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Familiares de trabajadores desaparecidos señalizan la fábrica de Molinos en Avellaneda
Por Télam - Monday, Jul. 07, 2014 at 11:04 PM

07.07.2014 | Integrantes del colectivo que impulsó la apertura de una causa de lesa humanidad por la desaparición de 22 obreros de la fábrica de Molinos Río de La Plata durante la dictadura cívico militar realizaron hoy un señalamiento en las instalaciones que esa empresa, propiedad del grupo Bunge & Born, posee en la localidad de Avellaneda.

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Familiares de las víctimas, querellantes, investigadores, militantes de derechos humanos y funcionarios del municipio de la zona sur del Gran Buenos Aires se congregaron en la puerta de esa planta, ubicada en Dean Funes 90, donde colgaron un cartel con los nombres de los trabajadores secuestrados por el terrorismo de Estado.

“Estamos acá por la memoria de nuestros trabajadores que lucharon y se opusieron a esta empresa en los años `70. Se los llevaron porque defendieron sus derechos”, señaló Ceferino Mataboni, hijo de Rubén Ramón (“Verdura”), uno de los obreros que permanece desaparecido.

Mataboni es uno de los impulsores de la querella que denuncia la participación que antiguos directivos de Molinos tuvieron en la represión que padecieron los miembros de la comisión gremial interna tras el golpe de Estado de 1976.

Pero detrás de la decisión de presentarse en los tribunales existe una historia que involucra a una docente y a un grupo de estudiantes secundarios preocupados en difundir el pasado reciente.

Hace cuatro años, en el marco del programa Jóvenes y Memoria promocionado por la Comisión Provincial de la Memoria, la profesora Lorena Galeano realizó un trabajo sobre el caso Molinos junto con estudiantes de la Escuela Media 26 de Avellaneda.

La iniciativa de los jóvenes en pos de documentar los hechos determinó que Mataboni se contactara con Roxana Freitas y Analía Fernández, hijas de Avelino y Francisco, otros dos trabajadores desparecidos por las actividades gremiales que desarrollaban en Molinos.

“Mi misión acá es hoy reivindicar la memoria de mi viejo. A quien venía a buscar acá cuando era chica junto con mi mamá”, evocó con una visible emoción Roxana, cuya abuela, Blanca, es una de las Madres de Plaza de Mayo.

Por su parte, Analía, hija del `Negro`, señaló que su tarea “como hija de desaparecidos consiste en rescatar la memoria y la entrega de los militantes para evitar el olvido y luchar por la Justicia”.

Ex trabajadores de Molinos en los años `70 estuvieron presentes en el acto y recordaron que durante décadas, el consorcio Bunge & Born llevó a cabo una modalidad de contratación que consistió en tomar personal por tres meses, con el propósito de no pagar cargas sociales.

“Cuando formamos la Agrupación Gremial 17 de octubre, nos propusimos terminar con esa práctica de la patronal. Y con lucha lo conseguimos”, reseñó Hugo Lassalle, que vive en Bariloche y que mañana declarará como testigo en esta causa que instruye el juez Manuel Humberto Blanco, a cargo del Tribunal Federal Número 3 de La Plata.

Eduardo Carunchio, antiguo empleado de la empresa y ex preso político, destacó, al tomar la palabra, la trayectoria de Augusto Vázquez, secretario general de la comisión interna que en la actualidad permanece desaparecido.

“Respetábamos siempre el liderazgo de Augusto, un tipo consecuente y luchador que siempre dio la cara por sus compañeros. El, como muchos otros compañeros, terminaron siendo víctimas de un pacto entre la patronal, los milicos y la burocracia que entonces imperaba en el gremio de aceiteros”, remarcó Carunchio.

No obstante, el ex trabajador reconoció la actitud de la actual conducción del sindicato de aceiteros, encabezado por Eduardo Francisco Labra, que aportó a la querella actas que se conservaban en el gremio y que evidencian la complicidad de la burocracia de los `70 con la patronal y el terrorismo de estado.

“Una de las luchas que llevamos a cabo como comisión interna fue denunciar el desabastecimiento que propiciaba Molinos como productora de alimentos contra las políticas de precios máximos que implementaba el gobierno. En una de las tomas que hicimos denunciamos esos hechos. La patronal no nos lo perdonó”, apuntó.

El abogado que representa a la querella, Javier Garín, consideró que Bunge & Born es “una empresa chupasangre que siempre se opuso a los gobiernos populares”.

“Estas empresas monopólicas fueron impulsoras y responsables del golpe e impulsores del genocidio que padeció nuestro pueblo. Y eso tenemos que tenerlo claro”, sostuvo el letrado.

En tanto, el titular del Consejo de Derechos Humanos de Avellaneda, Claudio Yacoy, afirmó que “la política de memoria, verdad y justicia implementada desde 2003 permitió avanzar contra la impunidad”.

El acto se cerró con las palabras de Galeano, quien pronunció los nombres de cada uno de los trabajadores desparecidos mientras la concurrencia respondía con un sonoro “presente”.

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