Julio López
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En una isla desierta
Por (reenvio) La Revuelta de Oliverteller - Tuesday, May. 27, 2014 at 9:13 PM

Imaginad a un náufrago en una isla desierta, donde sólo se encuentran sus propias ideas en un maremagnun de islotes y agua salada. En los demás islotes vive gente, cada una con sus propios problemas para encontrar comida, agua y refugio, pero que usan cierto tiempo libre para mirar las estrellas y pensar en sus asuntos.

Sin embargo, cuando los náufragos levantan la vista para mirar a las estrellas normalmente es de día y no pueden ver más que aviones con colas de tela de anuncios. Nadie sabe quién se dedica a poner esos anuncios a sobrevolar el archipiélago, pero de día no se puede ver otra cosas que los dichosos avioncitos. Los mensajes de esos aviones son confusos: aparentemente no quieren decir nada, pero tienen una influencia clave en el comportamiento de los náufragos. Por ejemplo, un mensaje dice, "sonríe, es otoño". Realmente que sea otoño no es motivo para sonreír más que si fuera verano, pero el caso es que la gente sonríe. ¿Por qué no hacerlo?. Sonreír es agradable y si el avión lo dice malo no será.

Uno de los náufragos, que acaba de llegar al archipiélago, tiene una idea un tanto absurda. Voy a tirarle una piedra a uno de esos aviones que se va a cagar, estoy cansado de ellos, todo el tiempo diciéndole a la gente lo que tienen que hacer. En esto que, siendo las 4 de la tarde oye el zumbido de los aviones y corre a la playa con un guijarro en la mano. Cuando el aeroplano pasa sobre él nuestro náufrago le lanza la piedra, pero esta cae hacia abajo golpeandole en la cabeza y haciéndole caer de culo. Esto provocará la risa incontrolada de otro isleño que, en una playa lejana, consigue verlo todo.

El náufrago se enfurece pero tiene una idea. Si sube a lo más alto de la más alta montaña de la isla quizás la cosa cambie. Tras esto corre, sube al monte más alto que ve, busca rápidamente una piedra y espera. Espera. Espera. ¡Un avión!. Entonces lanza la piedra, y la piedra entra en el motor del aeroplano, el avión pierde el equilibrio arrojando un opaco humo negro y.... ¡pam! Los restos del avión se encuentran en la playa y el náufrago baja cantando y gritando "oeeeee, soy el mejooor". El isleño de la playa lejana lo mira extrañado, ¿cómo terminará esto?.

Entre los restos del avión hay un royo de tela blanca. Posiblemente la que usan para escribir mensajes. Y, aparte de dicha tela, hay una pluma con la inscripción: "amanece, que no es poco". A nuestro protagonista se le ocurre algo; si logra escribir en la tela, podría cortar luego el pedazo con su texto y meterlo en una de las botellas de su naufragio como mensajes de rescate. Estas botellas eran numerosas y no había problema.

Coge la pluma, va a escribir pero... la pluma no tiene tinta. No importa, lo escribirá con su sangre. Utiliza la pluma para abrirse un pequeño agujero en la yema de su dedo y llenar el depósito de tinta. Escribe en el royo: "Ayuda, estoy en un archipiélago, HELP". Nuestro protagonista escribe 200 trozos de tela con ese mensaje, hasta que acaba mareado y decide para para ir a cazar algo con lo que reponerse.

A todo esto, el "vigilante" de la otra isla había ya encendido un fuego y guisado su rica comida mientras nuestro particular escritor escribía y escribía. El náufrago escritor miraba a su vecino con envidia, pero no importaba, porque él iba a salir de aquí y el otro no. Tiró todas las botellas al mar lo más lejos que pudo.

Pasaron varias semanas de intensa espera hasta que, un día, despertó y encontró varias botellas en su propia playa. En todas ellas había mensajes que decían: "dedícate a buscar comida y a construirte una buena cabaña, nadie te va a sacar de aquí". Levantó la vista y vio a su vecino, que, serio, levaNegritantaba en brazo y lo agitaba. Él era autor, sin duda, de uno de esos mensajes.

El náufrago se enfureció, pero aún le quedaba mucha tela y toda su sangre para armar algo de jaleo. Desde entonces, el náufrago, a modo de venganza, gastaba su energía vitar y su tiempo para escribir en notas de tela frases como "sonríe, estás atrapado en una isla desierta", o "anochece con mosquitos molestándote".

Así aprenderán.

fuente http://oliverteller.blogspot.com.ar/search/label/Anarquistas%20Sin%20Saberlo

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