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A un año del descubrimiento de la infiltración de Balbuena en la Agencia Rodolfo Walsh
Por RNMA -
Saturday, Apr. 26, 2014 at 11:17 AM
Luego de formar parte activa de la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh durante once años, una interna del Ministerio de Seguridad de la Nación permitió saber que Américo Balbuena era en realidad un oficial de inteligencia de la Policía Federal. Enredando Las Mañanas, el programa de radio de la Red Nacional de Medios Alternativos, dialogó en su edición de este martes 22 de abril, con Rodolfo Grinberg, uno de los fundadores de la Agencia Walsh, quien se refirió a cómo está actualmente la causa judicial por espionaje, además de reflexionar sobre lo sucedido y sus consecuencias.
Hace un año la información
caía como un balde de agua helada. Américo Balbuena, uno de los históricos
integrantes de la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh, a la que había
ingresado en 2002 tras formar parte de la Red de Corresponsales Populares
de FM La Tribu, era en realidad un oficial de inteligencia de la Policía
Federal, infiltrado en un medio alternativo en contacto directo con
movimientos y organizaciones sociales.
“El poder tiene la necesidad de saber en qué andamos, de juntar información
para utilizarla en el momento oportuno para reprimir o lo que sea
que necesiten. Los medios alternativos somos un lugar propicio para
que ellos puedan extenderse y mirar, infiltrar otras organizaciones,
afirmó Rodolfo Grinberg, uno de los fundadores de la Agencia Walsh,
en diálogo con Enredando Las Mañanas.
En este sentido, Grinberg consideró que el hecho de que Balbuena haya
ingresado a la Walsh y no a otro medio alternativo fue fortuito:
“creo que ellos encontraron el momento justo para infiltrarse, aprovechándose
de la relación personal que yo tenía con Américo Balbuena por conocerlo
de la escuela primaria a la que íbamos los dos. Antes de estar en
la Walsh, Américo estuvo en la Red de Corresponsales Populares de
La Tribu. Pero esta red se desarmó, por eso él no continuó, buscó
otro lugar y el nexo conmigo fue el vínculo propicio que ellos necesitaban
para poder hacer pie en alguno de los medios, lo que no quita que
haya otros infiltrados en otros medios populares, no lo sabemos, yo
creo que sí, tanto las agencias alternativas o los medios alternativos
como las redacciones de los medios nacionales están llenos de policías.
Ese laburo de inteligencia lo siguen haciendo”.
El
verdadero propósito de Balbuena en la Walsh se conoció gracias a una
interna dentro del Ministerio de Seguridad de la Nación, que en ese
momento encabezaba Nilda Garré. Desde el propio Ministerio le informaron
a la Agencia quién era en realidad Balbuena: “fue directamente desde
Garré que nos entregan la información servida en bandeja”, recordó
Grinberg.
Transcurridos varios meses, existen en la actualidad dos causas judiciales.
Por un lado, la denuncia por espionaje iniciada por los integrantes
de la Agencia Walsh y organizaciones sociales y de derechos humanos,
que se encuentra en el juzgado de Sergio Torres, que poco ha avanzado
ya que únicamente se tomaron algunas declaraciones. “Nuestra abogada,
Miryam Bregman, me dio un dato de cómo se traban las causas. A Balbuena
le secuestran la computadora, a la que hay que peritar, pero para
eso aparentemente lo mandan a la Universidad Tecnológica Nacional
para que dupliquen el disco rígido. Para eso el Consejo de la Magistratura,
no sé quién, tiene que aprobar el gasto, y creo que en eso andaban
todavía. Hace un año que estamos y no se peritó el disco rígido”,
manifestó Grinberg en diálogo con Enredando Las Mañanas.
Una de las personas que ya declaró es Marcelo Saín, diputado provincial
por Nuevo Encuentro, quien se refirió al funcionamiento de la división
Reunión de Información de la Policía Federal a la que pertenecía Balbuena
y aseveró que pueden existir mil agentes con funciones similares.
La otra causa es anexa y se abrió por el saqueo a la página de la
Agencia Walsh: “creo que simultáneamente se dio lo mismo en la página
de la Red Nacional de Medios Alternativos y otros medios más. En el
caso de la Walsh se cayó por completo la página y coincidió con la
denuncia. El día que estábamos denunciando públicamente la existencia
de este infiltrado, se cae la página. En realidad no confiamos en
la vía jurídica de estos temas, finalmente creo que no va a pasar
nada, que Balbuena va a seguir caminando por la calle, que sus jefes
van a seguir caminando por las calles y espiando a otras organizaciones,
y que esto es parte de la lucha política que venimos dando todos,
medios y organizaciones populares contra la actividad policial de
vigilancia, contra estas políticas de seguridad interna”, afirmó Grinberg.
Desde el lado gubernamental, lo último que se supo del caso fue el
3 de abril cuando Nicolás del Caño, diputado del Frente de Izquierda
y de los Trabajadores por la provincia de Mendoza, le preguntó sobre
este tema al jefe de gabinete de la Nación, Jorge Capitanich, durante
la presentación de su informe de gestión en el Congreso.
En este marco, Del Caño le consultó por qué el gobierno mantiene la
división Reunión de Información de la Policía Federal, creada por
decreto durante una dictadura. Al respecto, Capitanich respondió:
“cuando el ministerio de Seguridad tomó conocimiento de sus actividades
en la Agencia Walsh se inició una investigación sumaria para determinar
si hay incompatibilidad entre su desempeño como oficial de Inteligencia
y su participación en la agencia de noticias; y hay cargos contra
él y contra su superior directo pero la investigación administrativa
interna se encuentra a la espera de la actuación judicial que pudiera
implicar una sanción aún más grave (…). También se plantea claramente
la revisión de la vigencia del decreto y sus modificaciones para su
derogación y funcionamiento, pero eso se lo voy a transmitir en el
transcurso de la semana próxima por nota”. Pasaron veinte días y Del
Caño aún no recibió contestación.
Más allá de los avances judiciales y las respuestas que deben dar
desde el Ejecutivo, nada se sabe de Américo Balbuena: “Luego de este
suceso le perdí el rastro. Su casa de soltero, que es la que yo conocí,
queda a pocas cuadras de la mía y está permanentemente cerrada, hace
mucho tiempo que no veo que se abra. Antes él iba de vez en cuando
para ventilar, porque él no estaba viviendo ahí pero la casa la conservaba.
Ese es el lugar donde fue el allanamiento, donde lo encontraron, pero
él no vivía ahí me parece que de alguna forma estaba como esperando
el allanamiento. O posiblemente, esto lo ignoro, la mujer lo había
echado. Yo supongo, y es algo mío porque no lo sé, que ella desconocía
que él fuera policía”.
Desde Enredando Las Mañanas le consultamos a Grinberg sobre cómo repercutió
en la Agencia Walsh lo sucedido con Balbuena: “la agencia ya venía
con mucho conflicto hacia adentro –explicó–, esto fue una bomba, explotó
dentro de la agencia, y todavía estamos tratando de resolver. Al principio
hubo mucha paranoia por parte de los compañeros y compañeras. Y ahora
estamos pensando en cómo prevenir, en realidad somos demasiados inocentes,
confiados, no es que nos tengamos que volver desconfiados o no confiar
en el compañero que está caminando al lado nuestro, pero sí pensar
juntos qué hacemos para tomar algún recaudo. El miedo paraliza y la
paranoia obviamente más, con esto buscaban inmovilizarnos”.
Lo cierto es que la Agencia Walsh en ningún momento dejó de publicar
y producir información: “Somos conscientes de eso, y es verdad hasta
en los peores momentos, por ahí con peor calidad, pero hemos tratado
de estar en la calle, que es nuestra función. Y hoy estamos tratando
de salir de esto, pensando por dónde pasa la seguridad, y la verdad
que pasa por un montón de lugares que tendremos que debatir y que
quisiéramos compartirlo con los compañeros de la RNMA”, finalizó Rodolfo
Grinberg.
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