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“Los arqueólogos nos tienen que consultar”
Por Agassaganup O Zobá - Wednesday, Sep. 25, 2013 at 3:00 PM
agassaganup@gmail.com

Una nueva lucha en defensa de un cementerio indígena ancestral, y en favor del derecho de los pueblos originarios a ser consultados ante estos hallazgos, se abrió en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires con el descubrimiento hace pocos meses del sitio arqueológico “Arroyo Toro Negro 2” en el límite de los partidos de Tornquist y Coronel Suárez, a 556 kilómetros de la Capital Federal. El responsable de patrimonio arqueológico bonaerense, Fernando Oliva, se comprometió a restituir los restos humanos pero “más o menos van a tardar dos años en devolverlos”, contó a Agassaganup O Zobá la vecina mapuche Jorgelina Cárdenas de Sierra de la Ventana.

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Reunión en Villa Arcadia el pasado 11 de septiembre  entre referentes originarios y funcionarios.- (Fuente: Noticias Tornquist)
Reunión en Villa Arcadia el pasado 11 de septiembre entre referentes originarios y funcionarios. (Fuente: Noticias Tornquist)

Jorgelina Cárdenas y su esposo son artesanos mapuche, y con sus dos hijos se fueron a vivir a Sierra de la Ventana a principios de año, desde la ciudad de Bahía Blanca. Desde el comienzo, buscaron contactarse con otras familias que se autoreconocieran originarias en la localidad, pero no tuvieron “éxito”. Lo que no imaginaban era que el llamado, por decirlo de alguna forma, vendría de los ancestrales habitantes de la región.

A comienzos de agosto, a través de un medio local se enteraron de la existencia de un cementerio indígena, a raíz de la triste noticia de que había sido profanado. “Ellos (los arqueólogos) sabían hace unos meses antes de esto, lo que pasa es que se apuraron cuando los fragmentos que habían quedado encima del camino fueron robados. Imaginate, ahí nos enteramos nosotros y toda la comunidad por una radio comunitaria que hay acá en Sierra de la Ventana que se llama El Vagón. Ni bien lo supimos fue un golpe bastante fuerte, porque nosotros nunca decimos que son mapuches pero sí que han pertenecido a un pueblo originario, por ende nos toca muy de cerca”, contó Jorgelina en Agassaganup O Zobá.

A partir de ahí, entraron en contacto con los arqueólogos de la zona y con el funcionario bonaerense a cargo en la materia, Fernando Oliva, del Instituto Cultural Bonaerense. Y reclamaron que la opinión de los pueblos originarios sea tenida en cuenta.

El sitio está localizado en un camino vecinal no muy transitado que une Sierra de la Ventana con Coronel Suárez, y fue encontrado a partir de obras de mantenimiento. “Es un camino de tierra, pasó la máquina y los fragmentos quedaron encima. Los arqueólogos se tomaron un tiempo para venir a trabajar, según ellos fue por el tema de la burocracia que hay en este país que no les permitía venir de inmediato, tuvieron que pedir ciertos permisos”.

Finalmente, luego de conocida la profanación, los arqueólogos hicieron una breve excavación de dos días: “Lo que se llevaron ellos para estudiar que son cuatro bochones, dicen que más o menos van a tardar 2 años en devolverlos” nos interiorizó la hermana mapuche.

Dentro de estos bochones de tierra se encuentran los cuerpos humanos, de una antigüedad que aún se desconoce pero serían milenarios. El reclamo es que sean restituidos al lugar de donde fueron quitados.

En estos casos, lo que se exige es el cumplimiento de la consulta previa a los pueblos originarios, un derecho al cual está obligado el Estado argentino que suscribió el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). “Eso es una de las tantas cosas que nosotros le reclamos a ellos, porque sabían que nosotros estábamos acá, por más que seamos 4 personas, dos mayores y dos menores, ellos estaban en conocimiento de que había una familia de un pueblo originario y creo que esas sutilezas siempre se les olvida a ellos, el hecho de la consulta”, cuestiona Jorgelina.

“Nosotros fuimos y les dijimos cómo puede ser que ustedes lo sepan tres meses antes y dejaron pasar tanto tiempo y pasó lo que pasó, si hubiesen avisado antes de alguna manera se iba a tratar de proteger el sitio”. De hecho, en la actualidad, se organizó un Voluntariado que cumple turnos para cuidar el sitio arqueológico.

-¿Cómo fue la primera reacción de Fernando Oliva?
-(Se ríe) Y bueno, a primera reunión fue bastante bastante brava, fue una reunión de tres horas y media. No se trata acá de a ver quien es el más fuerte, sino se trata de derechos, y esto es una de las cosas que los estudiosos estos no tienen en cuenta, porque nosotros tenemos derecho como pueblo originario y mucho más cuando es un sitio sagrado, entonces ellos como que no lo entienden, o dicen que no lo saben.
-¿Qué es lo que no saben? ¿No sabían que ese sitio podía ser considerado sagrado?
-Y claro, vos imaginate que ellos vienen a trabajar y es su profesión, en un lugar más…

Jorgelina dio más argumentos de este debate: “Lo que nosotros decíamos (era) ¿porqué lo tienen que sacar? (los restos humanos). Era imposible que nosotros nos opusiéramos porque igual lo iban a hacer, pero el derecho a la consulta, a ustedes (los arqueólogos) les tiene que interesar saber porqué nosotros reclamamos. Nosotros no vamos por ser originarios a un cementerio y levantamos una tumba que leemos y que dice 100 años atrás, no nos interesa, o sea hay que respetar a nuestros muertos, y hay que respetar a nuestros antiguos”.

La última reunión mantenida entre funcionarios, arqueólogos, representantes indígenas y vecinos tuvo lugar el 11 de septiembre, con referentes de comunidades y organizaciones mapuche de Bahía Blanca y Olavarría. Allí, Fernando Oliva encargado de patrimonio arqueológico del Instituto Cultural Bonaerense, se comprometió a restituir los cuerpos excavados. “Se trató cómo iba ser la restitución, que todavía no sabemos”.

“Es una situación bastante particular, uno no vive estos momentos a menudo, es la primera vez que nos pasa algo así. Sí estamos en la lucha, como todo originario, pero bueno, hay que plantarse y hacer que la gente sepa que nosotros tenemos derechos y que no nos sigan mirando como que somos unos pobres indios y que no entendemos nada y que no sabemos nada. Los que no entienden nada y no saben nada por ahí son ellos”, agregó la vecina mapuche de Sierra de la Ventana.

“De ahora en más habrá que ver qué es lo que pasa, hasta ahora está todo tranquilo pero eso no quiere decir que uno deje de preguntar o hacer otras consultas, de ver qué es lo que se está haciendo, si ya se ha podido trabajar”, amplió Jorgelina.

“Lo que nos han dicho es que hay que esperar un tiempo, porque al sacar los bochones pierden esa humedad, hay que dejar más o menos un mes de descanso… Yo mucho de arqueología no entiendo y tampoco quisiera entenderlo”, expresó la mujer mapuche.

“QUE PUEDA PASAR LA GENTE PERO SIN PISOTEAR”

¿Qué hacer con este lugar sagrado cuando se logre la restitución de los restos excavados? ¿Están pensando en algún tipo de espacio cultural que lo reivindique? Lo principal es que tenga el respeto que merece un lugar sagrado: “En el momento de que devuelvan los restos, dejarlos ahí y que eso sea un cementerio”, contestó Jorgelina.

Es sabido que la idea de los “museos” es muy cuestionada por los pueblos indígenas, porque históricamente funcionaron como espacios que ostentaban como trofeos de guerra las reliquias originarias e incluso los cuerpos de los antepasados. Por eso Jorgelina rechaza esa  idea y propone a lo sumo, en segundo plano a la restitución efectiva de los restos humanos excavados, “un lugar en donde sea interpretativo, en esta zona hay muchísimo material lítico, se puede dar a conocer, pero no pisoteando el lugar y no dañándolo más de lo que han hecho”.

El hallazgo del sitio arqueológico despertó fuertes inquietudes en la comunidad local, que se organizó para resguardarlo. “En este mes y medio han pasado un montón de cosas, dentro de todo estamos bien, estamos trabajando bien, la gente del Voluntariado está bien, pregunta, cuida, dedica un montón de horas. Se está tratando de reformar una ordenanza, porque antes todo lo que se encontraba se mandaba al museo”, contó Jorgelina.

Y luego agregó: “Hay mucha buena voluntad acá y mucha gente con muchísimas ganas de trabajar y que apoya en todo momento, son los primeros pasitos. Puede pasar la gente, de hecho es un camino que se desvió ahora,  pero está ahí a la vista. Habrá que resguardarlo, vamos de a poquito, cada uno tirando algunas ideas y para ver qué va a pasar más adelante, lo bueno es que se está trabajando bien y a conciencia”.

“Ahora lo que nosotros estamos haciendo con la comunidad de Sierra de la Ventana y parte de Villa Arcadia (porque acá nos divide solamente el arroyo que pasa), es una autoconvocatoria con un grupo de gente, hemos hecho un Voluntariado y estamos yendo a cuidarlo al sitio, la comunidad en sí, no la comunidad originaria, los vecinos”, contó Jorgelina.

“Hemos tenido apoyo de la gente de Coronel Suárez, porque este sitio corresponde a ese partido, han puesto una casilla, han resguardado con camionadas de tierra. Se ha hecho un sendero por donde la gente que tiene cierta curiosidad puede ir a conocer pero no se permite llegar hasta donde fueron las excavaciones”.

Las personas involucradas sienten este patrimonio como propio “y eso es importantísimo”, resaltó Jorgelina.

“Nosotros cuando llegamos acá y nos dimos a conocer, salíamos al aire en la radio comunitaria diciendo que si había algún hermano originario que estaría bueno que nos juntáramos, para poder hacer, siempre hay muchas cosas por hacer. Lamentablemente hasta ahora no han aparecido, pero es importante el apoyo de la comunidad”, destacó.

“ESTAMOS RESURGIENDO”

Le comentamos a Jorgelina de la existencia en el Gran Buenos Aires de otras luchas en defensa de cementerios indígenas, tanto en la zona norte (Tigre y Escobar) como en el oeste (La Matanza). La hermana mapuche reflexionó al respecto: “Yo creo que estamos en un antes y un después, porque creo que estamos resurgiendo todos nuestros pueblos originarios y eso está muy bueno”.

Pusimos a disposición de Jorgelina y de los suyos, los micrófonos de FM Fribuay y de Agassaganup O Zobá para lo que necesiten difundir, así como se enteraron primeramente a través de una radio sobre la existencia del cementerio indígena. “Les agradezco, no solamente yo, mi familia, la comunidad entera de Sierra de la Ventana, el Voluntariado. Muchisima fuerza, Fentren Newen decimos nosotros para esta lucha que recién comienza. Hay que estar bien fuertes y bien parados”.

Distintos puntos del territorio bonaerense comienzan a unirse en la defensa de los cementerios ancestrales.


Agassaganup O Zobá (“La luna los hará arrepentir” en idioma querandí, una de las lenguas originarias del Río de la Plata)
Noticias de la Buenos Aires Indígena, desde el Partido de La Matanza, territorio ancestral del Cacique Telomián Condié.
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