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Perú: ¡Viejos a la tumba!
Por Herbert Mujica Rojas - Sunday, Jul. 06, 2014 at 9:14 PM
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La vieja enseñanza del maestro González Prada ¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra! recupera potencia y fuerza imbatible.

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7-7-2014

http://www.voltairenet.org/article184627.html?var_mode=recalcul

Hay derecho a preguntarse si el éxito rutilante o tímido acompaña a las generaciones que están en el quehacer político -o lo que así llaman- desde hace algo más de 40 años. ¿Lograron sus integrantes derrotar al terrorismo violentista y armado cuanto que al intelectual, financiero y económico? Me temo que la respuesta es negativa.

Cuando los jóvenes hablan de política lo común que sienten es asco y lo que ven en la televisión, oyen en las radioemisoras o leen en los miedos de comunicación escrita, es una colección de testimonios nauseabundos de impresentables sospechosos de malos manejos y pasibles de ser llamados delincuentes con D mayúscula. ¿Cómo no rechazar a protagonistas de una "política" así?

Con excepciones minúsculas las pandillas políticas sólo han producido buscones y sanguijuelas ávidas de un lugar -el que fuese- en el presupuesto. Vivir del Estado -es decir, de lo que paga el resto de peruanos- es todo un arte en Perú y se comienza desde muy abajo con la zancadilla aviesa, el soplo proditor, el chisme injurioso y el mercenarismo que cobra caro, muy caro, toda clase de favores y crímenes contra la moral. ¡No importa cómo, lo fundamental es ser diputado, concejal, consejero, consultor, lo que fuese!

La vieja enseñanza del maestro González Prada ¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra! recupera potencia y fuerza imbatible.

¿Considerarán las vacas sagradas que han hecho sus "proyectos de vida": viajes al por mayor, dentro y fuera del país; cursos y diplomados, seminarios y talleres; adquirido bienes muebles e inmuebles en Lima y balnearios; autos y camionetas, que ha llegado la hora del relevo generacional y de confesar su absoluta ineptitud para cambiar al Perú? ¿o habrá que echarlos vía el repudio categórico de las nuevas juventudes?

¿Están esas fuerzas juveniles en capacidad de comprender que es hora de la sustitución de los viejos dinosaurios para que ellos asuman la responsabilidad de conducir al país?

No hay referentes válidos y en los últimos 50 años todos los esfuerzos colapsaron o se hundieron en el vil sistema que estupidiza y anula. Pero eso hay que decirlo y más que decirlo, proclamarlo urbi et orbi. No basta que algunos pocos tengan esa sensación, hay que inocular la jaculatoria como parte fundamental del cuestionamiento. ¡Tú no sirves porque claudicaste o fuiste un ladrón de tu tiempo!

Winston Churchill decía que si un súbdito inglés, nacía, crecía, se hacía profesional, procreaba PERO NO hacía nada porque cambiaran las cosas, entonces era ¡UN LADRON DE SU TIEMPO! Y así hay que llamar a estos estafadores miserables que inventaron cuestionar al imperialismo norteamericano para ser hoy los recipendiarios de USAID y la CIA y así viven las pandillas de nuestro tiempo que han hecho legal el robo.


Los forajidos son de izquierda o derecha, de centro o del medio, no importa gran cosa su pseudo-signo, todos son mamones del Estado o del dinero foráneo que disfrazan como seminarios, cursitos, diplomados, simposios y demás majaderías.

Los productos de las cuatro décadas anteriores son muy mediocres. Hablan idioteces que repiten como parte de un pontificado pseudo-intelectual o de quiosco, hagiógrafos de quien les provea de recursos así sea un banquero ladrón, un ex presidente hampón o los estafadores de siempre que roban el futuro al Perú desde el taxista hasta el llamado empresario explotador.

Hay que plantear el relevo generacional y la alternativa del gran abrazo entre generaciones. Los jóvenes sepultan en vida a los que fracasaron y les dicen adiós y ¡sanseacabó! Debemos ser generosos a sabiendas del adiós que nos espera por ser parte, años más o menos, de las promociones fracasadas pero tenemos el imperioso deber de provocar el cambio, anhelarlo y
construirlo. Ciertamente aunque parezca suicida una voz así en el desierto inmenso.

¿Hay juventud en el Perú? Hay mucha pero tiene y posee un grave problema: ¡no sabe ni por dónde empezar! Carece de linterna y de orientación. La juventud hoy es arcilla cruda, llena de agua, pero buena arcilla si se la dejas descansar para que sea moldeable y capaz de asaltar los cuarteles de la ignorancia y opresión disfrazadas de "éxito" económico.

La tesis príncipe que deben atesorar y practicar los jóvenes es NO MENTIR. Reiterar las viejas costumbres de los que fracasaron porque mentían y mentían, no es más que el camino nada novedoso del desastre sin ambages. He visto signos alarmantes en jóvenes que no hesitan en prometer lo que no pueden cumplir y anuncian con bombo y platillo pamplinas irrealizables. ¡He allí un reto! ¡Y de qué tamaño!

¡Los viejos a la tumba!



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