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Yo No soy la mujer dentro de la bolsa
Por Hernán Barreda - Wednesday, Apr. 01, 2015 at 12:18 AM

Yo No soy la mujer d...
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Yo NO soy la mujer dentro de la bolsa

Como tampoco fui el varón posmo de la campaña de guiños entre varones del 8 de marzo, ni el jovenzuelo abusado en una entrevista laboral, ni tampoco el chaboncito del spot en el que las mujeres lo acosaban en la calle.

A vos, amigo, hermano, tío, primo, profesor, alumno, compañero, camarada, vecino, varones cis: ni vos ni yo somos nada de eso porque no alcanza con nuestra empatía efervescente que tiene la misma vida media que los desafíos jackass de Internet. Vos, yo, varones clasemedieros, heterosexuales, blancos, universitarios o por ahí, no podemos ser tan forros de reducir nuestro aporte a la no-violencia de género a probaditas empáticas no hegemónicas que duran lo mismo que una cucharada de canela o un baldazo de agua helada, si después de eso podemos toser o abrigarnos con una mantita celeste.

Eso es feminismo gonzo, donde la culpa te paga los viáticos para bajarte del Arca de noé de la heteronorma y nadar entre tiburones dentro de un enrejado metálico. Pero vos y yo sabemos que, cuando quieras, el arca te espera tibia y mullida, tal vez para que des testimonio de lo que viste ahí abajo y te retuerzas del esfuerzo para que no se note tu aleta en la narración.

Reconocerlo, hacerse cargo y no ser careta.

Lo otro, el mendigar reconocimientos por una supuesta evolución con respecto a tus antepasados, es mierda conservadora. Y es la mierda conservadora y patriarcal que asocia la crisis histérica al “sexo opuesto y débil” y que como manejo agudo propone tranquilizar-silenciar-invisibilizar haciéndola respirar en una bolsa de papel. Y si no calma, en una de plástico, negra, adentro de un baúl.

Como señala Valeria Donato, es más difícil notar las propias ventajas que los dolores y, de ese modo, nuestro rol en el Feminismo tiene que discernir mil veces y mil más nuestros privilegios, antes que salir a colonizar y querer ser la voz cool de lxs oprimidxs (por nosotros). No alcanza si no reinterpretamos paradigmas y modificamos prácticas de raíz. No alcanza, mucho menos, con textitos bleh como este. Perdón por eso, y a seguir. Feminismo, socialismo y adelante. Feminismo adelante y socialismo.

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