¿Por dónde avanza hoy la experiencia política de las masas?
Por PRML - Wednesday, Aug. 21, 2013 at 6:49 PM

Apuntes sobre textos de Lenin acerca de la participación electoral

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En el texto “Guerra de guerrillas”, V.I. Lenin desarrolla sucintamente el tema de la participación electoral
y el rol del partido de la clase obrera acerca de las elecciones parlamentarias burguesas.

Vayamos directamente al texto:
“¿Cuáles son las exigencias fundamentales que todo marxista debe presentar para el análisis de la cuestión de las formas de lucha? En primer lugar el marxismo se distingue de todas las formas primitivas del socialismo pues no liga el movimiento a una sola forma determinada de lucha. El marxismo admite las formas más diversas de lucha; además, no las “inventa”, sino que generaliza, organiza y hace conscientes las formas de lucha de las clases revolucionarias que aparecen por sí mismas en el curso del movimiento”
Primera cuestión interesante: los revolucionarios debemos analizar las formas de lucha de la clase obrera, y debemos hacerlo porque no hay
una única forma. Es decir, la clase obrera -y por extensión el resto de las capas populares- no tiene una única forma de lucha, digamos la huelga, por poner un ejemplo. Cada una de esas formas las ha ido creando en su historia . El compendio de las formas de lucha de los trabajadores es justamente la historia del
movimiento obrero, de sus triunfos y derrotas, y forma la parte central del arsenal histórico de la clase trabajadora.
Segunda cuestión muy interesante: los revolucionarios no inventamos las formas de lucha de la clase obrera, no las creamos por generación espontánea de nuestras cabezas y las imponemos a la realidad.
Entonces ¿De dónde las sacamos?
De la experiencia misma de la clase obrera, de la historia misma de la lucha de clases. La mayoría de
esas formas han aparecido de forma inconsciente, desperdigadas, sin la unificación necesaria, en los
orígenes de la lucha de clases. La lucha que se da espontáneamente, de forma azarosa, los marxistas
tratamos de planificarla y sistematizarla, o sea hacerla conciente en un programa y en una táctica y en una
estrategia tendiente a la toma del poder político y al derrocamiento de la burguesía.
Un gran ejemplo de esta sistematización es el análisis de Marx sobre la Comuna de París. Allí los trabajadores franceses tomaron la ciudad de París en el año 1871 durante 60 días e instauraron el primer gobierno
obrero. Si bien su existencia fue breve el papel histórico de la Comuna de París fue importantísimo. Marx la analizó como el primer ejemplo de la
dictadura del proletariado, en el cual los trabajadores toman en su poder el estado tras derrocar el poder de
la burguesía y lo utilizan para dictar sus propias leyes revolucionarias y para reprimir a la clase burguesa que desea retomar su lugar. Justamente este hecho, su análisis y generalización realizada por Marx, fue lo que provocó la ruptura definitiva del comunismo y el anarquismo en la primera internacional. De esta experiencia concreta de la lucha obrera francesa Marx sistematizó la tesis de la dictadura del proletariado.
Volvamos al texto de Lenin. “El marxismo, totalmente hostil a todas las fórmulas abstractas, a todas las
recetas dogmáticas, exige que se preste mucha atención a la lucha de masas en curso que, con el desarrollo del movimiento, el crecimiento de la conciencia de las masas y la agudización de las crisis económicas y políticas, engendra constantemente
nuevos y cada vez más diversos métodos de defensa y ataque. (…) El marxismo, en este sentido, aprende,
si puede decirse así, de la práctica de las masas, lejos de pretender enseñar a las masas formas de lucha
inventadas por “sistematizadores” de gabinete. Sabemos -decía, por ejemplo, Kautsky, al examinar las
formas de la revolución social- que la próxima crisis nos traerá nuevas formas de lucha que no podemos
prever ahora”
Tercera cuestión importante: prestar mucha atención a la lucha de masas en curso, actual. Y a las formas
que se desarrollan espontánea o conscientemente. A un mayor crecimiento de la conciencia en la lucha,
a un recrudecimiento de la crisis económica o política de las clases dominantes las masas desarrollan
nuevos métodos de combate.
Si bien hoy parece algo trivial, hubo momentos en nuestro país en que el corte de calle o el corte de ruta no eran un método usual de lucha de la clase trabajadora argentina.
El piquete es hoy un método que se generalizó y no sólo los trabajadores ocupados y desocupados sino
los estudiantes y demás sectores sociales lo han tomado como método de lucha.
En cuanto al parlamentarismo y la participación en las elecciones de los organismos de gobierno de la
burguesía, entendemos que también conforman una forma de lucha de la clase trabajadora. Si bien Lenin aclara que el tema de la participación electoral y su resolución es un problema dificilísimo, es claro cuando plantea que los diferentes métodos tienden a un fin común que es el desarrollo de la experiencia política de las masas.
El problema radica en analizar la dirección hacia la cual tiende la experiencia política de las masas dentro
de un contexto histórico particular, cuestión que está íntimamente relacionada con el análisis de las formas de lucha.
Aclarando que entendemos que la experiencia política a la que queremos sumar nuestros esfuerzos como
revolucionarios es la elevación de la conciencia de la clase obrera como aquella que debe disputar el poder
político a la clase dominante, y entendiendo que la lucha por el poder es de carácter violento, en la cual la
clase dominante no van a dejar que los trabajadores organizados en su partido revolucionario triunfen; la
pregunta que debemos responder para definir los métodos de lucha parlamentarios o extraparlamentarios es: ¿Por dónde avanza hoy la
experiencia políticas de las masas?
Y nuestra respuesta es que, en nuestro contexto actual, la experiencia política de las masas se desarrolla por cauces extraparlamentarios, en el marco de experiencias en el mundo que van en el mismo sentido. Las gigantescas movilizaciones en Medio Oriente, los movimientos de los “indignados”, las protestas callejeras en Grecia, Brasil, España, etc., nos muestran a las claras que a nivel internacional las masas
oprimidas y explotadas por el imperialismo y sus burguesías nativas desarrollan su experiencia política por fuera de la institucionalidad burguesa. En nuestro país la lucha de la clase trabajadora consigue triunfos concretos por la expresión y la lucha extraparlamentaria. Las brasas de aquel 19 y 20 de diciembre del 2001 siguen marcando el camino y nos siguen interpelando en cuanto a cuáles son los métodos más propicios y la formas de lucha más convenientes para el desarrollo político de la clase trabajadora y de todos los oprimidos y explotados en
el contexto actual, y su respuesta hoy por hoy sigue siendo la lucha de calles.
Es harto conocida la sentencia marxista según la cual “la lucha de clases es el motor de la historia”.Debemos entonces analizar cómo se mueve esa historia: su movimiento está determinado por el combate entre clases antagónicas y los momentos históricos determinados son el resultado de ese movimiento que
impulsa la historia misma. Los marxistas - leninistas no adelantamos dogmáticamente el mundo por venir, el futuro, sino que estudiamos las leyes intrínsecas que rigen a la sociedad y en base a ellas determinamos el movimiento, la tendencia general del desarrollo de la lucha de clases y las líneas de intervención política que tienden a la acumulación de una experiencia política de
las masas con la meta clara del derrocamiento del poder de las clases dominantes y la instauración del socialismo.

PRML

PARTIDO REVOLUCIONARIO MARXISTA LENINISTA

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Organo de Prensa del PRML
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