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Estudiantes de mapuche finalizaron ciclo lectivo
Por El Cordillerano / Bariloche - Tuesday, Dec. 03, 2013 at 12:26 PM

Durante el año que termina se implementó un curso con el sostén de Cultura de Nación y el INAI, que tuvo a su frente a Pablo Cañumil. Hay expectativas favorables para seguir y también, para establecer niveles.

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Al igual que muchas otras instancias académicas o educativas, finalizó su ciclo lectivo el curso de idioma mapuche “Ngütrümküley mapuzungun”, que tiene como profesor a Pablo Cañumil. La propuesta funcionó todos los miércoles desde marzo último en un rincón del Centro Administrativo Provincial (CAP), donde semanalmente renovaron el compromiso con el aprendizaje mapuches y no mapuches de diversas edades y trayectorias personales.

Momento proclive entonces para trazar un balance sobre la experiencia, que además aspira a ganar continuidad durante 2014. “La idea surgió hace aproximadamente dos años, se pensó en la posibilidad de plantear un taller con el mapuzungun como tema central. Concretamente, surgió porque existía y existe una demanda de la gente que quiere aprender el idioma. Entonces se armó el proyecto y se lo presentó a la Secretaria de Cultura de la Nación y también al INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas), quienes lo aprobaron y hoy son partes responsables”, historió Cañumil.

Durante el ciclo lectivo que acaba de finalizar, el profesor se fijó algunas prioridades. “El objetivo fue por un lado brindar herramientas de aprendizaje a la gente, lo que tiene que ver con la oralidad, la escritura, la fonética… Cosas que hacen a la lengua en sí. Y por el otro, fue dar a conocer la historia, la cultura, la forma de ver el mundo que tiene el pueblo mapuche”, añadió.

Para Cañumil, cuyos orígenes están en la comunidad del mismo nombre, “es importante que toda la gente pueda acceder al aprendizaje del idioma, ya que habitamos en esta parte del territorio. Es necesario establecer con la mapu (Tierra) una comunicación, sino estamos en un desequilibro con la naturaleza y por lo tanto, en un desequilibrio social. Dando a conocer el idioma como mapunche (gente que pertenece a la tierra) que somos, estamos cumpliendo con el motivo por el cual elchen kuche elchen fucha nos dejaron acá, que es yamüluwün, coexistir con lo diferente, respetar todo aquello que es mapulu… Me refiero a todo aquello que está, lo que hay. Por eso es necesario que la gente aprenda el mapuzungun, porque se tiene otra mirada de la cosas”.

En búsqueda de continuidad

Claro que el cometido no tiene nada de fácil. “La dificultad es poder llevar adelante un proyecto que tenga continuidad, que tenga proyección a través el tiempo, que se pueda planificar la profundización de los conocimientos y la continuidad de la participación de los interesados. Como ejemplo, este proyecto se presentó por 4 meses y luego se solicitó su continuidad por 8 meses más, pero actualmente no sabemos si se continúa o no el año próximo. Entonces, si la gente genera espacios propios de aprendizaje, el Estado tiene que ver esos espacios y apoyarlos”.

También aparece como obstáculo “la falta de un espacio concreto para su enseñanza, con la posibilidad de albergar distintos grupos, de acuerdo a los conocimientos que ya traen. La sensación que se tiene es que siempre se vuelve a empezar. Ningún idioma se aprende en un año o seis meses, en ese tiempo sólo se obtienen conocimientos generales. Si comparamos con las enseñanzas de otros idiomas, inglés, alemán, italiano, éstos tienen una planificación por 5 o 6 años, entonces esto hace que la gente que participa tenga la posibilidad de avanzar en su aprendizaje. Otra dificultad que deviene de la falta de un espacio propio es que no haya una referencia para que los interesados sepan a dónde acercarse a aprender el idioma”.

No obstante, el paso que se dio durante el año que finaliza, resultó alentador para Cañumil. “Fue una experiencia muy enriquecedora, ya que se generó un grupo humano muy predispuesto a aprender y a dar lo que sabía del idioma o de la cultura, compartir experiencias… Fue para mí y para el grupo un ‘tome y traiga’ con respecto al aprendizaje. Además, se cumplió con el periodo de dictado de los talleres en tiempo y forma. Ahora, las perspectivas son en primer lugar dar continuidad a los participantes de este año para seguir profundizando el aprendizaje y en segundo lugar, poder abrir otro curso para aquellos que están interesados en aprender el mapuzungun”, se esperanzó. “Pero para poder seguir avanzando en este proyecto, necesitamos la aprobación de los presupuestos para el próximo año. En eso estamos”, confió el profesor. Que las noticias sean positivas.

Búsqueda y perseverancia

Si bien Pablo Cañumil habla el idioma mapuche con fluidez y es un profundo conocedor de la cultura de su pueblo, su sapiencia actual obedece a una búsqueda personal que se inició no hace tanto tiempo. “En mi casa no aprendí el idioma, ya que mis padres no lo aprendieron porque estaba prohibido. Era considerada lengua inferior, eran políticas que se implementaban para seguir con el genocidio… Entonces hablar en lengua de pueblos indígenas era una barbarie que no servía para la civilización”, recordó.

Afortunadamente, “hoy podemos decir que no está prohibida (la lengua) como en aquella época, pero existen políticas muy fofas para la revitalización del mapuzungun. Por ahí, respondiendo más a tu pregunta, en mi casa lo que hubo fueron palabras sueltas o alguna que otra frase. Tal vez, eso hizo que con el tiempo surgiera el interés de aprender el idioma. Y bueno, hace 8 años aproximadamente empecé el aprendizaje. Al principio, fui a las clases con el chacha Laureano Collueque, que dictaba en La Ruka Mapuche… Luego empecé a visitarlo en su casa, me acuerdo que varias veces salíamos a juntar leña y en ese transcurso de los viajes, Laureano me iba enseñando”, apuntó Cañumil.

En forma simultánea, “empecé a participar de los nguillatun, kamarikünun, wiñoy tripantü… Y en estos espacios, uno aprende de las vivencias y del intercambio con la gente. De esa forma fui y sigo incorporando vocabulario y claro, cosas que hacen a la cultura, la cosmovisión del pueblo mapuche… Después, empecé a interesarme por la gramática del idioma, fonética, escritura etc. Fue entonces que conocí a Marisa Malvestitti, una gran lingüista que ha estudiado y sigue estudiando el idioma. Marisa me cedió materiales de aprendizaje, me explico cómo era el idioma desde la parte lingüística, entre otras cosas. De esa forma fui sentando una base, entonces pienso que la manera de aprender el mapuzungun es tanto proceso desde lo alquímico como de lo pedagógico. Esto claro, acompañado de perseverancia”, aleccionó el “kümeltuchefe” (profesor).

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