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LEAR - SMATA: viaje al centro del totalitarismo sindical
Por Fernando Rosso - Saturday, Jul. 19, 2014 at 9:29 PM

Viernes, 18 de julio de 2014

LEAR - SMATA: viaje ...
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Fernando Rosso
@RossoFer

La vergüenza de ser traidores

“El orgullo de ser mecánico” es el lema, un tanto corporativo y con cierto aire de superioridad aristocrática, que la histórica conducción de la lista Verde impuso para el sindicato SMATA. “La vergüenza de ser traidores” es la realidad que se desprende como consecuencia lógica de su práctica sindical y política. Y como toda realidad, es la única verdad. El “caso Lear” concentra los métodos que pintan de cuerpo entero a la servicial burocracia del sindicato mecánico.

En el comienzo fue la lucha

Un poco arbitrariamente podemos fijar la fecha del comienzo de esta historia en el año 2011, aunque seguro empezó bastante antes. El viernes 4 de noviembre de ese año, en las elecciones a Comisión Interna de la fábrica Lear, la lista Celeste que representaba a nuevos delegados derrotaba por 310 votos contra 249 a la lista Verde que respondía a la conducción de SMATA. Dos años después, en noviembre de 2013 y pese a una maniobra de la conducción del sindicato que cambió la forma de elegir –pasando del sistema de lista completa a uno de elección individual, con la intención de, por lo menos, meter uno de los suyos-, los delegados de la Celeste vuelven a arrasar. En el medio, poco más de un año después del primer triunfo (diciembre de 2012) hubo un primer ataque e intento de destitución desde la conducción hacia la Comisión Interna.

El golpe de estado que no fue 

Poco después del paro nacional del 20 de noviembre del 2012, en el que los obreros de Lear pararon, pese a que SMATA no adhería, la conducción del sindicato, con el Secretario Adjunto “Paco” Manrique a la cabeza, intenta destituir a la Comisión Interna mediante una votación en asamblea en la fábrica. De las 500 personas presentes, más de 300 votan a favor de sus delegados de la lista Celeste. Unas 130, entre los que hay líderes y gerentes; votan con la conducción.



Allí quedó demostrado que cuando intentaron descabezar a la interna, en la fábrica, con todos los trabajadores presentes y con sus delegados al frente, fue un fracaso estrepitoso y tuvieron que salir huyendo. Cuando están todos juntos, la unidad se sobrepone a las acciones coactivas y amenazantes de la alianza patronal-burocrática y fluye el verdadero sentimiento de los trabajadores, que con la organización, la unidad e imponiendo la democracia sindical, conquistan terrenos de libertad para expresar sus opiniones genuinas e identificar claramente quienes son sus enemigos y quiénes son sus amigos (como afirmó aquel mártir de Chicago, George Engel al pie del patíbulo que se convirtió en símbolo fundacional del movimiento obrero). 
Todo lo contrario a ese fantoche de “asamblea” que acaba de hacer el SMATA en la sede central del sindicato, inundada de patoteros y bajo amenaza de despido. 
Un año después de esa experiencia, como afirmamos arriba, la lista Celeste vuelve a ganar las elecciones de Comisión Interna por abrumadora mayoría. Estamos hablando de apenas siete meses atrás.

Facsímil de los resultados por "borratina" de las elecciones de noviembre de 2013, donde arrasan los delegados de la lista Celeste

La Santa Alianza

Luego del duro conflicto por despidos en Gestamp, donde el SMATA y Pignanelli sacaron a la luz pública su rol traidor y macartista, trabajando en común con la empresa y los ministerios nacional y provincial; vino el deliberado ataque a los trabajadores de Lear. Desde fines de mayo comenzaron con las suspensiones de más de 300 trabajadores con el pago del 75% del salario y ofrecimiento de retiros “voluntarios”. Luego, en junio renovaron las suspensiones a 200 obreros y plantearon que serían “sin goce de sueldo”: era una provocación evidente. Luego vinieron los despidos (más de 100) y en una medida absolutamente ilegal se impidió el ingreso a la fábrica de los miembros de la Comisión Interna. 
Los obreros responden con un contundente plan de lucha que, hasta ahora, incluyó bloqueos, cortes de la Panamericana, acampe, paros escalonados y hasta una dura represión.

“Asamblea sin debate” y un secuestro express

Como parte del plan de lucha, en el frente legal, los abogados que representan a los trabajadores lograron tres resoluciones judiciales a favor de los delegados, bajo la forma de “medidas cautelares” que obligaban a la empresa a permitir el ingreso de los mismos a la planta. Resoluciones que esta multinacional “buitre” se negó a cumplir, violando abiertamente la legislación nacional. Finalmente, se produce otro revés judicial para la empresa: el rechazo de otro juez a un pedido de “medida cautelar” de la patronal que exigía se prohíba el ingreso de los delegados por presunta “peligrosidad”. El juez consideró infundados los argumentos y rechazó el pedido, reafirmando que los delegados debían ingresar a cumplir con sus funciones.


Facsímil de la resolución de la medida cautelar a favor de uno de los delegados. El resto están disponibles a quien lo solicite por mail, así como las resoluciones del ministerio.
En ese marco, los representantes del sindicato con la colaboración del personal de RRHH humanos de la empresa, y bajo un clima dictatorial y amenaza de despido, obligan a los trabajadores que están en la fábrica a firmar un petitorio exigiendo la “destitución” de la Comisión Interna. Efectivamente, cuatro trabajadores que se negaron a firmar, enfrentando esas condiciones adversas, pasan a engrosar la lista de despedidos.
En esas condiciones se llega a la infame maniobra que hizo el SMATA, con la evidente complicidad de la empresa, desviando los micros que llevan a la fábrica a los trabajadores que están en actividad, hacia la sede central del sindicato en Capital Federal. Son acarreados, sin los suspendidos, ni los despedidos, ni mucho menos los delegados; y le comunican que se hará una “asamblea” donde se votará la destitución de CI. La famosa "asamblea sin debate", como la definió Pignanelli, en otra de sus frases de antología para el manual de los traidores.
Como cuenta el periodista Diego Rojas “El proceso había comenzado temprano. Desde que el conflicto se iniciara debido a que más de cien obreros recibieran el telegrama de despido, la empresa y el sindicato habían organizado un sistema de micros para que los trabajadores ingresaran a la planta, para evitar posibles piquetes y demoras. Para eso, los micros debían tomarse en Panamericana y Henry Ford para dirigirse luego a Panamericana y Km. 31, donde se encuentra Lear. Ayer los trabajadores se vieron sorprendidos porque en lugar de dirigirse a la fábrica, los micros enfilaron hacia el centro de la ciudad de Buenos Aires. Miembros del oficialismo sindical les explicaron que irían a la sede de SMATA para participar de una asamblea”.
Según las planillas del Ministerio de Trabajo, en Lear hubo un listado de 750 personas que cobraron su salario en mayo, incluyendo personal administrativo y gerencia. De esas personas, alrededor de 600, de mínima, eran operarios. De la “asamblea” participaron 298 personas según informa el mismo Manrique, es decir, la conducción de SMATA no solo incumple con el artículo 42 de la Ley de Asociaciones Sindicales 23.551 que afirma que, en caso de revocatoria de mandato por asamblea, se debe garantizar el derecho a defensa del o los delegados; sino que también incumple con la exigencia de los dos tercios que dicta el estatuto social de SMATA, para el quórum de la asamblea.
La “unanimidad” en la votación que el SMATA afirma haber logrado es una falacia. En los marcos del engaño, en lo que fue de hecho un “secuestro express”, la prohibición del debate, la separación y la ausencia de sus compañeros despedidos (que siguen siendo afiliados a SMATA), de los suspendidos y de los delegados, rodeados del aparato y su patota del sindicato, la consabida complicidad con la patronal, además del aval de una autoridad del Ministerio; la “libertad” para decidir se parece mucho a la “libertad” que un captor le concede a un hombre desarmado apuntándolo con una pistola en la cabeza, y le ofrece “decidir” si le entrega o no todas sus pertenencias. 
La existencia misma de este audio grabado clandestinamente, como silenciosa y valiente resistencia a una "asamblea" no menos clandestina; así como muchas otras comunicaciones y avisos de quienes estaban bajo “secuestro” hacia sus compañeros y delegados, develan la falsedad de la unanimidad arrancada bajo amenaza y coacción.  
Si se comparan la verdadera asamblea impuesta por los trabajadores hace un año y medio, en la fábrica, con la presencia de todos, quedan en evidencia las diferencias entre las decisiones de los trabajadores cuando ganan verdadera libertad de opinión con la democracia sindical; a cuándo son expuestos a todo tipo de extorsiones. “Tenemos diferentes visiones de lo que es la democracia”, dijo Manrique cuándo huía de la histórica asamblea del 2012, con la velocidad que sería la envidia del más hábil de los roedores. Es el único acuerdo que tenemos con este patotero profesional: su “democracia” está blindada con patotas y contubernios con la empresa, gobierno y ministerio, y contra los trabajadores. En esa "democracia", siempre ganan los mismos. 
Lo destacado -y es un aporte más al fin del relato-, es que estas prácticas se dan en un sindicato “estrella” del kirchnerismo. El democratismo y el progresismo encuentran su límite donde empieza la dictadura sindical-patronal. Totalitarismo “nacional y popular”, sería un tema para el nuevo hit de La Cámpora y...decime que se siente.
Ni si quiera cuando pretenden guardar las formas, logran evitar el escándalo y el bochorno burocrático. La carta documento que mandan a los delegados, con evidente intención de que NO llegue en tiempo y forma, para avisarles de la realización de la “asamblea”, se envía el 16/7 (es decir, ellos “ya sabían” que al otro día los trabajadores iban a “aceptar” hacer una supuesta asamblea, pese a que nadie tenía idea de la misma), y se comunica que se realizará en la sede de la calle Belgrano el 17/7 a las 10 hs. Ese “aviso” le llega a los delegados el día 18/7, es decir, debían lograr la proeza de llegar a una “asamblea” que se realizó un día antes. 

Telegrama recibido por el delegado Rubén Matu el día 18/7 para que asista a la "asamblea" del 17/7
Para desgracia de ellos y de su soberana ignorancia e impericia burocrática, la hoja de ruta de la CD, está disponible en internet en la página del correo y dice que:

el 16-07-2014 10:59 AV DE MAYO (la CD) INGRESO AL CORREO, y 

el 18-07-2014 08:51 CDD LOS POLVORINES EN PODER DEL CARTERO 

Difícil que el cartero entregue la carta antes de recibirla. Un elemento más, por si hacía falta, de que la supuesta “asamblea” es nula de toda nulidad y no puede ser avalada por un ministerio del “gobierno nacional y popular” ¿no?

Totalitarismo sindical: pasado y presente

“La burocracia sindical, que resolvió satisfactoriamente su propio problema social, tomó el segundo camino. Volcó toda la autoridad acumulada por los sindicatos en contra de la revolución socialista e incluso en contra de cualquier intento de los obreros de resistir los ataques del capital y de la reacción. (…) Los sindicatos, como ya hemos dicho, cumplen ahora un rol reaccionario y no progresivo. Pero sin embargo reúnen millones de obreros. No debemos pensar que los obreros son ciegos y no ven el cambio producido en el papel histórico de los sindicatos (…) Mientras tanto, la burocracia sindical persigue con más fuerza aún a los obreros revolucionarios, reemplazando con el mayor descaro la democracia interna por la acción arbitraria de una camarilla, transformando a los sindicatos en una especie de campo de concentración de los obreros durante la decadencia del capitalismo (…) Aquí no hay diferencias de principios, ya que la burocracia sindical se ha convertido definitivamente en parte del aparato político, económico y gubernamental del capitalismo” (León Trotsky “Los sindicatos en Gran Bretaña”)

“El vandorismo tiene un discurso del método, que puede condensarse en una frase: El que molesta en la fábrica, molesta en la UOM; y el que molesta en la UOM, molesta en la fábrica. La secretaría de organización del sindicato lleva un prolijo fichero de “perturbadores”, permanentemente puesto al día con los ficheros de las empresas (…) Al despido sigue siempre la expulsión del sindicato, o viceversa: el artículo 9 de los estatutos permiten expulsar a un afiliado sin asamblea, por simple resolución de la directiva” (Rodolfo Walsh ¿Quién mató a Rosendo?).
Esta larga historia de traiciones enaltece la noble batalla de los obreros de Lear que mantienen con valor una lucha desigual.
Alguna vez, en los años iniciales de nuestra militancia, escuchamos conmovidos en la facultad de Ciencias Sociales de la UBA, estas palabras del “Goyo” Flores, viejo dirigente del clasismo cordobés, para rematar una charla: “Pese a toda esta historia con no pocas derrotas y de una vida en la que no tengo nada desde el punto vista de los bienes materiales, ustedes no se imaginan lo lindo que es sentirse diferente ante tanta mierda que hay en el movimiento obrero”.
La lucha de los obreros de Lear se da en el marco en que se forjan nuevamente las condiciones para terminar con tanta mierda acumulada y montada sobre las espaldas del movimiento obrero. Un desafío más que necesario y que requiere del concurso de todos. La amplia solidaridad que están recibiendo desde todo el país es un gran comienzo para esta batalla ejemplar.

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