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Es aborigen, vive en Mendoza y dispara: "Ya no tenemos tierra"
Por Mdzol - Friday, Apr. 04, 2014 at 12:45 PM

La historia que hace años se repite a lo largo de todo el país y el continente. Los dueños, los fundadores, los que velaron por la tierra, “los pueblos originarios”, son despojados con total impunidad.

Es aborigen, vive en...
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María Segundo tiene 44 años y es descendiente de un pueblo aborigen del norte de Salta. Vino a Mendoza con tres de sus hijos en busca de trabajo, uno de ellos se quedó en Salta cuidando su casa, y su tierra, para que no sea usurpada.

Día a día los pueblos originarios son despojados de sus tierras, los echan sin darles un lugar a donde ir. En 1945 el pueblito de donde viene el papá de María fue ocupado por Robustiano Patrón Costas, quien se encargó de echarlos, en ese entonces estaba ubicado en el Ingenio de San Martín del Tabacal en Salta.

“A pico, pala y machete” fundaron el pueblo “Misión San Francisco” en la localidad de Pichanar del departamento de Oram, explicó María, nieta de Pulino Segundo, quien fue uno de los fundadores del pueblo, donde actualmente viven.

La tierra para conformar el nuevo pueblo, “solo para aborígenes”, fue donada por los misioneros Franciscanos de Salta, el Franciscano que vivía allí, Roque Chielli falleció hace 11 años más o menos, contó María.
Roque Chiel (Franciscano)


Hoy nuevamente se repite la historia y los quieren sacar de sus tierras, que además están escrituradas a nombre de ellos. Para esta tarea conformaron una comisión de delegados que es avalada por el Gobierno de Salta, que les dictó una ley para que puedan vender las tierras.

Como las tierras tienen dueño y están las escrituras, los delegados entregan los terrenos en comodato por 2 ó 3 años, comodato que es firmado por el Cura de la Iglesia Misión de San Francisco.

Aprovechan el trabajo golondrina al que están obligados los pueblos aborígenes, ubicados allí, es decir que cuando salen a otras provincias a buscar trabajo, les usurpan sus casas. “Nadie se quiere ir, nadie quiere dejar su tierra ni su familia, pero necesitamos trabajar y ahí no hay progreso de trabajo”, expresó María, con tristeza.
Nota maria 3

Comentó además: “Yo tuve que dejar a uno de mis hijos, el menor que tiene 20 años, para que se quede cuidando la casa y no me la quiten, pero a el también lo quieren sacar porque dicen que no tiene familia y si tiene familia, yo vine por trabajo nada más”.

Al pueblo no le garantizan ninguna seguridad para dejar la vivienda y que no sea usurpada o vendida a otra gente. Y las casas que entregó la presidenta para los pueblos originarios no llegaron hasta allí, además entregaron entre 6 y 10 viviendas y el pueblo se ha multiplicado, explicó la mujer.

El terreno esta dividido en tres lotéos, uno donde están los padres, en el dos los hijos (“nosotros” dijo María) y en el tres los nietos (“que serían mis hijos” aclaró la descendiente). “el segundo y tercer loteo es el que están empezando a vender los delegados”.

“Yo en mayo, que empieza la temporada de cosecha allá, me vuelvo al pueblo”. Afirmó María.

“El que se va es por necesidad de trabajo. Nosotros sufrimos mucho allá, hay muchas inundaciones y la ayuda del gobierno no llega”. Enfatizó la entrevistada.

Además María Segundo, finalizó diciendo: “Perjudicaron la tierra en beneficio de ellos mismos, nos tenemos que salir y han metido a bolivianos y criollos. El Aborigen ya no tiene tierra”.

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