Julio López
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Lo dicho... (editorial El Aromo n° 77)
Por RyR - Friday, Mar. 21, 2014 at 2:44 PM
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En algún momento, pareció que el verano podía llevarse puesto otro gobierno. Las huelgas policiales acompañadas de la amenaza sindical, los saqueos, los cortes y cacerolazos en Capital y el conurbano y, sobre todo, la inexistente capacidad de respuesta de una administración cuya cabeza aducía problemas de salud, pusieron al kirchnerismo cerca de la caída. Un desenlace no deseado por nadie. Ningún opositor está en condiciones de asumir hoy en la Argentina y, menos aún, con una crisis por delante.

En algún momento, pareció que el verano podía llevarse puesto otro gobierno. Las huelgas policiales acompañadas de la amenaza sindical, los saqueos, los cortes y cacerolazos en Capital y el conurbano y, sobre todo, la inexistente capacidad de respuesta de una administración cuya cabeza aducía problemas de salud, pusieron al kirchnerismo cerca de la caída. Un desenlace no deseado por nadie. Ningún opositor está en condiciones de asumir hoy en la Argentina y, menos aún, con una crisis por delante.
Lo que estalló (y seguirá estallando) es la argamasa con la que se construyó el edificio bonapartista: una montaña de recursos (llámese renta) para tapar las ineficiencias de un sistema social inviable. Transferencias a industrias, subsidios a empresas de servicios para mantener tarifas, creación de empleo precario y asistencia social del más variado tipo para contener a una sobrepoblación relativa en expansión. Como puede observarse, ninguna de estas intervenciones está destinada a modificar el sistema, sino a evitar la hemorragia. En la medida en que sólo se interviene sobre los efectos, la enfermedad sigue avanzando (pérdida de competitividad, aumento de la sobrepoblación relativa), por lo que cada vez se necesitan más vendas, que en algún momento se acaban. Luego de las retenciones, se recurrió a la ANSES y después, lisa y llanamente a las reservas. La emisión descontrolada generó inflación y, con ella, retraso cambiario. Resultado: magadevaluación, inflación galopante, colapso de servicios, caída de reservas y crisis de las finanzas estatales.
¿Cómo se llegó, de ese escenario, a esta aparente calma de marzo? Con un analgésico aún más fuerte: una devaluación, seguida del retiro de pesos del mercado, todo sazonado con una primera liquidación de la cosecha (atraída por un dólar más alto). Es decir, un “enfriamiento” de la economía (que trae suspensiones y despidos) y la caída de los salarios; esa temida y hostigada receta “neoliberal”. Medidas que solo postergan lo impostergable: los dólares frescos no alcanzan y la emisión sigue su curso. Mientras no entre dinero real y no se elimine el déficit fiscal, la urgencia persistirá. En pocos meses Kicillof deberá anunciar una nueva devaluación y, he aquí el punto en discordia, una actualización tarifaria para detener el drenaje. Sí, irán a fondo con ese ajuste tan proyectado, anunciado y postergado; ese que podía curar en salud y que ahora va a dar algo de aire al moribundo. Y si no, se caen, irremediablemente.

Menemismo

Esta brevísima tregua encuentra a la oposición sin mayores argumentos. Después de pregonar la necesidad de una política “ortodoxa”, la encuentran nada menos que en su rival. No alcanza, piden más, por supuesto. Seguramente, se les dará. El kirchnerismo sabe que debe girar el rumbo. Se acordó la millonaria indemnización a Repsol, se va a acordar con los holdouts, la propia administración norteamericana presentó un recurso de amicus curiae en favor de la Argentina, se “normalizó” el INDEC a solicitud (y bajo supervisión) del FMI, se va a pedir la escupidera al Club de París, ahora asesoran Fábrega y Blejer, vamos a volver a las “relaciones carnales” y ya ni las formas discursivas les van a quedar...
Ahora bien, ¿realmente el Gobierno cree que va a recibir dólares sólo con esos gestos? El FMI no va a autorizar préstamos sin cierta muestra de capacidad de pago. Por lo tanto, se va a discutir un severo ajuste fiscal, propio de los noventa. Kicillof va a pasar de ser “el rojo” al “lobo de Wall Street”.

(seguir leyendo en http://www.razonyrevolucion.org/ryr/index.php?option=com_content&view=article&id=2674:adelanto-editorial-de-el-aromo-77&catid=129:novedadesprincipal)

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