Julio López
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Frente a la inflación y devaluación hay otra salida
Por FPDS Corriente Nacional y Marea Popular - Wednesday, Feb. 26, 2014 at 4:20 PM
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Frente a la inflació...
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¿Por qué hay inflación? ¿Por qué importa la devaluación?

El año arrancó con malas noticias para el pueblo. Al 30% de inflación del 2013 le debemos agregar el 3,7% en el mes de enero de 2014, producto de la fuerte devaluación.

Como en toda devaluación, hay ganadores y perdedores. Los perdedores somos quienes vivimos de nuestro trabajo, los jubilados, y quienes malviven con un plan social y changas. Los ganadores son las pocas empresas que controlan el comercio exterior, que lograron que la cotización del dólar llegue a los $8. Y seguirán ganando los de siempre, en la medida que no se impulsen transformaciones estructurales hacia la defensa de los intereses y el bolsillo del pueblo.

La situación actual se explica por razones estructurales de nuestra economía y no por algún fenómeno pasajero. En Argentina las 500 empresas más grandes concentran un cuarto de toda la producción, 35 grupos económicos controlan –sólo en la provincia de Buenos Aires- casi 2 millones de hectáreas, 20 empresas controlan el 50% de las exportaciones argentinas, ocho empresas multinacionales explican aproximadamente el 90% de las ventas de soja al exterior. Muchas de ellas tienen sus propios puertos privados. Cada una de estas empresas ha construido fuertes vínculos con el poder político y mediático, ya que su objetivo es ganar cada vez más dinero sin fijarse qué pasa con el pueblo.

Debido a este nivel de concentración, durante los últimos años, los sectores empresarios tuvieron la posibilidad de aumentar los precios de los productos a medida que aumentaron los salarios, como forma de mantener o incrementar sus ganancias. Así la capacidad de compra de los ingresos se fue debilitando.

A su vez, como una buena parte de la producción de alimentos se exporta y lo que pagan otros países por esos alimentos se incrementó en el último tiempo, los precios en nuestro país crecieron porque los empresarios intentan ganar lo mismo que si vendieran en el exterior. Esto también fue limando nuestra capacidad de compra.

Por otra parte, en especial durante los últimos meses, el puñado de grupos empresarios que se dedican a la exportación comenzó a presionar fuertemente para conseguir una devaluación. Así sus ganancias en dólares se traducirían en una mayor cantidad de pesos. Concretada esa devaluación los resultados están claros: estos exportadores reciben más pesos por cada dólar, todos los sectores (aun los que no utilizan insumos importados) aumentaron los precios especulando por futuros aumentos, y los salarios valen cada vez menos.



¿Por qué llegamos a esto?

La actual situación económica no es producto de la “mala suerte”. Es parte constitutiva del modelo de los últimos 10 años, que aunque hizo crecer el ritmo de la economía, mantuvo una estructura dependiente y concentrada que genera estas consecuencias.

Hasta ahora, como forma de atacar la inflación, el gobierno negoció acuerdos de precios (que en general no se cumplieron) con los sectores más concentrados, en lugar de contraponer su situación privilegiada. Como forma de atacar la falta de dólares, el gobierno intentó negociar con los exportadores sin confrontar con ellos. A cambio de que estos sectores liberen las exportaciones –y conseguir así los dólares que sirven para respaldar el valor de la moneda y para comprar bienes del exterior para el consumo o para las industrias– el gobierno permitió una devaluación gradual (el dólar aumentaba todos los días unos centavos). Pero los sectores concentrados tampoco se conformaron con eso y siguieron presionando hasta forzar una devaluación abrupta.

En otras palabras, los mismos resultados nos dicen que para superar los actuales problemas el camino no será acudir a la buena voluntad de los grupos económicos más concentrados, sino asumir medidas de fondo que apunten a transformar la estructura económica, lo que implica afectar los privilegios de esos sectores y reducir el poder que siguen manteniendo.



¿Y qué podemos hacer?

En el comercio interior. Para atacar la inflación, proponemos:

1- Mercados populares. Creación de una empresa estatal con amplia inserción geográfica, orientada a la distribución de productos de consumo popular. Éstos competirían con los grandes supermercados, eliminando las ganancias extraordinarias de los comercializadores, y garantizando alimentos a precios accesibles. Además permitirían marcarle la cancha a los empresarios que pretendan abusar subiendo los precios, y redireccionar el subsidio hacia el productor.

2- Apertura de sucursales de venta del Mercado Central en distintos barrios, que podrían ser gestionadas por organizaciones sociales de manera transparente, evitando el abuso de los empresarios.

En el comercio exterior, para resolver la falta de dólares

1- Ente regulador del comercio exterior. Puesta a disposición del Estado de los principales puertos y terminales que desde los ‘90 están en manos privadas. Operando como único exportador de todos los productos agrícolas, hidrocarburíferos y minerales del país, y con capacidad de intervención sobre otros rubros de exportación e importación.

2- Junta de granos, que existió desde la década del 30 y el menemismo eliminó. Esto permite bajar los precios, ataca a las exportadoras, le quita presión a los pequeños productores y evita los acopios de granos.

3- Nacionalización de los puertos, que fueron privatizados. Evita fraudes contra el Estado y la evasión impositiva de los grandes grupos económicos.

En el fondo de lo que se trata es de avanzar en una estrategia de transformaciones estructurales que ponga al Estado no como gestor sino como planificador del proceso económico en función de las necesidades de la población. Este camino difícilmente pueda hacerse en forma consensuada con el poder económico, y obliga a afectar los intereses de quienes ganaron siempre.

Por alcanzar estas propuestas es necesario dar lugar a una nueva experiencia política superadora junto a otros sectores de la militancia popular, que defienda las conquistas alcanzadas en esta década. Una experiencia que construya iniciativas desde la participación y el protagonismo popular, pilares fundamentales de un programa real de transformación.

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FRENTE POPULAR DARIO SANTILLAN – Corriente Nacional

¿Quienes somos? // Hace casi 8 años, organizaciones provenientes de diferentes sectores (territoriales, estudiantiles, sindicales, rurales) confluimos en la creación de una herramienta política y social que tomó como principios esenciales el antiimperialismo, el anticapitalismo, el antipatriarcado, la construcción del Poder Popular para el Cambio Social y la necesidad de transitar un proceso de unidad desde prácticas y reflexiones comunes.

Desde ese punto inicial hasta el día de hoy, podemos decir/sentir con orgullo que hemos aportado a proyectar, desde una visión política, varios elementos a las experiencias del campo popular: La construcción de Poder Popular como elemento fundamental de una estrategia emancipatoria // Una clara vocación de síntesis de tradiciones políticas diferentes // Coherencia en evitar caminos que llevaran a la cooptación // La voluntad de construir una organización donde confluyan los distintos sectores del pueblo trabajador // La búsqueda permanente de unidad con otras fuerzas populares // La proyección latinoamericana e internacional

Enmarcadas/os en las mejores tradiciones de lucha de nuestros pueblos, en las luchas de la primera independencia sanmartiniana y bolivariana, en las luchas clasistas de las y los trabajadores, en el ejemplo de Agustín Tosco, en la audacia revolucionaria y la intransigencia ético-política del Che, en el legado y el ejemplo de Darío Santillán y de nuestras barriadas, en las luchas feministas y de géneros, con el puño en alto de nuestras compañeras, en la tenaz resistencia al saqueo de nuestros pueblos originarios, en los sueños de justicia latentes de tantas/os explotadas/os de esta tierra; desde el FRENTE POPULAR DARIO SANTILLAN – Corriente Nacional, convocamos a quienes quieran ser parte de esta lucha a sumarse en un camino de construcción de Poder Popular hacia el Socialismo del Siglo XXI.

¿Donde estamos? // Jujuy, Salta, Tucumán, Provincia de Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Chaco, Formosa, Río Negro, La Pampa y Neuquén…

Brigadas internacionales // En Paraguay, Venezuela, Palestina y Haití… También participamos en la CPP de la Escuela Nacional Florestan Fernandes impulsada por el MST de Brasil...

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