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Ratas alimentadas con productos Monsanto causan tumores y provocan escándalo científico
Por Agencia Brutus Fans Club - Thursday, Jan. 16, 2014 at 10:42 PM
brutusmania@argentina.org

Presionada por el lobby criminal Monsantista, la revista científica 'Food and Chemical Toxicology' ha retirado un artículo que afirma que el maíz transgénico causa tumores en ratas. Los autores del informe cientifico calificaron la medida mafiosa de escandalosa y totalitaria.


"Las conclusiones presentadas en el artículo, aunque no sean incorrectas, no se pueden considerar como convincentes por lo que no alcanzan el nivel necesario para ser publicadas en 'Food and Chemical Toxicology'", dijo la editora Elsevier en su página web.
En su estudio, el investigador francés Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, y su equipo, afirman que las ratas alimentadas con maíz transgénico de la multinacional Monsanto o expuestas mediante el consumo de agua a su fertilizante más vendido murieron antes que las que siguieron una dieta sin estos elementos.

Se trata de una dieta que contenía NK603 (una variedad de semillas modificadas genéticamente para tolerar las dosis del herbicida Roundup) o a las que se dio agua que contenía niveles de este producto químico permitido en EEUU.
Además, los animales que siguieron la dieta genéticamente modificada sufrieron tumores mamarios y daños severos en hígados y riñones, constata el estudio, publicado en la revista el año pasado.

Los alarmantes resultados de esa investigación fueron muy difundidos por medios de comunicación de todo el mundo. Sin embargo, la editora informó que había recibido cartas de "varios científicos" que se mostraban muy escépticos sobre las conclusiones del estudio.

Para censurar el informe presumieron de algunos "fallos metodológicos", tales como la supuesta insuficiente cantidad de ratas observadas y una presunta falta de correlación entre las cantidades de maíz transgénico en cada ración y la mortalidad de las ratas.

Como consecuencia, la revista consideró el estudio como no lo suficientemente preciso. El equipo liderado por Seralini argumentó que la decisión de retirar su obra proviene del nombramiento en el equipo editorial de la revista del biólogo Richard Goodman, quien previamente trabajó para el gigante transgénico Monsanto.

El mercachifle Goodman, por su lado, dijo no estar detrás de este asunto, afirmando que "ni siquiera revisé los datos del estudio".

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Cambios en órganos internos y en la sangre
Por Brutus Fans Club - Thursday, Jan. 16, 2014 at 10:55 PM
reenvio Grupo ETC y S. Ribeiro

LAS RATAS DE MONSANTO

A mediados de Noviembre pasado, el diario The Independent informó sobre un estudio secreto de Monsanto que mostraba que un grupo de ratas alimentadas con maíz transgénico de esa multinacional sufrió cambios en órganos internos y en la sangre. En México, la Secretaría de Salud (Ssa) aprobó este maíz para consumo humano desde 2003.

El estudio revelado da cuenta de un experimento que compara los efectos en dos grupos de ratas: unas alimentadas durante 13 semanas con una dieta alta en maíz Mon 863 (un tipo Bt) y otras con el grano convencional. El informe de mil 139 páginas muestra que los roedores que comieron el producto transgénico sufrieron anormalidades en los riñones y en la composición sanguínea, padecimientos ajenos a los otros animales sujetos a experimentación.

Debido a las repercusiones en importantes diarios de Europa y muchos otros en el mundo (la noticia salió, por ejemplo, en la portada de Folha de Sao Paulo, uno de los principales diarios de Brasil), Monsanto dijo que haría público el informe. Pero
sólo han circulado boletines de prensa y un resumen de 11 páginas de dicho documento. El resto, según la firma, "contiene información empresarial confidencial que podría ser utilizada por la competencia".

En México, quizá porque no es un tema relevante -solamente es el centro de origen del maíz y la población consume este grano de forma masiva- o quizá porque hay demasiadas ratas o demasiados amigo$ de Monsanto, la noticia fue ignorada por las autoridades y escasamente difundida por los medios.

Sin embargo, varios especialistas consultados por el diario británico coinciden en que los datos son alarmantes, ya que los cambios en la sangre podrían indicar que ha habido daños al sistema inmunológico u otros desórdenes, tales como
tumores en crecimiento. Michael Antoniu, experto en genética molecular de Guy's Hospital Medical School, declaró que los hallazgos descritos en el
resumen son "altamente preocupantes desde el punto de vista médico", y afirmó estar "impresionado por la cantidad de diferencias significativas que encontraron" en el experimento.

Para Monsanto, en cambio, los cambios registrados son "insignificantes" y deben ser atribuidos a "variaciones normales entre ratas". Además, alega, el maíz Mon 863 ha sido aprobado en varios países, y agrega cínicamente que "si cualquier
crítico de la biotecnología tuviera dudas sobre la credibilidad de los estudios, debería haberlas expresado a los reguladores".

México es uno de los países a los que se refiere Monsanto. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaría de Salud aprobó la liberación del Mon 863 al consumo humano desde el 7 de octubre de
2003. Al año siguiente, Greenpeace denunció que la instancia gubernamental citada no hace evaluaciones científicas propias, sino que se basa en las que le entregan las empresas productoras de transgénicos. Si la Cofepris tuvo
acceso al estudio de la empresa, ¿cuáles fueron sus conclusiones y en qué las basó? ¿O sencillamente le bastó la interpretación de la trasnacional de que las anormalidades reportadas son problemas de las propias ratas?

Monsanto arguye que el evento Mon 863 fue analizado por la Agencia de Seguridad Alimenticia Europea (EFSA); que ésta conoce la totalidad del
informe y lo recomendó a la Comisión Europea (que no aprobó el Mon 863). Lo que la firma no cuenta es que dicha agencia contrató primero al doctor Arpad Pusztai, reconocido experto en genética molecular y en este tipo de experimentos, haciéndolo firmar una declaración de confidencialidad, que aquél signó pensando en que su texto sería luego publicado por la agencia.
Pusztai encontró "una lista inmensa de diferencias significativas" entre los dos grupos de roedores, además de hacer críticas severas a la metodología y las conclusiones del estudio de la empresa.

A la EFSA no le gustó el Informe Pusztai, que coincidía con el de otros expertos europeos que habían obtenido antes una versión censurada del texto, como Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen. Para este y otros de sus colegas, el Mon 863 podría tener efectos nocivos y no debería llegar nunca a la cadena
alimentaria. La agencia, empero, descartó esta alerta y buscó en su lugar a "científicos" que coincidieran con Monsanto. Luego publicó una recomendación favorable.

Al parecer, ser científico independiente de las multinacionales, población preocupada por su salud, campesinos que quieren que su maíz no se contamine con elementos tóxicos y millones de otros ciudadanos que decimos no a los transgénicos por estas y muchas más razones, no son elementos que deban tenerse en cuenta para la EFSA, la Secretaría de Salud o los legisladores que votaron la mal llamada Ley de Bioseguridad.
Con Monsanto les alcanza brutamente.

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no te da bola ni el loro
Por avivol - Friday, Jan. 17, 2014 at 8:35 AM

Se ve que como dicen por ahí estas viejo y el alemán te esconde las cosas, pará con la chicana a Monsanto que a nadie le interesa, nos ves que no te comenta ni el loro? mirá que toda la guita que reparte la Cristina al final viene de la soja transgénica que los chinos compran como loco, qures matar la gallinita de los huevos de oro?

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Cuba a full con los transgénicos
Por avivol - Friday, Jan. 17, 2014 at 8:41 AM

Che Brutus , estos también son peones de Monsanto?

http://www.latercera.com/noticia/negocios/2013/12/655-556217-9-como-cuba-llego-a-cultivar-3000-hectareas-de-maiz-transgenico.shtml


Las plantaciones de transgénicos del mundo suben a un ritmo vigoroso. Según cifras del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-Biotecnológicas (Isaaa, por las siglas en inglés), las siembras con especies genéticamente modificadas pasó de 160 millones de hectáreas en 2011, a 170,3 millones de hectáreas en 2012, siendo los países en vías de desarrollo los más intensivos en este desarrollo.

Cuba cultivó en 2012 unas 3.000 hectáreas de maíz genéticamente modificado, como parte de un plan del gobierno para reducir costos de producción. El trabajo en manejo de tecnología de recombinantes en Cuba lleva más de tres décadas, pero recién en 2009 se obtuvieron los permisos para empezar a reproducir la semilla de maíz. La soya aún está en etapa experimental y se avanza en la obtención de los permisos.

Merardo Pujol, experto en mejoramiento genético y transgénicos de la División de Plantas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana, cuenta que el país es muy estricto en términos de regulación para el uso de transgénicos. Por eso, en el centro optaron por un camino conocido: “Adoptar lo que se ha hecho en el mundo por 15 años. Con esto, las agencias regulatorias se sienten más confiadas”. Pujol agregó que se trata de patentes que no están registradas en Cuba.

A su juicio, pensar en una agricultura 100% libre de transgénicos no es viable, en términos de precios: “La imagen que se quiere transmitir de que algo más natural está más cercano al ciudadano medio es falsa. Los productos orgánicos son mucho más caros que los elaborados con tecnologías avanzadas”. El experto en mejoramiento genético llama a considerar en el debate lo que se pierde al no utilizar la tecnología. “Si te privas voluntariamente del uso de una tecnología, de una alternativa, de una fuente de empleo, al final terminas usando los productos que produce otra gente y le saca más partido”. Pujol comenta que en México, “el maíz con el que se preparan las tortillas y los tacos es transgénico, pero producido en EE.UU., porque en México hay muchas restricciones. El maíz barato y subvencionado por el Estado es transgénico, porque puede ser producido con costo menor”.

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