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Declaración de solidaridad con las trabajadoras de casas de familia
Por Pan y Rosas - Saturday, Mar. 22, 2014 at 11:26 PM

Declaración de solidaridad con las trabajadoras de casas de familia. Basta de maltrato y violencia en el trabajo

Declaración de solidaridad con las trabajadoras de casas de familia.
Basta de maltrato y violencia en el trabajo

Las mujeres organizadas en Pan Y Rosas Córdoba, nos solidarizamos con las trabajadoras domésticas que vienen realizando denuncias sobre el maltrato laboral al que están sometidas. Recordamos el caso de la compañera peruana obligada por su patrona a desverstirse cuando fuera acusada injustamente de haber robado y repudiamos enérgicamente todo tipo de maltrato físico o verbal a las trabajadoras de casas de familia de parte de sus empleadores.
Sabemos que una ley no garantiza que los derechos sean cumplidos, sin embargo, acompañamos el reclamo de las trabajadoras que exigen que la Ley 26.844, con la que el gobierno nacional hizo tanta demagogia, sea reglamentada ya y se haga cumplir para que el 80% de las trabajadoras que aún están empleadas en negro, puedan acceder a sus derechos laborales. Hacemos responsables al gobierno nacional y provincial del maltrato que sufran las trabajadoras.
Hay actividades relacionadas con aquellas que tradicionalmente se consideran como propias de las mujeres, la cantidad de mujeres empleadas alcanza proporciones exorbitantes: el 75% de los trabajadores de la educación, el 70% de los trabajadores de salud y casi el 100% del servicio doméstico, son mujeres. Esta división del trabajo no es natural y se impone en una sociedad que donde los patrones y empresarios sacan ventaja de las peores condiciones en las que trabajamos las mujeres respecto a nuestros compañeros trabajadores, porque ello redunda en sus mayores ganancias.
A la discriminación laboral, la limitación a ciertas tareas y la imposibilidad de ejercer otras, los salarios más bajos y los trabajos más precarios, se suma el riesgo permanente de ser víctimas del abuso de capataces y patrones.
Que las trabajadoras de casas de familia, muchas de ellas migrantes sean sometidas al maltrato y la discriminación se debe a que sufren la doble discriminación por ser mujeres y bolivianas, peruanas, o del interior del país. Esto significa que puedan ser tratadas como trapos, haciéndolas dormir en el piso, como denuncia el SINPECAF o sean ultrajadas por los empleadores y sus familias que se creen con derechos a tratarlas como basura. No es casual que la mayoría de los habitantes de las ciudades de “primera clase” que son los countries, sean patrones de grandes y medianas empresas que lo mismo hacen con sus empleados en los lugares de trabajo.
Pan y Rosas que peleamos codo a codo con nuestros compañeros trabajadores contra la explotación de pequeño, medianos y grandes empresarios como las metalmecánicas Valeo y Volkswagen, o el frigorífico Estancias del Sur, luchamos por todos los derechos de las mujeres y en particular de las trabajadoras.
Una vez más, repudiamos categóricamente la violencia hacia estas trabajadoras y les acercamos todo nuestro apoyo y solidaridad!
Las mujeres tenemos que organizarnos y luchar juntas para que nadie más se atreva a pasarnos por encima
Basta de maltrato y violencia!
Por todos los derechos de las mujeres trabajadoras!

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