| versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
¿Otro Guantánamo?
Por reenvío Prensa Latina / la haine -
Wednesday, Oct. 30, 2013 at 8:58 AM
Fuentes periodísticas mencionan la existencia de grabaciones fílmicas que testimonian la aplicación de torturas a presos de la etnia sotho
La prisión sudafricana de Mangaung, administrada por una compañía británica, es un infierno privado donde se ejecutan sucesivos abusos contra los convictos, reportó hoy una organización no gubernamental.
Acorde con un informe del grupo Wits Justice Project (WJP), numerosos reclusos de la cárcel ubicada en Bloemfontein denunciaron que han sido golpeados, electrocutados, o inyectados con líquidos extraños, y ahora padecen de problemas renales.
La penitenciaría Mangaung es gerenciada por la firma G4S, una multinacional de seguridad con sede en Reino Unido, sucursales en 126 países y un presupuesto millonario.
Tenemos evidencias de internos con los brazos rotos, rastros de sangre en orina, secuelas mentales por aplicación de electroshock y otras lesiones serias a consecuencia de los maltratos, indica el comunicado de WJP.
Es como el Guantánamo africano, dijeron comentaristas citados por los periódicos Independent Online y Sowetan, en alusión al centro de detención estadounidense ilegalmente instalado en el extremo oriente de Cuba.
En ocasiones desnudamos a los presos, les lanzamos agua, y luego les aplicamos descargas eléctricas hasta que se desmayan, entonces empezamos de nuevo con el agua, afirmó uno de los guardias de nombre en clave Mpho.
Delegados del gobierno sudafricano explicaron que han tomado control parcial de la correccional y crearon una comisión especial para investigar las presuntas acciones irregulares de los custodios colocados por el grupo G4S.
Andy Baker, directivo de la empresa europea de seguridad, afirmó no tener evidencia de que tales prácticas se hayan implementado a gran escala en la prisión, con una población penal de tres mil condenados.
Según el reporte de WJP, en la instalación de la provincia Free State a algunos convictos se les ha inyectado hasta cinco veces por semana con químicos antipsicóticos que causan rigidez muscular y pérdida de la memoria.
Otras fuentes periodísticas mencionan la existencia de grabaciones fílmicas que testimonian la aplicación de torturas a presos de la etnia sotho, mientras que los guardias dicen “Lo siento, solo hago mi trabajo”.