Julio López
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"El darwinismo convirtió la biología en una visión sórdida y cruel de la vida."
Por (reenvio) Ángel Petricca - Friday, Sep. 19, 2014 at 1:39 AM

31.10.2013 / Entrevista con Máximo Sandín.

Doctor en Ciencias Biológicas y Bioantropología, revisa la tesis darwiniana a través de la competitividad. Propone una visión más solidaria y colaboracionista, basada en las ideas del biólogo francés Jean B. Lamarck y en los más recientes descubrimientos. "El darwinismo es una concepción de la vida, de cómo son las cosas, con profundas raíces ideológicas y claros intereses detrás".

Si es usted una de esas personas a las que aburre el conocimiento y no desea saber más de lo que ya lleva en la sesera, escuchar lo que dice el profesor Sandín probablemente no le interese. Su aporte de datos, nombres, fechas, ideas y explicaciones es apabullante, algo que no suele ser bien visto por quienes ya tienen un pensamiento construido y no desean ponerlo a prueba o revisarlo. Pero si es usted una persona abierta a las nuevas ideas, si ama el saber y no tiene miedo a que sus ideas se confronten con otras, entonces siga leyendo, porque en las próximas páginas va a encontrar un puñado de material intelectual de alto valor.

Máximo Sandín (1950) es doctor en Ciencias Biólogicas y en Bioantropología. Fue profesor de Evolución Humana y Ecología en el Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid. Ahora está retirado ("Preferí jubilarme de la docencia antes de la llegada del Plan Bolonia"). Ha escrito, entre otros libros, Lamarck y los mensajeros y Pensando la evolución, pensando la vida, en los que desarrolla su principal aportación a la teoría de la evolución: una revisión de la tesis darwiniana a través de la competitividad. Lo que Sandín propone es una visión más solidaria, colaboracionista, sólidamente afianzada en las ideas del biólogo francés Jean B. Lamarck y en los más recientes descubrimientos. Máximo Sandín es un hombre apasionado, rebosante de energía, de una enorme y erudita memoria y un trato natural y espontáneo.

_¿Qué significa Darwin para la biología?
_La conclusión a la que he llegado, aunque pueda sonar demasiado drástica, es que constituyó una catástrofe para la biología, porque la sacó del camino que estaba, muy bien orientado científicamente, y la convirtió en una interpretación de la naturaleza, en una visión sórdida y cruel de la vida. Como un campo de batalla en el que solo sobreviven los que tienen alguna ventaja, con un sospechoso parecido a los conceptos del libre mercado. De hecho, en los textos biológicos convencionales, los términos habituales para describir las relaciones entre los seres vivos son coste-beneficio, explotación de recursos, ventajas competitivas… Todos somos competidores.

_¿Qué le parece criticable de Darwin?
_Lo que yo critico, desde el punto de vista científico, no es a Darwin, sino al darwinismo, una creación ajena a él. Sus libros son un reflejo de lo que era: un aficionado a la naturaleza, de buena posición económica y mucho tiempo libre, que se dedicó a informarse sobre las actividades de los ganaderos y agricultores de su entorno. Y al que se le ocurrió que, del mismo modo que ellos seleccionaban animales y plantas que les resultaban ventajosos –cerdos obesos o vacas con las ubres hipertrofiadas–, "no podemos creer improbable" que la naturaleza seleccionaría animales que tuvieran una ventaja sobre los demás. Es una extrapolación absurda, como pusieron de manifiesto científicos evolucionistas de la época. La selección de los ganaderos es, precisamente, una alteración de la reproducción normal de los animales. Este argumento, en realidad una pura especulación sin base científica, junto con la concepción malthusiana de la vida (una competencia permanente de todos contra todos) es lo que se ha conformado como la visión darwinista de la vida.

_¿Cómo se gesta, entonces, el éxito de Darwin?
_'En realidad, en Sobre el origen de las especies..., basado totalmente en especulaciones, Darwin muestra una gran confusión: mezcla la influencia del uso y el desuso, las condiciones del ambiente y una serie de historias que le habían contado que llegan a extremos ridículos. De hecho, a causa de las críticas científicas, fue publicando hasta siete sucesivas ediciones en las que fue asesorado por tres científicos famosos y poderosos en la Inglaterra de la época: el botánico John Hooker, el geólogo Charles Lyell y, sobre todo, el zoólogo Thomas Henry Huxley, que vieron en la selección natural un reforzamiento de sus ideas supremacistas. El libro que suele circular, que es la sexta edición, no es exactamente de Darwin.

_¿Y cómo llega a ser hegemónica su teoría de la selección natural?
_En La variación de los animales y las plantas bajo la domesticación expuso lo que él creía su teoría definitiva: sin abandonar la selección natural, propuso la pangénesis. Teoría según la cual cada órgano del cuerpo emite unas gémulas por las que transmitían a sus descendientes las características adquiridas por los padres a lo largo de su vida por la influencia del ambiente. Esto es otra muestra de su confusión, porque si todos los organismos pueden cambiar por la influencia del ambiente, no hay nada que seleccionar. Naturalmente, esta ‘teoría definitiva’ no les gustó a sus protectores y lo reconvinieron seriamente. Lo que les gustaba era solo una de las variadas ‘ocurrencias’ de Darwin: la selección natural, que implicaba que la vida es una competencia permanente, que las características ‘favorables’ o ‘desfavorables’ eran intrínsecas a los seres vivos (por supuesto, fundamentalmente al hombre), y que la naturaleza premiaba a los ‘más aptos’. Estos hombres poderosos fueron los que impusieron el darwinismo (‘su’ darwinismo) en contra de la opinión de científicos evolucionistas de la época. Para ello, fundaron el X-Club.

_Usted se declara cercano a las tesis de Lamarck...
_Lamarck fue un científico, profesor de la Sorbona, que durante la Revolución Francesa (1789) impulsó la renovación de su obsoleta estructura para convertirla en una universidad moderna, propia de la Ilustración. Era experto en paleontología, en anatomía comparada y se dejó la vista realizando miles de disecciones de invertebrados, sobre los que escribió un imponente tratado. A lo largo de su carrera científica, acuñó el concepto de ‘invertebrado’ –hasta entonces se usaba la distinción de animales ‘con sangre o sin sangre’–; creó las claves dicotómicas que se usan para clasificar las plantas y que después se extendieron a la zoología; fue el primero en usar científicamente el término ‘biología’ entendido como el de una disciplina basada en un cuerpo teórico, en un concepto unificador. Su Filosofía Zoológica fue el primer tratado científico dedicado por completo a la evolución, entendiéndola claramente como la base teórica de la biología. Resulta cuanto menos sospechoso que a un precursor de estas dimensiones se le haya borrado de la historia oficial de la biología, ¿no cree?

_¿Cuál era su propuesta?
_En su libro, Lamarck escribe que las condiciones provocan un cambio en los organismos cuando los efectos del ambiente son muy intensos o muy duraderos, y que la capacidad para los cambios de organización animal y vegetal estaba inscrita en los organismos. Para Lamarck, era el equilibrio lo que gobernaba las relaciones entre los seres vivos. Claro que los depredadores matan herbívoros, o que los machos de los ciervos o los leones pelean, pero el resultado final, de conjunto, es que todos los animales y las plantas deben existir para que la naturaleza mantenga el equilibrio.

En la sociedad actual, la Teoría de la Evolución de Darwin es prácticamente un dogma… Conviene aclarar que Darwin no formuló realmente una teoría de la evolución. Él especulaba sobre el origen de las especies, la transformación de una especie en otra, es decir, un aumento de la variabilidad sin cambio del patrón morfológico básico. La evolución es un cambio de organización corporal, como el paso de pez a tetrápodo o de tetrápodo a ave. El término ‘evolución’ no aparece hasta la sexta edición de Sobre el origen… a sugerencia de Huxley.

_¿Cómo surge el darwinismo?
_Hay diferentes motivos, unos más determinantes que otros. En primer lugar, Darwin estaba en el lugar oportuno en el momento oportuno: en el centro del mayor imperio mundial que ha existido y en pleno auge de la Revolución Industrial, con las injusticias que ambos generaban; su ocurrencia de la selección natural justificaba muchas cosas. En segundo lugar, Darwin es un icono de la cultura anglosajona y sus raíces calvinistas. Sus ideas reflejan a la perfección sus valores: el individualismo, el mirar por sí mismo, la predestinación (en términos darwinistas, ‘determinismo genético’), la competitividad... A un científico anglosajón le resulta casi impensable que no exista la selección natural. Y los libros con que los biólogos nos formamos son fundamentalmente anglosajones, hegemónicos en la ciencia mundial. Por otra parte, hay un componente muy importante en el mantenimiento de las ideas darwinistas y su expansión por la sociedad: el de ‘adoctrinamiento social’.

_¿A qué se refiere concretamente?
_Desde el principio, el darwinismo tuvo un gran apoyo por parte de los grandes magnates mundiales, como Rockefeller o Carnegie, que apoyaron las investigaciones de los científicos darwinistas. John Rockefeller afirmó que la supervivencia del más apto era una ley natural y divina, es decir, que las cosas son como son porque son leyes naturales. En definitiva, que el libre mercado y el darwinismo van en el mismo paquete. Por si no queda claro, repetiré una frase de Friedrich Hayek, premio Nobel de Economía y asesor de Reagan, Thatcher y Pinochet: "Las demandas de justicia social carecen de sentido porque las demandas de justicia son sencillamente incompatibles en cualquier proceso natural de carácter evolutivo". Finalmente, hay un componente que yo creo fundamental para que el darwinismo se mantenga a pesar de la enorme cantidad de datos verdaderamente científicos que se están acumulando y que contradicen radicalmente sus hipótesis: el componente económico y de poder. La concepción reduccionista de los genes como ‘unidad de información genética’, que ya sabemos que no es cierta, es esencial para los grandes negocios y para las prácticas de manipulación genética de las grandes industrias farmacéuticas y biotecnológicas, especialmente de los cultivos transgénicos, que ya sabemos a quiénes pertenecen. Estas grandes empresas son las principales financiadoras de la investigación biológica.

_Usted afirma que los seres humanos ‘somos bacterias y virus’, ¿en qué basa esa afirmación?
_La idea de que las células de los seres vivos procedían de la fusión de bacterias (una propuesta del biólogo ruso Konstantin Merezhkovsky) era ya aceptada a regañadientes por las autoridades darwinistas en los noventa, aunque chocaba frontalmente con la selección natural. Pero no había explicación para el origen de los genes y las proteínas responsables del desarrollo embrionario y de otras funciones de los organismos multicelulares. Los genes de origen bacteriano están muy conservados en todos los organismos y esas secuencias y esas proteínas que no tienen las bacterias no podían haber aparecido por mutaciones de los genes bacterianos, tan concretos y específicos, y menos, al azar. Entonces llegó a mis manos un artículo de un astrónomo galés, Alfred Hoyle, titulado Evolución desde el espacio, en el que sugería que los virus, por su capacidad de insertar sus genes en los organismos a los que ‘infectan’, podían ser una fuente de información genética disponible para su eventual uso. Comprendí que un fenómeno así podría explicar la gran cantidad de puntos débiles del darwinismo. Con muy pocos datos sobre lo que se conoce ahora como virus endógenos, escribí un libro titulado Lamarck y los mensajeros. La función de los virus en la evolución (1995), que fue acogido por mis colegas con el más absoluto silencio. A partir de entonces, los datos sobre virus endógenos y elementos móviles del genoma se han ido acumulando de una forma creciente hasta formar la inmensa mayor parte de los genomas. Puede parecer extraño que esos impresionantes descubrimientos no hayan llegado a la opinión pública, por lo trascendentes que son, pero a mí, a estas alturas, no me extraña en absoluto.

_¿Qué consecuencias se desprenden de su modelo de evolución?
_La naturaleza mantiene un equilibrio dinámico en condiciones normales. Cada componente tiene su función, y son las alteraciones, muchas producidas por el hombre, las que la desestabilizan. En el caso de virus y bacterias, pueden convertir en patógenos a elementos que no lo son. Los virus y las bacterias se pueden considerar como los ‘ladrillos’ de la vida, parte esencial de su funcionamiento actual. Las bacterias cumplen funciones esenciales para el organismo, pero el ataque continuo y excesivo con antibióticos las convierte en patógenas como respuesta. Teniendo en cuenta la enorme cantidad de virus que hay en la naturaleza, con funciones muy concretas y que no son patológicos, se puede pensar que los temidos virus patológicos han sido producidos por actividades humanas, como la elaboración de vacunas mediante el cultivo de virus en embriones de pollo o en cultivos celulares, ambos repletos de virus endógenos.

_¿Cómo explica las enfermedades genéticas?
_Las enfermedades llamadas ‘genéticas’, incluido el cáncer, son alteraciones en la red, en la maquinaria reguladora de la información genética, producidas siempre por algún factor ambiental. Hay muchas enfermedades llamadas ‘genéticas’ que están producidas por el contacto con pesticidas, plásticos, productos de limpieza, incluso cosméticos. Estamos en contacto con miles de sustancias químicas sintéticas con las que nuestro organismo no ha estado nunca en contacto.

_¿Qué se podría hacer para atajarlas?
_Habría que investigar a fondo las causas, cómo afectan al organismo esas sustancias, y no pretender cambiar los genes y dejar las cosas como están. Aunque eso no sería positivo para el mercado. Sería conveniente informar a la sociedad de que la evolución es un fenómeno colectivo, una respuesta de los distintos genomas a algún desencadenante ambiental (vulcanismo, caídas de meteoritos, inversiones de los polos magnéticos) y no individual, y mucho menos por competencia. En la naturaleza, todos sus componentes son necesarios para un funcionamiento equilibrado.

_Parece desprenderse una relación entre darwinismo y capitalismo…
_El darwinismo es el apéndice científico del libre mercado y no pretende explicar la evolución biológica, porque lo solventa vagamente con el azar y el tiempo. En realidad, es una concepción de la vida, de cómo son las cosas, con profundas raíces ideológicas y claros intereses detrás. Creo que hay que hacer llegar a la sociedad estas informaciones, que ha llegado el momento de sacarlas a la luz y desprendernos de las mentiras interesadas con las que nos han adoctrinado.

X-Club: los ‘autores’ del darwinismo

El X-Club fue un reducidísimo círculo elitista que funcionó en la Inglaterra victoriana para apoyar las teorías de la selección natural y el liberalismo académico. Su fundador fue Thomas H. Huxley, abuelo del autor de Un mundo feliz, Aldous Huxley. Thomas Huxley –que había acuñado el término ‘darwinismo’ en abril de 1860, en el Westminster Journal– convocó a nueve hombres a la primera cita del X-Club el 3 de noviembre de 1864 (seis años después de la publicación de Sobre el origen de las especies). Hasta diciembre de 1893, el X-Club se reunió una vez al mes. Sus miembros incluían a Herbert Spencer, William Spottiswoode y John Tyndall. Se hicieron con el poder de prestigiosas sociedades científicas y fundaron la revista Nature, a fin de controlar la información científica.

Sobre los virus y las bacterias

· En el cuerpo humano hay 10 veces más bacterias que células. Se reparten entre unas 10.000 especies diferentes.
· Concretamente, en el tracto digestivo hay unas 1.000 especies de bacterias, que sintetizan un gran número de vitaminas.
· En 1 ml de agua de mar se calcula que hay 1.000.000 de virus, entre 5 y 25 veces más que bacterias.
· En 1 gr de suelo seco se pueden encontrar, de media, unos 530 millones de virus y de 40 a 100 millones de bacterias.
· En 1967 unas bacterias fueron a la Luna por error, en la sonda Surveyor 3, y cuando volvieron a la Tierra, años después, pudieron ser revividas.
· Las colonias de bacterias de nuestro organismo están controladas por virus bacteriófagos ('comedores de bacterias'), generalmente conocidos como fagos, que regulan su equilibrio y controlan la población.
· Los científicos han descubierto gran número de fagos en casi todas las muestras de moco.
· En 1921, en Francia, se usaron por primera vez fagos para combatir enfermedades infecciosas.
· Hay 5 fagos por cada bacteria en la saliva de las encías, pero en la superficie de las propias encías la relación es de 40 a 1.
· En 1930, Stalin aplicó la terapia de los bacteriófagos para combatir la disentería entre los soldados del Ejército de la URSS.
· El 40% de los virus marinos tienen un papel fundamental en el intercambio genético entre microorganismos.
· Los fagos transmitidos por la saliva o los mocos protegen a las bacterias beneficiosas y destruyen a las dañinas.
· Un entorno estéril aumenta el riesgo de sufrir enfermedades.

fuente: http://www.20minutos.es/noticia/1960566/0/biologia/evolucion/darwinismo/#

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Otro más
Por Koba - Friday, Sep. 19, 2014 at 8:58 AM

Leer acá:
http://oreocarabus.blogspot.com.ar/2010/04/esta-entrada-es-una-respuesta-resumida.html

Nada más pernicioso que la seudo filosofías izquierdistas inmiscuyéndose en la ciencia... Ejemplo, Lysenko y sus PELOTUDECES, ya que el "artículo" menciona a Stalin.

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Darwin complica
Por avivol - Friday, Sep. 19, 2014 at 11:23 AM

a cristianos y zurdos por igual, por que? , porque se trata de entender la realidad tal cual es y no como "debería ser" pero al final como decía el Pocho "la única verdad es la realidad" no importa lo que creas sobre economia politica , al final aparecen un Den o un Gorba y todo vuelve a la normalidad , no importa cuan profundo entre el tsunami en el mar ... al final las aguas retroceden ....

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koba = avivol = conteston = policia
Por ULTRASONIDO - Friday, Sep. 19, 2014 at 9:49 PM

FUERA CARANCHOS!!!
RATIS, FUERA DE INDYMEDIA

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jeje
Por Brutus, bufón oficial de Cristina - Sunday, Sep. 21, 2014 at 12:32 AM

Y yo soy mudo, pero a la presi la divierto mucho, se ve que le causo ternura, jijijijijiiiiiiiiiiiiiiii

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jajajaa, un 10 ahi para ultrasonido
Por @@@@@ - Sunday, Sep. 21, 2014 at 7:05 AM

avivol y contestón, caranchos de fainá!!!!! juira

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superficial
Por buah - Sunday, Sep. 21, 2014 at 12:43 PM

Darwin -y el darwinismo, no veo por qué hacer una diferencia- buscaba explicar la evolución, no la vida. Naturalmente, la vida no se reduce a su evolución.
La evolución es un aspecto de la vida, fundamental, que era necesario explicar sin apelar a razonamientos teleológicos. Y Darwin logró hacerlo.

La idea de que el darwinismo no sería más que una apología de la competencia salvaje propia del capitalismo (siendo Darwin un hombre de creencias religiosas, es decir creencias pre- y anti-capitalistas en sentido ideológico estricto) es una superficialidad.

Es superficial porque deja de lado el mérito científico -explicativo- de la teoría de Darwin y, si llevamos a fondo el análisis, la malentiende lisa y llanamente.

El malentendido pasa por no comprender algo tan sencillo como fundamental: que en la teoría de Darwin la competencia no es la causa de la proliferación sino la su consecuencia. La proliferación, que resulta de una mejor adaptación, conduce a una competencia por los recursos naturales, etc.

Pensar la adaptación como metáfora de un cálculo de costos-beneficios no dice nada malo sobre Darwin, sino sobre el autor de la metáfora. Puede acusarse de apología del capitalismo a quienes se valen de esa metáfora (entre ellos, el crédulo científico reporteado más arriba) para dar apoyo a concepciones sociológicas reaccionarias, pero eso no es culpa de Darwin ni le quita ningún mérito.

En fin, oponer a una supuesta ideología "competitivista" otra ideología "colaborativista" no hace otra cosa que desviar una discusión que debería permanecer dentro del terreno científico hacia el campo de las preferencias ideológicas. El mejor camino para perder definitivamente el rumbo.

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si, claro
Por aviol - Sunday, Sep. 21, 2014 at 3:54 PM

pero que el ser humano es mas competitivo que colaborativo te lo demuestra este mismo sitio done la competencia de egos supera toda posibilidad de colaboracion , o no ? si esa naturaleza competitiva del ser humano se debe al selfish gene o a al barro con que se supone nos creo un dios judio o a otra teoria aun no desarrollada aun no es tan importante como la constatacion de que asi es nuestra NATURALEZA , te puede gustar o no, te podes convencer a traves de un analisis de la realidad o a traves de la realidad misma cuando intentando construir una sociedad colaborativa invariablemente termines con una competitiva... Den Xiaponing y Gobra no eran filosofos ni economistas como Marx y Engels debian trabajar con el mundo real y no con el de la ideas... ya viste cual fue el resultado ...

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qué soncera la tuya
Por buah - Sunday, Sep. 21, 2014 at 8:12 PM

La realidad tal cual es incluye además de la selección natural, a la simbiosis. Justamente, un hecho de "la realidad tal cual es" que menciona el reporteado más arriba es ése: que en el cuerpo humano hay menos adn humano que adn ajeno (bacterias de las que depende la vida humana).
La simbiosis vendría a ser una "colaboración". La cuestión es si este hecho está en contradicción con el darwinismo o no. En el terreno científico no lo está. Porque la simbiosis es un caso adaptativamente exitoso de parasitación, que es un caso particular de la predación, y todos estos son hechos perfectamente darwinianos, adaptativos. Para el predador, para el parásito y para el simbionte, el "oto" forman parte del "medio" al que se adapta con mayor o menor éxito.
Lo particular de la simbiosis es que la proliferación del parásito es eficaz porque promueve la proliferación del parasitado. Esto último, si se considera atentamente, se parece bastante al capitalismo. Si el capitalista puede vivir del obrero es porque permite la subsistencia del obrero. Si lo matara (como podía suceder en los sistemas esclavistas o asiáticos) perdería su propia fuente de valorización. La crisis del capitalismo puede entenderse como el fin de las condiciones para que esa simbiosis siga funcionando.

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EL triste resultado...
Por Comandante Brutus - Sunday, Sep. 21, 2014 at 9:52 PM

... una sociedad de lumpenes analfas (sin filósofos ni teóricos) escribiendo como "aviol".

In Brutus Veritas, Argentina Est.

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Certero el comentario de Xor
Por Setentista - Monday, Sep. 22, 2014 at 12:51 AM

Como siempre elevando el nivel de debate, aunque no se entienda una mierda de la ensalada de fruta que son sus comentarios.
Igual lo bancamos ya que nos ayudó a abrir el primer local de Espíritu Setentista (hoy Vaguardia Setentista).

Saludos al gente de Saavedra y Drago.

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jaja, tarde o temprano de vuelta al pago
Por Brutus - Monday, Sep. 22, 2014 at 10:46 AM

Naaa, por favor, Xor y Setentista (ex juan calvo), bien gerontos achacados, rengueando y con bastón post trosko "demodé". Los rebanco a muerte. Extrañabamos tanto aquellas discusiones estériles.

Bruta Música, maestro!!!

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Un par de precisiones para "buah"
Por avivol - Monday, Sep. 22, 2014 at 11:33 AM

En primer lugar tu observación de que "Darwin...buscaba explicar la evolución, no la vida" no es muy feliz, en realidad es casi lo contrario, la "evolución" es el mecanismo que Darwin propuso para explicar el fenómeno de la vida, o al menos de la existencia de las especies. Recordemos que el título de su obra es "Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural...". Hay que recordar que Darwin publica su obra casi un siglo antes del descubrimeinto del ADN, Darwin no se aventuró en una teoría que explique el surgimiento de la vida pero sí el de las especies originadas por divergencia a partir de especies anteriores en su adapatación al entorno, como ejemplificó con el pico de los pinzones de las Galápagos, a partir de una misma especie de pinzón que pobló las islas desde sudamérica la adapatación al ambiente de cada isla comienza por dar variantes o "razas" de la misma especie que con el tiempo "evolucionarán" a diferentes especies. El propuso que el mismo mecanismo de "selección" aplicado por los criadores de animales domésticos (el mismo fue criador de palomas,conejos ) era aplicado por la "naturaleza" en un proceso que el denominó "selección natutral". Sobre como surgieron las primeras o primer especie Darwin no se la juega aunque sí propone que la especie humana tienen ancestros comunes con los monos modernos. En segundo lugar estoy en total acuerdo con tu otra observación acerca de que "la idea de que el darwinismo no sería más que una apología de la competencia salvaje propia del capitalismo (siendo Darwin un hombre de creencias religiosas, es decir creencias pre- y anti-capitalistas en sentido ideológico estricto) es una superficialidad" . Em realidad la idea de la competencia por los recursos en la naturaleza y de la lucha por la sobreviviencia no es una idea Darwiniana, ya los "enciclopedistas" anteriores a Darwin tenían esa visión de la naturaleza (y de hecho cualquiera que se de una vuelta por cualquier parque e incluso jardín con ganas de observar un poco llega al mismo resultado) lo que sí es propio de Darwin es el concepto de que es esa competencia por los recursos es la que de alguna manera "selecciona" a los individuos simplemente porque los mas adapatados logran tener descendencia y "propagar" sus características. El problema que planta este artículo , que a mi juicio es bastante ridiculo se resume en su propio titulo ""El darwinismo convirtió la biología en una visión sórdida y cruel de la vida." Pensemos por ejemplo en una titulo similar pero aplicado a otras ciencias
"Newton y Kepler convitieron la física y la astronomia en una visión monárquica de los astros y sus movimientos" y salir con un delirante análisis de que la idea de un sol con los demas planetas girando alrededor en realidad es una apología de la monarquía absolutista al punto que a Luis XIV se lo denoimnaba el "Rey Sol" ... una boludez , los términos "cruel" y "sordido" atañen a la esfera de los acontecimientos humanos , es cruel la leona que se morfa a la cebra mas débil porque sabe (o intuye) que una sana le puede partir la mandíbula de una patada? , es cruel la madre pinguina que vi en Punta Tombo que le daba de comer a su pichon mas grande y dejaba morir al segundo porque no le daba la pesca para criar a dos pichones y preferia criar uno sano que dos medio pelo? en todo caso lo que es cruel es la pesca descontrolada en las aguas patagónicas pero no la pinguina ...en fin , continuando, ver el tema de la simbiosis como una "colaboración", no se pero vos mismo acalaras
"para el predador, para el parásito y para el simbionte, el otro forman parte del "medio" al que se adapta con mayor o menor éxito" por lo
e tanto no hay nada que contradiga al principio de la selección natural en el ejemplo, ahora extrapolar la idea de la simbiosis a la relaciones de producción en un sistema capitalista, ahi es mas jodido, hace mucho años leí un libro sobre "la via de las hormigas" donde el autor comparaba la colonia de hormigas con una economía socialista y llegaba a la conclusión de que la insistencia de las dictaduras socialistas en la igualdad total entre los individuos se debía a que buscaba reproducir las relaciones parentales de los insectos sociales, la hormiga sacrifica su vida en la defensa de la colonia porque comparte sus genes con todas las demas hormigas al ser hijas de la misma "reina", en una sociedad o colonia indifierenciada los individuos pueden sacrificarse por "el bien comun" porque en realidad se comportan como un único individuo, idea bastante zarpada aunque no por eso interesante y me fui al carajo.. por ultimo ,, cuidado con expresiones como "sistemas esclavistas o asiáticos", los tales sistemas esclavistas se desarrollaron en TODOS los continentes, son típicos de la civlizaciones eminentemente agricolas como Egipto, el Valle del Indo, Roma, los Aztecas, Incas , el sur algodonero de los Yankis o las plantaciones de caña en latinoamericay Oceanía, ya ves, de TODOS los continentes ...

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Una crítica conservadora
Por buah - Monday, Sep. 22, 2014 at 3:19 PM

Me imaginaba que le caería la ficha a alguno que recordara aquello de que “el estilo es el hombre”.

De los comentarios, no entendí cómo podrían elevar el nivel del debate intervenciones que son “una ensalada de fruta” y “no se entienden una mierda”.

Aparte de eso ¿por qué sería estéril esta discusión? Estériles me parecen comentarios como el que leí más arriba: “Y yo soy mudo, pero a la presi la divierto mucho, se ve que le causo ternura, jijijijijiiiiiiiiiiiiiiii” ¿Cuál sería la utilidad de esto?

En cambio, a mí me parece importante responder a un ataque contra el darwinismo. Y más si se trata de un ataque que requiere delimitación, porque posa de socialista (“colaborativista”), crítico del capitalismo, etc.

Sandín acusa al darwinismo de dogmático porque busca explicarse por variaciones al azar (una noción alejada de todo dogma, ya que un dogma necesariamente debe ser un principio preestablecido) y al mismo el propio Sandín parte del dogma idílico (pseudo-ecológico) de la armonía universal preestablecida, el equilibrio natural, bla bla bla, que uno hombres malos-malos perseguidores del lucro y vaya saber qué otras perversiones han echado a perder… con la aviesa contribución del hallazgo científico de Darwin!

La discusión de Sandín podría leerse como una prolongación de la que mantenían los “torys” (ancestros del conservadurismo inglés) contra los “whigs” (ancestros del liberalismo inglés). Estos últimos invocaban a una presuntamente armoniosa “sociedad orgánica” que habría sido destruida por la feroz competencia entre inhumanos perseguidores del lucro a toda costa. Los torys expresaban, de manera idealizada, una apología de las viejas relaciones sociales mientras los whigs representaban la introducción de las relaciones sociales y capitalistas y la forma de propiedad correspondiente. Por cierto, esta discusión estaba vigente en el siglo XVIII en Inglaterra (léase, si no, a Dickens), en tiempos cercanos a los de Darwin.

El “humanismo tory" (cuyo exponente más cabal debe haber sido Tomás Moro) a menudo ha sido tomado -por izquierdistas confundidos- como una crítica progresiva al capitalismo, cuando no es otra cosa que nostalgia conservadora de raíz cristiana, una trasposición del mito del paraíso original (actualmente en clave ecológica) en que reinaba la armonía (el equilibrio) hasta que junto con el conocimiento (la ciencia) surgió el pecado (la búsqueda del beneficio privado, la conciencia individual, etc.) y se inició la caída del hombre, la decadencia, etc.

Seguramente hay debates más importantes que éste, pero así como lo veo éste no me parece intrascendente.
Saludos.

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Elevemos el nivel
Por avivol - Monday, Sep. 22, 2014 at 3:39 PM

Esto de elevarse me hizo recordar un temita del Leo Masliah que comparto aca para la muchachada ...

Era un concierto de música culta
y renacían las fuerzas ocultas
de los antiguos maestros geniales,
de los eternos, de los inmortales.

Era un concierto, era el goce más fino,
era un contacto con algo divino.
Era solemne, era casi sagrado,
era un placer de lo más elevado.

Flautas, violines, trompetas, platillos,
sonaban entre corbatas, anillos,
entre bolsillos rellenos de plata,
entre las llaves de algún colachata.

Entre collares, pelucas, colgantes,
entre tapados de piel, entre guantes;
entre abogados y algún escribano
y dos o tres profesoras de piano.

La gente oía con mucho entusiasmo:
estaban todos al borde del pasmo.
Es que la música seria, la fina,
le pone a uno la piel de gallina.

Era profundo, era algo sublime.
Decime vos, si no es cierto, decime,
si el director a pesar de ser joven
no era la imagen del propio Beethoven.

Era el edén para los que asistían:
sonaba justo como ellos querían,
sonaba tan culto, tan elevado,
que tuvo un triste fatal resultado.

Porque de a poco la gente ascendía
bajo el efecto del arte, subía.
Iban en busca quizás de la altura
correspondiente a esa música pura.

Y las butacas quedaron vacías:
toda la gente subía y subía,
siempre más alto en el aire tomado
por aquel arte supremo elevado.

Mientras la orquesta seguía tocando,
toda la gente se iba estrellando
casi a la vez la cabeza en el techo,
quedaban todos los cráneos deshechos.

Y por la fuerza de los cabezazos
se fue cayendo el teatro a pedazos.
Toda la orquesta quedó sepultada,
quedó enterrada, quedó mutilada.

Y los oyentes seguían sin pausa
subiendo, pero ya por otra causa:
ya no era el arte que los elevaba,
era la Muerte que se los llevaba

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