Repartos de cargos a cambio de leyes
Por reenvío red eco alternativo - Friday, Dec. 13, 2013 at 8:51 AM

Alejandro Bodart, legislador porteño y militante del MST-Nueva Izquierda, repasó en una entrevista realizada por el programa Los Locos de Buenos Aires la maratónica aprobación de más de 100 leyes en las últimas sesiones de este año en la Legislatura porteña. Denunció cómo muchos diputados que finalizaron su mandato, cambiaron votos por cargos públicos. Red Eco Alternativo.

(Red Eco) Ciudad de Buenos Aires- “Es la corrupción institucionalizada. Es votar leyes por cargos”, dijo contundente Bodart. En su página web se puede encontrar cómo votaron estas leyes, nombre por nombre, los diputados de los distintos bloques opositores que terminaban sus mandatos. Y se puede ver que los que más votaron a favor del PRO aparecerán nominados en algunos de los cargos para los organismos de contralor.
“Se votaron cerca de 100 leyes en las últimas dos o tres sesiones. Esto es así porque se ha instalado un mecanismo que, cuando se da el recambio legislativo y se van diputados, en las últimas sesiones se acumulan una serie de leyes muy malas que no pudieron ser votadas durante el año porque el PRO no conseguía los votos”, comentó Bodart. El mecanismo que se repite es que las leyes que no pueden aprobarse durante el año por falta de consenso, se van dejando para el final y se discuten al mismo tiempo que la ocupación de cargos muy importantes en los organismos de contralor de la Ciudad, cargos que son por 4 o 5 años con sueldos iguales o mayores que los de los diputados, con la posibilidad de tener muchos asesores y manejar importantes presupuestos.
Entre el centenar de leyes de aprobación exprés, se encuentra la venta de inmuebles (remates de joyas edilicias de la Ciudad), cambios de zonificaciones para permitir negocios inmobiliarios, y paquetazos grandes como el tema de la instalación de parquímetros. Respecto a este último, Bodart especificó: “Los llevan al 55 % de la Ciudad. Hoy hay 8000 lugares donde se paga para estacionar y pasarán a ser 350.000. Y lo que es aun peor es que va privatizando el servicio a favor de algún grupo económico, porque ni siquiera es dinero que le queda al estado porteño”.
Respecto al llamado Plan Maestro de la Comuna 8, puede decirse que se “edulcoró” para intentar su aprobación. La iniciativa preveía ceder por 30 años alrededor de 70 hectáreas del Autódromo, Parque de las Victorias, Parque Roca y Parque de la Ciudad, para que el sector privado pueda darle otro uso no precisado, pudiendo resultar en su explotación en shoppings, hoteles, complejos, torres, etc. Pero solo se dejó la autoriza¬ción para construir la Villa Olímpi¬ca en el Parque Roca y la creación del Distrito del Deporte, que impli¬ca una serie de exenciones impo¬sitivas para atraer la radicación de empresas deportivas.
“El diputado (Juan) Cabandie (del Frente para la Victoria) un mes antes fue opositor total a este plan y ahora dice que va a dar trabajo. Este argumento es falso porque la empresa que ahora está instalada en otra zona, se cambia de lugar con los mismos empleados y deja una empresa fantasma en el lugar sin exención y se muda a otro donde va a gozar de exención (…). Muchas empresas que se van a trasladar a la zona de exención – porque en el 2018 se hará la Villa Olímpica y pondrán allí empresas vinculadas al negocio del deporte – están ligadas a las marcas de ropa, van a legalizar talleres clandestinos”, ejemplificó Bodart.
Finalmente este proyecto quedó acotado a una parte del plan maestro: “Están creando todos los años dos o tres lugares donde van a instalarse los empresarios y no pagan ni el Impuesto sobre los Ingresos Brutos, ni la tasa de Alumbrado Barrido y Limpieza. Después lo que no pagan ellos es lo que se le aumenta la gente para tener los ingresos necesarios que cubran el presupuesto”, aseguró el legislador porteño.
Lo que se votó es un paquete integral que tiene desde entregas directas del espacio público hasta ventas de inmuebles de la Ciudad que se regalan. “Hay muchos inmuebles de la Ciudad que van quedando vacantes por herencias que nadie reclama. También están los inmuebles que la última dictadura expropió para hacer la autopista y que como erró la traza no fue necesario tirar abajo a varios de esos inmuebles expropiados. Esos son los que se vendieron. Hasta ahora eran usados por asociaciones vecinales y escuelas pero se metió todo en una misma bolsa, eran cerca de 80 y los pusieron a la venta”.
Bodart mencionó también ciertas leyes que no son de mucho impacto mediático pero que son altamente perjudiciales para las arcas del estado porteño. Por ejemplo, cambiaron la ley de Contrataciones y sacaron todos los requisitos que los obligaban a un manejo menos turbio. “Ahora, por ejemplo, el poder ejecutivo porteño puede hacer contrataciones directas con mucha más facilidad que antes, sin licitación. Esto facilita la corrupción”, explicó.
Hicieron otra ley que le permite al Ejecutivo renegociar los contratos privados sin pasar por la aprobación de la Legislatura. Un caso emblemático que es un derroche de fondos que necesita de control parlamentario, es el de la recolección de residuos. Por la modificación de esta ley, el Ejecutivo podrá negociar con los empresarios y pasará por encima del ámbito legislativo.
“Una de las leyes que logramos impedirles en la última sesión es la que planteaba la disolución del cuerpo de inspectores de Trabajo de la Ciudad que es el que tiene a cargo controlar el trabajo en negro, el trabajo esclavo y el trabajo infantil”.
Para resumir: no salieron la ley que habilitaba la construcción del Shopping Caballito, la que pretende disolver el cuerpo de inspectores de Trabajo y la que habilitaba un Mc Donald´s dentro del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. “Esta última era un escándalo porque es como poner una empresa de cigarrillos Malboro en el Hospital Oncológico”.
Respecto al tema de la vivienda, Bodart comentó durante la entrevista en Los Locos de Buenos Aires que la Ciudad tiene un déficit habitacional de cerca de 100 mil viviendas porque involucra a medio millón de personas. “EL PRO ha dicho que ellos no van a construir viviendas sociales. Que la única política es el crédito del Banco Ciudad, que sí entrega créditos pero que tenés que justificar un sueldo de 25.000 pesos y poder pagar una cuota de 9.000 pesos. Pero otras viviendas que podrían solucionar el problema habitacional, esas se venden para facilitar el negocio inmobiliario. El gran negocio de esta Ciudad es el inmobiliario que no es para que viva gente sino para especulación financiera, porque hacen edificios de lujo para sectores de poder adquisitivo muy alto que invierten en ‘ladrillos’”.
Vinculado al tema de la vivienda y del negocio que avanza para los grandes capitales del sector inmobiliario, Bodart comentó otro fenómeno en la zona sur de la Ciudad, que es hacia donde van ahora los inversionistas y a los que favorecen estas leyes aprobadas. “El gobierno, con el apoyo indispensable del Frente para la Victoria a la hora de la necesidad de obtener los votos necesarios para la aprobación de las leyes, ahora va por la zona sur. Dice que es para levantar la zona. Pero lo que está provocando, permitiendo las inversiones inmobiliarias, es la revalorización de la tierra, que los alquileres se vayan por las nubes y que la gente se termine yendo porque no puede pagar y sobre eso avanzan los sectores que quieren construir. La tierra se encarece y nadie puede comprar. Es una política para marginar a los sectores más pobres que primero se los fue empujando hacia la zona sur y ahora van a la zona sur para seguir expulsándolos. Ya el negocio inmobiliario está en la zona norte de la ciudad y ahora van a la zona sur”.
Queda en claro que el PRO nunca tuvo mayoría para aprobar leyes para las que se necesitan los dos tercios de los votos. Tampoco tendrá esa mayoría especial en la próxima composición de la Legislatura. “Para las leyes más escandalosas que hacen posible disponer del espacio público se necesitan 40 votos, una mayoría especial que la Constitución de la Ciudad prevé justamente para hacer más difícil que se tomen estas medidas. Sin embargo la consiguen por los pactos que se arman”, dijo Bodart, haciendo especial alusión a los legisladores del Frente para la Victoria.
El gran grupo empresario que se está quedando con el gobierno de la Ciudad es el grupo IRSA. Ese grupo trabaja para el gobierno de la Ciudad pero también para el nacional y esto es lo que hace que haya una comunidad de intereses entre el PRO y el Frente para la Victoria.
“Por ejemplo el Plan PRO.CRE.AR se hace con este grupo, el Banco Hipotecario Nacional es también de este grupo, es el dueño de todos los shoppings, es el que se quedó con muchos de los terrenos ferroviarios que eran del estado nacional”, comentó Bodart.
Comunidad de intereses al momento de votar leyes, además del canje de puestos, reparto de los organismos de control y también la Justicia, muestran que el PRO y el Kichnerismo no son tan oposición como aparecen.

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