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Malvinas: Teen agers herederos del teniente Roberto “Toto” Estévez
Por Dr. Oscar Abudara Bini - Sunday, Mar. 30, 2014 at 7:57 AM
drabudarabini@yahoo.com.ar

Se difunde la carta que un grupo de alumnos, del colegio donde fuera el teniente Estévez escribió honologando las gestas de Rivero, Poltronieri y Estévez

Alumnos de Posadas, Misiones: gesta del gaucho Rivero

Los firmantes, somos alumnos del 4to año de Polimodal, Posadas, Misiones. Nosotros nacimos en la desmalvinizacion, conocimos de su existencia por boca de nuestros padres y así crecimos. En la escuela supimos que trabajaba en ella un hermano del Teniente Roberto Estévez, un héroe misionero como nosotros, que se sumó a la figura de Andresito.

Reconocemos nuestro desconcierto y desconocimiento, pero un día se presento en las aulas una profesora del área de lengua, quien nos informó que estudiaríamos sobre la Guerra de Malvinas. A partir de ese día, conocimos al héroe, al hombre, al joven que fue alumno del Colegio Nacional de esta ciudad. Al cabo de un tiempo comenzamos a llamarlo por su nombre: Roberto Néstor Estévez y luego fue simplemente Toto.

Por suerte viven las personas que lo conocieron como su hermana María Julia quien nos contó como era, el niño, el joven, el aspirante a oficial, el comando y el héroe durante la guerra.
También nos visito la Fundación Malvinas integrada por Elsa Rodas y el coordinador veterano de guerra Carlos Bonetti. Estas personas no solo nos hablaron, sino que trajeron mapas de nuestras Islas. Así pudimos ver los lugares de los combates, los avances y retrocesos. El valor, el miedo, el dolor, la muerte y la desmalvinización que creemos que significó la muerte civil, de hombres que lo dieron todo por nuestra patria.

A partir de ese momento, algo cambió en nosotros, discutimos, afirmamos y nos negamos a permanecer en silencio. Fue un cambio muy grande para nosotros. Los alumnos personificaron a los héroes como Roberto Estévez e Ismael Oscar Poltronieri Los escuchamos en silencio, al finalizar avanzamos hacia ellos con las pequeñas banderitas de plástico que teníamos, con un solo grito: ¡Argentina¡ ¡Argentina¡ ¡Argentina!

Fue como si ellos, los que fueron y los que son estuvieran vivos, y nuestra patria también.
Aún estamos desconcertados, hemos obtenido el derecho a hablar y a escuchar, casi de golpe. Los adultos no se ponen de acuerdo y nosotros afrontamos el peso de voces contradictorias. No es fácil ser jóvenes, en este contexto.

Sabemos que este año habrá un acto en Buenos Aires para recordar y reconocer al Gaucho Rivero. Nosotros ya hemos comprendido que un hombre puede ser analfabeto y patriota a la vez. Lo aprendimos al conocer a través de lecturas a Ismael Poltronieri, con el libro “Los peones de Malvinas” de Roberto García Lerena. Tuvimos la oportunidad de conocerlo cuando en la biblioteca Popular de esta ciudad, se proyectó “El héroe del monte dos hermanas” la película de su heroísmo. Vimos llorar a los adultos. Algo cambio dentro de nuestra cabeza a partir de esa noche. Sabemos que Poltronieri fue condecorado por su valor en combate.

Nos preguntamos ¿y el Gaucho Rivero? Han pasado 180 años y eso es mucho tiempo para nosotros.
Ese gaucho, seguramente analfabeto, acompañado por unos pocos hombres enfrentó al apropiador de nuestra tierra. Aquella tierra de la turba, la nieve, el viento y el frío, al puro calor de la palabra patria. Fue detenido, apresado, encarcelado y vaya saber cuántas cosas más paso a bordo de la nave que lo llevaba lejos de su patria, que es la nuestra.

Al cabo de un tiempo lo reenviaron a nuestro país ¿Creían acaso que lo habían doblegado? No fue así, vivió para luchar en la batalla de la Vuelta de Obligado y por esa lucha nosotros tenemos nuestro río Paraná. Los apropiadores una y otra vez lo intentaron, sin poder doblegar el valor de un pueblo humilde, pero valiente.

En la historia reciente que nuestros mayores recuerdan, que los ingleses desde un submarino hundieron al ARA General Belgrano, en forma ilegal. No ayudaron a los náufragos, cuyos cuerpos se quemaban en el petróleo que ardía en el mar helado. Muchos murieron en las frías aguas de nuestro mar.
Lo sabemos porque la Lic. Elsa Mabel Rodas, enfermera en el Hospital de Puerto Belgrano, nos lo contó. Ellas los atendieron, eran grandes quemados. Esos que casi nunca se salvan por que se infectan y sin embargo, ellos sobrevivieron por el amor de esas mujeres.

Perdonen, pero Buenos Aires está muy lejos de Misiones y aunque somos alfabetizados, siempre estamos lejos y nos cuesta asumir mediante el razonamiento que va a pasar allá.
Hoy nos ha convocado nuestra profe y aquí estamos escribiendo, previas peleas por el tema. No somos malos, amamos a nuestra patria y por ello desconfiamos, discutimos y pensamos que quizás nadie lea o no entiendan lo que escribimos porque somos chicos, pero pensamos, hemos aprendido a pensar, mediante las lecturas.

Estamos aprendiendo y nos cuesta, pero los profesores nos dicen que el saber nos hará libres como el gaucho Rivero, Poltronieri, nuestro Toto Estévez y muchos más. Agradecemos a quienes nos permiten desde estás palabras hacer llegar lo que pensamos. Muchas gracias por la oportunidad. Atte.
Nuñez Pamela. 18 años. DNI 39.046.830
Del Rosal Federico. 16años. DNI 40.342.886
Chavez Jhonatan, 17 años. DNI.40.791.910
Nadia
Dirección y Coordinación: Estela Mariscal Valdez

Carta del teniente Roberto Estévez a su padre

Regimiento de Infantería Mecanizada 25, Sarmiento, Chubut
27 de marzo de 1982

Querido Papá: Cuando recibas esta carta, yo estaré rindiendo cuentas de mis acciones a Dios. El que sabe lo que hace, ha dispuesto que muera en el cumplimiento de la misión.
¡Fijate qué misión! Te acordás cuando era chico y hacía planes destinados a recuperar las Malvinas y restaurar en ellas Nuestra Soberanía. Dios ha querido que este su hijo, viva esta experiencia únic ay deje su vida en ofrenda a Nuestra Patria. Lo único que les pido es que restauren una sincera unidad en la familia, que me recuerden con alegría y que mi evocación sea apertura a la tristeza.
Papá, hay cosas que no se dicen entre hombres, pero hoy debo decírtelas. Gracias por tenerte como modelo de bien nacido, por creer en el honor, por tener tu apellido, por ser católico argentino e hijo de sangre española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy y ser fruto de ese hogar donde vos sos el el pilar.

Hasta el reencuentro, un fuerte abrazo. Roberto

Acciones del teniente Roberto Estévez

Fue ascendido post mortem al grado de Teniente Primero y recibió la Cruz al Heroico Valor en Combate, al igual que el soldado Ismael Poltronieri, máxima condecoración otorgada por el gobierno argentino.
Los fundamentos para otorgar esta distinción a Estévez son “Por dirigir un contrataque en la noche, en una zona ocupada por fuerzas enemigas muy superiores, para permitir el repliegue de efectivos propios comprometidos. Pese a resultar seriamente herido, continuar en la acción, ocupar el objetivo asignado y mantenerlo a pesar de la situación desventajosa, rechazando sucesivos ataques, oportunidad en la cual ofrenda su vida”

Colofón

La carta de Estévez a su padre, está expuesta en una estación del subterráneo línea D.

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