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La Plata | Acto en Plaza Moreno a 2 años de la inundación
Por Indymedia Derechos Humanos - Sunday, Apr. 05, 2015 at 2:06 AM

Compartimos el discurso leído en la Plaza Moreno de La Plata el pasado 2 de abril en el marco de la actividad convocada por Familiares de Víctimas de la Inundación y la Asamblea de asambleas barriales.

Foto: Manuel Aragón
Imágenes discurso y movilización: Indymedia Derechos Humanos

La Plata | Acto en P...
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Nosotros somos familiares de víctimas de la inundación y vecinos de la asamblea de asambleas barriales de inundados. Nuestro eje de reclamo por el mayor crimen social en la ciudad fue siempre, a lo largo de estos años, CRISTINA, SCIOLI Y BRUERA SON RESPONSABLES.

La Plata es una historia de inundaciones anunciadas que revelan el desprecio de los funcionarios por la vida de sus habitantes. De nada sirvieron los estudios de la Facultad de Ingeniería de la facultad local, realizados por reconocidos profesionales y entregados en tiempo y forma a las autoridades pertinentes, siendo uno de los cuales el que se le entrega al entonces intendente Julio Alak, hoy Ministro de Justicia de la Nación, con la firma del ingeniero Pablo Romanazzi el 6 de septiembre de 2007. Dicho informe pone en conocimiento al intendente sobre el riesgo hídrico al que estaba sometida la ciudad. De nada sirvieron las inundaciones recurrentes e históricas de los diferentes barrios y las grandes inundaciones como la del 2002 en el casco urbano y la del 2008 en Villa Elisa, con el ocultamiento de sus muertos, víctimas de la inundación jamás reclamadas a través de la justicia.

El decreto 486/08 firmado por Daniel Scioli declara el estado de emergencia hídrica en diversos partidos de la provincia, entre ellos La Plata, Berisso y Ensenada. Es decir, el actual gobernador estaba en pleno conocimiento de la gravedad hídrica en la que estábamos inmersos. Las mega obras hidráulicas provinciales proyectadas en el año 2010 nunca contaron con los recursos económicos para ser ejecutadas. Obras previstas para una ciudad inundable siempre al borde de la tragedia ignorada por sus habitantes, quienes estaban muy lejos de imaginar la catástrofe que se haría presente tres años después. Al mismo tiempo, el flamante intendente Pablo Bruera, quien afirmara que la inundación del 2008 en Villa Elisa había sido producto de la desidia estatal municipal, comienza a rellenar los reservorios y humedales, a construir imponentes edificios conectados a desagües obsoletos, a asfaltar cientos de calles sin sumideros y a destruir nuestra historia arquitectónica, con la que llegan los grandes negociados inmobiliarios y el abultamiento de bolsillos inescrupulosos, manteniendo la desidia estatal y los negociados del gobierno alakista.

El 2 de abril de 2013 se quiebra la historia. No sabíamos que se daba comienzo a la peor tragedia de un crimen social evitable de la historia de la ciudad de La Plata. No sabíamos que había un antes y un después de ese día. Era media tarde de un sexto día feriado. Algunos se preparaban para el siguiente día laboral. Otros retornaban de sus mini vacaciones. Llovía mucho. No se podía ver a la distancia por la ventana, debido a la gran cortina de agua que se estaba descargando. Lo peor de todo es que no paraba. Se comenzó a acumular el agua en las calles, en los patios y en los jardines porque no se podía escurrir. El abandonado arroyo del Gato, el Pérez, el regimiento, el Maldonado, etcétera, las hojas del otoño que tapaban sumideros. En seis días feriados la municipalidad no barrió las calles. La falta de limpieza, de cambio, construcción y modernización de conductos primarios y secundarios nos preparaban una trampa mortal anunciada que dejará como saldo víctimas fatales y sobrevivientes.

Defensa Civil no respondió. Bomberos aconsejaba autoevacuarse, como si fuese posible. Se cortó la luz. Qué complicado encender un fósforo con las manos mojadas. Nos enfrentamos a lo desconocido sabiendo que no sería fácil el minuto siguiente, y nos inundaba la incertidumbre y el miedo. ¿Qué nombre identificaba a ese monstruo que violentaba mi casa? ¿Qué nombre darle al agua teñida de coque en la habitación? ¿Cómo resolver lo desconocido? Desfile de preguntas sin respuestas. A la vez, continuaba lloviendo. Intentamos alejar los objetos del agua, frenarla por debajo de las puertas y las rejillas del baño. La mente vacilaba. No identificaba la situación. ¿Cómo escapar por las puertas que abrían y las ventanas enrejadas? ¿Adónde debíamos dirigirnos? ¿Cómo hacerlo? El viento y la oscuridad traían desgarradores gritos de auxilio. Un ruido sordo y húmedo anunciaba que la heladera se había desplomado. Zapatos, libros, Cds y comida cobraron vida propia y transitaban la casa. Los celulares y los teléfonos fijos dejaron de funcionar. Fue imposible comunicarse. Y siguió lloviendo con más fuerza. La desesperación, la desolación, la desprotección y el abandono comenzaron a calar profundo en el alma. ¿A quién recurrir? ¿Adónde ir? ¿Qué hacer? ¿Qué debíamos hacer? ¿Vendrían a rescatarnos? Fueron preguntas que nos hicimos aquella fatídica noche cuando el agua era imparable. A la vez que ignoramos que existía otro peligro aterrador no muy lejos: una parte de la destilería de YPF camino a Ensenada estaba en llamas.

La corriente del agua arrastró familias que gritaban dentro de sus autos y precarias casillas fuera del casco urbano fueron arrasadas. Las alarmas de los autos y las casas se dispararon solas. Nadie sabía ni entendía que estaba transcurriendo el peor capítulo de la historia de nuestra ciudad hasta ahora vivido. Pero teníamos en claro que debíamos luchar por nuestra vida y tratar de sobrevivir. Imposible imaginar que la ciudad estaba a la deriva, acéfala, nadie estaba al mando. El intendente Pablo Bruera estaba en Brasil pero los twits de su equipo de gobierno comunicaban que estaba al mando de la gestión desde la misma noche del 2, mentira ratificada por el actual Jefe de Gabinete Santiago Martorelli, ya que el intendente regresó al país a las 9:30 del día 3 de abril. La gran pregunta, aún sin respuesta, ¿quién estaba a cargo de la ciudad el 2 de abril? La mentira, el abandono y el ocultamiento municipal estuvieron presentes desde el primer momento.

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El 3 de abril amaneció una ciudad como después de una guerra, todavía con agua en nuestras casas, autos encimados, veredas rotas, árboles caídos, casas desbastadas y, lo peor de todo, si bien amaneció una ciudad sembrada de cadáveres los familiares buscábamos a nuestros seres queridos vivos, desconociendo que ellos no podían ver el amanecer de ese día, como si hubiésemos pasado por una guerra real. Nuestra presidenta, Cristina Fernández, socorre a su madre que reside en Tolosa y orden militarizar la ciudad poniendo al Secretario de Seguridad Sergio Berni al mando de la misión y así sucedieron los días posteriores, entre soldados, gendarmes, saqueos, piquetes, y en definitiva, el caos total. Con la absoluta ausencia del Ministerio de Interior de la Nación encargado en ese momento de coordinar acciones con provincias y municipios a través de del Sistema Federal de Emergencias.

Familiares de víctimas y vecinos inundados nos encontramos en la catástrofe en las calles y en las asambleas tratando de unificar el reclamo y hoy, 2 de abril de 2015, podemos asegurar que la ciudad todavía no ha renacido a la luz de los hechos.

Transitamos dos años de memoria, sin verdad y sin justicia. Largos, sinuosos y desgastantes han resultado estos 730 días de batalla para continuar vivos en una ciudad que se inunda con 35 milímetros de lluvia, como quedó demostrado el 5 de febrero de 2015. El inundador Pablo Bruera ya no puede disfrazar sus respuestas de que la tragedia se debe a una lluvia excepcional. En dos años no ha realizado una sola obra hidráulica en la ciudad que pueda paliar una inundación, ni siquiera un plan de contingencia específico para la ciudad. Sólo se abrieron más sumideros que continúan conectados a acueductos obsoletos, obstruidos y sucios. Se siguen construyendo edificios obscenos que ocultan hasta cuatro subsuelos en áreas de gran fertilidad hídrica, atravesados por grandes conductos, y continúan rebalsando las cloacas conectadas a los pluviales. A la vez que la leptospirosis sigue cobrándose más vidas que tratan de ocultarse desde la inundación.

Se llama a licitación pública para la construcción del reservorio ubicado en 131 y 59 que fue inaugurado en agosto de 2013 por Scioli e Insaurralde en plena campaña electoral. Sólo la negligencia, el abandono, la desidia y la hipocresía caracterizan al gobierno del peor intendente de la historia de la ciudad, el inundador Pablo Bruera, y su par en la provincia, gobernador Daniel Scioli.

En julio de 2013 llegaron las reuniones con distintos funcionarios, comenzando con el municipio que trató de explicar y justificar lo inexplicable e injustificable. Ya en agosto de 2013 nos recibe el Ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, comenzando la reunión con una primera frase esclarecedora: “las obras que vamos a hacer no sirven para una lluvia como la del 2 de abril, nos seguiremos inundando, sólo sirve para mitigar la inundación”. Luego de la presión ejercida por familiares y asambleas, finalmente llegó la caótica reunión con el gobernador Daniel Scioli, en la cual despliega sus latigillos planificados: “vamos a salir adelante con coraje, fe y esperanza”, a la vez que admite la información del petitorio entregado el 3 de mayo anterior, el cual lleva la firma de diez mil vecinos. El gobernador jamás cumplió con las promesas efectuadas durante esa reunión. Los inundados no hemos recibido ningún subsidio por parte de la provincia y hasta el momento sólo les entregaron materiales a algunos familiares de manera discrecional.

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Llegaron los tres meses después de la catástrofe y con una gran convocatoria de asambleas, organizaciones, centros estudiantiles, partidos obreros y vecinos en general, a la vez que se inicia un trabajo en conjunto con el Doctor Arias, familiares, vecinos y asambleas, en búsqueda de fallecidos. Ya no durante el día 2 de abril sino a consecuencia de lo acontecido ese 2 de abril. Así llegamos al vergonzoso Tedeum del 19 de noviembre de 2013, durante el cual los familiares, vecinos y asambleas fueran agredidos verbal y físicamente por la patota de Pablo Bruera, hecho seguido por una denuncia penal que no prosperó a pesar de los gastos aportados.

En el 2014 el intendente no asistió a la ceremonia quebrando así su tradicional presencia en el aniversario platense. A comienzos de febrero de 2014 la Municipalidad ultraja el Jardín de la Memoria, emplazado en el Jardín del Palacio Municipal. Pero dada la efectiva gestión y el trabajo homogéneo de familiares y asambleas, se reconstruyó el lugar conseguido y finalmente se logra declararlo de interés municipal en el mes de abril.

Llegamos al primer aniversario. La Plaza Moreno estuvo colmada de gente. Más de quince mil personas se acercaron para formar parte de una jornada llena de emoción y recuerdos marcados a fuego. La sentencia del Doctor Arias, que oficializaba 89 víctimas fatales sería apelada por el fiscal del Estado Hernán Gómez. Dada esta situación asistimos a la Cámara de Apelaciones, en forma permanente, cada martes durante dos meses. Estuvimos presentes portando nuestra memoria viva en búsqueda de la verdad y la justicia, hasta que finalmente se dio la sentencia firme sobre las 89 muertes, las que bien sabemos son más, tal como lo demostramos el 5 de septiembre presentando ante los tribunales el caso de dos nuevos fallecidos que esperan ser incorporados en el listado oficial.

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A nivel provincial, realizamos la primera audiencia pública en la Cámara de Diputados el 10 de octubre del 2014. Sin embargo ninguno de los funcionarios citados se hizo presente. Scioli, Bruera, Casal, Polia y Aparicio brillaron por su ausencia.

A pesar de esto, la presión de los vecinos dio paso a la Comisión Bicameral de obras que ha recibido un informe crítico de los vecinos veedores de la misma hace ya dos meses, y más vecinos acceden a la veeduría.

¿Qué nos llevamos de la audiencia?

Se supo la verdad del costo económico que tuvo esta tragedia social totalmente evitable, pero seguimos sin tener una ley de indemnizaciones. Ya no hay justificativo. La verdad se sabe. La Universidad Pública lo mostró destacadamente. Los legisladores tienen el deber de legislar una ley de subsidios que no sólo ayude a paliar la pérdida de los bienes de los vecinos platenses, sino que sirva para cada evento que sucede con frecuencia en el ámbito provincial. Los vecinos que vinieron de Luján, Lomas, Tigre, Quilmes, también viven a menudo esta situación. Pero al día de hoy siguen existiendo subsidios discrecionales, con beneficiarios que no fueron inundados. Y en muchos casos se les dieron hasta siete por persona. Esto fue dicho por el Ministro actual de Desarrollo Social.

También demostró el vaciamiento de dicho Ministerio para dar respuesta inmediata a la catástrofe. Las puertas del mismo estaban cerradas y sin elementos para socorrer a los vecinos que perdieron todo. Además el presupuesto de este año tiene un incremento muy inferior con respecto al de seguridad.

En cuanto a las obras, quedó en evidencia las falencias que tienen las que se encuentran en desarrollo. No sólo los especialistas evidenciaron eso, sino que los vecinos, muchos de ellos veedores, mostraron esta realidad una vez más. También se evidenció la necesidad de medidas no estructurales, facultad del Ejecutivo municipal. Y también por qué no evidencias de propuestas desde el Concejo Deliberante.

¿Qué nos deben?

El Presidente de la audiencia pública no terminó su tarea. Debe ser garante de que las más de doscientas preguntas realizadas por los vecinos tengan la debida respuesta. Hoy, a seis meses de la audiencia pública, las seguimos esperando.

En la parte de Justicia quedó en evidencia la pésima actuación del fiscal Paolini. Llevamos dos años y no hay responsables políticos imputados luego de esta tragedia social totalmente evitable. Familiares e inundados hemos entrado en el fuero penal para pedir la indagatoria de los que consideramos funcionarios inundadores responsables de nuestra catástrofe. Queremos que pasen por la justicia aquellos que nos han robado nuestros seres queridos y nuestros bienes. Nos consideramos víctimas de aquellos que pudieron haber evitado la catástrofe. También invitamos a todos los inundados de la ciudad a sumarse a esta causa que busca la verdad de los hechos y la justicia que repare tanta tragedia evitable.

Familiares y vecinos también ingresamos en una demanda civil en el fuero federal por los daños sufridos como consecuencia de las negligencias del gobierno nacional. En lo contencioso y administrativo Familiares ha presentado dos nuevos fallecidos a consecuencia de la inundación, con las pruebas pertinentes, en el mes de septiembre de 2014, sin que hasta el momento se tenga respuesta a lo solicitado. Hoy, a dos años de aquella fatídica noche nos encontramos juntos en esta Plaza emblemática para nuestra ciudad. Pero a diferencia de otras veces no venimos con ánimos de festejo. Sabemos que podemos transformar el dolor en reclamo. Manifestamos nuestras preguntas aún sin respuestas de manera artística y mezclamos lágrimas, abrazos y sonrisas entre quienes hemos decidido continuar con esta historia que se reescribe día a día.

No bajaremos los brazos. No nos van a vencer. Querían minimizar nuestro trabajo. Pero hoy marcharemos en señal de protesta como lo venimos haciendo hace veinticuatro meses. Ya no somos los mismos que hace dos años atrás. Nos hemos fortalecido. Sabemos que el camino que hemos iniciado es largo pero tenemos la firme convicción de que seguiremos manteniendo la memoria viva, buscando justicia y verdad. Porque ese es el camino que hemos iniciado.

Hoy, a dos años de aquel crimen social, repudiamos el pacto de impunidad que significa que los inundadores sean nuevamente candidatos en las próximas elecciones, como si nada hubiera pasado en nuestra ciudad y ninguno fuera responsable. Pablo Bruera vuelve a ser candidato a intendente con el aval del gobernador Scioli. Su candidatura es una ofensa para las víctimas de la inundación. Nos gobiernan los inundadores y pretenden seguir siéndolo.

Una vez más, tal como lo hicimos durante veinticuatro meses, en este segundo aniversario, familiares e inundados decimos:

Bruera, Scioli y Cristina son los responsables del mayor crimen social evitable de La Plata

No olvidamos

No nos reconciliamos con los inundadores responsables de los más de 89 muertos

Ni olvido ni perdón

¡Justicia!

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