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(T)IRAR con los adolescentes
Por Cooperativa La Brújula - Wednesday, Aug. 13, 2014 at 2:55 PM

Miércoles, 13 Agosto 2014 09:35 | Escrito por Guido Gubinelli | En el marco del pedido de la justicia que solicitó la semana pasada el desalojo del Instituto de Rehabilitación del Adolescente de Rosario (IRAR), fueron muchas las polémicas que se desataron sobre la resolución que tomaron los jueces involucrados en la cuestión: trasladar a los menores a una cárcel para adultos. La opinion de los trabajadores del instituto y la disputa entre la justicia y la política. La exigencia de la justicia en un plazo de 24 horas para trasladar a los jóvenes fue fuertemente resistida no solo por diferentes organizaciones sociales y gremiales sino también por los propios trabajadores, y es por eso que se determinó como solución parcial por parte de la justicia garantizar las condiciones de limpieza en el reformatorio.

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Durante el viernes pasado a poco de la resolución, en la Brújula de la Mañana, habló Emiliano Scopetta, delegado y empleado del IRAR, y acerca del cierre del reformatorio en pos de que sanearan las deplorables condiciones de habitabilidad y generaran espacios físicos donde pudieran trabajar correctamente con los jóvenes dijo que “imposible no es siempre y cuando haya una institución que sea superadora –al IRAR-, en donde se pueda trabajar de otra manera”. No obstante, sobre la decisión de los juzgados resaltó:

“Nos parece una locura y nos oponemos rotundamente porque va en contra de todas las leyes internacionales, nacionales y provinciales en cuanto a los derechos de los niños, las niñas y los jóvenes”.

Además explicó que el traslado “es muy complicado”. “De hecho hubo un pronunciamiento del Jefe del servicio penitenciario diciendo que no hay ni plata ni condiciones objetivas para cumplir con lo que la justicia demanda en este caso. Y por supuesto, nosotros desde el punto de vista del trabajo también se violan derechos nuestros”, argumentó y en ese sentido completó: “Nosotros no somos empleados del Ministerio de Seguridad, nosotros estamos trabajando en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Desde el punto de vista gremial no vamos a permitir un traslado y en ese caso tampoco los jóvenes estarían acompañados”.

Resaltó que los principales problemas edilicios que tienen y vienen teniendo desde hace varios años giran en torno a “condiciones de habitabilidad, la limpieza, momentos en que hay agua potable y momentos en que no”. Explica que son condiciones que demuestran que el Instituto está en una situación “obsoleta” y “necesita un cambio”.

En otro orden, Scopetta apuntó sobre un claro conflicto que se estaría desatando entre los jueces de los respectivos juzgados y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Lewis. Dijo que estos cruces acerca de qué hacer con el IRAR “tiene una clara definición desde el punto de vista de lo político, de una disputa entre el poder judicial y el poder ejecutivo, pero en el medio están los jóvenes y los trabajadores y va en contra de todos los derechos, tanto de los pibes que habitan en el IRAR como de nosotros los trabajadores”. Ejemplificó con que en este momento el Instituto de Rehabilitación del Adolescente de Rosario cuenta con 21 o 22 chicos, pero que semanas atrás los jueces metieron menores en demasía, llegando al número de 47 detenidos. “Y ahora, cuando ellos mismos presentan esta cuestión de que el IRAR tiene que cerrar, -desde el ejecutivo- empiezan a darle la libertad a un montón de pibes que hacían un montón que estaban”, contó y advirtió: “Es una utilización de los jóvenes en ese sentido que es bastante peligrosa”.

La mirada de los laburantes

Hace ya 7 años que se propuso desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos cerrar las puertas del IRAR o remodelarlo a causa de las pésimas condiciones de salubridad y espacio laboral de la gente del instituto. Sin embargo, el problema pareciera que se trata siempre del mismo: la falta de políticas serias para restructurar el instituto y falta de presupuesto e insumos.

A partir de una asamblea que se llevó a cabo el pasado lunes, los trabajadores del Instituto, nucleados por ATE, pusieron sobre el tapete todo este tipo de problemáticas y desarrollaron un comunicado que entre otras cosas reza: “A la insuficiencia de recursos materiales, la cíclica sobrepoblación, se suma la falta de recursos humanos en todas las áreas; sin soslayar la precariedad agravada en aquellos compañeros que persisten en su condición de contratados (prestando servicios esenciales: servicio médico y cocina), a lo que se suma el incumplimiento de acuerdos paritarios”.

Además, el comunicado hace hincapié no sólo en la falta de insumos que resiente el trabajo de los profesionales que operan con los jóvenes en torno a su educación y recreación sino también sobre las condiciones estructurales que se adeudan como: refacciones de sectores de alojamiento, reinstalación del agua potable, reacondicionamiento de baños existentes y construcción de más baños destinados al personal, inodoros y piletas para los baños de la escuela y talleres, garantizar personal de limpieza general, atención especial a la plaga de roedores, consultorios adecuados para garantizar privacidad necesaria en entrevistas con jóvenes y familiares.

Como solución y en conclusión, los trabajadores del IRAR desarrollan una serie de propuestas para revertir la situación en la que se encuentran: discutir la delimitación de un cupo de jóvenes que determine posibilidades de abordaje adecuado, en función de los perfiles y funciones asignados a cada área, conformación de Equipo de Salud Mental que aborde junto a los trabajadores la problemática del consumo de drogas a los fines de esclarecer modos adecuados de intervención, fortalecer los talleres existentes destinados a los jóvenes (garantizando, entre otras cuestiones, la simultaneidad de actividades de la Huerta y campo de deportes) y aumento de ofertas variadas que contemplen intereses de los jóvenes (instancias culturales, recreativas y de formación distribuidos proporcionalmente durante la jornada).

Situación no menor

Scopetta además se refirió al presente de los chicos que están ingresando al instituto y el rol que juega hoy por hoy el narcotráfico tan instalado en sus vidas: “Nosotros notamos que en el último tiempo los jóvenes entran por causas cada vez más pesadas. Todas relacionadas con el narcotráfico y con la violencia: enfrentamiento, peleas entre soldados –quienes venden y ‘defienden’ bunkers de droga por un ‘salario’ muy superior a cualquier otra posibilidad de empleo-, banditas de narco”. Cuenta que la mayoría de los actos delictivos “están relacionados con las drogas o con las armas”, lo cual es alarmante ya que no se están tomando políticas de inclusión y contención por parte de las autoridades.

Sobre los chicos que delinquen y terminan en el reformatorio analizó que si bien algunos han podido reestablecer su vida y están trabajando u ocupándose en alguna actividad lejos de la conflictividad con la ley penal, “la mayoría vuelve a reincidir”. Esto se lo ameritó a la falta de respuestas que halla un joven una vez que sale del instituto, lo cual lo lleva a continuar con sus prácticas vandálicas. “Durante el tiempo que yo vengo trabajando hay muchos pibes que terminaron muertos. Muertos en la calle, muertos por la policía o muertos por tomar un enfrentamiento”, graficó el delegado del IRAR.

Invitación de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud

Hoy a partir de las 17 horas se llevará a cabo en el hall del Concejo Municipal el debate público “Pibxs en emergencia” organizado por la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud. “Dicho encuentro tiene como finalidad profundizar el diagnóstico de situación de la niñez y juventud de la ciudad y a partir de ello, construir posicionamientos sobre la temática en cuestión. La jornada contará con la participación de las concejalas Fernanda Gigliani (PPS), María Eugenia Schmuck (UCR), y Norma López (FPV), y el periodista e investigador Carlos del Frade.

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Emiliano Scopetta, delegado y empleado del IRAR
Por Cooperativa La Brújula - Wednesday, Aug. 13, 2014 at 2:55 PM

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