdo con Chevron.
Sin embargo, el principal problema estuvo en Buenos, el distrito electoral decisivo. Les fue peor no ya que en el 2011 sino que en el 2009 con Néstor Kirchner cuando alcanzaron el 32,18 % y hoy terminaron 5% abajo, esto si no contamos los votos ‘robados’ al kirchnerismo por el del apoyo crítico de entonces Martín Sabatella, que duplicarían la caída.
Lo que se preveía un escenario disputado concluyó en clara derrota. Los resultados de Massa superaron lo calculado. Barones del conurbano como Hugo Curto (Tres de Febrero), Mario Ishii (José C. Paz) y Mariano West (Moreno) tuvieron derrotas impensadas. Raúl Otacehé (Merlo) zafó por poco y Fernando Espinoza (La Matanza) se encontró con una oposición imprevista que le mordió alrededor del 25%.
Tampoco se salvaron de las derrotas Darío Díaz Pérez en Lanús, Ferraresi en Avellaneda y las huestes de Sabatella en Morón, entre otros.
En las urnas prevaleció el voto castigo
Claramente en las urnas prevaleció el voto castigo al gobierno de Cristina Kirchner. Las herramientas utilizadas para ello fueron variadas y, salvo las excepciones de las fuerzas populares y de izquierda, nadie puede argumentar el apoyo a un definido programa político más allá de la sanción a un gobierno que practica una política que en los discursos promete inclusión social y progreso y en los hechos profundiza la desigualdad social y pone a la economía en manos de monopolios y multinacionales aventureros y rapaces.
Los resultados en las grandes ciudades expresaron un hecho constatable: el enojo de la pequeño burguesía urbana, que se insinuó en la mayoría de los cacerolazos y sobre el que trabajó la derecha en la oposición, Massa, Macri, De Narváez y Carrió entre otros.
Sin embargo, los resultados en el conurbano y la pérdida de votos en el norte argentino manifiestan la ruptura de una parte importante de los sectores más humildes, en quienes el kirchnerismo concentró sus esfuerzos en búsqueda oportunista de una ‘base social propia’, por encima de las necesidades materiales de esos sectores postergados.
Por otra vertiente, la del rechazo al juego de elecciones que no hacen otra cosa que ratificar un régimen político, una democracia de monopolios y dependencia, se expresó el voto bronca. Si bien, medido nacionalmente, los porcentajes de no voto, voto nulo o en blanco se mantuvieron estables, en muchas provincias que fueron escenario de luchas importantes los números crecen sobre la media. Provincias como Salta, Jujuy, Santa Fe, Chaco y Tierra del Fuego el voto bronca supera el 30% (a lo que habría que descontar el ausentismo estructural). La suma de voto en blanco y nulo, en la media nacional, estuvo en el orden del 5%.
Por arriba, se acomodan los melones
La presidenta asimiló la situación a lo ocurrido en la derrota del 2009, y vaticinó que se recuperarían como lo hicieron entonces, en las presidenciales del 2011.
En aquel 2009, el impacto de la crisis iniciada con la caída de los bancos yanquis se hacía sentir, para la economía en general fue un año malo. No ocurrió igual con los dos años siguientes. Los precios de la soja garantizaban dólares, las reservas monetarias crecían y la inflación no había hecho aun su trabajo sucio. No es el escenario del 2013, y las perspectivas del 2014 no vienen mejor.
Hoy la crisis no es importada, reconoce causas internas y de carácter estructural: crisis energética, alta inflación, caída de reservas, la creciente reprimarización de la economía que acentúa la dependencia externa, entre otras.
Por el lado de la política los vientos no son mejores. La Presidenta se cargó al hombro la campaña de las primarias, fue la cara visible por sobre sus candidatos, suya es entonces la derrota, que incluso clausura las posibilidades legales de obtener su reelección. Así se suma un gobierno debilitado a una economía que acumula dificultades.
La emergencia de Massa, desde las entrañas del peronismo, en el terreno definitorio de la provincia de Buenos Aires y que cuenta con las simpatías de las cúpulas monopólicas, revela que la derecha en la oposición encuentra un posible candidato de alternativa al kirchnerismo. Aunque si el 27 de octubre está cerca, el 2015, en cambio, está lejos.
Para el kirchnerismo ésta ha sido una dura derrota electoral, impensada, pero ello no quiere decir una retirada. Ya sea que asuma como propia la política de ajuste feroz que le reclaman los grupos monopólicos y el capital financiero –como ya lo intentara tras el 54% de las presidenciales del 2011– o decida defender sus intereses de camarilla granburguesa a capa y espada.
El camino de los trabajadores y el pueblo
El camino de los trabajadores y el pueblo es el de transformar este castigo electoral al gobierno nacional en bronca, la bronca en plan de lucha y el plan de lucha en rebelión.
No hace mucho, en otro No Transar dijimos “…hoy, cuando los pregoneros del capitalismo dependiente preparan una nueva estafa en elecciones amañadas y proscriptivas, donde sólo se decide quienes de los de arriba serán los beneficiarios de este nuevo fraude llamamos a apostar por el camino de los Cordobazos para alumbrar una democracia verdaderamente obrera y popular.”
En el activismo sindical combativo, en las comisiones internas y gremios recuperados, en las organizaciones territoriales consecuentes, en el combativismo estudiantil, en los partidos y agrupaciones políticas populares y de izquierda hay material y energía suficientes para dar vuelta la tortilla y alumbrar una democracia revolucionaria camino al socialismo.
PRML
PARTIDO REVOLUCIONARIO MARXISTA LENINISTA
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Organo de Prensa del PRML
Por PRML -
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