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La UOM de Caló apura el cierre de su paritaria con suba salarial de 32%
Por Elizabeth Peger - Monday, Apr. 06, 2015 at 4:50 PM

Economía y política 06.04.15 | Las conversaciones están avanzadas y podrían cerrarse previo al congreso de la UOM del martes 14. Es una negociación clave para marcar el terreno del resto de las paritarias

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Caló apura paritaria de la UOM para lograr aumento superior a 30%

La que arranca hoy será una semana clave para comenzar a definir la magnitud de los aumentos salariales que consagrará la nueva ronda de paritarias. En la aspiración del Gobierno, la negociación que inició hace diez días la industria metalúrgica y que ingresará desde hoy en etapa de definiciones constituye un verdadero caso testigo para intentar establecer una referencia salarial para contener los aumentos en el resto de las actividades por debajo del 30%.

Sin embargo, el gremio de la UOM, que lidera el jefe de la CGT oficial, Antonio Caló, está decidido a insistir en su apuesta de garantizar un piso del 32% para la recomposición sectorial y con ese objetivo se reunirá nuevamente esta tarde con los representantes de las seis cámaras empresarias de la actividad (Adimra, Afac, Afarte, Camima, Caima y Fedehogar). La idea de Caló es tratar de cerrar el convenio salarial esta misma semana de manera de evitar un clima de malestar puertas adentro de su gremio, que tiene previsto concretar su congreso nacional de delegados a partir del próximo martes 14 en Mar del Plata.

Las discusiones que ambas partes mantienen desde hace dos semanas parecen reforzar las pretensiones del jefe metalúrgico. Varias voces del sector empresario juzgaron el reclamo del gremio como "razonable" y pronosticaron un entendimiento en el corto plazo.

En concreto, la conducción de la UOM elevó a las cámaras un pedido para incrementar de
$ 6400 a $ 8500 el sueldo mínimo garantizado de la industria metalúrgica, cifra que representa un aumento salarial del 32%. La alternativa que se discute en la negociación es replicar el esquema convenido en las paritarias de 2014, cuando se incorporó a la base de cálculo del incremento salarial una suma no remunerativa que los metalúrgicos cobraron durante el primer trimestre del año, situación que generó una doble lectura sobre el aumento: pese a que fue oficializado como una suba de 26,5%, el incremento real alcanzó el 29,7%.

Ahora, la idea apuntaría a agregar la suma fija de $ 2000 que los metalúrgicos cobraron en febrero y marzo a la base de cálculo sobre la que se aplicará el nuevo aumento (que calculan debería ser del 30%), lo cual elevaría entre 2% y 3% el incremento definitivo. "Públicamente van a decir que el aumento es menor al 30%, pero la suba real va a estar varios puntos por encima", advirtió ayer a El Cronista un vocero de la negociación sectorial.
Otra voz del sector empresario apuntó: "Mañana (por hoy) se van a seguir discutiendo algunos detalles y el miércoles habrá otra reunión. No estamos tan lejos, hay voluntad de acordar". No obstante, entre las cámaras alertaron que el escalonamiento del aumento será un punto decisivo para resolver en el corto plazo la negociación.

En paralelo, la industria aceitera será otra de las actividades que desde mañana buscará destrabar la discusión salarial.

La federación gremial de la actividad reclama un incremento del 42% y la semana pasada inició un paro por tiempo indeterminado ante la falta de avances en la negociación con la representación empresaria, aunque la medida de fuerza quedó el miércoles en suspenso tras el dictado de la conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo. El temor a un nuevo conflicto en plena cosecha gruesa y cuando se inicia el período de mayores exportaciones de soja impulsa las negociaciones por un rápido entendimiento en la actividad.

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El oficialista Pignanelli también pidió también revisar Ganancias
Por Fuente: iProfesional - Monday, Apr. 06, 2015 at 4:51 PM

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06-04-2015 "El reclamo del Impuesto a las Ganancias es justo y no es sólo de uno o dos gremios", dijo el jefe de los mecánicos del SMATA. En tanto, Omar Maturano, de La Fraternidad, anticipó que sin cambios en el tributo pedirá un 46% de aumento en paritarias

La queja sindical contra el Impuesto a las Ganancias es impulsada incluso entre dirigentes que responden al Gobierno. "El reclamo del Impuesto a las Ganancias es justo y no es sólo de uno o dos gremios", dijo el jefe de los mecánicos del SMATA, el oficialista Ricardo Pignanelli.

En tanto, Omar Maturano, de los maquinistas de trenes de La Fraternidad y uno de los protagonistas del paro del martes, dijo que sin cambios en el tributo pedirá un 46% de aumento en paritarias y propuso llamar a una nueva huelga en la segunda quincena de mayo.

Los primeros sindicatos del sector privado que debieron negociar salarios resolvieron diferir el arranque formal de sus paritarias y pactar en cambio sumas fijas no remunerativas como puente hasta mitad de año, cuando los dirigentes prevén que habrá un escenario inflacionario más claro y, eventualmente, cambios en Ganancias.

"El reclamo del Impuesto a las Ganancias es justo y no es sólo de uno o dos gremios al que los está tocando, sino que en distintos porcentajes alcanza a todos", dijo Pignanelli, que integra la CGT oficialista. El gremialista propuso "una nueva ley tributaria" para modificar el impuesto. Aunque reconoció que es "una recaudación genuina del Estado" alegó que "hay que lograr un equilibrio para que no se haga distorsivo".

A su vez, Maturano dijo estar "conforme" con el resultado del paro del martes pasado y propuso "dar un plazo" al Gobierno para brindar una respuesta al reclamo. Propuso en ese sentido una nueva huelga para "la segunda quincena de mayo", frente a la postura de las CGT opositoras de apurar otra medida para este mismo mes. El líder de los maquinistas reconoció que "hay que tratar de preservar la paz social" antes que acelerar nuevas huelgas.

También contestó las críticas de Cristina de Kirchner a los organizadores del paro: "Se busca una lucha de trabajadores contra trabajadores o pobres contra pobres. No nos van a enfrentar entre nosotros", advirtió. Sostuvo además que los huelguistas tienen apuro en obtener una respuesta: "Si no hay modificación (de Ganancias) no podemos discutir paritarias". Y remarcó que sin esos cambios debería "pedir 46 por ciento".

"El paro no sólo fue para este Gobierno, sino para el que viene. Ya dos candidatos (Mauricio Macri y Sergio Massa) dijeron que iban a sacar el impuesto al trabajo. Falta el compañero (Daniel) Scioli", completó Maturano, para quien la protesta sirvió para "marcarles la cancha" a los postulantes.

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El paro reactivó las gestiones de unidad
Por Ricardo Carpena - Monday, Apr. 06, 2015 at 4:53 PM

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Maturano. Llamará a Moyano y a Caló.

06/04/15

MUNDO GREMIAL. La protesta contra Ganancias reactivó los contactos para explorar la reunificación cegetista.

La más potente demostración de fuerza terminó siendo el más fuerte reflejo de la debilidad. Así podría sintetizarse lo que logró gran parte del sindicalismo peronista con el demoledor paro general del martes pasado. Aunque se paralizó el país como nunca, ningún sector pudo capitalizar el éxito de la protesta y Cristina Kirchner, visiblemente contrariada pero sin aflojar un milímetro, redobló su ofensiva (verbal, al menos) contra los gremialistas. Así se explica que el próximo paso del plan de lucha contra el Impuesto a las Ganancias tenga hoy más dudas que certezas.

Todos saben que cualquier decisión es riesgosa. Por eso se reactivaron los contactos para explorar la reunificación cegetista. El moyanista Juan Carlos Schmid y el kirchnerista Gerardo Martínez viajaron ayer al exterior por un congreso internacional y hablarán del tema. Omar Maturano tiene previsto llamar hoy a Hugo Moyano y a Antonio Caló para pedirles algún gesto de unidad.Los gremialistas volvieron a darse cuenta del poder que tienen si se unen, como en el paro del 31M, pero el día después cada uno trató de utilizarlo en su propio beneficio.

No hay debate entre los dirigentes sobre ningún tema, por lo que la unidad se insinúa como una advertencia para el próximo gobierno. Pero, ¿qué sucedería si Cristina tuviera un ataque de benevolencia y resolviera el problema de Ganancias? ¿El sindicalismo quedaría sin agenda y desactivado hasta diciembre?Como demostró la furia con la que habló, la huelga del 31M dejó preocupada a la Presidenta. No es para menos: ella se jacta de tener como interlocutores a los trabajadores y éstos le respondieron con el acatamiento más alto a cualquier paro general de los últimos quince años. No sirve argumentar que fue posible gracias a que no funcionó el transporte: en varias fábricas importantes ni siquiera fueron a trabajar los obreros y los empleados que se mueven en auto.

La intransigencia de Cristina parecía haber cerrado todas las puertas a un alivio de Ganancias, pero los funcionarios más políticos dejaron entrever que puede haber un milagro. ¿Aumentará el mínimo no imponible y se presentará más adelante al Congreso la modificación de las escalas? El problema medular es que si no descomprimen la presión tributaria sobre los salarios será más difícil que las paritarias puedan encarrilarse por debajo del 30%, como pretende el Gobierno.

Cada vez son más los gremios que postergan los acuerdos que vencen en marzo o abril y pactan anticipos de suma fija por temor a que cualquier aumento sea absorbido por el impuesto.

La UTA ya pareció bajarse de una nueva medida de fuerza cuando su secretario de prensa, Mario Calegari, advirtió que “únicamente” se sumarían “si la convocatoria fuese del movimiento obrero unificado, de parte de las tres CGT”. Algo imposible, por supuesto. Se sabía que el gremio de los choferes de colectivos es el más permeable a las presiones del Gobierno (es una actividad que sobrevive gracias a los subsidios estatales) y por eso se sospechaba que, como en el paro general del 28 de agosto de 2014, iba a abandonar a último momento el apoyo a la protesta del 31M.

Si la iniciativa del 31M partió del transporte y el paro fue tan fuerte, ¿por qué ese mismo día no aparecieron en escena Fernández y Maturano para acaparar el rédito político de la huelga y dejaron que tuvieran protagonismo Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli? Lo raro es que los dirigentes de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) se reunieron el martes y prefirieron que la conferencia de prensa pasara a la CGT Azopardo, con la presencia de uno de sus líderes, Juan Carlos Schmid, de Dragado y Balizamiento. Algunos dicen que la UTA y La Fraternidad quisieron darle más poder a Schmid ante Moyano. Otros, que Fernández y Maturano querían mantener un segundo plano para sacar algún provecho de la protesta ante el Gobierno.

Barrionuevo se apresuró al blanquear la idea del paro de 36 horas y detonó los primeros cortocircuitos. El transporte, que quiere liderar esta etapa del sindicalismo, reaccionó indignado porque pretende mantener la iniciativa. “Pero ahora la fecha la ponemos nosotros”, advirtió un dirigente transportista. Hoy, nadie descarta nada. La CATT hará su plenario el 14 para incorporar a la UTA y a La Fraternidad, y facultaría a su conducción para decidir sobre la nueva huelga.

Al día siguiente, Moyano y Barrionuevo presidirán un encuentro del comité central confederal de la CGT para resolver la continuidad del plan de lucha. Ambos apuestan al paro de 36 horas, con movilización a la Plaza de Mayo, en una fecha curiosa: jueves 30 de abril y viernes 1° de mayo, lo que implicará parar medio día y marchar contra Cristina en el feriado por el Día del Trabajo.

Resolver Ganancias también implicaría para Cristina sacarles una bandera de campaña a Sergio Massa y a Mauricio Macri, que ya anunciaron que su primera medida de gobierno será derogar ese impuesto. No se sabe qué significaría para Scioli, quien eludió decir qué haría con este tema si gana las elecciones. Ese estilo desconcertante no le quita apoyos sindicales para su proyecto presidencial.

Quizá porque, como reveló Pablo de León en Clarín, el sciolista Caló blanqueó el secreto del gobernador para captar aliados gremiales: “Nos va a dar el Ministerio de Trabajo y la Superintendencia de Salud”. Es decir, poder para anular opositores y control de la “caja” de las obras sociales. Una garantía de felicidad sindical que impedirá paros como los del martes pasado.

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