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Precarización laboral: política capitalista
Por Periódico El Roble - Friday, Nov. 21, 2014 at 1:53 PM

17/11/2014 |

Precarización laboral: UNA DIVISIÓN ENTRE TRABAJADORES O LA DINÁMICA QUE NOS QUIEREN IMPONER LOS CAPITALISTAS

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por Pablo Rojas

La precarización laboral es la política central de los capitalistas para aumentar sus ganancias en esta etapa de la lucha de clases.

Apoyados en la derrota que significó para la clase obrera mundial la restauración del capitalismo en la ex URSS, China y el este europeo, los diferentes bloques imperialistas aumentan la cuota de ganancia de sus empresas rompiendo los convenios laborales lo que permite a las patronales avanzar sobre conquistas históricas de los trabajadores.

Desde 1990 hasta 2005 ingresaron 1470 millones de trabajadores al mercado capitalista, duplicando los que producían hasta entonces para los mercados internacionales; mayormente por la incorporación directa de los trabajadores del ex bloque soviético, pero no fué menor el aporte de 200 millones de trabajadores que migran del campo a la industria en China y otros 200 millones de la India que se suman, principalmente al área de servicios.

Este gran engrosamiento de las filas obreras, configura un gran desafío para los revolucionarios que es sumar a los nuevos trabajadores a la lucha consiente contra el capitalismo, pero en lo inmediato tener el doble de trabajadores y casi la misma cantidad del capital se convirtió en una presión enorme sobre el salario y las condiciones de trabajo haciéndolas retroceder casi un siglo al abrir la puerta al trabajo fuera de convenio como algo masivo.

La gran primer prueba fue con la reunificación alemana, en el Este el paso de la producción social a la capitalista costó a los trabajadores salarios bajos y precariedad. Esto repercutió en Alemania Occidental. Si los sindicatos decían que no a algo, se llevaban la fábrica al Este.

Tal es la confianza en esta política que hoy la utilizan para afrontar la crisis capitalista como lo vemos en el mal llamado “milagro Alemán” que no es otra cosa que la precarización del empleo.; En España, se crean nuevos puestos con salarios miserables; En Francia 3,5 millones de asalariados necesitan ayuda alimenticia para sobrevivir; En Rusia casi la mitad de los trabajadores de la industria automotriz es personal a prueba contratado por agencias laborales para citar algunos datos de países centrales.

La precarización cruza a todo el mundo es consecuencia directa de las derrotas sufridas por las masas en el mundo y en cada país. Acá, como en el resto de los países periféricos, hace rato que nos la vienen imponiendo con jornadas de 12 hs. o más, baja de salarios, contratación por agencia, es decir el aumento en la explotación del trabajador es una constante. Hoy no podemos hablar de trabajo no precario, como una categoría fija ya que la pérdida de conquistas también avanza en las grandes fabricas con tercerización, turnos americanos, el acortamiento de la vida útil del trabajador por los ritmos de superexplotación a que nos someten o la desaparición de conquistas como el puesto fijo y la categoría “técnica” (1) entre otras.

Las diferencias que vemos entre formales y precarios tienden a desaparecer, así como los “nuevos esclavos” de los talleres del sudor (1) en los países menos desarrollados cada vez se parecen más a los trabajadores ya precarizados. Es decir que la política de los bloques imperialistas de precarizar el empleo tiende a igualar las condiciones de explotación a que nos someten. No es una diferencia de calidad sino de cantidad.

De nuestra lucha, de nuestra organización depende hasta donde llegan con su plan de superexplotación ya que si lo dejamos en manos de la ética o la moral de los patrones sabemos al abismo que nos llevan.

La necesidad de nuestra clase comienza por unirse para luchar y así frenar esta avanzada despiadada, mientras la unidad no sea de la mayoría de la clase, cuando las necesidades propias la lleven luchar, cuando esas condiciones de superexplotación la pongan contra la pared y vea retroceder sus condiciones de vida a un punto que no se pueda soportar allí podrá empalmar con un programa que le muestre una salida real y no la de colaborar con la clase opresora.

(1) en los primeros años de este siglo en la Uom se sumaban una cantidad determinada de horas en un puesto distinto del suyo, de mayor calificación e inmediatamente se podía pedir categoría, era citado por los supervisores del turno , se le hacían algunas preguntas técnicas y si las respondía bien ya tenía la categoría

(2) Por 1890 los reformistas usaron el término “sweatshop” por primera vez para describir un taller ubicado en un departamento de un edificio en el que los trabajadores trabajaban largas jornadas y donde las condiciones no eran sanitarias. Hoy día los “sweatshops”, o también conocidos como talleres del sudor/ talleres de explotación son muy similares o peor que en el año 1890.

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