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Descendientes reclaman derechos sobre sus tierras
Por Diario Crónica -
Wednesday, Apr. 01, 2015 at 10:57 AM
Integrantes del movimiento la Pacha resisten en un territorio ubicado en el límite entre Tigre y Escobar y piden que el sitio no se convierta en un emprendimiento inmobiliario. Durante la semana, se reúnen cientos de personas para realizar distintas actividades autóctonas.
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POR: GRUPO CRÓNICA
31/03/2015
Punta Querandí, 5 años de acampe en un lugar amenazado por countries y negocios inmobiliarios.Territorio ubicado en el límite entre Tigre y Escobar, emblema de los indígenas de Buenos Aires. No hay cabecillas, referentes, ni mandamás. “Aquí somos todos hermanos”, dicen varios de los integrantes del Movimiento por la Pacha, que ya lleva seis años de lucha incesante. Fundamentalmente de lo que es reivindicar el origen y la cultura indígena.
Lo espiritual, además, juega un papel clave, ya que en estas tierras descansan los fundadores de estos pueblos milenarios, avasallados hace 200 años, y que hoy continúan en plena resistencia.
Lo que este movimiento defiende no es sólo a sus ancestros y sus reliquias, sino también el respeto, la memoria y la revalorización de las diferentes etnias que lo conforman como: guaraní, colla, aimará, quechua, toba-qom y wichi.
La lucha de estas personas surge porque esta tierra es una de las últimas de libre acceso al río y es totalmente gratuito. "Nosotros hacemos la resistencia para que se mantenga público y abierto” cuenta Pablo Badano, miembro del Movimiento por la Pacha. “Queremos preservar el lugar. Acá el proyecto inmobiliario que quieren hacer es un inmenso country, similar a los 3 o 4 que ya funcionan a nuestro alrededor”, agregó.
Su reclamo es para que a este sitio se lo reconozca con el valor sagrado que tiene, ya que anteriormente funcionaba un cementerio indígena “abajo de donde ahora está ese barrio cerrado”.
En este sitio de restos ancestrales “el lugar debe ser declarado de culto, de ceremonia", porque para ellos "es sagrado”. Para ellos la preservación del espacio y el respeto por el origen son dos puntos aún pendientes por ganar.
Otros de los integrantes del Movimiento también pidieron el mantenimiento de los terraplenes y el arreglo del puente de acceso a Punta Querandí, que por una fuerte crecida del río casi se cae. La cultura juega un papel preponderante.
De esta, surgen las diferentes e interminables actividades que se llevan a cabo durante la semana, y principalmente los fines de semana, cuando se reúnen cientos de personas para compartir música, talleres y enseñanzas relacionadas con lo autóctono.
Para eso cuentan con Sergio Pérez, quien es profesor de siku y no sólo enseña a ejecutar el instrumento sino también colabora y está vinculado desde hace más de 2 años. "Entre las actividades que llevan a cabo surgió el grupo de sikus Vientos de Manuá, reivindicando al cacique ultimó a Garay, y lo ajusticio”, contó.
También participa la profesora de historia, Alejandra Ahumada (33 años): “Me acerqué en 2013 y no me fui más. Desde mi lugar, la idea es que los chicos nos conozcan, nos visiten, tengan su experiencia y lleven ese mensaje a su casa”. Cuenta que muchos de esos chicos volvieron para sumarse a la causa. “En las clases les hago toda la introducción a esta historia”, explicó. Nada menos que nuestros orígenes y motivo de orgullo.
UN QUECHUA QUE DEFIENDE SU CULTURA
Valentín Palma Callamullo en diálogo con "Crónica" se presentó diciendo: "Yo soy quechua, mis abuelos son de Potosí, mi mamá y yo nacimos en Buenos Aires, pero mantenemos la cultura".
Este joven estaba estudiando una materia sobre "imaginario étnico, memoria y resistencia, que trata sobre la conquista y sus resistencias, en 2010, y cuando supe de este lugar vine a conocer, y me quedé". Con un fuerte grado de compromiso y conciencia relata: "Yo me hago cargo de mi cultura, aunque antes no. Como muchos. Por el racismo que existe, que es muy fuerte". Y asegura que ahora ya no le da vergüenza ser originario: "Yo acá me encontré con la realidad. Creo en el cambio social y mi cultura es quechua. Somos milenarios y hemos perdido mucho más que los territorios, la lengua, la identidad, las costumbres. Y acá, recuperamos eso". En un tono seguro, este joven define sus ideales y recuerda: "los violentos siempre fueron ellos (los que quieren construir en estos terrenos), acá se busca el diálogo, el acuerdo de forma pacífica". Y basado en su experiencia dice: "Algo que nos enseñaron nuestros abuelos es a tener paciencia, ni caer en la ansiedad ni en los impulsos, con eso podemos lograrlo". Y al mismo tiempo asegura que "hoy recuperamos esta tierra de hecho, pero todavía falta que el Estado, en los papeles, certifique que esto es intocable y de todos".
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Por Diario Crónica -
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