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Leonardo Gómez: “no es solo el caso Solano hay muchos casos que nadie conoce”
Por La Retaguardia - RNMA -
Friday, Nov. 14, 2014 at 9:58 AM
(Por La Retaguardia)
Al igual que Daniel Solano, Leonardo Gómez viajó desde
Salta para trabajar temporalmente en Río Negro, en la cosecha de
manzanas. Gracias a la ayuda de un guardia pudo escapar y hoy vive en
la misma Iglesia de Choele Choel que Sergio Heredia, el abogado de los familiares
de Solano. En
diálogo con La Retaguardia, Gómez -que pertenece a una familia de
empresarios de Buenos Aires- relató su experiencia, confirmando que a
tres años de la desaparición de Daniel, la explotación en Expofrut
continúa. Además, Heredia sumó nuevos elementos surgidos de su propia
investigación.
Leonardo
Gómez en el acampe por los
3 años de la desaparición de Solano.
“Yo en ese momento
estaba con poco trabajo y me ofrecieron ir al sur por una buena
cantidad de dinero, entonces me cerró. Nos prometieron una plata y
pensé en esforzarme dos meses y hacer una diferencia; por más que uno
tiene estudios a veces las circunstancias te hacen trabajar de lo que
hay. En aquel momento yo estaba en Orán, Salta, y vino una persona y me
dijo que iban a ir para la época de la manzana, a Expofrut, que pagaban
300, 500 por día; entonces me daba como 40 lucas los dos meses. Así es
que terminé ahí. Después cuando llegamos era algo totalmente contrario
a lo que nos ofrecían”, explicó Leonardo Gómez en relación a cómo se
dio su viaje a Río Negro como trabajador golondrina.
“Nos habían prometido
que cuando llegáramos –continuó– nos iban a dar 600 pesos en efectivo
más 200 pesos en tickets como para comprar alimentos hasta el día 5 que
cobrábamos. Ya cuando llegamos nos dieron solamente los 200 pesos de
tickets, nunca nos dieron el efectivo. Los 300 o 500 pesos que nos
habían prometido se hicieron 196, 198 pesos más las plantas, ahí
tampoco se cumplió lo que habían dicho. Nos empiezan a pagar 3 pesos
por planta y ahí ya era un abuso total. O sea que de lo que prometieron
nada se cumplió”.
Tema prohibido
Antes de
llegar al sur, Leonardo Gómez no conocía el caso de Daniel Solano: hoy
cree que podría haber corrido su misma suerte: “me entero creo que el
segundo día que estaba en los campos, me lo comenta una persona de
seguridad y me dice que ni lo mencione porque no se puede hablar de ese
tema, es como un tema tabú, prohibido”.
A los pocos días de
haber llegado, Gómez tuvo un accidente y fue a ver al encargado del
lugar: “un tal Cristóbal, yo había tenido un accidente hace unos años y
había tenido una discapacidad por la medicación que tomo y este
Cristóbal ve que tenía un carnet por discapacidad y se empieza a fijar
en mi legajo y me pregunta qué hacía ahí, cómo había llegado a trabajar
ahí, teniendo estudios o con las posibilidades que por ahí tiene uno, y
al tipo ya no le gustó nada eso desde el primer momento. Yo estaba muy
dolorido, no me llevaron al médico ni nada, me llevaron directamente a
las gamelas que son como los dormitorios, donde se dividen los muros
por durlock y se hacen habitaciones, y da la orden a la gente
de seguridad que no me dejen salir del predio. A todo esto, yo tenía
que hacer un viaje a Neuquén a retirar medicación para mi columna por
el accidente que había tendido antes. Voy igual a Neuquén, y cuando
vuelvo esta persona Cristóbal había pensado que me había escapado, no
sé... porque en mi cabeza no se me ocurría nada malo; esta situación
todavía no la termino de asimilar. Y cuando llego de Neuquén, se enojan
mucho y me encierran en un cuarto, tenía que hacer mis necesidades ahí,
no tomé agua por dos días, absolutamente nada”, describió en el diálogo
con La Retaguardia.
Leonardo Gómez pudo
escapar de allí gracias al mismo guardia que le había contado sobre el
caso de Daniel Solano: “me dijo que me vaya de allá y me vaya directo a
Choele Choel donde está el doctor Heredia, me dijo: ‘no hables con
nadie, andá a verlo a él nada más’. Me vine a dedo hasta acá y me
encontré con el doctor Heredia que la verdad que me contuvo un montón,
junto al padre de la Iglesia, la gente de Gendarmería (que custodia a
Heredia por las amenazas que recibió). La verdad que si no hubiera sido
por ellos, hubiera estado en una situación emocional mucho más
complicada”.
Gómez describió su
experiencia en Expofrut como de una “des-humanidad terrible. Jamás en
mi vida pensé que sucedía esto, yo estaba encerrado en el cuarto y en
mi cabeza todavía esperaba a que viniera el médico, yo no tenía un mal
pensamiento. Los demás (trabajadores) vivían lo que pasaba ahí adentro
como una cuestión de violencia pero lo vivían como algo normal. Más que
nada con el trato con los chicos aborígenes que venían del norte, los
traía una empresa tercerizada, que le dicen la cooperativa, ellos por
ahí recibían un maltrato más grande; es más estuvimos cinco días sin
comer, con mate cocido y algún pedazo de pan, y encima le decían a esta
gente que agradezca lo que tenían para tomar y comer en la mesa, una
cosa que a mí se me caían las lágrimas... y los chicos son muy
inocentes en muchas cosas, y da una pena que se abusen así. La verdad
que es una experiencia muy fea”.
Vulnerabilidad
Al relato de
explotación, maltrato y violencia, Gómez sumó un elemento más: la
droga. Aseguró que "hay toda una cuestión alrededor con el tema de la
cocaína dentro del predio. Los delivery de cocaína son como algo
bastante habitual, y la gente ahí termina gastándose el sueldo en eso
porque venían con un cuaderno como el del almacén y ponían: Leonardo
Gómez 2, X 1, van sumando y después cuando van a comprar los acompañan.
Y el tipo capaz no termina de trabajar el mes por la droga. Yo vi todo
ese circo, porque no se preocupaban ni por disfrazar el asunto, se
hacía muy deliberadamente. No importaba si alguien veía o no porque son
todos iguales, están todos ahí adentro. Después de todo lo que veía, yo
seguía sin pensar nada malo. Es como que me pasaba de tonto”.
En este punto, Gómez
remarcó que nadie está preparado para estas cosas: “así como me
agarraron a mí, a cualquier persona le puede pasar. Cuando me
ofrecieron el trabajo, vino una persona bien, hablamos, tuvimos dos
reuniones, no es que fue al boleo, entonces cualquiera está expuesto.
Justamente buscan esa situación psicológica, porque de esa manera es
mucho más fácil manejarlo, gente que sea inocente o que no tiene
preparación, entonces buscan sobre todo personas de comunidades
aborígenes porque los pueden manejar mucho más fácil”.
Es decir, buscan
cualquier persona que esté en una situación de vulnerabilidad,
cualquiera sea la situación, incluso el propio Leonardo que pertenece a
una familia de grandes empresarios de Buenos Aires: “por eso cuando yo
me lastimo, la persona que se da cuenta de que tenía estudios y demás
se pone tan agresiva –afirmó al respecto–, porque era algo que no
esperaba. No sabía cómo manejarlo y por eso me dejó de movida preso en
el circuito interno. Me encerraron porque no sabían cómo manejarlo. Y
yo creo que si no hubiera sido por este tipo de seguridad, no habría
escapado de todas las cosas que pasan ahí adentro, porque no es solo el
caso Solano hay muchos casos que nadie conoce”.
Leonardo Gómez continúa
viviendo en la Iglesia junto al abogado Sergio Heredia, pero no sabe
hasta cuándo se quedará en Choele Choel. De algo está seguro: tras tres
años de la desaparición de Solano, la impunidad sigue. “La semana
pasada se cumplieron los tres años de la desaparición de Solano y
pasamos la película, pasaron tres años y sigue todo igual. Sigue la
misma impunidad y nadie hace nada con nada”.
El testimonio de Gómez
es muy importante no solo por lo que vivió y puede contar, sino también
como síntoma de que, a pesar de la visibilidad que se la ha dado al
caso de Daniel Solano, sobre todo en los medios de comunicación
alternativos y comunitarios y al trabajo que lleva adelante el abogado
Sergio Heredia, sigue la misma explotación y el mismo maltrato, incluso
en la empresa denunciada.
**
Sergio Heredia:
“esto es México"
Tras la entrevista con
Leonardo Gómez, volvimos a dialogar con el abogado Sergio Heredia,
quien había estado hacía pocas horas en la localidad rionegrina de
Chimpay.
“Fui por la muerte de un
chico por sobredosis de cocaína –explicó el letrado a La Retaguardia–,
vamos a ayudar a la familia, porque el chico de 17 años muere en la
casa del secretario general de UATRE, el señor (Sergio) Herrera. La
hija del señor Herrera era secretaria de Agrocosecha, hoy es policía.
Los hijos de Herrera también eran empleados de Agrocosecha. La madre
del chico muerto fue a la policía para hacer la denuncia, les dijo que
su hijo estaba hacía un mes en esa casa consumiendo. No le tomaron la
denuncia y el chico murió de sobredosis. La policía caratuló como
suicidio, empecé a intervenir yo y ahora es muerte dudosa. Este chico
desde los quince fue golpeado en la comisaría de Chimpay, ahí en
Chimpay hay dos detenidos por el caso Solano. La situación nuestra es
extrema. Estoy viendo el peligro que tenemos nosotros aquí y no pasa
nada porque me hice una persona conocida, saben que tengo custodia de
Gendarmería, pero esto es México”.
Heredia además ratificó
las denuncias de Gómez, como la venta de droga dentro del propio predio
de Exprofrut: “entra el delivery de cocaína para los norteños, los
inscriben, les pagan, le dan la cocaína y le descuentan al mes. Eso ya
está denunciado hace dos semanas en la justicia federal. Obviamente que
el tema de la droga pertenece a todos los gobiernos, viene de años.
Empecé a hablar con la gente de Chimpai y me dijeron que al fondo es
toda una cocina de cocaína, entonces ¿cómo van a denunciar si la
policía es la que distribuye? Todo el acopio de cocaína de Choele se
hace en la alcaidía”, agregó.
También se refirió a las
denuncias realizadas por los trabajadores de la cosecha, bajo su
asesoramiento: “los chicos que hoy están cultivando cereza y son de Río
Negro ganan 290 pesos por día, ¿por qué entonces un norteño gana 130?
La gente de Orán que es la que viene con Leonardo se subleva y nos
viene a ver, hicimos un planteo y tenemos una audiencia en estos días,
y ya reconoció Expofrut que liquidó mal. Esta es una guerra donde
estamos totalmente solos. Acá tendría que estar derechos humanos de la
Nación, la secretaría de Trabajo de la Nación, porque tienen
competencia, entonces uno se da cuenta de que estamos solos ante este
tema, y lo que sí hay es un gran consenso y un gran apoyo, aunque con
mucho temor, de la sociedad”.
Respecto a la causa por
la desaparición de Daniel Solano, Heredia agregó un nuevo dato: “me
entero estos días que hay un concejal de Chimpay, con su señora, que
estuvo esa noche (que desapareció Solano) en el boliche (Macuba, donde
fue visto por última vez). Lo buscamos en las fotos, los encontramos,
resulta que este concejal tenía el negocio de tener una Trafic, llevaba
a los chicos a bailar y les cobraba 20 pesos. ¿Por qué no declaró? Ya
no tenemos ninguna duda de que Solano estuvo en la comisaría, ya lo
pude comprobar también, como esto es chiquito, con una cosa que
nosotros hacemos vamos descubriendo otra, entonces la gente con el
trabajo que estamos haciendo se anima y nos cuenta. Si no hubiéramos
estado nosotros acá, este caso no se hubiera resuelto nada porque hay
un temor terrible a la policía”.
"Prefiero que me maten en
Choele y no en Tartagal delante de mi hijo"
Sergio Heredia
sabe que investigar estos delitos y dar con los responsables es
peligroso: “le dije a mi familia que no creo que vuelva, yo sé que me
voy a quedar acá, porque prefiero que me maten acá y no en Tartagal,
porque esta es una banda de narcotraficantes. Me puse a pensar que si
no meto a estos tipos presos me van a matar en Tartagal porque es una
banda del norte al sur. Y prefiero que me maten en Choele y no en
Tartagal delante de mi hijo o con mi hijo. Esto me lo van a hacer pagar
y prefiero que sea en Choele. Me di cuenta que de acá no salgo, pero
vamos a hacer lo imposible, está todo filmado, mi trabajo está
distribuido en varios lugares, así que si pasa algo, la gente con el
tiempo lo podrá analizar”.
Heredia filma y
documenta cada paso que da, prácticamente todo ese material puede verse
en internet, y aunque sabe de los peligros que corre y tiene noción de
los intereses que está atacando con su investigación, está convencido
de seguir adelante y hasta se muestra confiado en que al final probará
sus denuncias.
Leonardo Gómez: “no es solo el caso Solano
hay muchos casos que nadie conoce”