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Hebe de Bonafini, de Cromañón a Milani
Por Matilde Mangone, Débora Vera - Friday, Apr. 03, 2015 at 10:11 AM
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Una memoria contra los luchadores y a la medida del kirchnerismo. Como sobrevivientes y familiares de Cromañón, el 30 de diciembre pasado, en el marco de la jornada de lucha por justicia por los 194 chicos asesinados en el boliche en el año 2004, denunciamos la caradurez de Hebe de Bonafini, quien pocos días antes se había mostrado en algunos videos diciendo "Cromañón nos pasó a todos". Sin dudas Cromañón nos pasó a todos, pero a unos más que a otros. Veamos...

En el pequeño documento que elaboramos para el décimo aniversario del crimen ejecutado en el boliche, señalábamos el cambio de política que, desde el gobierno nacional de los K, se manifestaba. El gobierno de los DD. HH., el de la década ganada no quería perderse la oportunidad de intervenir en el décimo aniversario de Cromañón, a pesar de ser los encubridores de Aníbal Ibarra el principal responsable político de lo acontecido en el boliche de Once, el 30/12/04. Para ello conformaron una memoria a medida; así, los que desde hace diez años venimos exigiendo justicia por los pibes tuvimos que soportar ver a Hebe de Bonafini, la madre de Plaza de Mayo, el paladín de los DD.HH, en unos videos, diciendo "Cromañón nos pasó a todos". Pero veamos qué relación tuvo Bonafini con el Movimiento Cromañón: en los primeros pasos de la lucha del movimiento Cromañón, tanto Hebe como Estela de Carlotto, decidieron no apoyar al movimiento, tildándolo de "golpista y violento". Claro, el movimiento, señalaba claramente al culpable, Aníbal Ibarra, y pedía su destitución y, no debemos olvidar que Ibarra tenía altas probabilidades de convertirse en el candidato a vicepresidente del segundo mandato de Néstor Kirchner. Por ello, el gobierno nacional urdió todo tipo de estrategias para salvarguardar a su aliado en la C.A.B.A. Y tanto, Bonafini como Carlotto, fueron funcionales a este salvataje, rechazando participar y acompañar al movimiento en su lucha; una actitud bien distinta de la de Nora Cortiñas, quien incluso participó de la lectura del primer documento consensuado, a los seis meses del crimen.


El paso del tiempo no fue capaz de hacer que la Sra. de Bonafini recapacitara y asumiera el papel que había sabido tener como referente de una organización emblemática en la lucha por los DD. HH. Por el contrario, seguramente aconsejada por los "humanos" K, atacó abiertamente al movimiento. Esto sucedió en el 2007. En ocasión de coincidir la marcha por Cromañón, que se realiza todos los 30, y culmina en la Plaza, con una actividad que hacía la Asociación de Madres de Plaza de Mayo (por lo que tenían armado un escenario en la misma Plaza), decidimos no interrumpir la actividad que Madres venía desarrollando y proponerles que leyeran los nombres de los chicos, para luego retirarnos. Bonafini no sólo se negó, sino que tampoco nos dejó dar, de manera simbólica, la vuelta (o media vuelta, ya que las vallas que dividen la Plaza no nos dejaban completar la vuelta) alrededor de la Plaza de Mayo, lugar donde todas las luchas se concentran. Pero no contenta con eso, y ante nuestra intención de cumplir con la vuelta, no dudó en hacernos echar por la fuerza, mandándonos la policía. De derechos humanos, como se ve, nada. Y menos de solidaridad con las luchas.

Por eso, con nuestra memoria bien fresca, repudiamos las palabras de Bonafini, atacando a la agrupación HIJOS La Plata. Esta señora se mostró ofendida e indignada y atacó a la agrupación por la quema de un muñeco de Milani, el represor que el gobierno encubre a pesar de las denuncias en su contra, abrazado a una virtual Bonafini. Pero el hecho de que se haya convertido en una figura cuestionada por todos los luchadores es consecuencia de las actitudes obsecuentes con las políticas de los k, desde enero del 2006, cuando dijo que la histórica Marcha de la Resistencia ya no era necesaria porque el "enemigo ya no estaba en la Casa Rosada". Por ello nos solidarizamos con HIJOS La Plata, quienes son demonizados por Bonafini por la quema del muñeco, así como fuimos demonizados los fliares y sobrevivientes de Cromañón por denunciar al asesino Ibarra, hoy candidato, por tercera vez, por el FpV porteño.

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