Julio López
está desaparecido
hace 6427 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

El caso de Vanesa Celma y la violencia de género en Rosario
Por Fuente: Notas.org.ar - Monday, Sep. 15, 2014 at 4:28 PM

15 septiembre 2014 | Foto: Cooperativa La Brújula
Familiares de Vanesa Celma, una joven rosarina fallecida en 2010 como consecuencia de las  graves quemaduras que sufrió en su cuerpo, se movilizaron el jueves a los Tribunales provinciales para exigir justicia. Aseguraron que no fue un incendio accidental sino un femicidio, cometido por el concubino de Vanesa. Colectivos feministas denunciaron que la policía destruyó pruebas y cuestionaron la “matriz patriarcal” del Poder Judicial.

El caso de Vanesa Ce...
vanesa-04-680x365.jpg, image/jpeg, 680x365

Vanesa Celma tenía 27 años y estaba embarazada de ocho meses. Vivía junto a su hijo de cinco años y Omar Díaz, su pareja, en el barrio Ludueña, en el oeste rosarino. En la noche del 29 de junio de 2010, el hijo de ambos salió desesperado a la calle para pedir ayuda: su madre se estaba prendiendo fuego. Según relatan familiares de la joven, estuvo media hora tirada en la calle incendiándose, tapada con una frazada. El marido de Vanesa declaró que no llegó a ayudarla porque se estaba bañando.

La joven fue trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) donde se le practicó una cesárea de urgencia. Nació una niña, que hoy vive con la familia de la madre. Vanesa estuvo internada en el HECA durante cuatro meses, hasta finales de octubre. A la semana debió ser internada nuevamente y, el 22 de noviembre de 2010, falleció.

“Una persona no se pudo haber quemado de la manera que ella se quemó”, afirmó Eva Domínguez, cuñada de Vanesa e integrante de la asociación civil La Casa del Encuentro. Para Eva “la causa nunca se investigó con perspectiva de género” y señaló que no se tuvieron en cuenta “testimonios de vecinos y testigos de once años de concubinato” caracterizados por “malos tratos y violencia de género”.

Mientras estuvo internada en la sala de quemados del HECA, Vanesa pedía el acompañamiento permanente de un familiar. “Le tenía terror a su pareja, se dormía sosteniéndonos la mano”, recordó.

Además de familiares de Vanesa, participaron de la concentración representantes de organizaciones feministas, sindicales y políticas. Liliana Leyes, secretaria de Género de la Central de Trabajadores de la Argentina de la provincia de Santa Fe (encuadrada en la CTA liderada por Pablo Micheli) resaltó la importancia de la movilización para “visibilizar los casos para que la gente tenga conciencia de lo que está pasando y presionar para que las causas avancen”.

Por su lado, María José Gerez, secretaria de Género de la CTA Rosario, responsabilizó “a la jueza de Instrucción Nº 12, Mónica Lamperti, y a la fiscal Lucía Aráoz” por las demoras en la investigación, y exigió “que se cambie la carátula del expediente y se haga justicia”. Además, denunció “el accionar de la Comisaría 12, que perdió las pruebas de la causa”.

La injusticia empieza por casa

“La justicia mira y no ve, porque conviene. A una compañera su ex pareja la quemó y está trabajando en este momento en Tribunales”, aseguró Leyes.

Esa mujer, a quien en esta nota se cambia su nombre real por Fabiana por motivos de seguridad, contó a Notas su historia.

Fabiana convivía con O.S., su pareja. Estaba atrapada en una relación en la que predominaba la violencia de género y de la que no podía escapar, como refleja la nota escrita por Sonia Tessa y publicada en Rosario/12. El 17 de mayo de 2013 su novio la prendió fuego. Estuvo internada 35 días en el Sanatorio Británico, con 45% de su cuerpo afectado por quemaduras de segundo y tercer grado. “No te hagas problema, no va a pasar nada, ya me encargué de todo”, le decía él. No era para tranquilizarla, era una amenaza: O.S. es empleado del poder judicial y militante sindical. “Como típico psicópata, es un encanto de persona, entonces todo el mundo le cree. Pero yo puedo demostrar quién es”, aseguró Fabiana.

Cuando le dieron el alta, O.S. había vendido los muebles del departamento de Fabiana. Había perdido su negocio y él le pagaba la cobertura médica. Le prometió que la situación sería diferente y volvió con él. Pero la relación no cambió: “Las torturas fueron peores: los golpes, las patadas, me ahorcaba a la noche”.

En Tribunales no recibían sus denuncias. Sin embargo, Fabiana destaca el trabajo de la fiscal Verónica Caini: gracias a ella consiguió hace un mes y medio el botón antipánico y la restricción de acercamiento. Su objetivo es que avance la investigación y se haga justicia: “Ahora que pague, porque lo que me hizo a mí se lo puede hacer a cualquier otra persona”.

Respuestas

Como resultado de la movilización de la Multisectorial de Mujeres de Rosario, en septiembre de 2012 el Concejo Municipal votó la Declaración de Emergencia de Género. A dos años de su aprobación, la declaración “ha ayudado a que se visibilice en la ciudad la problemática de la violencia de género, a que más mujeres empiecen a ver que no es una cuestión personal, sino social, estructural, y que empiecen a denunciar”, indicó Gerez.

Sin embargo, para la secretaria de Género de CTA Rosario “no ha habido de parte del Estado las respuestas pertinentes que estaban en esa declaración de emergencia: un mejor abordaje, más contención, y refugios con otra perspectiva, donde las mujeres puedan recurrir”.

Por su lado, las referentes destacaron también la necesidad de proteger a los hijos de las madres asesinadas en femicidios. Hoy los hijos de Vanesa Celma están a cargo de su tía, aunque como advirtió Eva Domínguez, “su situación legal no está definida”. Es por este tipo de casos que desde La Casa del Encuentro impulsan un proyecto de ley que busca sacarle a los femicidas la patria potestad. “Hay más de 1500 niños y niñas que están con los asesinos de sus madres, y eso es terrible”, señaló Leyes.

 

Mariano D’Arrigo, desde Rosario – @mdarrigo

agrega un comentario