El domingo 31 de agosto se llevó a cabo la ceremonia de la Pachamama en Punta
Querandí, territorio público, educativo, arqueológico y sagrado que se encuentra
en conflicto desde hace más de media década con los barrios privados, en el
límite de los partidos de Tigre y Escobar. Unas 300 personas participaron
de la jornada a orillas del Canal Villanueva y el Arroyo Garín, donde ofrendaron
alimentos en la Apacheta, compartieron una olla comunitaria y disfrutaron
un poco de música indígena.
El lugar conocido como Punta Querandí, el cual funcionó como parada de ferrocarril
hasta 1967 y contiene un sitio arqueológico indígena, no ocupa más de una hectárea,
pero es clave para la empresa EIDICO para poder cerrar su Complejo Villa Nueva,
de 11 barrios náuticos sobre casi mil hectáreas, y seguir avanzando.
A pesar de las pretenciones de la firma presidida por Jorge O’Reilly, ex asesor
de Sergio Massa, Punta Querandí pudo ser protegido en estos 5 años por el Movimiento
en Defensa de la Pacha. Y la existencia actual de este espacio permite su uso
diario por parte de muchísimos sectores sociales, populares y de los pueblos
indígenas, a pocos metros de donde se abre paso el “Nuevo Tigre”. Así es como
las empresas autodefinieron al extenso territorio que hasta hace pocas décadas
era en su mayoría bañado y que en los ’90 comenzaron a transformar en una zona
exclusiva de sectores pudientes, empresarios, políticos y deportistas exitosos.
El domingo 31 de agosto, tuvo lugar una nueva demostración de la importancia
que tiene Punta Querandí para la sociedad indígena y no indígena bonaerense.
Desde la mañana comenzaron a llegar en autos, moto, bicicletas y hasta a caballo
algunas familias de Punta Canal, el paraje donde se localiza Punta Querandí;
vecinos de las pueblos cercanos de Dique Luján (3.000 habitantes) e Ingeniero
Maschwitz (10.000); así como de distintos centros urbanos de Tigre y Escobar,
de otros partidos del conurbano y de la ciudad de Buenos Aires. Se destacó la
presencia de la comunidad qom Yechtkay de Ricardo Rojas, la comunidad toba Cacique
Ramón Chara, de Benavidez, y la familia guaraní Roa, de El Talar, todos ellos
vecinos del partido de Tigre. También, los artesanos wichí de Victoria, integrantes
del Aty Guasú Nación Guaraní de Buenos Aires que vinieron desde San Fernando
y Moreno, y del Ciclo Reencuentro con Pueblos Originarios de la Universidad
General Sarmiento (San Miguel). Además, participó la funcionaria Gabriela Comuzio,
del Consejo Provincial de Asuntos Indígenas, el organismo del gobierno bonaerense
que atiende los reclamos de los pueblos originarios.
En declaraciones a El Visor Boliviano, el referente kolla Mario Barrios, vecino
de Hurlingham, quien guió la ceremonia y es integrante de ORCOPO (Organización
de Comunidades de Pueblos Originarios), expresó: “Los pueblos indígenas ya reconocen
Punta Querandí como sitio sagrado, falta que lo reconozca el Municipio de Tigre
y el Estado, todavía siguen con la mentalidad colonizadora, siguen negando los
derechos de los pueblos indígenas. Lo que están haciendo estos jóvenes incansables
del MDP tiene mucho valor, se nota que tienen mucha fuerza y conciencia para
seguir aguantando todo esto, debemos acompañarlos”.
En el salón comunitario instalado desde el 2010 en la calle Brasil, uno de
los accesos de Punta Querandí, se cocinó con la colaboración de muchas personas,
con la coordinación de Alba Chaile, originaria Kilme y responsable en la Provincia
de Tierra del Fuego del Museo Yámana. Una vez lista la comida, se formó un círculo
en el interior del terreno en conflicto, donde antes de comenzar la ceremonia
-que llevaron adelante Mario Barrios y Juana Ajhuacho Susaño-, dieron la bienvenida
Valentín Palma Callamullo, vecino del paraje Punta Canal y perteneciente al
pueblo quechua, y Alejandra Gette, vecina de Garín y docente de historia, quienes
contaron las últimas novedades de la lucha.
ULTIMOS ACONTECIMIENTOS
A fines de junio, el Concejo Deliberante de Tigre declaró de interés municipal
y sitio de la memoria la intersección de la calle Brasil con el Canal Villanueva,
luego de la propuesta de la Comisión Ana María Martinez, integrada por ex compañeros,
familiares y amigos de una militante secuestrada y asesinada por la última dictadura
militar, cuyo cuerpo apareció en Punta Querandí en 1982. Este reconocimiento
da fuerzas para volver a insistir a las autoridades que reconozcan todo este
terreno por la importancia cultural, educativa y sagrada que posee.
La reacción de EIDICO no se hizo esperar: avanzó instalando un muelle que “invade”
la costa pública de Punta Querandí, y que en realidad tenía como objetivo atravesar
el Canal Villanueva de costa a costa de manera de cerrar el acceso a este curso
de agua, que sirve de ingreso a los countries Santa Catalina, San Benito y San
Marco, pero que viene de aguas nacionales por lo que Prefectura Naval de Dique
Luján advirtió que no pueden privatizar este brazo del Río Luján.
Luego de esto, una de las empresas de O’Reilly, San Atanasio SRL, se presentó
en un juicio que lleva adelante la Fundación Ambientalista Pro Tigre contra
EIDICO por daños ambientales y arqueológicos. San Atanasio alegó ser dueña de
Punta Querandí y solicitó no sólo alambrar el predio sino también identificar
a los miembros del Movimiento en Defensa de la Pacha, que en palabras de la
empresa actuarían de forma “violenta” y “por fuera de la ley”.
GRAN PARTICIPACIÓN
Además de los ya nombrados, estuvieron presentes vendiendo sus verduras los
miembros de La Chajcrita, emprendimiento de huerta y granja que llevan adelante
el Movimiento en Defensa de la Pacha y Flor de Huerta en el Paraje Punta Canal;
también estuvieron de la Sociedad de Fomento “2 de Abril” de La Paloma, de Patria
Grande Escobar, Cooperativa de Mujeres de Barrio Lucero (afectado por Nordelta),
la Asamblea Vecinos Inundados de Tigre y UP Tigre.
Los grupos scout de la zona norte han participado y siguen participando de
la lucha de Punta Querandí, colaborando con el cuidado del lugar. En esta actividad,
se acercaron los grupos “Exodo Jujeño”, de Don Torcuato, y la Comunidad Rover
Juan Pablo II, que funciona en la Parroquia Nuestra Señora de Aránzazu de San
Fernando.
Las bandas de sikuris Cunca Huayra, de Lanús y Vientos de Manuá, de Punta Querandí,
junto a otros músicos que vinieron con sus charangos y guitarras, aportaron
la música antes, durante y después de la ceremonia.
De esta manera, cerró una de las mayores convocatorias de estos 5 años de lucha,
reafirmando una vez más: ¡Punta Querandí resiste!