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Claudio Morgado rompe el silencio
Por Revista Furias - Wednesday, Mar. 26, 2014 at 4:06 PM

25 de marzo de 2014 | Luego de su polémica desvinculación del Inadi, Morgado cuenta el trasfondo de su separación del Instituto tras haberse comprometido con la causa de la comunidad La Primavera de Formosa.

Claudio Morgado romp...
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Por Susana Salina

En diciembre de 2009 el músico, actor, conductor y ex diputado nacional por el Frente para la Victoria (FpV), Claudio Morgado, mediante el decreto 1968/09 del poder Ejecutivo Nacional fue designado presidente del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), en reemplazo de María José Lubertino. Un recuento de su paso por allí y su trabajo con la comunidad qom.

¿Cómo te vinculaste con los Qom de la comunidad Potae Napocna Navogoh, La Primavera, de Formosa?

Fue apenas asumí la presidencia del Inadi, traté de ponerme a tono sobre el Instituto, de las distintas delegaciones que funcionan en cada provincia, sus directores que eran nombrados por el presidente; necesitaba ver cómo iba a continuar con todo lo que había. La idea era darle una impronta diferente porque además de intervenir en hechos relacionados con la discriminación, también incluía dentro de las funciones: la de elaborar políticas públicas para que esos hechos no se produzcan, por lo tanto quería abocarme a esto último. Empecé a revisar las denuncias hechas y me encontré con una que hacía tiempo que estaba cajoneada, llevaba dos años guardada, la realizaba la comunidad La Primavera de la provincia de Formosa, a través de Félix Díaz, por discriminación.

Al mes de haber iniciado mi gestión, me encuentro con que debía viajar a Las Naciones Unidas por la revisión que se hace permanentemente sobre el cumplimiento de los tratados internacionales de los Estados Miembros, de la que Argentina es parte y que además, son supralegales. Uno de los temas que se iba a abordar era la existencia de un informe sombra referente a la realidad de la comunidades originarias. Con más razón, decidí viajar a Formosa para interiorizarme de los hechos, antes de ir a la ONU, en el verano de 2010. Allí me encontré con que la gobernación provincial estaba por realizar un emprendimiento con el fin de instalar una Universidad sobre las 600 hectáreas que correspondían a la comunidad. En ese momento la situación era compleja ya que los Qom estaban sitiados por policías porque habían sido desalojados de esas tierras, que habían vuelto a ocuparlas; fui con una abogada del Inadi que se especializa sobre los derechos indígenas, y con el delegado regional del Instituto. Me costaba creer lo que estaba pasando.

¿Por qué te costaba creer lo que estaba pasando?

Había estado en Formosa un año antes, con una diputada, para ver todo el tema de discapacidad; fue como una visita guiada, había quedado deslumbrado. Recuerdo que fuimos a una escuela especial, pública, era maravillosa, fascinante como experiencia, única en el país, entonces decís: “A la pucha” que grandiosa es esta provincia. Pero claro, cuando te salís del mapa oficial, te encuentras con esto: llegue a la comunidad entrada la noche, me reuní con Félix Díaz y toda la gente, había una presencia importante de gendarmes al costado de la ruta 86. Cerca de las tierras de los originarios se organizó como un centro de operaciones, un campamento lleno de uniformados y para llegar a La Primavera tenías que pasar por el cordón policial. Con lo que me encontré al principio, a mi entender, era de una resolución inmediata: hacía dos días que los qom no comían, no podían salir a cazar, ni a buscar alimentos, ni nada; entonces decidí utilizar plata de la caja chica del Inadi, fuimos hasta Laguna Blanca, compramos fideos, algo de carne y nos pusimos a cocinar, en esas circunstancias conocí a Félix. Mientras preparábamos la comida, charlamos, nos acompañaba una antropóloga, Lorena Cardin, que hacía diez años venía trabajando con la comunidad. Por intermedio de ella, y de toda la documentación que me había facilitado, estaba en tema sobre la situación de Potae Napocna, por lo tanto lo que pude constatar era que se trataba de un territorio reclamado legítimamente por los originarios y que, el emprendimiento que querían realizar sobre sus 600 hectáreas, era una provocación porque lo podían haber hecho en cualquier otro lado. Obviamente, esto tenía que ver con la familia Celía, que son los criollos vecinos a La Primavera enfrentados a los Qom y amigos de toda la vida del Gobernador.

En tu visita a la comunidad, ¿existió algún hecho que te haya movilizado más que otros?

En realidad, allá todo es lastimoso, pero el caso de dos miembros Qom, me resultó impactante. Al momento de hacer la recorrida nos encontramos con Fermina que con 38 años de edad, pesaba 30 kilos, no se podía levantar de la cama. Padecía la enfermedad del mal de chagas, pero del que viene importado de Brasil, que a diferencia del contraído en el NOA, tiene la particularidad de que el músculo que conecta el esófago con el estómago, no se cierra bien, dificulta el avance del bolo alimenticio y se produce regurgitaciones (expulsión de comida y secreciones procedentes del esófago o del estómago, a través de la boca, sin el curso del vómito) y reflujos. Esto hace que la persona no pueda comer, que le cueste tragar y se vayan desnutriendo hasta la muerte. Trasladamos a Fermina a Buenos Aires, fue internada en el Hospital de Vicente López, allí le colocaron un stent, estuvo entre dos a tres meses internada, hasta que pudo comer y recuperó el peso. Regresó a Formosa con 50 kg y con toda la dentadura nueva, porque estaba sin dientes; volvió 0KM, con chapa y pintura nueva.

Luego, vino Mauricio, el esposo de Fermina, estaba muy deprimido a raíz de que había fallecido su hijito, nos contó una historia tremenda, que ya la habíamos escuchado en varias oportunidades. Era el quinto hijo recién nacido que perdían, charlando con él nos enteramos que cuando sus mujeres van a parir a los hospitales públicos, padecen de mucha discriminación, a veces no le dan ni camas, además las sedan, los partos se realizan con ellas prácticamente dormidas. Fermina aseguró que cuando tuvo a su último bebé, escuchó su llanto, sin embargo, le informaron que había fallecido y volvió con un cajoncito. Estos casos reiterados hacían despertar la sospecha de Mauricio, que decía tener miedo cuando llevaba los ataúdes de sus hijitos al cementerio, porque no sabía qué había ahí adentro. Los integrantes de la comunidad estaban convencidos de que les afanaban a sus chiquitos.

¿Tuviste el aval del gobierno nacional para intervenir en Formosa?

Antes de ir, me comuniqué con mi superior, el fallecido Eduardo Luis Duhalde, le comenté sobre la denuncia de la comunidad y le aclaré que consideraba que la situación era complicada y ameritaba que fuera para allá, él me dijo: “Andá porque lo que está haciendo Insfrán, es terrible”. Así que fui con todo el aval de mi jefe, que era el secretario de Derechos Humanos de la Nación. Cuando estaba  camino a la provincia, a bordo de una camioneta, recibí un mail en mi celular de Aníbal Fernández,  que era Jefe de Gabinete de la Nación, que en ese momento tenía mucho poder, porque como la oposición no había aprobado el presupuesto, las partidas eran las mismas que las del año anterior y para actualizarlas dependían de su firma. El correo decía que me debía poner en contacto con el Jefe de Gobierno de Formosa, Daniel González, que tenía mucho conocimiento sobre el derecho indígena, pero este señor había cambiado su postura respecto a los pueblos originarios, tuvo un giro negativo que no iba a favorecer para nada a los Qom. Cómo me iba a poner a las órdenes de éste muchacho, entonces hice caso omiso a ese mail.

¿Qué sucedió con Félix a partir de que lo conociste?

Viendo la tremenda falta de recursos que tenían en la comunidad, ni siquiera lo mínimo para la subsistencia diaria, consideré oportuno proponerle a Félix que formara parte del Inadi local, de la delegación de Formosa, su tarea se centraba en la recepción de todas las denuncias relacionadas con los pueblos originarios de la zona, teniendo en cuenta que la provincia es la segunda en el país con un importante porcentaje de población originaria, alrededor del 30%. Todos están en la misma situación, con poco acceso a lo mínimo en lo que respecta a la alimentación, salud, vivienda, trabajo y educación.

Durante mi estadía en Formosa pude observar, entre tantas cosas, que el Centro Integrador Comunitario (CIC), que depende del Ministerio de Desarrollo Social, no funcionaba, y no sólo eso, estaba abandonado. Estos Centros que se encuentran, por lo general, en lugares vulnerables, son los encargados de brindar a la comunidad un servicio de asesoramiento sobre toda la documentación necesaria para acceder a todos los planes que el gobierno brinda a todo ciudadano argentino, además de la atención médica. El CIC estaba fantásticamente construido hacía 5 años, pero era únicamente una fachada, porque los yuyos llegaban hasta el techo, nos trepamos y logramos ingresar, pudiendo constatar que estaba totalmente vacío, sin ni siquiera una silla, sin embargo, Desarrollo Social, no estaba al tanto de todo esto, porque figuraba que estaba habilitado y funcionando. Necesitaba que Félix se ocupara de todas estas cuestiones, estaba convencido de que su incorporación sería la oportunidad para crear un marco institucional que contuviera estos temas, meter el conflicto y trabajarlo desde adentro.

Félix llevó la propuesta a la comunidad, esta fue debatida en asamblea donde se aceptó. Lo que él recibía del Inadi se destinaba a La Primavera para satisfacer las demandas más urgentes, esa era la condición y, en caso de que se llegara a desviar de ese objetivo, debía ser apartado del cargo. Apenas se incorporó al Instituto, comenzó a trabajar enérgicamente y, como primera medida, solicitó que se les dictaran cursos acerca del acceso de los pueblos originarios a la justicia. El seminario se efectuó con muchos inconvenientes para su realización porque nadie les cedió un espacio, solicitaron un lugar en una escuela, pero les fue denegado. Finalmente, lo hicieron en el monte, duró todo un fin de semana, asistieron aproximadamente 200 caciques de diversas comunidades, la convocatoria tuvo éxito y fue absolutamente representativa. Félix me acercó las conclusiones de la tarea realizada, estaba trabajando muy bien, era alentador.

El nuevo integrante del Inadi, se incorporó en febrero de 2010, estaba muy contento porque por primera vez recibían una escucha institucional por parte de Nación.

Finalmente viajé a la ONU, allí estaban al tanto de lo que estábamos trabajando con la comunidad, eso significó una buena nota por parte del Organismo Internacional. Me pareció muy interesante esta nueva incorporación, porque se trataría de un caso testigo, sobre el abordaje de una temática conflictiva que contara con plena participación de los implicados, sentaba precedente.

Los cursos propuestos por Félix y concretados por el Instituto, permitió que los Qom se empaparan de toda la cuestión sobre sus derechos, dominaban bien todos los tratados internacionales existentes acerca de los pueblos originarios, el convenio 169 de la OIT, la Ley 26.160; ellos ya contaban con las herramientas para poder defender lo propio. Se logró inaugurar el CIC, toda la temática de los Qom tuvo mucha visibilidad y comenzó a prosperar.

Me resulta gracioso cuando intentan difamar a Félix, tildándolo de pertenecer a la oposición, más aún sabiendo que lo primero que hizo fue defender la ley 26.160, hecha por este gobierno a través de un trabajo exhaustivo realizado por Alicia Kirchner, que costó mucho para que fuera aprobada porque interpela fuertemente sobre la propiedad de la tierra, quienes son sus dueños y a quienes pertenece. Él habla con todos los que se le acercan, lo hace con TN, Clarín, Crónica, conmigo, y si lo invitaran de 678, también charlaría con ellos. Y, es comprensible dado que los miembros de su comunidad están atravesados por una situación extrema, donde les falta de todo y la gente se muere por inanición, enfermedades curables y prevenibles. Ante todo, lo que buscan es una ayuda inmediata; ves un micrófono y en él una oportunidad para una atención rápida y no se está analizando meticulosamente quién sos, o desde dónde estás parado políticamente. Uno desde capital y sentado en un escritorio piensa que las cosas funcionan de determinada manera, pero cuando estas en el lugar comprendés que son absolutamente diferentes y entendés el porqué.

Que Félix hable con TN no significa que sea opositor al gobierno y que haya sido miembro del Inadi, tampoco implica que fuese kirchnerista, porque él está por encima de todo, utiliza las herramientas que puede tener al alcance de sus manos para defender a su comunidad. Nosotros somos quienes no tenemos la capacidad de interpretar sus reclamos y por eso los articulamos políticamente, cuando no lo deberíamos hacer. Por eso, me pareció interesante que al conflicto territorial se lo pudiera encausar por la vía institucional, porque intuía que iba a escalar, debido a que es de larga data, viene desde 1940 y se hacía insostenible.

Creo que lo que molesta es que él haya logrado empoderarse, a tal punto que logró ser referente de la comunidad, además de haber logrado un cargo como funcionario público que le permitiera tener su propio ingreso para ayudar a sus hermanos,y no ser cooptado por el oportunismo político.

¿Cómo te enteraste del corte de ruta y de la represión?

A partir de la intervención de Félix como miembro del Inadi, se visibilizó la problemática de la comunidad, empezó a aparecer en medios, daba charlas, esta situación incomodaba al gobierno de Formosa, porque interfería con el avance de sus proyectos. Por orden provincial se instaló un obrador de construcción para emplazar el complejo Universitario dentro del territorio de La Primavera, esto disgustó a los integrantes Qom, sobretodo porque la Ley 26.160 que ellos defendían a rajatabla, establece que no se puede desalojar a los ocupantes originarios de sus tierras, por lo tanto las autoridades provinciales estaban infrigiendo una Ley Nacional. Entonces, Félix me llamó y me dijo que esto no daba para más, que hasta acá había llegado y que los miembros de la comunidad estaban analizando otro tipo de acción, otras medidas para detener semejante atropello; me pareció una reacción absolutamente legítima. Le expliqué que el Inadi era un espacio para que él pudiera desarrollar propuestas, plantear temas y acciones políticas concretas para encontrar una solución a sus problemas, al menos así lo concebía yo, le aclaré que nunca le había exigido o impuesto ninguna ideología a favor de nadie. La acción consensuada fue la del corte de la Ruta 86, que en julio se hizo efectiva, y la cosa se puso virulenta. Internamente, en el Instituto la situación era complicada porque Félix era un funcionario público nacional que estaba cortando una ruta nacional, pero como en el Inadi estas cosas eran moneda corriente, dado que los distintos referentes de las diversas comunidades que formaban parte del organismo, como gays, lesbianas, transexuales, estaban involucrados permanentemente en protestas, contravenciones o cortes de calles, yo bancaba estas acciones porque considero que forman parte de un derecho libre y ciudadano, así que lo único que sugerí fue que hicieran cortes parciales, que permitiera el paso de ambulancias, camiones, que la protesta no interfiriera con otros tipos de derechos, Félix lo tomó en cuenta.

Una vez hecho el corte, antes que se produzca la represión, recibo su llamado y preocupado me comenta que estaba notando un despliegue policial importante, eso me inquietó y empecé a llamar a todos lados, nadie me atendió, inclusive Luis Alem, subsecretario de Protección de Derechos Humanos de la Nación, a quien personalmente, a través de un pendrive, le acerqué toda la información sobre el caso de La Primavera, pero como Aníbal Fernández lo llamaba, a partir de ahí, se dio vuelta como un panqueque, así que quedé solo, no tenía con quien hablar. Félix me llama cuando se estaba produciendo la represión, escucho por medio del celular los disparos, le pedí que agarrara a toda la gente y se fueran al monte porque los podían matar. Efectivamente, se produjeron las dos muertes, los heridos y todas las complicaciones siguientes. Él pasó dos días oculto en el monte, al día siguiente le pido a un delegado de Misiones y otro de Formosa que se acercaran al lugar para ver la situación, estaban muy asustados y me comentaron que a los qom le habían quemado las casas, arrasaron con todo, era siniestro.

Los miembros de La Primavera se reunieron en asamblea y decidieron que varios integrantes de la comunidad debían viajar a Buenos Aires, junto a Félix, para llevar el reclamo y lo sucedido a Nación, por eso solicitaron ser atendidos por la presidenta Cristina Kirchner. Se armó una conferencia de prensa en el Hotel Bauen, para difundir lo acontecido en Formosa, los qom estuvieron acompañados por muchos referentes políticos, algunos devenidos en kirchneristas, recuerdo a Martín Sabbatella, Silvia Vázquez, que sigue trabajando con los pueblos originarios, pero ahora desde la oposición. Lamentablemente hoy ya no acompañan la causa, en ese momento todos estaban consternados por la represión desatada hacia ellos. Como la jefa de Estado, ni ningún otro miembro en su reemplazo, los recibió, decidieron acampar en la plazoleta de Avenida de Mayo y 9 de Julio. Félix Díaz, que continuaba siendo funcionario público, comenzó una huelga de hambre. Como presidente del Inadi hice el intento de destrabar el conflicto mediante la intervención del Ministerio del Interior, a través del secretario Marcio Barbosa Moreira, con él se trabajó sobre el conflicto hasta que finalmente el Ministro Randazzo los atendió. Los qom solicitaban la garantía del cumplimiento de una serie de puntos, se logró firmar un acuerdo. A los dos meses ese convenio ya no tenía sentido, porque nada de lo pactado, se cumplió: la provisión de agua, la restitución de los DNI que les habían quemado, el acceso a la salud, el tema territorial que para ellos es vital porque del monte y la laguna sacan todo lo necesario para su subsistencia: alimentos, medicina, la espiritualidad, algo que no está a nuestro alcance imaginar.

Nombraste a Aníbal Fernández, ¿cómo era tu relación con él?

A partir de la muerte de Kirchner, cambiaron muchas cosas, dentro del Inadi, también. Los enormes espacios de poder que él tenía lo fue ocupando quien se metía, desde ese momento, todo se hizo más complejo. Desde que asumí en el Instituto, hasta la defunción de Néstor, en octubre de 2010, nunca recibí un cuestionamiento suyo, aún sabiendo que Félix trabajaba en el Organismo y que en julio protagonizó el corte de la Ruta, eso que estábamos en permanente contacto porque en mayo de ese año había salido la Ley de Matrimonio Igualitario, que tuvo mucha repercusión. Tras su fallecimiento, comenzaron los movimientos extraños: Aníbal Fernández se empoderó de los espacios de poder, justo venció el contrato del que era vicepresidente del Inadi y él hizo lobby para que ese cargo lo ocupara María Rachid, ex presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales (Falgbt). En diciembre de 2010 la presidenta Cristina firmó el decreto y se concretó la designación, mientras tanto el directorio la ubicó al mismo nivel de decisión que el presidente. La primera medida que tomó como vice fue quitarle el contrato a Félix, que no había vencido, y el celular; así que siguió como funcionario público hasta febrero de 2011.

En el Inadi, tenía los días contados. Luego de la represión a los qom, me sucedió algo muy curioso: me llegó un mensaje de Aníbal Fernández, donde proponía como nuevo delegado de Formosa, en el lugar de Pedro Venica, a un tal Carbajal, que según él, se trataba de una persona muy importante de los derechos humanos y que me iba a ayudar mucho con la causa de La Primavera. Leo el currículum, lo empecé a investigar y resulta que se trataba de un secretario de Gildo Insfrán, inmediatamente lo llamé y le pregunté si él pretendía que como recompensa por la lamentable actuación del gobierno provincial, que provocó las dos muertes, yo nombrara a ese tipo como delegado, que no lo iba a hacer, discutimos; hasta hoy Formosa no tiene delegado. A partir de esta situación, el ex jefe de Gabinete, me hizo la cruz. La situación en el Instituto se hizo insostenible, la relación con Rachid empeoró, era vergonzosa, humillante, ya no podía hacer nada porque había dos firmas que se superponían, todo lo que yo avalaba, ella lo invalidaba. Existía una contravención con la Ley nacional de fundación del Organismo, después al que van a pedir explicaciones por los actos administrativos, que duran 10 años, es al presidente, ya que la función del vicepresidente, según lo normado, es el cumplimiento de lo encomendado por el presidente. El Inadi era un barco a la deriva, ya no se podía ejercer ninguna acción.

Por último, luego del todo el camino recorrido junto los qom, ¿cómo avizoras el futuro de la comunidad?

Es tremendo porque el conflicto territorial lleva más de 70 años, son muchas décadas de sufrimiento, de abandono, de muertes de nuestros hermanos originarios, de reclamos y resistencia. Ningún jefe de Estado, en todo este tiempo, se ocupó de ellos, siempre  se los silenció. Sin embargo, a partir de la  llegada de Néstor al Gobierno, con la sucesión de Cristina Fernández como jefa de Estado, me dio profundas esperanzas de que por medio del Inadi, se podía encauzar el tema, ya que ninguna administración había estado tan cerca. Sobretodo, teniendo en cuenta que existe una legislación kirchnerista, la Ley 26.160, que los ampara.

Pero lastimosamente, existen intereses  económicos, que son hegemónicos y traspasan gobiernos, lo superan. No hay que perder de vista el negocio de la soja y del narcotráfico.

Llamativamente, es común que por el territorio de La Primavera se escuchen, permanentemente, de noche, y casi día por medio, ruidos de avionetas. En mis visitas, consulté a los pobladores, si esos sonidos eran seguidos: y aseveraron que, efectivamente, es así. Se me ocurrió buscar en el Google Maps, donde se puede observar como una especie de pista, precaria, al costado de Laguna Blanca que da a la Ruta 86, a casi 5 kilómetros de la frontera con Paraguay. Por lo tanto, lamentablemente creo que sólo con buenas intenciones, no alcanza.

Me hice muchas ilusiones cuando el caso llegó a la Corte Suprema, pero dolorosamente, hasta hoy no se llegó a una solución, no se avanzó en lo necesario. Se visibilizó el tema, intervinieron organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, pero en el día a día ellos tienen muchas necesidades. Sin sus tierras ancestrales, no están completos, sino mutilados. De tener, nuevamente, una oportunidad similar a la del Inadi, redoblaría el esfuerzo, porque son causas que las considero legítimas, donde hay que poner el cuerpo.

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