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Cerca de 700 inmigrantes africanos mueren camino a Europa en el peor de los naufragios...
Por (reenvio) #700esgenocidio / Télam - Wednesday, Apr. 22, 2015 at 7:56 PM

Hace unos días murieron 250 personas en un avión y en Europa se volvieron locos de desesperación, buscando a los cadáveres , hoy mueren casi 700 y esos mismos europeos ni se inmutan, claro, los de hoy son negros y murieron en el mar arrancando de las bombas que los mismos canallas les mandan con sus esbirros de la OTAN

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Cerca de 700 inmigrantes africanos mueren camino a Europa en el peor de los naufragios en décadas

A menos de una semana de que unos 400 inmigrantes africanos fallecieran en el mar Mediterráneo intentando llegar a Europa, otra vez un barco abarrotado de familias y personas desesperadas por encontrar una mejor vida se hundió hoy camino a las costas italianas y las autoridades creen que cerca de 700 de ellos murieron.

A menos de una semana de que unos 400 inmigrantes africanos fallecieran en el mar Mediterráneo intentando llegar a Europa, un barco abarrotado de refugiados e inmigrantes desesperados por encontrar una mejor vida se hundió hoy y protagonizó el peor naufragio de la historia de esa región con cerca de 700 muertos, según la ONU.

Como ya se volvió una costumbre en las costas del sur de Europa, los guardacostas italianos recibieron bien temprano a la madrugada una llamada de socorro de un barco que llevaba más de 700 inmigrantes que había zarpado de Libia, según contó la vocera del ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, en Italia, Carlotta Sami.

Como no había ningún barco de la Guardia Costera italiana en la zona, el Centro Nacional de Socorro pidió al barco mercante portugués King Jacob, que navegaba cerca del Canal de Sicilia, que se desviara hasta el lugar para ayudar.

Cuando el buque se aproximaba a la embarcación, los inmigrantes, desesperados, "se colocaron todos en el mismo lado de la nave y provocaron su hundimiento", según relató Sami, citada por la agencia de noticias EFE.

El buque portugués intentó salvar a los inmigrantes que habían caído al agua, pero sólo logró sacar a 50 personas. Más tarde la Guardia Costera italiana, la Guardia de Finanza y la Marina Militar y de la Armada de Malta alcanzaron a recuperar 24 cuerpos ya inertes.

"Si se confirman estas cifras, en los últimos días habrían muerto más de 1.000 inmigrantes", sentenció Sami, dejando en claro el dramatismo de la situación que viven las personas que se escapan de África y la inacción de las autoridades europeas, que siguen sin asumir la responsabilidad sobre la gente que llega a sus costas en situaciones muy precarias.

Más tarde, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, destacó en un comunicado que el de hoy podría ser "la mayor pérdida de vidas en un incidente en el Mediterráneo que involucra a refugiados e inmigrantes".

Ante el nuevo y fatal naufragio de hoy, el papa Francisco hizo "un apremiante llamamiento a la comunidad internacional para que actúe con decisión y prontitud, con el objetivo de evitar que este tipo de tragedias vuelvan a ocurrir".

Tras el rezo del Angelus, el Pontífice se dirigió a miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano y destacó que los inmigrantes que mueren intentando llegar a Europa "son hombres y mujeres como nosotros, hermanos que buscan una vida mejor, hambrientos, perseguidos, heridos, explotados, víctimas de guerras, que buscan una vida mejor". "Buscaban la felicidad," concluyó.

Sin embargo, la respuesta de la Unión Europea (UE), como viene sucediendo, es lenta y moderada.

La Comisión Europea, el Poder Ejecutivo del bloque, emitió un comunicado en el que expresó su "tristeza" por lo sucedido y prometió una cumbre inminente de los ministros europeos de Interior y de Asuntos Exteriores de la UE para abordar el drama migratorio.

Más tarde, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, informó que va a incluir el tema migratorio como uno de los puntos formales de la agenda del Consejo de los ministros europeos de Exteriores, que se celebrará mañana en Luxemburgo.

Varios líderes europeos, entre ellos el presidente francés, Francois Hollande, y el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, también sumaron sus palabras de indignación; sin embargo, ninguno fue tan contundente como el primer ministro italiano, Matteo Renzi.

Tras una reunión de emergencia de su gobierno, Renzi ofreció una conferencia de prensa en la que denunció "un nuevo tráfico de esclavos" de África a Europa y pidió a la UE que "no los dejen solos".

"Tenemos que dejar de pensar que murieron números, murieron personas: mujeres, hombres y niños", reclamó el premier italiano, quien llamó a una cumbre europea urgente para enfrentar el creciente flujo de refugiados e inmigrantes que arriesgan todo para llegar a las costas de la UE.

Renzi además destacó que uno de los temas centrales debe ser el actual conflicto interno y el vacío de poder en Libia. "El 91% de los inmigrantes que llegan a Italia proceden de Libia", recordó.

El año pasado, unas 220.000 personas cruzaron el Mediterráneo desde las costas del norte de África y se estima que al menos 3.500 de ellas fallecieron en el intento, la mayoría ahogadas.

Después del gran naufragio en la isla italiana de Lampedusa, en octubre de 2013, cuando cientos de personas murieron ahogadas en el Mediterráneo, la UE reconoció que este era un problema comunitario y no de los países costeros del sur del continente.

A finales de 2013 se creó la operación europea de rescate Mare Nostrum, pero le pusieron fecha de vencimiento, diciembre de 2014. Desde entonces, la operación comunitaria no fue renovada ni reemplazada por otra.

Sin ninguna red de contención europea, la Organización Internacional de las Migraciones advirtió esta semana, después de otro naufragio que dejó unos 400 muertos, que sólo este año podrían morir unos 30.000 inmigrantes tratando de llegar al Viejo Continente.

En otros palabras, el número personas que morirán ahogadas en el Mediterráneo en un intento desesperado por conseguir una mejor vida en Europa se multiplicará por diez en un sólo año.

Mientras la mayoría de los dirigentes europeos señalan como responsables a las mafias que trafican gente a través del Mediterráneo en embarcaciones muy precarias y sin ningún tipo de medidas de seguridad, lo cierto es que el inédito flujo de personas desde las costas del norte de África al Viejo Continente no es un problema meramente migratorio.

La mayoría de los llamados inmigrantes que intentan cruzar el mar Mediterráneo son en realidad refugiados de los conflictos armados en Medio Oriente y África, conflictos en los que Europa suele cumplir algún rol. El caso más evidente es Libia.

Muchos de los barcos que trafican personas a Europa salen de Libia, aprovechando el vacío de poder y el caos político y militar que se vive en ese país desde que la OTAN, el brazo armado de la alianza Estados Unidos-Europa, apoyó a la insurgencia libia y la ayudó a derrocar a Muammar Kaddafi.

Las potencias occidentales y sus aliados permitieron el ingreso masivo -se estima que fueron alrededor de un millón- de armas para la insurgencia y, una vez que cayó Kaddafi, esas nuevas milicias se negaron a reconocer al nuevo gobierno y desataron una guerra interna por el control del Estado.

Ahora, casi cuatro años después, el Estado libio no controla su propio territorio y Europa no tiene con quien coordinar el control de los barcos que zarpan para atravesar el Mediterráneo.

En estas horas, cuando los líderes europeos negocian qué se discutirá en la cumbre europea que sin lugar a dudas se convocará en las próximas horas, el jefe de la ACNUR, Guterres, le recordó a la UE otra responsabilidad que debe asumir el bloque para evitar que el Mediterráneo se convierta en un gran cementerio.

"Este nuevo desastre confirma lo importante que es restaurar una operación de rescate robusta y ofrecer alternativas legales para alcanzar las costas europeas. Si esto no ocurre, seguirá habiendo personas que morirán intentando alcanzar la seguridad en Europa", sostuvo Guterres, haciendo una referencia indirecta a la drástica reducción de casos de asilados y refugiados políticos aceptados por los países europeos.

fuentes http://www.facebook.com/hashtag/700esgenocidio?source=feed_text&story_id=362552323934585 y http://www.telam.com.ar/notas/201504/102090-cerca-de-700-inmigrantes-africanos-mueren-camino-a-europa-en-el-peor-de-los-naufragios-en-decadas.html

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700 inmigrantes desaparecidos tras hundirse su barco en aguas libias
Por (reenvio) Pablo Ordaz / El País - Wednesday, Apr. 22, 2015 at 8:00 PM

Hace falta un número grande y redondo, ¿400, 500, 600…?, imposible de soslayar entre las noticias de corrupción y los goles de la jornada, para que las autoridades no tengan más remedio que sentirse aludidas y, ahora sí, de verdad, anuncien un plan conjunto, coordinado, capaz o casi de frenar la muerte de personas —inmigrantes solo son durante un periodo de su vida y porque no tienen más remedio— en el Mediterráneo. Pero la tragedia que ayer despertó a Europa —un viejo barco ocupado por unos 700 africanos vuelca frente a las costas de Libia y solo es posible salvar a 28 y recuperar 24 cadáveres— es un eslabón más de una larga cadena de sufrimientos: un millar de muertos en los últimos días, 3.200 entre hombres, mujeres y niños durante el pasado año; cientos de ataúdes —muchos de ellos blancos— colocados en un hangar del aeropuerto de Lampedusa en octubre de 2013. A la espera de que las viejas promesas se conviertan en realidad, los cementerios del sur de Italia siguen llenándose de tumbas sin nombre.
Naufragio 700 inmigrantes

El terror al mar —muchos de los que huyen de la miseria o guerra en África no saben nadar—, las penurias dejadas atrás y la aparente cercanía de la salvación se convirtieron en una aleación mortal. En la medianoche entre el sábado y el domingo, cuando se encontraban a 70 millas de Libia, a 112 de Malta y a 130 de la isla italiana de Lampedusa, los ocupantes de un pesquero viejo y destartalado como los que suelen utilizar los traficantes de hombres vieron acercarse un barco. Se trataba del carguero King Jacob, de bandera portuguesa, que había sido enviado a la zona por el Centro Nacional de Socorro de la Guardia Costera italiana. Instintivamente, los inmigrantes se abalanzaron hacia un lado para pedir ayuda y el pesquero volcó. Ni los esfuerzos de la tripulación del carguero ni las numerosas embarcaciones de socorro enviadas a la zona por la guardia costera italiana y por el Gobierno de Malta pudieron hacer más que salvar a 28 personas e izar del agua los cadáveres de otras 24. A pesar de lo cálido de las aguas en esa zona, que mantuvo durante toda la jornada la esperanza de encontrar a más supervivientes, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, confirmó a media tarde que los esfuerzos habían resultado inútiles: “La reconstrucción de los hechos es todavía nebulosa. No podemos precisar aún el número de fallecidos, pero al tratarse de vidas humanas, una ya es mucho. No podemos hacer estadísticas, ni polémicas absurdas, con una desgracia así”.

Italia movilizó para el rastreo 12 embarcaciones, tres helicópteros y un avión.

Al contrario que en otros naufragios acaecidos en el canal de Sicilia, en los que la ausencia de testigos deja para siempre en la duda la magnitud de la tragedia, la presencia cercana del carguero portugués y el testimonio de los supervivientes provocó que, desde un primer momento, tanto las autoridades italianas como las organizaciones de ayuda humanitaria admitiesen que, con mucha probabilidad, la cifra de desaparecidos podría alcanzar los 700. Carlotta Sami, la portavoz de ACNUR (la agencia de la ONU para los refugiados) en Italia, advirtió de que, si se confirma esa cifra, “se trataría de la mayor tragedia vivida en el Mediterráneo, una auténtica hecatombe”.

El naufragio se produce además apenas unos días después de otro muy similar. El pasado martes, la organización Save the Children alertó de la desaparición de 400 personas que viajaban en una embarcación parecida, según aseguraron los supervivientes. Como advierte la agencia europea de control de fronteras externas (Frontex), la travesía de inmigrantes hacia Europa se disparará con el buen tiempo en el Mediterráneo —como ya se ha visto en las primeras semanas de abril y como ya sucedió en 2014— y se aventuran “incrementos importantes que generarán sin ninguna duda un cúmulo de situaciones preocupantes”.

El primer ministro Renzi informó de que los 24 cadáveres serán trasladados a Malta. Como sucede en cada naufragio —aquellos cientos de ataúdes sin nombres en el hangar de Lampedusa— será muy difícil también ahora conocer la identidad, el origen y el número exacto de los inmigrantes que, sobre la medianoche del domingo, se hundieron a pocas brazas del King Jacob. Desde la plaza de San Pedro, el papa Francisco trazó un perfil en su honor, un alegato contra la indiferencia: “Son hombres y mujeres como nosotros, hermanos que buscan una vida mejor; hambrientos, perseguidos, heridos, explotados, víctimas de guerras… Hombres y mujeres como nosotros. Buscaban la felicidad”.

fuente http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/19/actualidad/1429431225_038632.html

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