Julio López
está desaparecido
hace 6423 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Recorriendo el conurbano bonaerense ancestral
Por Nadia Desimone - Güarnin! - Monday, May. 12, 2014 at 10:56 AM

Muy por el contrario de lo que la mayoría de la gente cree, Buenos Aires fue, es y será territorio indígena. Si buscamos en el patrimonio más cercano, podremos descubrir que muchos de los sitios por los que transitamos diariamente, tienen un fuerte arraigo originario, que busca hacerse presente. Comenzando por el oeste del conurbano, podemos referirnos a municipios como La Matanza, Morón y Moreno, entre otros, que poseen en sus raíces una latente presencia milenaria.

Recorriendo el conur...
001.jpgaesusf.jpg, image/jpeg, 3296x2472

En Ciudad Evita, localidad perteneciente al partido de La Matanza, hallamos un importantísimo bien histórico y cultural que aún aguarda ser recuperado: el sitio Tres Ombúes – también conocido como sitio Ezeiza – ubicado en Ruta 3 y Autopista Ricchieri, habitado, siglos anteriores, por el pueblo querandí. El predio, hoy señalizado por tres ejemplares de estos árboles, está actualmente usurpado y cercado con carteles que determinan la “propiedad privada” del lugar. De las excavaciones realizadas en la zona, se ha obtenido gran cantidad de material arqueológico. Se cree que parte fue trasladado al Museo de La Plata y al Museo de la Campana de Esteban Echeverría. El resto, lamentablemente, se ha perdido.

Hasta el siglo XVII, el espacio transitado y ocupado por la nación querandí era amplio y vasto, e incluía no solamente al actual conurbano bonaerense sino también a lo que hoy conocemos como área metropolitana. En el año 1536, llegarían desde Europa a la zona, Pedro de Mendoza junto a su tripulación, con el objetivo de ampliar los territorios conquistados por el viejo continente, sometiendo y masacrando a los lugareños que representaran un estorbo para llevar a cabo dicho cometido. El 15 de junio, según las crónicas de los viajeros, se desarrolló la batalla de Corpus Christi, donde los colonos europeos buscaron aniquilar a los aborígenes, hecho que no se concretó, ya que aprovechando su astucia y conocimiento del entorno circundante, los originarios salieron victoriosos. La contienda se desarrolló en las cercanías de la Laguna de Rocha, reserva natural, urbana e integrada, ubicada en Monte grande, partido de Esteban Echeverría.

Tal fue la resistencia presentada por los querandíes, que, gracias a la ayuda de guaraníes, chaná y charrúas, pueblos presentes al momento del arribo de las y los invasores, en 1541, tras disparar innumerables flechas incendiarias contra el fuerte, las y los últimos invasores que quedaban, abandonaron la empalizada, dirigiéndose hacia Asunción, fundada anteriormente. Tristemente, la lucha por quitarles el territorio no concluiría en ese momento: en 1580, Juan de Garay y su gente, lograrían lo que el anterior conquistador no pudo: exterminar a parte de la nación querandí, masacrándola, despojándola de su tierra y obligándola a realizar trabajo esclavo. Telomián Condié, Tubicha Guazú (Gran Jefe) de este pueblo, junto a su hijo Diego, serían conocidos como los primeros libertarios de la zona, por la lucha que emprendieron contra el winka asesino, logrando que muchos hermanos y hermanas no se sometieran y migraran hacia otros lugares, como las sierras de Córdoba, Santa Fe y otros destinos inciertos más allá del Río Salado.

Por su parte, el municipio vecino de Moreno, el cual también fue dominio de las y los querandíes, cuenta con un espacio verde muy poco conocido, pero rico en historia y patrimonio cultural: el dique Ingeniero Roggero y la Reserva Natural Los Robles, ubicados en las cercanías de la estación de La Reja. Ese área posiblemente fue recorrida por los aborígenes, ya que en la actualidad, el museo ubicado dentro de la reserva cuenta con una exposición de fósiles y diversos artefactos hallados en el lugar, pertenecientes a las comunidades que transitaban por allí.

Cabe agregar que Moreno institucionalizó en el mes de noviembre del año pasado, el Consejo Consultivo de Pueblos Originarios, el primero de la zona oeste del conurbano bonaerense, con el objetivo de responder a las demandas de las comunidades indígenas que habitan en el distrito. La diversidad cultural es muy fuerte en la región ya que, corridos por la frontera agropecuaria, arriban las y los hermanos provenientes de distintas provincias del país, para asentarse en las tierras fiscales disponibles, conformando nuevos asentamientos poblacionales. De esta forma, se produce un real encuentro de naciones, donde kollas, mapuches, guaraníes y tobas conviven y luchan para obtener el reconocimiento de sus derechos, negados durante siglos.

Morón, es otro de los partidos del oeste del conurbano que viene realizando desde hace algunos años, un trabajo de visibilización y difusión de la cuestión originaria. La plaza central San Martín, se convierte, cada mes de agosto, en el centro de reunión para conmemorar a la Pachamama. Con una enorme wiphala que envuelve y acerca a los participantes, las y los vecinos, junto con organizaciones sociales y miembros de distintas comunidades, se dan cita en este espacio urbano, para agradecerle a la madre tierra lo que a otorga a diario, recuperando así una ceremonia ancestral que tiene sus orígenes a miles de kilómetros de distancia. A su vez, promovido por el Municipio, se ha llevado a cabo durante cada domingo del mes de abril, en el marco del día del Indio americano (19) y gracias al impulso y dedicación de las y los compañeros de la Reserva Urbana de Morón, el Ciclo de Música Ancestral de los Pueblos Originarios, con la intención de compartir y visibilizar la presencia originaria en la ciudad. Dada la importancia de la jornada, ésta fue declarada de Interés Municipal y se presentará ante el Concejo Deliberante un proyecto para continuar divulgando múltiples aspectos referidos a los aborígenes en el contexto urbano.

Caminando por los barrios del oeste, podemos descubrir ese pasado ancestral que hace fuerza por resquebrajar el cemento y salir nuevamente a la superficie. Así, vamos comprendiendo que lo indígena está mucho más cerca de lo que alguna vez creímos, y que para involucrarnos no hace falta tener sangre aborigen, sino simplemente la necesidad y el deseo de recuperar ese patrimonio y esa historia que nos han robado y negado durante siglos, que aún nos pertenece. Porque ya lo decía la canción: “todos somos originarios, de algún lado somos todos”. Seguiremos entonces, recorriendo las calles del conurbano milenario, escuchando con atención aquello que los ancestros nos quieran contar, en cada esquina, con cada soplido del viento.

agrega un comentario