Julio López
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¡No a la movilización pro-imperialista por Kurdistán!
Por Partido Comunista Internacional - Saturday, Nov. 22, 2014 at 10:37 PM
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Desde hace semanas, la suerte de los kurdos de Siria se ha convertido en una de las justificaciones más utilizadas por los imperialistas que intervienen actualmente en la región; los medias internacionales se han focalizado en torno al Kurdistán sirio (Kurdistana Rojava, Kurdistán del Oeste, en kurdo) y a la ciudad de Kobané, ambas asediadas por las fuerzas del grupo denominado “Estado Islámico” (más conocido por sus siglas en inglés y árabe: ISIS o Daech).

El Kurdistán sirio, compuesto por tres zonas que tienen frontera con Turquía, Kobané entre otras, con cerca de 2 millones de habitantes (un décimo de la población total siria); varias centenas de miles de kurdos vivían y trabajaban en las grandes ciudades sirias, principalmente en Alep y Damas.

Con el asedio a Kobané, ISIS busca a todo precio unificar los territorios que controla; pero también y sobre todo adjudicarse el control de la frontera con Turquía, en virtud de que la ciudad representa el pase vital del petroleo de Rakka, capital provincial bajo su dominio luego de haber expulsado al Frente Al-Nosra. Las diferentes facciones rebeldes no luchan solamente contra el gobierno de Damas; luchan también entre sí para tratar de capturar territorios sobre los cuales obtener beneficios para quienes los dirigen. La fuerza de ISIS se explica por el hecho de haber logrado, a través o no de una violencia mas que brutal, federar en torno suyo mas intereses burgueses que sus rivales.

Además de las declaraciones de la ONU y de dirigentes políticos burgueses a favor de los kurdos de Kobané, los tradicionales llamados de las personalidades demócratas; además de la movilización internacional del PKK (Partido de los trabajadores kurdos) y de sus aliados, así como la de otros grupos kurdos, igualmente se ha notado en numerosos países la participación activa de fuerzas de extrema-izquierda, en nombre de la lucha contra el obscurantismo de ISIS y del llamado a evitar una “masacre” de civiles en Kobané. Esta implicación de la “extrema-izquierda” que se pretende revolucionaria, para los proletarios indignados por las acciones perpetradas por los islamistas de ISIS, en definitiva, solo sirve a convalidar la intervención imperialista.

Citemos, a modo de ejemplo, extractos de un volante de una organización libertaria, en Francia, activa en esta campaña, la OCL (Organización Comunista Libertaria), que “explicaba” su posición de la manera siguiente:
Si llamamos a la movilización y a la amplificación de la solidaridad con la resistencia de Kabané y con la lucha del pueblo kurdo en general, es primero porque hay urgencia y cada día, cada hora, cuenta. Y si esta urgencia nos concierne, es porque el movimiento de liberación de Kurdistán – con sus características más bien positivas y con otras más discutibles y criticables – aparece hoy en día en esta región como la principal fuerza susceptible no solo de contrarrestar la doble barbarie de islamistas y regímenes del área, sino también de introducir en las zonas kurdas, y más allá, elementos suficientes de transformación y ruptura a partir de los cuales al menos se vuelva posible – y pensable – postular formas de igualdad, abrir espacios políticos autónomos [?] de apropiación de lo común [?] y ofrecer perspectivas comprensibles y audibles de liberación social y política. Esta condición es insuficiente pero necesaria para detener la barbarie actual, hacer que el aire sea de nuevo respirable y que el mundo sea habitable, aquí también” (1).

Lo que no es audible en el volante de la OCL, cuando fustiga “las dictaduras de Damas y Bagdad”, “los djihadistas” y las “petro-monarquías”, es la denuncia abierta contra el imperialismo. El volante critica esencialmente la falta de eficacia de los bombardeos americanos (juzgados “irrisorios” por los expertos militares de la OCL), afirmando que la coalición imperialista “pretende combatir para eliminar a los djihadistas”, otra forma de decir que no los condena! Lo cierto es que si nos encontramos en presencia de una lucha contra la “barbarie” (George Bush habría dicho contra “el Eje del Mal”), podemos muy bien desear la victoria de la coalición de los misiles de crucero y caza-bombarderos!

Por tanto, no hay dudas que la OCL se siente satisfecha por la intensificación creciente y permanente de la intervención americana con el pasar de los días.

Es en todo caso la opinión de los trotskistas del NPA (Nuevo Partido Anti-capitalista) de Toulouse, (Francia), en un comunicado bajo la consigna “Apoyo total e incondicional con los combatientes por la libertad [!] de Kobané [?] (2) no vacilan en escribir que “la NPA saluda la eficacia de los ataques aéreos de las US Air Force de estos últimos cuatro días”. Y saludando también “la decisión del estado-mayor de US de integrar un comandante de los YPG [milicias kurdas ligadas al PKK] a su QG (Cuartel General) de los ataques aéreos”, alegrándose de antemano por la cara que pondría Turquía [en una reunión] en la OTAN, la NPA “denuncia la cobardía e hipocresía del gobierno Valls-Hollande y de la unión Europea” por permanecer como espectadores ante los acontecimientos!


¿DESEAN LA DEMOCRACIA EN MEDIO-ORIENTE? ¡LLAMEN AL IMPERIALISMO!


El primero de noviembre, se organizó una jornada “mundial” de solidaridad con Kobané. En el mensaje oficial de esta jornada, se dice que “Si el mundo desea la democracia en Medio-Oriente, debe apoyar la resistencia kurda en Kobané” (3). ¿Quién es “el mundo? Poco más abajo, el mismo mensaje hablaba de manera más precisa acerca de “actores mundiales”: “Llegó la hora de dar a los actores mundiales razones para que cambien de opinión”. Y para disipar toda ambigüedad sobre quiénes son los “actores mundiales”a los que hay que hacerles cambiar de opinión: “La pretendida coalición internacional de lucha contra ISIS no ha aportado una ayuda eficaz a la resistencia kurda (…). No ha cumplido con sus obligaciones que, en materia de derecho internacional, les son propias”.

Aquí se trata claramente de un llamado al imperialismo (o de una presión sobre éste) para que refuerce su intervención militar en Medio-Oriente, haciendo suyas las argucias burguesas habituales: democracia, derecho internacional, “humanidad”, “prevención de un genocidio en curso” (contra toda discrepancia, el texto habla incluso del “peor genocidio de la historia moderna”!), etc., las mismas que siempre han sido utilizadas para justificar las guerras.

El “derecho internacional”, son las reglas que sintetizan las relaciones entre Estados burgueses; basado sobre relaciones de fuerza, si no se tiene la fuerza, este derecho jamás sera respetado, tal como las relaciones internacionales lo siguen demostrando.

La democracia es el sistema pacifico de dominación burguesa basado en un pacto entre clases; solamente posible cuando el capitalista es suficientemente próspero como para comprar la paz social, gracias a la corrupción de amplios sectores de la “aristocracia obrera” y a la concesión de prebendas al resto de los proletarios, que no son sino migajas en proporción a los gigantescos beneficios obtenidos.

En países donde el capitalismo es demasiado débil y donde las tensiones sociales son demasiado agudas, debido a la necesidad que tiene de arrancar plusvalía a las masas, al más alto grado posible, la dominación burguesa reviste inevitablemente un carácter brutal, violento, terrorista. El terrorismo de los islamistas sirios constituye el pendiente del terrorismo del Estado y el capitalismo sirios, que se ejercen sin freno desde hace décadas. Los crímenes de ISIS empalidecen ante los crímenes del régimen que todavía hoy en día, mata, masacra y tortura a gran escala (desde comienzos de año, cerca de 2000 prisioneros fueron asesinados, en las cárceles del régimen, muchos torturados hasta la muerte) (4).

Desear la “democracia” en Medio-Oriente significa perpetuar el capitalismo, bajo una forma pacifica, cierto, pero ello es o soñar con los ojos abiertos, o proferir una mentira para camuflar la intervención imperialista! Mientras que los partidarios de los combatientes kurdos se movilizan y se agitan, mientras reclaman el envío de armas, piden el retiro de PKK de la lista de “organizaciones terroristas” (lista en que se encuentran inscritos las organizaciones y partidos que enfrentan al imperialismo y a los Estados burgueses occidentales), los “actores internacionales” serios actuaban, en efecto, en el terreno – y en el sentido que deseaban!

Los bombardeos americanos continúan aumentando (más de un centenar hasta mediados de octubre), y los contactos entre el PYD (nombre de la organización del PKK en Siria) y los Estados Unidos han sido hechos públicos. La prensa internacional ha revelado que difíciles negociaciones secretas han tenido lugar estas últimas semanas entre Turquía, Estados Unidos, el PYD y las organizaciones de Irak para coordinar la defensa de la ciudad y llegar a un acuerdo con las facciones kurdas (5); entre tanto el gobierno turco reprime de manera sangrienta las manifestaciones de kurdos en apoyo a Kobané (más de treinta muertos).

El PKK/PYD ha obtenido lo que buscaba, gracias especialmente a la batalla de Kobané, es decir, su reconocimiento por parte del imperialismo americano y de los imperialismos occidentales; de hecho la coalición internacional dirigida por los Estados Unidos lo había puesto en la lista negra (terrorist watchlist systeme). Ha obtenido incluso que el PDK (Partido Democrático de Kurdistán) de Barzani, quien dirige al Kurdistán semiautónomo iraquí, abandone a sus partidarios locales del CNK (Consejo Nacional Kurdo sirio, quien reprochaba al PKK/PYD su rechazo a participar a la lucha contra Damas), y reconociese su preeminencia en las regiones kurdas en Siria. Turquía, que a la sombra del petroleo kurdo iraquí, mantiene relaciones privilegiadas con el PDK (6), ha hecho un gesto aceptando dejar pasar por su territorio a los peshmergas (combatientes) del PDK para reforzar a los combatientes de Kobané.

Signo de la precariedad de la unión de las facciones kurdas, el PKK/PYD solo ha dejado pasar un centenar de combatientes del PDK, precisando que estarán puestos a la retaguardia, es decir, no desea compartir la dirección de los combates con nadie.


DIVERGENCIA DE INTERESES COMO TELA DE FORO AL REACOMODO EN CURSO



Hemos visto que las negociaciones entre Turquía, los Estados Unidos y las facciones kurdas continúan siendo difíciles. A pesar de que forma parte de la OTAN, de haber adherido a la coalición, Turquía ve con desagrado que los americanos utilicen sus aeródromos para atacar a ISIS. Como condición previa pide la autorización de crear en Siria, a lo largo de su frontera, una “zona-tampón” que incluya igualmente una “zona de exclusión aérea” (no-fly zone: zona prohibida a la aviación siria). Pero los americanos no están de acuerdo, en vista que ello los conduciría... a un conflicto con Damas!

Desde mediados de verano de 2013, en vista del fracaso en organizar una fuerza de oposición suficientemente solida y confiable, el imperialismo americano efectivamente ha concluido que un derrocamiento de Bachar El-Assad podría desembocar en una situación incontrolable en Siria. El ejemplo de Libia muestra las dificultades para reconstruir un aparato de Estado en un país fragmentado por múltiples facciones rivales. Oficialmente, los americanos se han fijado la tarea de formar una oposición islamista “moderada” contra el régimen sirio, al mismo tiempo que advierte que esta tarea tomara “meses y años”; esto deja todo el tiempo necesario para negociar con el régimen y sus padrinos, Rusia e Irán.

Entre tanto, el riesgo de derrumbe del régimen iraquí les ha hecho ver que ISIS es el objetivo militar primordial. Pero bombardear en Siria, donde se hallan las bases de ISIS, implica un acuerdo mínimo con el régimen de El-Assad, quien dispone de una aviación y de sistemas sofisticados de defensa antiaérea. Aunque lo nieguen oficialmente, los imperialistas americanos han vuelto a tomar contacto con el régimen sirio que antes habían condenado, dejando incluso que este multiplique sus ataques contra los insurgentes! Así mismo, París, que le grita a Damas su hostilidad, discretamente ha tomado contacto junto, al parecer, a otras capitales europeas, con los Servicios sirios, pidiendo su ayuda en torno a los jóvenes (de nacionalidad europea) que se han ido a combatir con los islamistas (7). La tentativa fracasó debido a que, para colaborar, las autoridades sirias han puesto como condición la reapertura de la embajada de Francia en Damas, sin embargo, esto da un claro indice del giro de los imperialistas.

Atrayendo la atención sobre los combates de Kobané, los medias internacionales, respondiendo dócilmente a la desiderata del imperialismo americano, han ocultado en los hechos los ataques del régimen contra los insurgentes de Alepo, Homs, etc; según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, no menos de 553 bombardeos habrían sido efectuados por la aviación siria contra los rebeldes, solamente en el periodo que va del 20 al 25 de octubre (8): en el cielo de Siria, saturado de misiles de crucero, aviones americanos y aviones sirios no se hacen la guerra, se dividen la tarea...

A la inversa, para la Turquía de Erdogan, el enemigo es el régimen sirio y las diversas facciones rebeldes islamistas sus aliados al menos potencialmente. Y por ello reprocha amargamente a los Estados Unidos el no atacar a las fuerzas sirias y el haber renunciado a derrocar el régimen de Bachar El-Assad. Mientras que su presidente, por razones de propaganda nacionalista, acaricia el sueño imposible de un nuevo imperio otomano, Turquía alimenta ambiciones imperialistas bien reales que no va a sacrificar por los intereses americanos. El gobierno turco, inquieto por las efectos que puedan generar las revueltas en Siria, teme, además de la creación de un Estado kurdo independiente, avivar las aspiraciones separatistas entre los kurdos turcos. Turquía se entiende muy bien con las autoridades del Kurdistán iraquí ligadas al PDK de Barzani, debido por supuesto al petroleo, pero también porque son hostiles a la independencia.

Pero las divergencias que no cesan de multiplicarse entre Turquía y Bagdad, así como el avance de ISIS, han cambiado el orden de las cosas. A pesar de que teóricamente cuentan con varias decenas de miles de combatientes fuertemente armados, los peshmergas kurdos sin haber movido un solo dedo por socorrer al ejército regular iraquí atacado por ISIS, han esperado tranquilamente su dispersión para ampliar su territorio, apoderándose de la ciudad de Kirkuk y su región rica en petroleo. Pero a finales de junio, después que las autoridades israelíes habían multiplicado sus declaraciones estruendosas a favor de un Estado kurdo independiente (9), Barzani declaraba a la BBC que iba a organizar un referéndum sobre la independencia del Kurdistán iraquí. Este discurso no ha vuelto a resurgir, pero el Kurdistán iraquí, pertrechado por los diversos imperialismos, hoy goza de una independencia en los hechos.


EL P.K.K, PARTIDO NACIONALISTA BURGUÉS



El PKK es una organización nacionalista kurda de Turquía, creada a finales de los años 70, presente también en la emigración turca en Europa, que ha iniciado a mitad de los años 80 una guerrilla al estilo maoísta por la independencia del Kurdistán turco. Ha logrado en gran parte canalizar para beneficio propio, la cólera de la población kurda sometida desde siempre a una verdadera opresión por parte de las autoridades de Ankara (desde hace mucho tiempo se les ha prohibido hablar en kurdo, incluso en privado, y reprimido de toda veleidad de organización propia, etc.), no obstante representar 1/5 de la población turca. A mediados de los años 90, el PKK abandonara sus platónicas referencias al marxismo para remplazarlo por las de la autonomía. Hoy profesa una ideología puramente democrática digna de un partido parlamentario. A comienzos de 2013 llamo a sus partisanos a entregar las armas luego de la apertura a un “proceso de paz” con el gobierno.

Durante años, el PKK, protegido por el régimen de Afez El-Assad (padre del presidente actual), se fraguó una retaguardia en las regiones kurdas de Siria; sus adversarios le reprochan haber colaborado durante ese tiempo con los servicios secretos sirios para reprimir toda oposición al régimen. Pero años más tarde, el acercamiento de Siria y Turquía condujo a la expulsión de los militantes del PKK, conduciendo a la captura de su jefe, Öcalan, quien ahora purga cadena perpetua en Turquía.

Después del estallido de la guerra civil, el deterioro de la relaciones con Turquía ha conducido a un nuevo acercamiento entre el PKK y su organización en Siria (PYD) y el régimen de Damas. En 2012, este último retiraba de Rojava sus soldados y policías de los cuales tenia urgente necesidad para resistir la insurrección, prácticamente abriendo las puertas de la región al PKK/PYD quien, en los hechos, a diferencia de otros partidos y organizaciones kurdas de Siria, siempre ha rechazado embarcarse en la revuelta contra el régimen y a conservado los contactos con las autoridades sirias. Incluso, ha librado batallas sangrientas contra los insurgentes (sirios), tanto del Frente Al-Nosra, como del Ejército Sirio Libre, para defender las fronteras de su región; y dentro de estas no ha vacilado en reprimir a sus adversarios políticos, tal como sucedió en la ciudad de Amuda, en junio de 2013, en una manifestación pacifica, donde el PYD asesino y secuestro a varios militantes de oposición; en protesta, diversas manifestaciones, sit-in y huelgas de hambre, tuvieron lugar en varios sitios, exigiendo la liberación de las personas secuestradas (10).

El PKK/¨PYD pretende haber realizado, según los nuevos preceptos de Öcalan, una “revolución” en Rojava, estableciendo una organización territorial... a partir del modelo suizo (cantonal)! Según él, esta revolución superaría las revoluciones francesa, rusa y china, por su carácter democrático...

En realidad, el PKK/PYD es un partido nacionalista burgués, anti-proletario, incapaz no solo de dirigir una revolución, sino de defender los intereses de clase de los explotados; jamás ha vacilado en buscar el apoyo de cualquier Estado burgués o imperialismo; el reconocimiento que los estadounidenses le otorgan es una demostración más de su carácter.

A despecho de lo que afirman en su propaganda, tomada sin critica alguna por sus seguidores en Europa, tal como los libertarios citados al comienzo de este articulo, el PKK./PYD no llama “a las poblaciones a no brindar confianza alguna a los Estados y a los regímenes en plaza”! No llama “a las poblaciones (…) a romper filas con la resistencia, a pelear, a organizarse por si mismas, a armarse política y militarmente, a organizar la autodefensa social, a coordinar sus milicias populares, a no contar más que con sus propias fuerzas y movilización para proteger su territorio y vidas y echar a los djihadistas” (11). Por otra parte, la población de Kobané, en lugar de participar directamente en la resistencia, huye de Turquía (12); la guerra en curso no es su guerra...


ÚNICA SALIDA: LA PERSPECTIVA PROLETARIA DE CLASE



¿De qué otra forma pudiera ser? Para ello es preciso que se produzca una verdadera revolución, no una pseudo-revolución democrática a la suiza, sino una verdadera revolución social hecha por las masas explotadas y oprimidas. En la Siria burguesa, donde el capitalismo es el modo de producción dominante, históricamente no hay otra salida que la revolución proletaria una revolución socialista.

Pero una revolución de estas dimensiones no podrá tener como arena una pequeña región agrícola; esta deberá partir de un movimiento de clase en los grandes centros urbanos donde se encuentran concentrados los proletarios de todas las nacionalidades; en esta revolución no se tratara de “proteger un territorio” regional, sino de extenderse primero por todo el país, y luego internacionalmente a todos lo países; ya no solo para defenderse de los djihadistas reaccionarios, sino de sabotear su potencia, agitando las banderas de la lucha de clase dentro de su territorio. No se tratara ya de instaurar un régimen democrático y laico, sino de destruir el Estado burgués y de remplazarlo por el poder dictatorial de los oprimidos, la dictadura del proletariado para extirpar al capitalismo. Es evidente que una revolución de estas características no podrá implorar ayuda a los imperialistas sino que llamara a las masas proletarias a la rebelión! Y esta revolución no podrá ser dirigida por un partido nacional o nacionalista, sino por el partido proletario internacional e internacionalista.

Nada de ello existe y es por ello que la revuelta en Siria ha degenerado en combates sangrientos, donde se enfrentan diversas fuerzas burguesas, apoyadas más o menos por padrinos extranjeros los cuales, para mantener o consolidar el control sobre partidarios y masas, no tienen otra alternativa que utilizar la ideología dominante más reaccionaria: la religión.

Tal como escribía Amadeo Bordiga, ante la ausencia del partido de clase, las crisis más graves del orden burgués terminan en una situación contrarrevolucionaria (13), puesto que su ausencia significa que el proletariado es incapaz de actuar como fuerza independiente; a su manera, la burguesía tiene entonces todas las alternativas para salir de la crisis.

Se nos preguntará que si no hay partido de clase, ni partido proletario independiente, no se podría al menos contrarrestar a los más reaccionarios y apoyar a las fuerzas más democráticas? Y si los imperialistas estadounidenses u otros pueden frenar la “barbarie” o el “oscurantismo” no hay que apoyarlos, en Medio-Oriente o en otros lugares?

Este es el clásico argumento – escoger el “mal menor”, escoger el campo burgués menos dañino – utilizado hasta las nauseas en tiempos de paz o de guerra, para encadenar el proletariado a la burguesía, e impedir la aparición o el reforzamiento de las organizaciones de clase; su único resultado sera siempre el de entregar los proletarios sin defensa a sus verdugos.

Efectivamente, no solo es imposible ayudar a las masas oprimidas asociándose de una u otra manera al imperialismo que saquea y asola al planeta, que explota y masacra a las masas en el mundo entero, sino que, actuando así, inevitablemente tiene que reforzar, acrecentar la potencia capitalista, llegando a debilitar la lucha de resistencia más elemental para los proletarios. El primer enemigo de los proletarios es su propia burguesía; aliarse a ella, cualquier sea el pretexto, es traicionar al proletariado.

Es imposible oponerse realmente a las fuerzas reaccionarias, islamistas o no, retomando los programas y las perspectivas democráticas burguesas y, en consecuencia, aliándose a fuerzas burguesas; al contrario es avanzando un programa y unas perspectivas anti-democráticas, es decir, de clase, anti-capitalistas, anti-burguesas, buscando por medio de esta base la unión con los proletarios y las masas explotadas de todas las nacionalidades y de todos los países.

Esta regla de oro fue establecida por los comunistas, en 1920: “La Internacional Comunista debe apoyar a movimientos revolucionarios en las colonias y los países atrasados, solo con el fin de reunir a los elementos constitutivos de los futuros partidos proletarios – efectivamente comunistas, no en palabras – y de enseñarles su tarea especifica, es decir la lucha contra las corrientes democráticas burguesas en sus países (14).

90 años más tarde, cuando ya no existe la Internacional Comunista sobre la cual apoyarse, la consigna debe ser respetada con tanta aplicación como la Internacional misma, degenerando, las ha rápidamente olvidado. Los proletarios deben oponerse sin vacilaciones a todas las intervenciones que perpetra “su” propio Estado; y brindar toda su solidaridad con las poblaciones martirizadas o en luchas; todo sujeto o acción que se ubique fuera de posiciones de clase, bien sea sobre bases humanitarias, democráticas, nacionalistas u otras, debe ser denunciado por anti-proletario. Parafraseando lo que decía el revolucionario socialista polaco, Warynski a propósito de la independencia de Polonia (15), podríamos decir que “existe en el mundo un pueblo más desgraciado que el de los kurdos – el pueblo de los proletarios”.

Esto no significa que los proletarios deban desinteresarse por la suerte de los kurdos y otras nacionalidades, a los que hay que reconocerles el pleno derecho a la autodeterminación, pero primero está defender sus intereses de clase; y que en la lucha contra todas las opresiones, incluyendo la opresión nacional, en la lucha contra todas las acciones reaccionarias, comprendidas las islamistas, no deben jamás transigir sobre la necesidad absoluta de la independencia y organización de clase, sobre la unidad de los proletarios por encima de todas las divisiones nacionales, étnicas, religiosas u otras.

La verdadera solidaridad, no solamente con las masas kurdas de Rojava, sino con las masas proletarizadas de Siria, aplastadas bajo la metralla, o condenados por millones a una existencia miserable de refugiados, consiste aquí, en el corazón de las metrópolis imperialistas, a trabajar por la reactivación de la lucha de clase, revolucionaria e internacionalista contra el capitalismo y el imperialismo y por la reconstitución de su órgano supremo, el partido de clase internacional.

Y el primer paso indispensable es el rechazo a embarcarse en movilizaciones pro-imperialistas, el rechazo a respaldar fuerzas y partidos no proletarios, el rechazo a adherir a perspectivas no clasistas.


Partido Comunista Internacional, 13/11/2014



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(1) Volante del 3 octubre, 2014
(2) http://www.npa31.org/actualite-politique-internationale/urgence-kobane/declaration-du-npa-31-a-manifestation-samedi-18-octubre.html
(3) http://oclibertaire.free.fr/spip.php?article1599. Entre los firmantes del llamado (personalidades burguesas diversas, artistas, intelectuales, etc.), encontramos en segunda posición al obispo Desmond Tutu, el mismo que había bendecido el pasaje del apartheid a un régimen democrático para perpetuar la explotación negrera de los proletarios sudafricanos. Su firma es suficiente para calificar el llamado.
(4) http://syriahr.com/en/2014/11/nearly-2000-detainees-killed-inside-the-regimes-detention-facilities/
(5) Ver el articulo integralmente en Financial Times del 24/10/14.
(6) Los dos principales partidos burgueses del Kurdistán iraqui, se han combatido durante años, armas en la mano, son el PDK de Barzani y el UPK (unión Patriótica de Kurdistán) de Talabani, formado por la fusión de diversos partidos, entre ellos los ex-”marxistas-leninistas”de Komala; Talabani es presidente de Irak, desde 2006 (cargo honorifico, sin poder político) y vicepresidente de la Internacional Socialista. La UPK es cercana a las autoridades iranies, por consiguiente favorable al régimen de Damas.
El clan Barzani que dirige el PDK tiene una larga historia de buenas relaciones con el imperialismo occidental e Israel; ha tejido estrechos vínculos con Turquía y apoya la oposición al régimen sirio. En 2011, el PDK crea el CNK, reuniendo a los partidos kurdos sirios partidarios de la rebelión contra Damas.
El PYD/PKK reprocha al CNK de haber abandonado la reivindicación de autonomía de Rojava para aliarse con los rebeldes (hostiles a esta); y lo acusa de estar a la orden de Turquía. Las diversas tentativas de acuerdo que tuvieron lugar entre el PYD/PKK, quien predomina en razon de su organización militar, y el CNK, nunca tuvieron efecto.
(7) cf Le Monde, 7/9/2014
(8) http://syriahr.com/en/2014/10/553-air-strikes-by-regime-warplanes-around-syria/
(9) http://www.al-monitor.com/pulse/politics/2014/07/Irak-crisis-israel-welcome-kurdish-state-us-turkey.html
(10) Ver el comunicado del TCK (Movimiento de la juventud kurda) que llamaba a una “revolucion” contra el PYD: https://syriafreedomforever.wordpress.com/2013/06/23/statement-by-the-kurdish-youth-movement-tck-about-the-latest-events-in-the-city-of-amouda-and-videos-and-pictures-from-the-protests-and-sit-ins/
(11) OCL, volante del 3/10/14.
(12) Segun Le Monde du 12-13octobre 2014, en Kobané, de una poblacion inicial de alrededor de 50 mil, en el presente apenas quedan unos 7-8 mil civiles.
(13) cf «Activisme», Battaglia Comunista n°7/1952
(14) cf «Thèses sur la question nationale et coloniale», IIe Congrès de l'IC, Moscou, juillet 1920. Jane Degas, The Communist International, vol 1, pp. 143, 144
(15) cf Jacques Droz, «Histoire générale su socialisme», PUF 1977, Tome 3, p. 324.

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