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Los “suicidados” de Alejandro Marambio
Por reenvío red eco alternativo - Saturday, Sep. 21, 2013 at 4:35 PM

El nuevo jefe del Servicio Penitenciario Federal asumió a fines de agosto, pese al rechazo de distintas organizaciones sociales que repudiaron su paso por ese mismo cargo entre 2009 y 2011. La historia parece volver a repetirse, ya que se mantienen las denuncias por torturas y abusos contra los presos en cárceles de todo el país y se conoció además la muerte de dos jóvenes, que aparecieron ahorcados en sus celdas. Red Eco Alternativo.

(Red Eco) Argentina – “En estas semanas, el clima se ha enrarecido vertiginosamente y de discutir los modos de evitar que la cárcel reproduzca la secuencia que lleva a las personas a delinquir se pasó a una repugnante catarata de discursos de victimización de la niñez y la adolescencia de las barriadas populares y pobres, la reivindicación lisa y llana de la mano dura y hasta de la justicia por mano propia”, así manifestó la Liga Argentina por los Derechos del Hombre su preocupación ante el actual “debate sobre seguridad y baja en la edad de imputabilidad” que se lleva adelante en estos tiempos de campaña electoral.
Habían pasado solo algunos días desde la asunción de Alejandro Marambio al frente del SPF cuando Matías Cejas de 24 años apareció ahorcado con una sábana en su celda de la Unidad Penal 1 de Ezeiza. Cejas estaba a ocho meses de cumplir su condena y había pedido el traslado desde Chaco tras denunciar las torturas recibidas de parte de penitenciarios.
El pasado viernes 13 de setiembre, otro joven de 24 años apareció “suicidado” en su celda. Mario Ortiz fue encontrado ahorcado en el Complejo Penitenciario Federal N°1. Su madre, Silvia Peralta, le aseguró a la Agencia Walsh que a su hijo lo mataron los propios penitenciarios: “Él había declarado ante el Comité contra la Tortura sobre otro preso que mataron hace dos semanas”, agregó en referencia a Matías Cejas. Ortiz había llegado a comentarle a su madre que desde la fuga de los trece presos, que originó la renuncia del entonces jefe del SPF Víctor Hortel y la posterior designación de Marambio, los penitenciarios le pegaban seguido a los detenidos. Además, Silvia denunció que en la morgue provincial le prohibieron al padre de Mario revisar su cuerpo.
Las muertes de Cejas y Ortiz son casos puntuales de las últimas semanas, pero de ninguna manera puede hablarse de hechos aislados. Son víctimas de una práctica que se ha tornado sistemática. Aquellos detenidos que hacen frente a la “autoridad” penitenciaria o denuncian los vejámenes a los que son sometidos aparecen suicidados en sus celdas. Como dato general vale recordar que en las cárceles argentinas hay un preso muerto cada 37 horas.
Desde la Liga afirmaron que los “suicidios” de Mario Ortiz y Matías Cejas “se parecen demasiado a las escenas armadas por la dictadura para asesinar compañeros en las cárceles como se pudo demostrar en el Juicio contra (Jorge) Olivera y (Gustavo) de Marchi en San Juan por el caso de Alberto Carvajal que parece calcado al de Ortiz, Cejas y todos los demás asesinatos cometidos en estos meses”.
Las torturas y abusos contra presos son moneda corriente también en penales de mujeres y en centros dependientes de servicios penitenciarios provinciales. A comienzos de setiembre, una joven embarazada detenida en la cárcel de mujeres de Ezeiza denunció que fue brutalmente golpeada por trece uniformados obligándola a romper un hábeas corpus en el que daba cuenta de la violencia con la que eran tratadas ella y sus compañeras. Luego, fue trasladada a la Unidad Psiquiátrica 27.
En tanto, el Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos informó la semana pasada acerca de las denuncias recibidas por malos tratos, tortura y vejámenes dentro del penal de Villa Las Rosas que depende del Servicio Penitenciario de Salta. Según explicaron, en este lugar se llevan adelante prácticas de aislamiento en condiciones infrahumanas durante 23 horas al día, durante sesenta días como mínimo, con posibilidad de extenderse. Estas celdas son de 2x3, y tienen un acceso restringido a la educación, la salud, una alimentación inadecuada, escaso contacto social, sin elementos de higiene para aseo personal; además de padecer el hostigamiento y la persecución permanente por parte del personal de guardia durante los escasos minutos de “recreación” que tienen. A su vez, para la población carcelaria en general hay golpes, vejaciones, maltrato, prohibición de presentar habeas corpus bajo amenaza de castigo, traslados arbitrarios sin autorización judicial o bajo la excusa de que se trata de un resguardo físico del interno, cuando en realidad es tan solo un método de castigo.
El comunicado difundido en las últimas horas por la Liga cierra de la siguiente manera: “Es imperioso abrir un debate entre las fuerzas democráticas para parar esta oleada de abusos y crímenes, es imprescindible reformar profundamente el Servicio Penitenciario Federal; ya es hora que la Dictadura se vaya de las Cárceles Argentinas porque si dejamos que la tortura campee en las Cárceles y las Seccionales de Policía todo lo conseguido en materia de respeto a los derechos humanos, de Memoria Verdad y Justicia, de Juicio y Castigo a los Terroristas de Estado, está en peligro”.
Fuentes: Agencia Walsh / Liga Argentina por los Derechos del Hombre / CEPOC

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