Julio López
está desaparecido
hace 6429 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

La fractura del fracking
Por (reenvio) Félix Herrero - Friday, Oct. 18, 2013 at 3:38 AM

Por primera vez en generaciones somos capaces de ver que nuestro suministro de energía ya no es limitado, extranjero y finito: es (norte) americano y finito, Karen Moreau en febrero 2013, citado por Michael Klare en Euforia de Combustibles Fósiles: Aleluya, Petróleo y Gas para Siempre (TomDispatch, 15 de octubre de 2013).

Desde ser “revolución energética” y nuevo El Dorado, tan bien expuesto por K. Moreau, del Consejo Petrolero del Estado de Nueva York, la fractura hidráulica comienza a vivir “el fin del inicio”, según un analista francés.

Mientras que se escribían sueños en el aire con el fracking, destinado a ser la nueva panacea frente al agotamiento petrolero (el famoso “peak oil” que hoy renace de sus cenizas del siglo veintiuno) y a la caída de la rentabilidad de los recursos fósiles.
Hoy, mientras algunos siguen jugando a obtener ganancias a través de subsidios estatales en algunos países, como en el nuestro y en algún otro, en los Estados Unidos se inicia la huída de petroleras ya que no hay subsidio que alcance para mantener las tasas de ganancias. Algunos analistas piensan que las tasas del petróleo y gas convencionales superan el 20% de las ventas, mientras que para los no convencionales, como el fracking, alcanzan al 9%.

El abandono del fracking por parte de grandes petroleras estadounidense está acorde con las tasas de rentabilidad mencionadas: el fracking que comenzó en Estados Unidos con las empresas petroleras chicas (conocidas como independientes) pasaron a propiedad de las grandes (majors) mientras fueron negocios: pero los palacios de El Dorado desde hace dos años apenas volvieron a ser la cabaña del tío Tom o la choza alaskeña de la quimera de oro de Sir Chaplin.

El sueño, inocente para algunas almas buenas pero maligno para algunas petroleras que conocen como nadie la realidad mundial y los políticos que les sirven, consistió en revalorizar los recursos que nunca se convirtieron en reservas, comprobadas o de las otras. Roberto Kozuli, de la Univertsdidad Nacional de Río Negro, avisó claramente: en Vaca Muerta solamente el uno por mil (1‰) de los recursos se convirtió en reserva. Es decir, nada. Pero mientras tanto el proceso de transferencia de los ahorros de la población se convertían en subsidios para las petroleras que lograron obtener acuerdos irrevelables entre YPF/Chevron basados en un decreto 929, vergonzoso por la entrega del dominio nacional.

Y al mismo tiempo, la agencia Telam continua con el engaño al titular una nota reciente “Se estima que los Recursos de Vaca Muerta tienen un potencial de desarrollo Superior a los Cien años”, reproduciendo las prestigiosas opiniones de Aníbal Fernández (“Neuquén es una vedette del mundo”), Jorge Sapag (“traerá inversiones de miles de millones de dólares”) y Miguel Galuccio funcionario de Schlumberger en Reino Unido (“Vaca Muerta es un yacimiento de clase mundial”).

La estampida

El anuncio del retiro de la británica Shell de la actividad frackinera en los Estados Unidos es reciente pero desde hace meses comunicó que tenía dificultades económicas (las ambientales son responsabilidad de otros y de los que puedan seguir viviendo en los lugares amputados por sus técnicas prototípicas).
Shell acaba de vender sus contratos de arrendamiento con los que hacía fractura hidráulica en Kansas, Texas y Mississippi. También ha comenzado a abandonar la búsqueda de esquisto en Mahogany, en el estado de Colorado. Nuestra conocida Chevron, en febrero de 2012, abandonó el fracking en la Cuenca de Piceance, también en Colorado (¿Alguien puede imaginarse que va a invertir si no recibe subsidios importantes en Vaca Muerta?).

El fenómeno burbujeante (el fracking tiene una maduración mucho más corta que los yacimientos convencionales) y el aumento de la oferta de gas hicieron que los precios se precipitaran: provocaron la caída de las inversiones, pero este no es la única causa. El esquema de Fonzi suele ser muy veloz y durar poco tiempo, aunque la burbuja del fracking tiene mayor vida si se la compara con las dos últimas burbujas del norte: la crisis.com y la hipotecaria.

Ante esto, Jalife-Rahme escribe que “el Financial Times sentencia que malas son las noticias para el shale gas de EUA: ya no habrá revolución energética ni Estados Unidos superará a Arabia Saudita ni nada cambió en el mapa energético… Empezó el estallido de la burbuja del shale gas, que pasa de la embriagante euforia a la cruda realidad” (Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada, 6 de octubre de 2013).

Goldman Sachs nos aconseja acerca del corto futuro del petróleo de esquisto, mientras el investigador petrolero Matthieu Auzanneau escribe en noviembre de 2012 acerca de la caída de la extracción de los principales campos shale de Estados Unidos: Woordorf, Fayetteville, Barnet y Haynesville; solo Marcelo aumentaba sus niveles extractivos. La luz roja la puso el presidente R. Tillerson de ExxonMobil al afirmar: “no hay dinero, todo está en rojo. Estamos perdiendo nuestra camisa con el gas natural (fracking)”. Y Art Berman, un conocido analista del petróleo, concluyentemente afirma que “varios de los shale más maduros están en declinación o parece que se acercan al pico de extracción”.

No solo son opiniones, las noticias las acompañan. Los cálculos de gas y crudo shale de Europa y China han sido optimistas, mientras que en Polonia los resultados magros han hecho que se retiren varias empresas extranjeras, entre ellas nada menos que ExxonMobil y Marathon Oil.

agrega un comentario