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El gobierno sirve la mesa y los buitres nos comen la nuca
Por Periódico El Roble -
Thursday, Jul. 17, 2014 at 12:15 PM
14/07/2014 · Editorial ER 78:
El gobierno ha dado otro paso para satisfacer las demandas de los centros económicos. Mientras Kicillof afirma que “no lograron ponernos de rodillas” una vez más se produce la claudicación.
En su discurso, el kirchnerismo afirma que ha vencido y acuerda con el Club de París. Y tras cartón, avanza en una negociación supermillonaria con los famosos bonistas “especuladores” (como si el resto de ellos no lo fuera). Queda claro que entre “Fondos Buitres o Patria” el gobierno ya eligió hace rato…
En el mundo del revés, que ya sabemos cómo es, el modelo “nacional y popular” devalúa la moneda, promueve ajustes de tarifas, arma un nuevo INDEC, condena la organización y luchas obreras… Y todo ello supuestamente en contra de los grupos económicos más concentrados y la derecha que pedía la devaluación, reclamaba el ajuste, criticaba el INDEC y pretende las calles libres de protestas y a los/las laburantes obedientes.
Así, el kirchnerismo acaba realizando el trabajo sucio que la burguesía requiere y que el gobierno juraba no realizar.
Estas políticas llamadas “macro” tienen, por supuesto, su correlato en la vida cotidiana, porque el impacto recae sobre los trabajadores y trabajadoras y sobre los sectores más débiles de la sociedad, y entonces las luchas se reproducen a pesar del quietismo que propone la burocracia, porque el ajuste se siente día a día.
En realidad no descubrimos nada nuevo. Primero, la necesidad lógica de vender la fuerza de trabajo como medio de sobrevivencia. Luego, la estabilidad. Después, las mejoras de las condiciones laborales. Y cuando logran vencerse estas dificultades (que se sufren individualmente pero se padecen como clase) y los/las laburantes juntamos la fuerza para enfrentar la voluntad de hacernos pagar las crisis (que son etapas necesarias del capitalismo para iniciar un nuevo ciclo de acumulación), aparecen en toda su dimensión los mecanismos y discursos que atacan la organización, que defenestran la dignidad obrera, que ven “infiltraciones” en el descontento… Extraña forma de “empoderar” al pueblo la de la presidenta, que en sus discursos se despacha a gusto condenando a los trabajadores, sean docentes, petroleros o de la rama automotriz. El problema no es el rubro, sino que salen a luchar.
Mientras se destinan grandes esfuerzos para disimular los problemas de una economía en recesión, es inocultable la gran cantidad de suspensiones y de despidos que se suceden. Allí deben buscarse las causas que apuntalan la lucha, y no en la supuesta falta de “razonabilidad” que pide la presidenta. Molesta la organización de los trabajadores por fuera de los ámbitos burocratizados porque se hace más difícil controlarnos y mantenernos dentro de los límites de la “razonable” democracia burguesa.
El descomunal desembolso de divisas que se ha utilizado hasta ahora para pagar la deuda (y otras, como el pago a Repsol) y el que se compromete a hacer, no tiene ningún punto de contacto con la defensa de la soberanía que tanto se agita. Por el contrario, es el pueblo trabajador cubriendo los cheques de los capitalistas. Ésta es la traducción de la pérdida de nuestro salario.
Las paritarias que se firman por debajo de los índices de inflación, la quita de subsidios y/o el aumento de los servicios, el IVA en los artículos de primera necesidad, el impuesto a las ganancias que nos aplican a nuestro ya de por sí magro sueldo, los montos no remunerativos que percibimos (y que por eso no entran en jubilación ni en aguinaldo), la precarización laboral y todo un largo etcétera son transferencias de recursos de los y las laburantes, ya ni siquiera entre clase (como sí ocurre con la AUH y otros planes) sino para apropiación directa de la burguesía, local o externa poco importa.
Es necesario reforzar y hacer crecer la organización. Se avecinan, sin mascarita feliz, tiempos duros para los trabajadores/as. Solidaridad, resistencia, organización y lucha son, una vez más, las consignas de nuestro tiempo.
Equipo de El Roble
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