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Las mujeres que expulsaron al Estado Islámico de Kobani
Por reenvío red eco alternativo - Saturday, Feb. 07, 2015 at 11:20 AM

La resistencia contra el sangriento avance yihadista en Oriente Medio tiene nombres de mujer. Nombres, en plural. Unas 10 mil mujeres, muchas sin ningún tipo de entrenamiento militar previo, han dejado sus casas, su familia, sus amigos, para formarse en la primera línea de fuego del frente kurdo. La batalla contra el EI –una organización fundamentalista que veja a la mujer– es más que nunca su batalla. Lo que está en juego no es solo la defensa de sus derechos y libertades, sino también la defensa de los derechos y libertades de sus hijas. Y de las hijas de sus hijas.

(La república.pe) Kurdistán - Este ejército femenino ha tenido un papel preponderante en la reciente expulsión de las milicias del EI (Estado Islámico de Iraq y Siria) de la estratégica ciudad de Kobani, en la frontera turco-siria. Se calcula que en esa zona, convertida en símbolo de la resistencia kurda, las mujeres representan un 40 por ciento de las YPG (Unidades de Protección del Pueblo).
Al mando de las tropas que derrotaron al EI en Kobani tras cuatro meses de combate –derrota considerada por los analistas como la más importante desde su irrupción en 2013– está una mujer de 40 años: Mayssa Abdo, o la comandante Narin Afrin, como la llaman en el campo de batalla.
En octubre del año pasado publicó un artículo que fue traducido por el New York Times: “Los que estamos en la línea de combate sabemos del tratamiento del Estado Islámico a las mujeres. Esperamos que mujeres en el mundo entero nos ayuden, porque luchamos por los derechos de todas. No esperamos que se unan a nuestra lucha (aunque estaríamos orgullosos si alguna lo hiciera). Pero les pedimos promover nuestro caso, levantar conciencia de nuestra situación y presionar a sus gobiernos para que nos ayuden”, escribió.
El Estado Islámico, también conocido como Isis (considerado la mayor amenaza terrorista en el mundo en la actualidad), es un grupo insurgente, islamista-suní, que en un principio estuvo ligado a Al Qaeda, pero que en 2013 proclamó su autonomía y se convirtió en uno de los principales grupos armados en Iraq y Siria.
Se caracteriza por su interpretación ortodoxa del Islam, sus acciones violentas contra los chiítas (grupo disidente del Islam), y ha declarado su intención de expandirse por Jordania, Israel, Palestina, Líbano, Kuwait, Turquía y Chipre. Con ese objetivo, asesina brutalmente a quienes considera infieles a los mandatos del Islam o a quienes se opongan a una supuesta yihad (guerra santa).
El pueblo kurdo, por su parte, es la minoría étnica más grande en el Oriente Medio que no se encuentra establecida en alguna forma de Estado nación. Son entre 55 y 60 millones de personas, un 45% de los cuales vive en Turquía, un 25% en Irán, otro 25% en Iraq y un 5% en Siria.
Los kurdos no tienen un interés religioso, sino que históricamente buscan su independencia y la conformación de un Estado, el Kurdistán, que abarca regiones de Iraq, Turquía, Irán, Siria y Armenia, y que peligra ante la sangrienta avanzada del EI.

Al infierno sin escalas
Creen los yihadistas, los islamistas fundamentalistas, que si mueren a manos de una mujer, arderán por siempre en el fuego del infierno. Que convertidos en gigantes para que su dolor crezca también, vivirán rodeados de hediondas aguas.
Debido a esa creencia, la presencia de mujeres en las filas kurdas significa para ellos un ‘haram’, es decir, ‘una maldición’ o una ‘visión inquietante y aterradora’.
“Cuando ven a una mujer con un arma de fuego, sienten tanto miedo que comienzan a temblar. Se retratan a sí mismos como chicos rudos para el mundo, pero cuando nos ven con nuestras armas, se escapan”, relata Diren, una mujer que integra la milicia femenina kurda.
Luego del impacto inicial, los yihadistas han acometido con mayor salvajismo contra ellas. En octubre del año pasado, una mujer conocida por el seudónimo de Rehana y que se había convertido en el símbolo de la resistencia de su pueblo contra el EI, fue capturada y decapitada por terroristas.
La presencia femenina en las filas kurdas ha sido considerada por el mundo como un acontecimiento histórico pero que tiene su origen tiempo atrás. Ya en el PKK, Partido Kurdo de los Trabajadores, que llevó adelante los levantamientos en demanda de la conformación del Estado Kurdo, las mujeres representaban el 30 por ciento.
Las tropas femeninas kurdas no solo están resistiendo. Están obteniendo victorias. La expulsión de los terroristas del Isis de Kobani es la principal. Dispuestas a darlo todo por sus hijas. Y por las hijas de sus hijas. Y por las hijas de las hijas de sus hijas.

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