Julio López
está desaparecido
hace 6401 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Anchoveta: crisis, ultramar y silencio del gobierno
Por Antonio Ramírez - Wednesday, Dec. 03, 2014 at 9:39 AM
ardesperu@hotmail.com

La información suministrada por IMARPE es falsa y carente de rigor científico. La crisis pesquera de 1972 se debió en primer lugar a la sobre pesca, en los años 1970 y 1971 la industria extrajo 13 y 11 millones de TM respectivamente; hechos que coincidieron con la presencia de “EL NIÑO” de largo plazo y que se prolongó hasta los años 1982-1983, en que tuvimos la presencia de un nuevo evento; los bajos stock de anchoveta de 1972, aunados a la presencia de aguas cálidas facilitaron el ingreso a nuestras costas de otras especies de “reemplazamiento”, tales como sardina, jurel, caballa que fue pronosticada un año antes por los biólogos japoneses.

Anchoveta: crisis, u...
anchoveta.jpg, image/jpeg, 640x395

Perú

Anchoveta: crisis, ultramar y silencio del gobierno
por Antonio Ramírez C.; ardesperu@hotmail.com
http://www.voltairenet.org/article186123.html?var_mode=recalcul

3-12-2014

La drástica reducción o colapso de anchoveta en el mar peruano, se debe a la sobre pesca, la pesca negra, la pesca de juveniles por ampliación de temporada, la falta de ordenamiento, la corrupción existente y adicionalmente, la falta de conocimiento, inducida por los aspectos fenomenológicos de nuestro mar, las faenas de pesca ilegal de flotas extranjeras, la impunidad en servicios de atraque y mantenimiento de estas naves, hechos que significan una peligrosa “bomba de tiempo” social, económica y política para el futuro de la pesca nacional.

Crisis anunciada y falacias de IMARPE

El 3 de octubre IMARPE, luego de 60 días de prospección de la anchoveta recomendó mantener suspendida su pesca en la zona norte y centro, debido a que los resultados de su investigación, arrojaban una biomasa de 1.400.000 TM., debido al arribo de una “onda Kelvin” al borde de nuestras costas, indicaba también que el stock está por debajo de los registros de los últimos años y que es comparable a la crisis de 1972, la misma que tardó 15 años para lograr su recuperación.

La información suministrada por IMARPE es falsa y carente de rigor científico. La crisis pesquera de 1972 se debió en primer lugar a la sobre pesca, en los años 1970 y 1971 la industria extrajo 13 y 11 millones de TM respectivamente; hechos que coincidieron con la presencia de “EL NIÑO” de largo plazo y que se prolongó hasta los años 1982-1983, en que tuvimos la presencia de un nuevo evento; los bajos stock de anchoveta de 1972, aunados a la presencia de aguas cálidas facilitaron el ingreso a nuestras costas de otras especies de “reemplazamiento”, tales como sardina, jurel, caballa que fue pronosticada un año antes por los biólogos japoneses.

De la misma manera y consultado el documento: “El Fenómeno El Niño 1997-1998, Memoria, Retos y Soluciones, Volumen V: Perú; las afirmaciones del IMARPE sobre el ingreso de la supuesta onda Kelvin en nuestras costas, es totalmente falso, no hay tal onda Kelvin en nuestro mar, la última onda Kelvin que ingresó a nuestras costas fue en 1997-98, lo que sí tenemos en nuestras costas, según lo expone el experto Carlos Bastiand Granados, son pequeños núcleos de puntos calientes, que se originan por el “vulcanismo" submarino que se encuentran dentro y fuera de nuestras 200 millas, como lo demuestran las imágenes satelitales.

Anchoveta milenaria, El Niño, Ondas Kelvin. ¿Verdad o Mito?

Desde tiempos inmemoriales “la anchoveta” ha coexistido con miles de especies por miles de años, como sustento nutricional y alimentario, en fantástico equilibrio y sostenibilidad ecosistémica; tanto así, que ni el fenómeno identificado primero por la sabiduría de hombres comunes y corrientes y luego por la “ciencia” como ELNIÑO y cuya ocurrencia se dio en 22 oportunidades durante el siglo XX, ni otras anomalías térmicas como las ONDAS KELVIN pusieron en riesgo su sustentabilidad.

De la misma manera, en este maravilloso encadenamiento milenario de vida, teníamos la presencia de las “aves guaneras”, hoy al borde de la extinción, como garantes de una riqueza inacabable, antes del advenimiento de la industria reductora allá por los años de 1960; las mismas que a través de sus deyecciones acumuladas en miles de años en las 21 islas y 11 puntas existentes a lo largo del litoral, formaron montañas de 70 a 80 metros de altura, dando lugar al primer “boom” económico a comienzos de la República.

Vanagloria y paradoja de abundancia y miseria

En los últimos 60 años de pesca industrial peruana, nadie en su sano juicio podrá negar, que la vanagloria, mezquindad mercantilista y corrupción por la ganancia rápida y fácil, han sido el péndulo de la tragedia de que “la superabundancia de la anchoveta genera hambre y miseria”; nos hemos ufanado de ser “el primer productor de harina de pescado en el mundo”, ante la vista y paciencia de una administración gubernamental que solo ha tenido ojos para mirar “la anchoveta”, en favor de una industria mercantilista, descuidando a la pesca artesanal y la acuicultura, en detrimento de la alimentación y la seguridad alimentaria de los más pobres.

Es así, que dentro de este contexto, ni a la industria, ni a los gobiernos de los últimos 60 años, jamás ha interesado la sostenibilidad del recurso, menos actuar con honestidad ante el país, aquí nadie ha dicho, que esta industria que se inició en 1956 con una pesca de 15 mil toneladas de anchoveta y que alcanzó en 1962 una extracción de 1´120,796 toneladas, a partir de entonces mandó construir una flota gigante de más de 2 mil embarcaciones y con lo cual se generó sobrepesca indiscriminada de hasta 11 y 13 millones de toneladas durante los años 1970-71 y altos volúmenes de harina que incidieron negativamente en los precios de la harina de pescado que se ofertaba al mercado externo.

La primera incidencia negativa de carácter financiero que se generaría en la industria a partir de 1965 serían las cuatro consolidaciones financieras con el Banco Industrial y la banca privada, las mismas que concluirían con la quiebra de las ex empresas pesqueras al ocurrir el NIÑO de 1972-73 y que coincidiera con la estatización de la industria.

No obstante la crisis pesquera debido al colapso de la anchoveta en 1972 generada por la sobre pesca y El Niño, fue el Estado a través de la empresaPESCA PERU, que asumió los efectos de la crisis y la recuperación de la especie, la misma que se dio a plenitud a partir de la década de los 90 y que incluiría el redimensionamiento técnico de flota y fábricas. Lamentablemente para la pesquería peruana, el advenimiento de la corrupta dictadura fujimorista y los gobiernos predecesores marcó el inicio de una nueva crisis pesquera con la reprivatización de las fábricas de PESCA PERU y el doloso otorgamiento de licencias de operación y pesca que dieron origen a una flota sobredimensionada de más de 3 mil E/P con una capacidad de bodega superior a las 300 mil TM de capacidad de bodega y una capacidad de reducción de más de 12 mil TM/Hora, suficientes para acabar con la anchoveta existente en el mar peruano en un lapso de 25 días; tampoco se ha dicho, que en estos 60 años se han extraído más de 500 millones de TM

Segunda crisis (2014) y responsables

Los grandes responsables son IMARPE y PRODUCE post Triveño, quienes a pesar de la gravísima denuncia por corrupción y depredación hecha por el presidente Ollanta Humala (2012), poco o casi nada les ha importado la sostenibilidad del recurso, peor aún si tenemos en cuenta, el irresponsable informe del Olaya – 2012 y el informe de prospección de fecha 3 de octubre y que de ratificarse los resultados señalados líneas arriba por la “eureka” que se mantiene en reserva, no habrá “segunda temporada 2014” propiciando un costo social y económico demasiado alto, para la industria, los trabajadores y el país.

La SNP, la industria y sus voceros han actuado a sabiendas del impacto del fenómeno oceanográfico, han presionado con inocultable torpeza por más pesca, con lobbies incluido, exigiendo ampliación de temporada e incurriendo en la negligencia de pesca de juveniles, aquí se evidencia una gravísima responsabilidad compartida, que nadie puede negar, hay empresas, no todas,que han ordenado a sus embarcaciones industriales y de menor escala, a ingresar dentro de las cinco millas, coludidos con malos funcionarios que borran las evidencias satelitales, boliches que parecen “mantas gigantes”, esas mallas son asesinas para una biomasa golpeada ya en exceso.

¿Se puede ser cínico al negar las miles de toneladas de descarte de juveniles que son arrojados de vuelta al mar?, eso nadie lo sabe, así de simple, pero es una verdad del tamaño del mar peruano; de la misma manera, la verdad de la pesca negra que camina oculta en los registros de Sunat y Aduanas por las ventas de harina y aceite de pescado, la corrupción campea en nuestro mar y fuera de él, hay embarcaciones que entran a puerto y salen sin zarpe, el control marítimo no existe, es tierra de nadie, todo se negocia. Es verdad que las variables climatológicas impactan en muchas especies y no solo en el proceso reproductivo de la anchoveta, en el norte del país la pota se presenta muy pequeña y los escasos cardúmenes de jurel, caballa y otras no han llegado, ni siquiera a su primera reproducción y eso lo vemos en las diarias incautaciones que algunos inspectores realizan y son publicadas por algunos medios periodísticos.

Flotas arrasan riquezas de mar peruano

Recientemente Humberto Spezziani, asesor de la alta dirección de la empresa TASA, en tono de denuncia ha solicitado que se les deje pescar la pota; esto ante la presencia flagrante de una gran flota pesquera potera y de arrastre asiáticas y europea, que faenan fuera y dentro de nuestras 200 millas. Es verdad, que nuestro mar tiene una dimensión que supera los 800 mil Km2, lo cual no constituye ninguna excusa, para que no exista ningún tipo de vigilancia por parte de la Marina de Guerra y se permita faenas de pesca de manera ilegal y casi delincuencial, por flotas que son reconocidas como depredadoras de los océanos. En estos casos, las autoridades de IMARPE y PRODUCE se hacen de la vista gorda, aquí no solo hay falta de vigilancia de parte de fragatas patrulleras de la Marina, también hay colusión de malos funcionarios que hacen caso omiso de la información satelital, nuestro mar por las noches parece una ciudad flotante y encima se permite con total impunidad permisos de atraque y de servicios de mantenimiento en puertos peruanos e instalaciones del SIMA a naves pesqueras de gran calado y que se sirven de buques madrina o nodrizas para hacer transbordos de pesca realizada dentro aguas jurisdiccionales; para nadie es un secreto por ejemplo, de que la empresa china CFG, ex COPEINCA, en la actualidad con graves problemas financieros, se encuentren faenando dentro de nuestras 200 millas. Sencillamente el mar peruano, está plagado de corrupción y la crisis de la anchoveta, que ya es irreversible, se convertirá en una bomba de tiempo política, social y económica de incalculables consecuencias.

agrega un comentario