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Testimonio de una mujer golpeada
Por Aguirre Agostina -
Tuesday, May. 20, 2014 at 9:24 PM
agoaguirre_24@hotmail.com
Claudia Nicola denunció a través de la red social "Facebook" que fue golpeada por su ex pareja, Bernardo Insaurralde. Dió a conocer que sufre la violencia de género desde hace 18 años y que ha llevado a cabo diversas denuncias en la policía, pero ninguna de ellas con una respuesta concreta.
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El pasado martes 13 de Mayo, Claudia Nicola recibió otra brutal paliza de su antigua pareja. Luego de volver de una audiencia por la repartición de bienes para concretar la separación, Bernardo Insaurralde se puso violento.
"Fue una discusión, yo entro a mi habitación para llamar al 911, él sale atrás mío, me agarra de los pelos, se tira arriba mío. Con una mano fue al cuello y con la otra fue a la cabeza. A matar", dijo Claudia
"Yo no tenía a dónde ir, entonces mi actitud fue encerrarme en el dormitorio. A mí me daba vergüenza, pero mis hijos me impulsaron a escribir todo en Facebook", manifestó.
Esta fue la razón que la impulsó a contar su historia en la red social “Facebook”. Allí también denunció que desde hace 18 años es víctima de violencia de género y que ha realizado miles de denuncias en la policía pero todas sin respuestas efectivas. A partir de lo sucedido el día martes Nicola, ha logrado más atención y ha podido repetir su historia en varios medios. También puedo conseguir custodia.
Su caso tuvo una gran repercusión en las redes y ahora ella pide colaboración para encontrar al violento - que huyó de la casa y permanece prófugo -, ya que teme que vaya a buscarla y se cobre venganza.
Violencia de género
El femicidio es una de las formas más extremas de violencia contra la mujer, y aparece como el último eslabón de una cadena de violencia y maltratos. El femicida siente que la mujer le pertenece y, por lo tanto, que puede hacer con ella y con su cuerpo lo que desee, incluso asesinarla.
En nuestro país, cientos de casos se denuncian anualmente y lamentablemente cada vez son más las mujeres que día a día son víctimas del maltrato físico y psicológico, ejercido por sus parejas actuales o anteriores.
Muchas de ellas no pueden hacerse cargo de la situación en la que se encuentran sometidas porque no pueden acceder a la Justicia dado que encuentran trabas judiciales, sociales y económicas, que sumadas al aislamiento social y familiar en el que el agresor las encierra se convierten en barreras para salir del círculo de la violencia. Emociones como la culpa, la vergüenza y el miedo son la consecuencia de agresiones reiteradas que tienen el objetivo de minimizar a la mujer y hacer de ella una persona dependiente, de baja autoestima e insegura. Estos sentimientos, sumados a la complejidad del entramado judicial y a la normalización de la violencia de género en nuestra sociedad, sumergen a las mujeres en una situación en la que cada vez les resulta más difícil pedir ayuda. Pero hay casos en los que las mujeres recurren a grupos de asistencia psicológica y legal, y así mismo esto no es suficiente porque la Justicia no responde como debe para protegerlas y ellas continúan recibiendo amenazas y persecuciones de forma constante.
Por esta razón las mujeres han decidido, salir en los medios en busca de un cierto respaldo o protección contra aquella persona que las agrede. Los medios, se han convertido para ellas en una herramienta a través de la cual pueden relatar sus historias y concientizar sobre este fenómeno tan creciente.
Es increíble que tantas mujeres de nuestro país tengan que acceder a recursos como estos para ser escuchadas, es increíble que tengan que vivir bajo estas condiciones sin ningún tipo de apoyo eficiente por parte de la justicia, que denuncien infinitas veces sin obtener respuesta alguna, con el riesgo que implica el hacerlo.
Muchas veces se relaciona la violencia de género a personas de bajos recursos y no es así. La violencia de género no distingue nivel cultural ni social, nos compete a todos. Por ello es necesario que tanto a nivel social como legal se tome una conciencia real de este problema y se trate con la delicadeza e inteligencia correspondiente. Todos los argentinos debemos asumir cierto compromiso y ayudar a romper con esa complicidad social que rodea el terreno del silencio en el que las víctimas de violencia se mantienen. Se trata de asumir como ciudadanos y ciudadanas nuestra responsabilidad en la visibilización de la violencia contra la mujer y en la lucha para su eliminación, se trata de ayudar a condenar a estos agresores y de evitar que estos casos lleguen a última instancia para que alguien se encargue de ellos y haga algo al respecto. Se trata de derribar mitos y armar redes de contención y ayuda para todas aquellas mujeres que las necesiten, ya que todas tienen derecho a vivir una vida libre de violencia.