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Argentina: la jubilación es un subsidio por vejez
Por Red Eco Alternativo - Friday, Jan. 02, 2015 at 9:57 PM

Eugenio Semino es defensor de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires. Durante una entrevista en el programa Los Locos de Buenos Aires, realizó un balance de la situación previsional en el año que terminó. Además ejemplificó con cifras concretas por qué el de Argentina no es un sistema previsional tradicional sino un subsidio por vejez y por qué hoy se ha creado una “AFJP gubernamental” en la que el dinero de los jubilados se deriva hacia destinos que no son el mejoramiento sustancial de sus haberes. Red Eco Alternativo.

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(Red Eco) Argentina – “Estamos en una danza perversa en Argentina donde entramos a negar la realidad que nos circunda. Se llega a discutir falacias permanentemente;  si la canasta que armamos desde la Defensoría es más o es menos, si agregamos o no el queso fresco, si lo armamos con precios cuidados o no cuidados. Esto lleva a que se extremen posiciones frente a la falacia”, opinó Semino acerca de sobre qué bases se debate este tema que en general permanece ausente de las agendas de los medios y de los debates políticos.

“La última medición de la canasta para un adulto mayor con precios de noviembre fue de 6.700 pesos sin precios cuidados y 5.911 con precios cuidados. Es una canasta muy elemental que incluye alimentos, remedios, viáticos, una sola salida al mes y los gastos de vivienda.  Recordemos  que si bien hay muchos adultos mayores que viven en vivienda propia, hoy un gasto de mantenimiento para una vivienda que no es PH se calcula entre 1.200 pesos mensuales, para un PH son 1.500 y si se alquila una pieza en una pensión en los barrios de Montserrat, San Telmo o Congreso está en los 1.800 pesos. Por lo tanto, hacemos un promedio entre estos tres valores”, comenzó a explicar Semino.

El ombudsman comentó que la metodología que utilizan para el cálculo es muy simple y es la misma desde hace varios años. Las mediciones las realiza la Defensoría con precios de abril y noviembre, siempre en las mismas bocas de expendio para los alimentos: dos supermercados chinos de dos barrios de la Ciudad de Buenos Aires  y un hipermercado, lo cual luego se promedia. Se usan siempre las mismas marcas que no son de primera sino que están en la media de precios. En el caso de los medicamentos se toman tres para patologías crónicas con el descuento de PAMI que es de casi un 80%, insumos que, aclara, aumentaron entre un 60 y un 70% en casi todo el 2014. En cuanto a los viáticos que forman parte de la canasta, se incorporan cinco viajes en colectivo por semana y un remise por mes. Y por último solo se pondera una salida por mes a una pizzería.

“O sea que para vivir mal tenés que tener 6.700 pesos de ingresos. Tenemos un 53% de los jubilados a nivel nacional que cobran un solo haber mínimo, o sea 2.600.000 personas; luego hay un grupo que cobra una jubilación y una pensión pero aun así llegás al nivel elemental de la canasta”, agregó.

Semino realizó un balance de este año. Para comenzar afirmó: “Un tema central, que no es solo de este año, es la crisis estructural en el sistema de Seguridad Social con sus tres pilares: trabajo y previsión, salud, y educación formal y no formal.  Esto no ha tenido modificaciones y seguimos un derrotero muy complicado en una crisis que se va profundizando paulatinamente”.

Además, Semino repasó la nueva moratoria previsional que se sancionó en julio de  2014 (1): “esta medida la reclamaba mucha gente ya que había más de 500 mil personas en situación de no poder acceder al sistema jubilatorio porque la moratoria del 2005 se había agotado y no permitía hacerse cargo de la deuda posterior a 1993. Esta nueva moratoria incluye la deuda hasta el 2003 y tiene, a diferencia de la anterior, limites en términos del patrimonio y del ingreso pero termina siendo necesaria. La anterior duró entre 5 y 7 años, ésta se prevé que dure dos años y después vamos a estar sacando una moratoria cada seis meses. Porque como medida de coyuntura es buena para un segmento que queda afuera pero como medida estructural lo que desnuda es el problema de base que no se tocó porque siguen vigentes las leyes 24.241 y 24.463 (ley Cavallo).  Además sigue la litigiosidad, si bien desde el 2012 se liquidan mas prolijamente las sentencias  igual los juicios siguen tardando una eternidad”.

También, como parte del balance, comentó acerca del intento de remoción de dos jueces cuyos fallos han beneficiado a los jubilados: “Este año nos mostró una brutal agresión y avance que se viene dando desde 2011 sobre jueces probos de la Seguridad Social. Este año concluyó el juicio político a dos de ellos: Luis Herrero y Emilio Fernández (2). Pudimos estar en su defensa en el Consejo de la Magistratura y perversamente dijeron en la última sesión cuando debían abrir el jury, que había pasado mucho tiempo y que se archive. En realidad lo que sucedió es que tuvieron de rehenes a los jueces para que no fallaran, fueron recusados, estuvo la sala parada y los que vieron demorar eternamente las causas fueron los jubilados, muchos de los cuales se siguen muriendo en la espera”.

Luego, el defensor de la Tercera Edad analizó temas más puntuales como el de la renta vitalicia  y el de los jubilados que teniendo los años de aporte no pueden acceder al beneficio porque no llegan a la edad exigida por la ley.

“La renta vitalicia fue una estafa anexa a la que fueron las AFJP. Te prometían en su momento que si vos tenias una contingencia como un accidente de trabajo, una discapacidad o un fallecimiento, te iban a cubrir de por vida con un haber en dólares. Esas contingencias se convirtieron en rentas vitalicias que hoy son de 200 o 300 pesos. La Justicia lo que ha dicho es que tienen que ser por lo menos asimiladas a un haber mínimo (3.200 pesos aproximadamente) pero no se ha aceptado este criterio”, explicó.

Los NI – NI son aquellas personas que teniendo 30 o mas años de aportes al sistema llegan a una edad previa a la jubilatoria (que para la mujer es 60 años y para el hombre 65), quedan fuera del mercado laboral por lo que están sin trabajo formal y por no cumplir la edad no tienen posibilidad de jubilarse. “Esta es una verdadera contradicción para lo que es el criterio de la moratoria donde aquel que no aportó aún ningún año se puede jubilar y estas personas que ya hicieron el total de los aportes no pueden acceder. En esta situación estarían más de 300 mil personas, según cifras que son bastante inciertas. Esta gran inequidad es producto de un sistema que estructuralmente no se ha modificado. En 2008 cuando se estatizan los fondos de pensión, medida que fue acompañada fervorosamente por los pocos mismos que levantamos la voz cuando se privatizó el sistema, sabíamos que el gran riesgo era crear una AFJP gubernamental. Y esto fue lo que pasó. No es siquiera estatal sino gubernamental y cuyos fondos se usan para cualquier otra cosa. No son medidas casuales y no hay espontaneísmo en esto”.

Semino abordó luego la situación en que se encuentra el Fondo de Sustentabilidad y Garantía que hoy tiene acumulado, según dicen,  480.000 millones de pesos. “Ese fondo se creó en 2007 por un decreto del Poder Ejecutivo. Ese decreto tenía un artículo 6º que decía que el Fondo debía ser equivalente a la erogación anual que tuviese el sistema o sea a la cantidad de beneficios que se pagarán en un año. Cuando al año siguiente se hace la ‘AFJP gubernamental’ y se dicta la ley, ese artículo desaparece. La nueva ley de 2008 dice que el Estado nacional podrá invertir para desarrollo de la economía hasta un 20% del excedente del Fondo de Garantía. Como se sacó el tope, entonces ¿cuál es el excedente? Todo puede ser el excedente. Entonces de allí se financia Futbol para Todos, el Plan Procrear al que no pueden acceder los jubilados, etc.”, explicó Semino.

Según lo que se afirma desde el gobierno, la existencia de este fondo es la garantía para que los aportes al sistema que no van al pago de haberes puedan invertirse y obtener rentabilidad para ser de esta manera una garantía de la sustentabilidad del sistema. Además afirman que utilizar el fondo para, por ejemplo, elevar la jubilación y garantizar el 82% de los haberes,  significaría el quiebre del sistema. Sobre ambas afirmaciones fue consultado Semino quien dijo: “La característica de ser un fondo anti cíclico es muy relativa en primer lugar por lo que se está haciendo con el propio dinero. Por otra parte contradice el criterio de un sistema de reparto el cual debe garantizar que haya condiciones de equidad que se correspondan con la historia laboral de cada uno de los que lo integran .Por otra parte, y esto es lo mas peligroso, es que en ese Fondo hay un 66% que son papeles (bonos del Estado) pero además hay 480.000 millones de pesos  y se están muriendo de hambre los que están adentro del sistema. O sea no es un sistema previsional tradicional sino que hay un subsidio por vejez en la Argentina porque se ha achatado la pirámide, el 80% están en la base, y se mantienen algunos regímenes especiales (docentes, Conicet, diplomáticos) que son muy chicos,  cobran el 82/85%”.

Para terminar, el Defensor dela Tercera Edad opinó acerca de por qué, a diferencia de hace 100 años, la vejez se constituye hoy  en un gasto, en una carga y es de alguna manera cultural y políticamente negada: “Hoy en Argentina donde hay una necesidad hay un negocio (y no un derecho como se decía en el siglo pasado). El negocio de la Seguridad Social se ampara en algo que se ha generado como cultura que es una cultura hedonista de Dorian Gray, la gran gerontofobia pasiva, o sea no aceptamos el envejecimiento. Por eso no tenemos por qué preocuparnos por la vejez porque no vamos a llegar a ella. Bajo esta óptica, los criterios de hace 100 años con los que se estructuró el sistema de seguridad social que ya no existe, eran válidos porque había una burguesía que quería que siguieras consumiendo después de la etapa de producción dentro del esquema fordista. Entonces se le guardaba el dinero y eso se le iba a dar luego porque el capitalismo necesitaba seguir produciendo para tener plusvalía. Y eso generaba el desarrollo de mercados internos.  En esta etapa del capitalismo esto no está planteado así. Sin embargo desde lo que es construcción social seguimos con el criterio fordista, o sea vos sos hasta los 60 o 65 años aunque tengas una sobrevida, a diferencia de hace 100 años atrás, de 30 años más.

Entonces ¿qué hacemos con esa sobrevida? Sos un gasto, una carga social y sos negado socialmente (…).  Hay un sistema político que no se encarga de esto, hay una profunda crisis. Se ha perdido la visión secuencial del desarrollo de una sociedad y si no se toma todas las etapas integralmente no va a haber seguridad social”, finalizó Semino.

(1)    “Lo que está haciendo la moratoria es encubrir un problema estructural”  

(2)    Jubilados: defensa de sus haberes y de los jueces que preservan sus derechos

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