| versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
Perú: ¡El crimen de engañar al pueblo!
Por Herbert Mujica Rojas -
Wednesday, Sep. 03, 2014 at 8:34 PM
hcmujica@gmail.com
El miércoles 3 ha sido un festival en que la ignorancia y la estupidez, la engañifa y la estafa al pueblo, se hicieron presentes vía los disparates que emitieron políticos y abogados supuestamente serios. ¡Ni qué decir de los miedos de comunicación que dieron por ganador al ex presidente García! Y la excepción la protagonizó el diario Uno con un titular puntual y certero: "García sí puede ser acusado".
alandedos.jpg, image/jpeg, 600x350
Perú
Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
4-9-2014
¡El crimen de engañar al pueblo!
http://www.voltairenet.org/article185194.html?var_mode=recalcul
¿Creerá el ex presidente Alan García Pérez que todos en Perú son panegiristas rentados y anuentes de sus cabriolas judiciales cuando quiere hacer pasar gato por liebre con la Resolución 33, de 1-9-2014, del juez Hugo Velásquez? Se equivoca muy mucho porque la denuncia constitucional en el Congreso sigue su trámite y sobre el asunto, con ciencia infusa, el titular del 5to juzgado apenas si escribió ¡dos líneas que dejan intocado el acuerdo parlamentario contra García!
En buen castellano y tal como afirmó en su misil periodístico el penalista Guillermo Olivera Díaz:
"La Resolución dictada de 31 páginas, de 1-9-2014 (Expediente 14923-2013) es una suerte de galimatías del juez, que demuestra más bien que le ha dado las espaldas a García, pues no es NULO el acuerdo del Congreso del 19-6-2014; tampoco son nulos los INFORMES porque ellos no imputan responsabilidad penal a García, ya que sólo recomiendan que el Pleno del Congreso acuerde DENUNCIARLO, lo cual ya se ha cumplido. Además, éste es un concepto distinto de aquél. Acordó el Pleno formularle DENUNCIA CONSTITUCIONAL, la que está en trámite, aún no se ha pronunciado responsabilidad penal alguna a García." ¡Sigue válida denuncia constitucional contra García! http://www.voltairenet.org/article185176.html?var_mode=recalcul
El miércoles 3 ha sido un festival en que la ignorancia y la estupidez, la engañifa y la estafa al pueblo, se hicieron presentes vía los disparates que emitieron políticos y abogados supuestamente serios. ¡Ni qué decir de los miedos de comunicación que dieron por ganador al ex presidente García! Y la excepción la protagonizó el diario Uno con un titular puntual y certero: "García sí puede ser acusado".
Supongamos que tuviera razón en sus asertos García Pérez. ¿Cómo explicará el asunto cuando sea acusado constitucionalmente en el Congreso? El ridículo será manifiesto y la aviesa intención confusionista de ayer será descubierta de manera flagrante. No se puede mentir todo el tiempo en la falsa expectativa que la gente crea brulotes de los que ya está harta. Los embustes, no hay duda posible, tienen patas cortas.
¿En qué forma hay que entender que todos los miedos de comunicación digan las cosas al revés? Con la resolución del juez Velásquez, García no ha salido airoso, por el contrario, la alameda de acusación constitucional quedó pavimentada porque el magistrado ¡con apenas dos líneas ni siquiera se pronunció frente a las 254 páginas interpuestas por Alan para que se anulara la decisión del Congreso de plantearle denuncia. La deplorable altura ínfima de los medios periodísticos y su complicidad ha quedado totalmente al descubierto.
García Pérez forma parte de una generación fracasada y que se remonta desde los años 70 en adelante. En una balanza, las excepciones honestas y limpias, no equilibran el desafortunado peso de atorrantes, logreros y capituleros que no pudieron darle al Perú una velocidad de crucero ni construyeron un proyecto nacional. ¿De qué son sospechosos muchos personajes y en qué escándalos están metidos? ¿Por logros sociales, proezas en favor de las grandes mayorías? O ¿por rateros, delincuentes, monreros y estafadores de la fe popular que los ha visto enriquecerse, manejar autos BMW y con casitas de 1 millón de dólares para arriba?
El próximo octubre electoral mostrará los efectos de esta labor depredadora del alanismo al interior del Apra que por décadas fue, a sangre y fuego, esperanza popular revolucionaria de pan con libertad hoy desvencijado y ruinoso edificio en flecos a cuyos miembros el pueblo en todo el Perú tilda de ladrones a secas y por la majadería criminal de unas cuantas centenas de bellacos mediocres e inmorales.
El lector puede darse cuenta de la calidad de los protagonistas y sabe -o intuye- de qué madera está hecho cada quien. Espíritus apolillados, plenos en suciedad y prontuario, jamás podrán dictar cátedra de moral. No sólo eso, a ciertos tipos, la palabra moral les solivianta con rabia y les hace coger, como hacía el nazi Goebbels con el término cultura, el revólver o la carabina simbólica y destructora de cualquier buen afán. Uno de esos delincuentes aspira a ser, otra vez, candidato presidencial de las transnacionales que compran conciencias al peso y fletan miles de dólares a conferencistas a la carta. ¡Qué verguenza!
¡El crimen de engañar al pueblo es oficio de rateros y sinverguenzas!