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Una canallada
Por Horacio Meguira -
Tuesday, Oct. 22, 2013 at 7:00 PM
El programa de Jorge Lanata fue el domingo pasado una enciclopedia de manejo mediático. Fue un ensayo general de lo que vendrá. El gordo Caseros, Fernández Meijide, algunos periodistas invitados con aire de historiadores describieron el pasado setentista desde una óptica desformada. Partieron de identificar a la agrupación “La Cámpora” con los años 70, entendiendo que por solo manifestarlo: son los continuadores de los que fuimos protagonistas de la política de aquellos años.-
Lo peor lo manifesto Fernández Meijide que renegó de la militancia de su hijo y aconsejo a los jóvenes no añorar esa época que fue “tiempo perdido”.
El muy buen actor Caseros intentó dar una explicación subjetiva de mal que se sentía con la reivindicación de los “años de plomo” y que “la gente” pedía a gritos el golpe de Estado. Todos éramos una mierda porque prácticamente llamamos a la puerta de los cuarteles.-
Pero cual es la ideología de este maltrato de la historia?. Que razones los inspiran para identificar al presente de la Campora, con una década que resulta incomparable con el tiempo que vivimos.-
Es sencillo. Pienso que es una manera de desvincular, de desarticular la historia utilizando la comedia del presente. Es un intento de manto de confusión y olvido a los momentos de mayor conciencia; de mayor aproximación al socialismo.-
Es parte de un gran montaje que viene acompañando la gestión de gobierno. Reivindica con el discurso o con las leyes que promulga, o con el denominado “relato”, hechos o conductas que la gestión termina por dirigir al lugar opuesto.-
Que culpa tiene el 70 si quien lo reivindica no es mas que una mueca de aquellos años?
Además el discurso críptico solo describe a un sector de los protagonista de aquella época. Pero los movimientos políticos, sociales y culturales fueron mucho mas generales que una mezquina pintura de “Montoneros”.-
Las rebeliones populares comenzaron durante la dictadura de Onganía y el movimiento obrero y los estudiantes fueron protagonistas de profundas transformaciones que de acuerdo a la creencia de época llevaban inexorablemente al socialismo. La presidencia de Cámpora o de Perón no pudo contener ni interpretar semejante fuerza social.-
Por lo tanto el reduccionismo d e entender que los 70 eran sólo jóvenes idealistas es la primera falacia histórica. Eran trabajadores, jóvenes peronistas, socialistas, trotskistas, comunistas, estudiantes, amas de casa que conjugaron en la síntesis del regreso de Perón. Fue el símbolo de la restitución de derechos negados y malversados durante dos décadas.
La represión de la dictadura mas cruel de la historia, no fue solamente los “jóvenes desaparecidos” sino a trabajadores, a los derechos de un pueblo: al derecho de expresión, al de libertad, al de elegir libremente los representantes, al derecho de huelga, al de negociación colectiva. Se arrasó con la representación directa en las empresas. El 70% de los desaparecidos son trabajadores.-
Hay muchas madres que no son de la plaza, que aún esperan saber de sus hijos. Son los jóvenes delegados de base, activistas de entonces, que nunca mas volvieron y que por su condición de clase no pudieron ni buscarlo.-
Hay todavía una deuda, por encima de todo lo que se hizo que es encontrar el destino de los miles de desaparecidos que no figuran en el Nunca Mas. (Lanata no cree que fueron 30 mil)
La frivolidad de abordaje de estos temas es parte de su intento de desnaturalización.
No creo que sea Estela de Carloto la única legitimada para contestar a la dupla Lanata-Caseros. Todos los que luchamos por el socialismo, y continuamos haciéndolo, deberíamos repudiar los intentos de “pasteurizar” los hechos y de denostar el pasado más glorioso.-
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