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El Gobierno le pone un techo de 25% a la suba de salarios
Por Ricardo Carpena - Saturday, May. 02, 2015 at 8:26 PM

02/05/15 | Paritarias. El tope sería para los gremios emblemáticos, como UOM, Comercio y UOCRA. Hay malhumor en los sindicatos K.

El Gobierno le pone ...
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Antonio Caló, secretario general de la CGT Balcarce.

Las paritarias están más estancadas que nunca y hay indicios de que se aproxima una reacción sindical que se expresaría en una oleada de paros y de movilizaciones: Cristina Kirchner y el ministro Axel Kicillof no sólo insisten en que los acuerdos se pacten por debajo del 30% anual, como anticipó Clarín, sino que desde hace una semana frenan cualquier aumento que supere la franja del 22 al 25% porque, según creen, es la más adecuada para evitar que las mejoras provoquen un alza inflacionaria y compliquen la economía en el final del ciclo kirchnerista.

Ese nuevo tope salarial motivó que fracasara imprevistamente el principio de acuerdo por un 28% de aumento alcanzado la semana pasada entre la UOM y las cámaras del sector y que también se congelara el 30% en dos cuotas consensuado entre gremialistas y empresarios de Comercio. La presión oficial está poniendo al sindicalismo K al borde de un plan de lucha: Armando Cavalieri, el líder de los mercantiles, le pidió al titular de la CGT Balcarce, Antonio Caló, que reúna de urgencia al consejo directivo para analizar la delicada situación y decidir de manera inmediata medidas de fuerza que logren romper el cepo salarial impuesto por el Gobierno en los últimos siete días.

Lo mismo debatirá Cavalieri el miércoles próximo con el secretariado de la poderosa Federación de Comercio, que representa a más de un millón de trabajadores. Es que el líder mercantil se fue con las manos vacías del encuentro que tuvo anteayer con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, durante el cual insistió en que el 30% de aumento consensuado con las cámaras del sector se había decidido “en función de la rentabilidad del sector y sin que el Estado pusiera un peso”.

No es la primera respuesta negativa que recibe Cavalieri: se reunió de apuro con la Presidenta el jueves 16 de abril, en Parque Norte, aprovechando que ella iba a hablar en un acto del radicalismo K, para tratar de convencerla de que aceptara el 30% de aumento, pero Cristina no quería ninguna mejora “con un 3 adelante”. Poco después, desde Rusia, incluso corrigió lo que sería su número ideal para las paritarias: entre un 22 y un 25%, en sintonía con la inflación que mide el Indec.

Hace cinco días, Tomada dijo al canal CN5 que la Presidenta "no pidió que las paritarias cerraran con aumentos por debajo del 30”, pero admitió que las mejoras “deberían acompañar la inflación, estimada en torno del 20 o 22% para este año".

Ese moderado nivel de aumentos coincide con lo que pidió el titular de la UIA, Héctor Méndez, como tope en la negociación colectiva de este año. Los gremios están reclamando entre el 30% y el 42/43% (como en el caso de los aceiteros y la Alimentación), en algunos casos para compensar la caída del poder adquisitivo de los salarios durante el año pasado, algo que el Gobierno no reconoce, aunque sí lo destaca hasta uno de los dirigentes más fieles a la Casa Rosada como Hugo Yasky, líder de la CTA oficialista: "Consideramos al año 2014 como atípico porque desde 2003 es la primera vez que los salarios van a estar por debajo de la inflación", dijo en noviembre pasado.

En pleno estancamiento de su paritaria, Caló y la plana mayor de la UOM se reunieron el lunes pasado con Kicillof para escuchar en su boca las detalladas explicaciones sobre por qué un aumento superior al 25% pondría en riesgo la estabilidad económica. Aunque los metalúrgicos no le dijeron nada, parece difícil que aflojen: considerado el gremio testigo para el Gobierno, reclamó un 32% y el congreso nacional de delegados resolvió un paro de 36 horas por si fracasaban las negociaciones, que Caló sigue demorando pese a la falta de acuerdo con los empresarios.

Algunos sindicatos ya firmaron por encima de la nueva pauta oficial, como los obreros del tabaco (33%) y los trabajadores de la carne (31,5%), pero hay un puñado gremios estratégicos, que integran la UOM, Comercio y UOCRA, que tradicionalmente firman sus convenios en abril y sobre los que el Gobierno siempre trata de influir porque sus paritarias sirven de orientación al resto.

Los bancarios, liderados por Sergio Palazzo, tampoco avanzaron en sus negociaciones: presionan con retomar desde el miércoles su plan de lucha ante la falta de respuesta a su reclamo de un 33% de aumento y de que el sector patronal se haga cargo de compensar el Impuesto a las Ganancias.

En este último punto incluso hay menos certezas que nunca acerca de si la Presidenta finalmente dispondrá algún alivio, como consignaban versiones oficiales y sindicales. Una de las posibilidades es el envío al Congreso de un proyecto de ley que modifique las escalas sobre las que se calcula el impuesto. Los gremios del transporte pidieron sin suerte una audiencia con Cristina para hablar sobre “el impuesto al salario”, entre otros temas, y el 12 de este mes lanzarían nuevas medidas de fuerza, mientras la Federación de Luz y Fuerza confirmó otro paro de 24 horas para el 13 de mayo.

El jefe de la UOCRA, Gerardo Martínez, aseguró la semana pasada a Ambito Financiero que el Gobierno elevaría el mínimo no imponible a 22.000 pesos, pero el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que “no hay ningún estudio de esas características” en la Casa Rosada. “No sé de dónde sacó eso Gerardo, no tengo la menor idea y es más, estoy convencido de que no”, dijo.

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