(Por La Retaguardia) Se trata
del proceso judicial más importante de la provincia,
al que se llegó a partir de
la unificación de quince causas. Desde
el lunes 17
de febrero, el Tribunal Oral Federal N°1 juzga a treinta y siete
imputados,
entre ellos ex jueces y fiscales como Otilio Romano, Luis Miret y
Guillermo Petra.
Dialogamos con Pablo Salinas, abogado querellante por el Movimiento
Ecuménico
por los Derechos Humanos, quien se
refirió a cómo se logró alcanzar este juicio
tan importante para Mendoza.
El inicio y desarrollo de este juicio
genera muchas expectativas, ya que es la sumatoria de varias causas que
iban a juzgarse por separado, pero que gracias a la lucha y
organización de los organismos de Derechos Humanos se logró su
unificación en una Megacausa, conformándose el proceso más importante
de la historia judicial de Mendoza.
Es el proceso con más imputados y víctimas que se realiza en este
momento, junto con el de la ESMA en Buenos Aires y La Perla de Córdoba,
Además, en Mendoza se está juzgando a integrantes del aparato judicial
provincial que hasta hace poco tiempo cumplían con su misión de frenar
las causas por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última
dictadura cívico militar. No es casualidad que hasta hace unos años
este tipo de juicios avanzara en otras provincias menos en Mendoza.
“Lo increíble es ver en el banquillo a casi cuarenta personas y entre
ellas cinco ex jueces y fiscales (Otilio Roque Romano, Luis Francisco
Miret, Rolando Evaristo Carrizo, Guillermo Max Petra Recabarren y
Gabriel Guzzo), verlos a todos juntos, haber conseguido la unificación
de las causas creo que es central”, reflexionó al respecto
el abogado querellante Pablo Salinas.
“Verlos a todos los que actuaron en el terrorismo de Estado sentados
allí, me hizo acordar a la imagen del juicio de Nuremberg, todos los
nazis sentados –continuó el letrado–. Todo el aparato judicial que
servía para legitimar las torturas, los secuestros, con eso ellos
actuaban, brindaban la impunidad en todos los casos de los compañeros.
Además de la omisión, porque el fiscal debía investigar los secuestros
extorsivos, impedir que asesinaran a una persona y en vez de hacer eso
legitimaba el accionar de la Octava Brigada de Infantería de Montaña y
de los represores que están ahora sentados con ellos, es que coinciden
ideológicamente con el régimen de terrorismo de Estado. Son
políticamente defensores del terrorismo de Estado”.
En este sentido, Salinas recordó que hasta 2010, el ex miembro de la
Justicia Federal Luis Miret era profesor de la Facultad de Derecho de
la Universidad Nacional de Cuyo, y en sus clases
decía que la gente pedía orden y que los militares llegaron justamente
para darle lo que pedía: “cuando
los alumnos pidieron que no se le renovara el contrato, el Consejo
Directivo bancó a Miret, él hasta pidió la lista de los estudiantes
para evaluar posibles acciones legales. Este es el grado de
intimidación que él ejercía. Yo estudié en Córdoba y ahora doy clases
pero en Ciencias Políticas, porque siempre la Facultad de Derecho ha
sido un búnker de la derecha, recién ahora tenemos algunos colegas como
Diego Lavado y Omar Palermo que ganaron concursos en Derecho, pero son
minoría”.
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Miret
intimidando a Auat
(Foto Marcos Doña-Diario El Sol) |
Miret está acostumbrado a ser impune y a intimidar cuando y como
quiere. Eso pudo verse en la primera audiencia de este juicio, cuando
le sacó una foto al fiscal
general de la Unidad de Coordinación y Seguimiento de las Causas por
Violaciones a los Derechos Humanos, Jorge Auat: “sigue manteniendo el mismo
nivel de intimidación que tenía cuando pidió la lista de los alumnos
que pedían que no se le renovara el contrato. Imagínense un
imputado, por ejemplo, por tráfico de drogas,
sacándole fotos al fiscal durante la audiencia. En ese momento, Auat
dejó la constancia de que esa actitud de Miret estaba intimidando y
pidió que se le retirara la cámara de fotos. En el Diario El Sol de
Mendoza salió en la tapa la imagen de Miret sacando esta foto. Quedó
absolutamente clara la actitud intimidatoria que tomó”,
señaló Salinas.
Aunque es el cuarto juicio por delitos de lesa humanidad que se realiza
en Mendoza, la mayoría de los imputados en esta megacausa no cuentan
con sentencias previas: “hemos tenido tres juicios y
recién en este cuarto ha llegado un número importante de gente del D2 (Departamento
de Información 2) que estuvo libre hasta la semana pasada,
cuando logramos que la Cámara diera vuelta la resolución que les daba
la libertad. Fue todo una lucha, no es que de repente por acto de magia
están todos ahí sentados”, afirmó Salinas.
El abogado querellante explicó que esta situación se dio porque los ex
fiscales y jueces, hoy sentados en el banquillo, tenían a su cargo
todas las causas en la Cámara Federal: “recién cuando fueron
renunciando o destituidos empezamos a tener los juicios, sino no sé si
los hubiéramos tenido en Mendoza, porque ellos estaban dedicados a
brindar impunidad en los setenta pero siguieron también desde 1983
hasta ahora. Esa es una gran deuda de la democracia, en vez de apartar
a todos los jueces de la dictadura les dieron acuerdo del Senado y los
dejaron seguir interviniendo en muchas provincias no solo en Mendoza”,
agregó.
El día anterior al inicio del juicio se hizo un festival que incluyó un
homenaje a Alfredo Guevara Blanco, fallecido en 2005. En diálogo con
Oral y Público, así lo recordó Pablo Salinas: “fue el abogado de las Madres y
de los organismos, con él nos formamos prácticamente todos los abogados
que estamos hoy en el equipo de la querella. Ha sido un referente en la
lucha por los derechos humanos en Mendoza. Estuvo detenido en 1975 por
defender presos políticos. Gracias a un habeas corpus que presentó
Rodolfo Ortega Peña pudo salir a Perú exiliado con sus hijos, de ahí se
fue a México, y cuando se recuperó la democracia volvió a Mendoza. Fue
el querellante que consiguió impulsar el juicio por Graciela Fiochetti
en San Luis y que se ordenara la detención del Capitán (Carlos) Pla.
Además defendió siempre a los presos pobres, a aquellos que muchas
veces no podían pagar un abogado. Él los defendió de las condiciones
indignas de las cárceles y lo hizo sin especular, porque ahora la
mayoría de los abogados no quieren defender públicamente que haya
mejores condiciones carcelarias porque les da mala prensa, los acusan
de abogados de delincuentes y demás, y entonces no se animan a luchar
por mejorar los derechos humanos. Él siempre estuvo luchando y
asumiendo los costos con tal de tener una vida más digna para los
mendocinos”.
En relación a la cobertura de los medios de, al menos, el inicio del
juicio por la Megacausa, Salinas señaló que fue una sorpresa la
repercusión que tuvo este hecho tanto a nivel nacional como provincial: “está teniendo muchísima más
cobertura que otros juicios que hemos tenido, justamente por donde se
hace que es el Salón de la Corte Suprema, que es el más grande que hay
en los Palacios de Tribunales de Mendoza, y además por las implicancias
de que se trata de personas que hasta ayer eran poderosas y manejaban
la justicia federal y hoy están sentadas en el banquillo de los
acusados, es algo que habla también de que podemos tener una Argentina
que interpele el poder. Me parece que es el mensaje que se puede sacar
ahora de este juicio”, aseveró.
El juicio continuará hoy, en la Sala de Audiencias de la Corte Suprema
de Justicia, en los Tribunales Provinciales de Mendoza, por la que
pasaran a lo largo de todo el proceso más de seiscientos testigos.