El día que l@s zapatistas nos abrieron el corazón… : Argentina Indymedia (( i ))

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El día que l@s zapatistas nos abrieron el corazón…
Por Vale Indymedia Córdoba/RNMA - Thursday, Nov. 20, 2014 at 12:30 PM

Porque así fue, ¿y cómo contarlo?

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Aquellos fueron los días en que l@s zapatistas nos abrieron el corazón, el suyo y el nuestro. Desde hacía 20 años veníamos sintiendo sus latidos rebeldes, escuchando sus pisadas autónomas, sus reclamos simples, justos e imprescindibles y por ello solemnes, mirando sangrar sus venas abiertas, más que abiertas, acompañando sus palpitaciones y luchas, pero esta vez y luego de 31 años desde la insurgencia en 1983, noviembre 17, l@s zapatistas nos abrieron el corazón, el suyo, sólo para abrirnos el corazón, el nuestro. Y esta vez pudimos sentir desde cerca, desde dentro, bien adentro, el corazón mismo de sus comunidades, los Caracoles, de l@s compas bases de apoyo, de la selva, los caminos, los ríos y la milpa. Y allí latimos sus latidos, sus propias formas de vida en resistencia, sus arterias desobedientes, los dolores y rabias frente al despojo de la ‘civilidad’ capitalista, las válvulas de escape al neoliberalismo, las líneas de fuga hacia la autonomía, el amor y la libertad.

La emoción amanecía con un “Compa: Reciba los saludos de las mujeres, hombres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Es un honor para nosotros el invitarlo a que participe como estudiante, estudianta o estudiantoa, en el curso de Primer Nivel de ‘La Libertad según L@s Zapatistas’ en el año del 2013. Le pedimos por favor que nos haga saber si acepta nuestra invitación, y en cuál de las modalidades le conviene tomarlo. Vale. Salud y que tod@s aprendamos a ser mejores seres humanos. ¡Libertad! ¡Democracia! ¡Justicia! Desde las montañas del Sureste Mexicano. Subcomandante Insurgente Moisés y Subcomandante Insurgente Marcos”.

La Escuelita Zapatista en su Primer Nivel albergó alrededor de 7 mil personas, entre agosto y diciembre de 2013 y enero de 2014. El Estado de Chiapas, en el sureste mexicano, se vio teñido de lenguas, ideas, cuerpos, manos, pisadas y corazones diversos, sintientes-pensantes, buscadores-constructores de otros mundos posibles atraídos por la inquietud, la sorpresa y el deseo de adentrarse en estos otros mundos ya existentes, las comunidades y bases de apoyo zapatistas.

Largo el recorrido inicial que empezaba a agrietarnos en nuestras propias fisuras. La epopeya comenzó con los festejos del 20º Aniversario del Alzamiento Zapatista la noche del 31 de diciembre de 2013. Del aeropuerto directo a Oventic, Caracol II, para presentarnos en el ingreso a poco de las 21:00 hs y solicitar autorización para adentrarnos en los festejos. Justo a tiempo empezamos a caminar cuesta abajo entre el lodo, la llovizna y más de 2 mil personas que allí nos encontramos en un nuevo aniversario de la insurrección zapatista. Una más pero esta vez con un tinte de particularidad: eran los festejos por los 20 años de digna rebeldía conmemorando el 1º de enero de 1994 cuando el EZLN declara la guerra al ejército nacional mexicano.

Emocionante encontrarse por vez primera con est@s compas que ocultan sus rostros para ser vist@s, que callan sus voces para que les escuchemos y que antes habíamos visto y leído en libros, fotos y documentales pero ahora la historia tenía sonidos, olores y sabores que se disfrutaba en vivo y en directo sin mediaciones de la palabra impresa ni de imágenes registradas.

Allí, en el playón del Caracol II comenzaron a vibrar las voces con la entonación del himno nacional seguido del zapatista y su invitación a la lucha insurrecta. A continuación, la lectura del comunicado por los 20 años del Alzamiento del EZLN pronunciado por la Comandanta Hortensia:

"Compañeros, compañeras bases de apoyo
Integrantes de los Consejos Autónomos
Autoridades locales y Juntas de Buen Gobierno
Compañeros, compañeras insurgentes y milicianos, donde quiera que se encuentren
Hermanos y hermanas, compañeros, compañeras nacionales e internacionales
Participantes y no participantes de nuestra Escuelita Zapatista que nos honran con su presencia:

En todos los Caracoles Zapatistas se han concentrado nuestros pueblos para celebrar el 20 Aniversario de nuestro levantamiento armado como Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Hoy, 1º de enero del 2014, estamos cumpliendo 20 años de estar en guerra en contra de un sistema social injusto representado por los tres niveles de malos gobiernos -municipal, estatal y federal-, que son fieles títeres del neoliberalismo, principal causante de las grandes injusticias que padecemos millones de seres humanos de nuestro país y en todos los países del mundo.

Los grandes neoliberales, que se consideran señores y dueños del mundo, ellos planean y deciden el destino de la humanidad. Por eso los malos gobernantes de nuestro país, ambiciosos de poder y de dinero, hacen todo lo posible por saquear y destruir la riqueza de nuestro país, por entregar a manos extranjeras la vida y el destino de nuestra patria privatizando los recursos naturales y todos los servicios sociales. Y por hacernos creer que apoya a los pueblos, pide más préstamos con sus amos y de esta manera aumenta más la deuda eterna de nuestro país. Y en cambio a esos que se dicen gobiernos se enriquecen más y más a costa del pueblo mexicano.

A los pueblos indígenas de nuestro país hay que despojarlos de sus tierras y de sus recursos naturales, hay que desplazarlos de su pueblo de origen, hay que someterlos, hay que encarcelar o desaparecer a sus dirigentes. Y a los zapatistas hay que hacer todo lo posible por perseguirlos, por atacarlos en todos los aspectos, con el fin de debilitar y destruir su organización y su lucha por la construcción de su autonomía.

(…)Hace 25 y 30 años éramos totalmente engañados, manipulados, sometidos, controlados y olvidados. Sumidos a la ignorancia y a la miseria. Pero hace 20 años, como estas fechas dijimos ¡Ya basta! Hasta aquí hemos llegado, hasta aquí hemos aguantado y ya nunca más una patria sin nosotros. Y así nos dimos a conocer ante la nación y ante el mundo, que existimos y aquí estamos.

Hace 20 años no teníamos nada, ningún servicio de salud ni educación que sea del pueblo. Ningún pueblo puede nombrar su propia autoridad si no es reconocido o controlado por los partidos.

Ningún pueblo puede destituir su autoridad, cuando no cumple con su deber y obligación, como cuando se vuelve manipulado y corrupto, porque está respaldado por los gobiernos oficiales, estatal y federal, es decir, no existía ningún nivel de autoridad que sea realmente al servicio del pueblo. Pero ahora nuestros pueblos cuentan con su gobierno autónomo a nivel local, municipal y de zona. Bien o mal que se haya hecho pero es la decisión y voluntad del pueblo de elegir a su propia autoridad y quitar de su cargo cuando es necesario. Nuestros pueblos han empezado a vivir y a gobernarse con sus propias formas de pensar y de entender como lo hacían nuestros padres y abuelos. Es decir, hemos empezado a vivir la autonomía y la libertad según los y las zapatistas.

(…)Para enriquecer y fortalecer nuestra resistencia, nuestra autonomía y nuestra lucha, nos encontramos los pueblos y zonas zapatistas para compartir nuestras ideas y nuestras experiencias. Así, entre todos tratamos de mejorar nuestros trabajos y corregir nuestros errores. Para que nuestros hermanos y hermanas de nuestro país y del mundo conozcan y vean nuestros pequeños esfuerzos y humildes experiencias. Tratamos de compartir con ellos y ellas a través de la Escuelita Zapatista, donde nuestras bases de apoyo son las que hablan de su vida, de su historia, de su trabajo, de su resistencia y de su lucha.

(…)Hay miles de hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos de todos los sectores, de todas las razas, de todas lenguas y culturas de los diferentes países del mundo que están dispuestos a luchar por construir un mundo mejor donde quepan muchos mundos, donde reine la libertad y la justicia que hoy reclama la humanidad.
Tenemos las mejores armas para combatir contra el mal, para luchar contra la muerte y construir la vida nueva para todos. Nuestras armas son la resistencia, la rebeldía, la verdad, la justicia y la razón, que está a nuestro lado.
Ahora es el tiempo de fortalecer y globalizar la resistencia y la rebeldía. Porque sabemos que esos mentirosos, ladrones y criminales que se dicen gobiernos nunca dejarán de atacarnos, nunca dejarán de perseguirnos, nunca dejarán de encarcelarnos. Y tratarán de acabarnos y borrarnos de la historia. Pero no podrán porque nuestra lucha tiene su causa justa: democracia, libertad y justicia.

Desde Oventic, Caracol II, Resistencia y Rebeldía por la Humanidad, Zona Altos de Chiapas, México, 1 de enero de 2014".

Al término de la lectura del documento, otros dos compas insurgentes compartieron el mensaje en tzotzil y en tzeltal, lenguas ancestrales vivas preservadas y habladas entre tantas otras por las bases de apoyo zapatistas como acción política directa dentro de la resistencia cultural.

Y una vez finalizada la formalidad, bailamos bajo la lluvia al son de los corridos de la orquesta ‘Los Originales de San Andrés’, saboreamos las primeras delicias rebeldes: café orgánico y maíz no transgénico, y después de varias horas de baile nos hicimos un lugarcito entre otr@s compas y mochilas en el auditorio cuyo piso olía a hojas recién cortadas de pino fresco.

Al amanecer, desayuno autónomo y soberano entre las montañas mientras nos despedíamos del Caracol II después de recorrer las tiendas de artesanías de las mujeres, la clínica, la tienda de abarrotes y la cooperativa de calzado. De Los Altos bajamos a San Cristóbal de Las Casas para continuar con la inscripción de la Escuelita en el CIDECI. Una tarde citadina, en el otro mundo, el capitalista.

Al día siguiente ya comenzamos a adentrarnos en los tiempos y territorios zapatistas. Como caracol@s, avanzamos lento pero seguro hacia los destinos que nos fueron designados como alumn@s de la Escuelita. Por esta parte, el Caracol V Roberto Barrios, Caracol que habla para tod@s, al norte de Chiapas. En horas del mediodía partimos al destino y al cabo de casi ocho largas horas de recorrido surcadas por el frío y la lluvia del invierno chiapaneco, llegamos al Caracol ya de noche junto con un convoy de redilas que nos transportaban sin pausar en su trajín. La recibida fue el inicio del camino del des-aprendizaje rebelde. Cientos de compas base de apoyo, la Junta de Buen Gobierno, el CCRI, l@s maetr@s y votan@s de la Escuelita, niñ@s, jóvenes y ancian@s comenzaron a aplaudir, a aplaudirnos, a clamar las consignas, sus históricas reivindicaciones, sin dejar de aplaudirnos estrujándonos el corazón hasta las lágrimas mismas, hasta que l@s más de 500 alumn@s ingresamos por el camino de bienvenida hasta el auditorio principal. Apapachos para nuestros cuerpos ajetreados. Sin dudar ni pestañar empezamos a aplaudir, a aplaudirl@s con la mirada empañada, acompañando la enorme emoción y felicidad de poder estar ahí sintiendo aquello que sentíamos y sabiendo que no somos nosotr@s quienes merecemos los elogios sino l@s compas zapatistas y sus corazones rebeldes, dignos, heroicos.

Unas palabras de bienvenida, café orgánico, tortillas y frijoles, y el asombro y encanto de conocer la Junta de Buen Gobierno tan numerosa como diversa y a l@s maestr@s de la Escuelita Zapatista alistad@s para comenzar una nueva presentación, la tercera desde agosto del 2013 y por ahora, la última. Luego, el momento de la inscripción y de conocer a nuestr@ votán, el o la compa zapatista con quien compartiríamos los 5 días de des-aprendizajes, nuestr@ maestr@, nuestr@ guía, nuestr@ cuidador-a.

Y así comenzaron nuestros corazones a adentrarse en el recorrido de la digna rabia y la rebeldía zapatista. Éramos much@s sí, y de distintas partes del mundo, el otro, también pero con la misma convicción: vivir el zapatismo, sentir sus convicciones, conocer sus pulsiones, sus vidas, historias y luchas en primera persona, en vivo y en directo sin mediar fotos, videos, libros ni audios, pero como persona en colectivo tan grande como las comunidades mismas y los deseos de estar allí en sus territorios rebeldes, sus montañas, ríos, valles, caminos y milpas, productivos, clínicas y escuelas, reconociendo la oportunidad histórica de por primera vez en los 30 años de existencia poder adentrarnos en el corazón de los otros mundos zapatistas.

Después vino el descanso durante la noche ya acompañad@s de nuestr@s votanes con un intervalo en la madrugada para recibir con igual intensidad a otr@s compas alumn@s de la Escuelita que llegaban en el segundo convoy de redilas. A la mañana del segundo día y luego del café, los frijoles y las tortillas, llegó el turno del resumen presentado por l@s maestr@s. Empezó nuestro des-aprendizaje sobre la autonomía, la libertad y la resistencia. Más tarde, al mediodía, la partida a la comunidad que nos fue asignada dentro del Caracol V. Por aquí, un bien lejana… Más viento, frío y lluvia durante el camino y a la medianoche la llegada a nuevas tierras rebeldes. Fuimos una veintena entre alumn@s y votan@s para esos lares pero sólo tres continuamos hasta la última estación con nuestr@s compas votan@s mientras que la mayoría descendió en una comunidad anterior.

Al detenerse el motor de la redila, varios compas nos esperaban de pié a la orilla del camino bajo la lluvia, con sus pasamontañas, nylons, botas y linternas. Antes de bajar nos calzamos también nosotr@s las botas, list@s para adentrarnos por el sendero en la oscuridad a no se sabe dónde. Y otra vez la emoción nos estremeció. Sendero de lodo que más que sendero era curso de arroyo. El agua adentrándose entre las ropas. La luz de las linternas indicándonos el recorrido. Subidas y bajadas, piedras, ahora sí un arroyo bien crecido. ¿Nos volveremos a caer y esta vez entre sus aguas? La negritud a un costado indicaba que estábamos alto y por allí bajábamos y rodábamos cual niñ@s aprendiendo a andar. Y nos mirábamos riéndonos cómplices al reconocernos des-aprendid@s para las montañas y ni qué decir para la milicia. Con estos cuerpos… ¡la revolución está perdida!

Durante 3 horas caminamos junto a la lluvia y el silencio en la noche. Al llegar, la comunidad entera de pié nos recibió estrujándonos nuevamente el corazón con renovados aplausos, cánticos, una manta pintada, velas encendidas y la mesa lista llena de sabias y reparadoras comidas. Del otro lado de la mesa, l@s niñ@s asomando sus pestañas apenas sobre la madera curioseando, curioseándonos, debajo de sus pasamontañas. ¡Ganas de abrazarles y comerles también a ell@s! A su lado hombres, mujeres, jóvenes y ancian@s, la comunidad entera recibiéndonos a la madrugada. Un compa nos dio la bienvenida. De nuestra parte, pedimos la palabra para agradecerles por recibirnos así, con sus corazones abiertos y para decirles que era un gran honor poder estar allí, en su comunidad sabiendo que la zapatista es un ejemplo de lucha para el mundo entero. Y otra vez la emoción, hasta las lágrimas. Compartimos la cena y luego llegó el turno de la orquesta. Algunos jóvenes de la comunidad pusieron música a la velada y acompañados por el guitarrón y las guitarras entonaron historias de rebeldías y de hostigamientos padecidos desde la clandestinidad hasta la lucha por estos días. Cuando la recibida terminó cada votán con su alumn@ nos adentramos otra vez por los senderos, el lodo y la lluvia hasta llegar a la vivienda de una familia zapatista junto con quienes compartiríamos los tres días venideros entre lecturas de estudio, trabajo en la milpa, visita a la escuela y la vida cotidiana de la familia.
Y así llegamos al corazón mismo de la resistencia.

Amanecían el frío y la lluvia en el primer día con la comunidad. La familia ya había madrugado, la comida estaba en curso. Con la compa votana nos alistamos y pronto nos sumamos a la elaboración de las tortillas. A mano molimos el maíz, a mano estiramos la masa, y también a mano la cocinamos en el fogón. Así ya estábamos listas para empezar con las lecturas de estudio de los cuadernillos. Por la tarde y luego del almuerzo, nos reencontramos con l@s otr@s compas y votan@s en la escuela de la comunidad donde l@s niñ@s y promotor@s de educación nos recibieron para compartir algunos juegos y canciones.

El segundo día amaneció con el sol. Felices las miradas y las montañas. Hermoso paisaje y más aún saber que seguíamos en territorio rebelde con el café orgánico secándose afuera. Tres días de plena soberanía alimentaria. Sabores, olores, texturas por primera vez sentidos. La selva estaba ahí y nosotr@s dentro de ella. L@s niñ@s jugando, trepando árboles, riendo sin soltarnos el rastro, con la mirada atenta y fija, con la mirada zapatista haciéndonos saber que éramos bienvenid@s y que disfrutaban con nuestra presencia. A la tarde conocimos la milpa, el trabajo colectivo de la comunidad, en una de las laderas de las montañas.

También la lluvia amaneció con el tercer día, otra vez. Sintiendo ya los aires de despedida nos levantamos temprano con la compa votana para retomar las conversaciones y lecturas. Tres cuadernillos terminados y el cuarto recién por empezar. Rápido, acelerando la mirada mientras nos cuenta la familia que ya se habían acostumbrado a nosotras y que se nos iba a extrañar. Cómo decirles que la mayor tristeza sería la nuestra, la de l@s alumn@s de la Escuelita, una vez de regreso en nuestras tierras y alejad@s de esa realidad, la zapatista.

Y así llegamos a la tardecita de la última noche cuando la comunidad entera se reunió una vez más en la escuela para organizar nuestra despedida. Ahora llovía con intensidad y las velas casi extintas luchaban con la cola del tornado que parecía incrementar sus fuerzas a medida que avanzaban las horas pero sin lograr impedir que las mesas se volvieron a llenar de comidas, tortillas, jugos naturales y café, y que l@s niñ@s volvieran a mirarnos desde el otro lado de la mesa.
El mismo compa que dio las palabras de bienvenida ahora nos despedía. También esta vez pedimos la palabra y nos turnamos para agradecer por la recibida, por habernos abierto los corazones, los suyos, el de la comunidad y los nuestros, por habernos compartido sus historias de lucha, de vida, sus modos de organizarse y de resistir con la palabra, la educación, la salud, el trabajo colectivo, la cultura y la identidad indígena, autónoma, rebelde. Y para que “no nos fuéramos tristes”, como dijo el compa, ¡llegaron la marimba, el guitarrón y las guitarras! Y comimos, cantamos y bailamos durante cuatro felices y largas horas mientras las velas también danzaban con el viento y la lluvia.

Pero al fin, todo terminó. O comenzó. Y a la hora señalada iniciamos la retirada. Esta vez de subida por la montaña con menos caídas que la llegada pero haciéndonos eco del cansancio de sabernos extrañ@s en la selva. Agotad@s pedimos descanso faltando poco para llegar no sin dejar de hacernos chistes por nuestro rendimiento frente a los imperativos de la revolución… En el punto de encuentro esperamos la llegada de la redila. Antes de partir nos despedimos de los compas que nos habían acompañado reiterando una vez más nuestro agradecimiento y profunda admiración por todo lo que son y hacen. Los compas nos saludaron con un “Hasta pronto compas” y sí pues, ¡hasta pronto compañer@s!

La redila emprendió la retirada haciendo una parada más adelante en el camino para recoger a l@s otr@s alumn@s y votan@s que habían quedado en otra comunidad y así regresamos al Caracol V no sin algunas complicaciones por las lluvias y los derrumbes en la ruta. Al llegar compartimos con el resto de alumn@s y votan@s el almuerzo y luego las preguntas que no habían tenido respuesta en las comunidades. Y para cerrar, unas sentidas palabras de despedida a cargo de la Junta de Buen Gobierno y maestr@s de la Escuelita con la presentación en vivo de otra orquesta rebelde con más música en vivo, baile y fiesta!!! Cuatro horas de alegría empañada así de poquito por el cansancio del viaje de regreso desde las comunidades.

Ya, al más final, un largo y agrietado recorrido de regreso al CIDECI. Algunos mareos, dolores y muchos cansancios pero y sin embargo, la felicidad a flor de piel en las miradas, en nuestros labios, en la palabra dicha y aquella pensada por todo lo vivido y sentido con nuestros propios cuerpos, ojos y oídos como querían l@s compas zapatistas.

¡Y cuánta belleza…! aunque sin saber muy bien qué hacer ni cómo entrarle pero teniendo la certeza de que aquella es belleza de la rebelde, de la insurgente, de la autónoma, de la digna. Belleza de la Zapatista.

Y así fue que nos volvimos con semejante belleza en nuestras manos, en los pies y en el corazón…

Valeria, alumna del Primer Nivel de la Escuelita Zapatista ‘La libertad según l@s Zapatistas’ en enero de 2014.
Córdoba, Argentina, 17 de noviembre de 2014, a 31 años de la fundación del EZLN