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Enojados con Kicillof, los gremios lanzaron paros
Por Guido Braslavsky - Wednesday, May. 06, 2015 at 11:19 AM

06/05/15 | Reclamos sindicales. Consideraron insuficiente el cambio en Ganancias e hicieron fuertes críticas al ministro. Ayer comenzó una huelga de cerealeros y aceiteros y hoy paran dos horas los bancarios.

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Desierto. El paro de los obreros aceiteros mantuvo ayer vacía la playa de maniobras de la planta de Cargill en Punta Alvear, cerca de Rosario. /Juan Jose García

El Gobierno creía que con sus cambios en Ganancias iba a atenuar el malestar sindical y encaminar las negociaciones paritarias. Por el contrario, la exposición que hizo el martes Axel Kicillof extendió el enojó incluso a gremios de la CGT oficialista, se amalgamó el rechazo al cepo salarial del 25% que la presidenta Cristina Kirchner y su ministro de Economía buscan imponer a las negociaciones, y se mantiene un escenario de conflictividad laboral creciente, con paros y medidas de fuerza que distintos gremios empezaron esta semana.

En la zona sur del Gran Rosario un paro por tiempo indeterminado de la Federación de Obreros Aceiteros afecta a cuatro terminales portuarias. La huelga se lanzó tras vencer el lunes una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo frente al conflicto por las paritarias, en las que el gremio reclama entre un 42 y 48% de aumento. Desde el sector empresario se alertó que el paro afectará el abastecimiento de aceites, paralizará exportaciones y el ingreso de divisas, en plena cosecha de soja y de maíz. Aunque el sindicato de Obreros aceiteros de San Lorenzo (que no está en la Federación) no se sumó al paro, la situación en el norte rosarino (de donde sale el 70 por ciento de la exportación agropecuaria del país) podría agravarse si la CGT San Lorenzo -con portuarios en sus filas- decidía anoche sumarse al paro. En el puerto de Bahía Blanca, los aceiteros bloquean desde ayer con camiones y quema de neumáticos el acceso a la planta de la multinacional cerealera Cargill.

También ante la falta de acuerdo salarial, los bancarios inician hoy dos jornadas de protestas con asambleas e interrupción de tareas, y el secretario general del gremio, Sergio Palazzo, confirmó el paro nacional de 24 horas para el próximo martes 12 de mayo.

Para contrarrestar la ola de protestas, el Gobierno hizo dictar ayer la conciliación obligatoria frente al paro de 36 horas que este mediodía iba a iniciar la UOM, en un conflicto de alta significación por tratarse del gremio que conduce Antonio Caló, el secretario general de la CGT Balcarce (ver recuadro). Hoy se reunirá también la conducción del gremio de Comercio, cuyo titular, Armando Cavalieri, dijo a Clarín que “se tomarán las medidas correspondientes” ante la negativa del Gobierno a homologar el 30% de aumento que había acordado con el sector patronal. Ante el cepo salarial pretendido por la Presidenta y Kicillof, la mesa chica de la CGT Balcarce hizo catarsis el lunes, reclamó “paritarias libres y sin techo” y convocó para el miércoles al consejo directivo, con amenaza latente de tomar medidas.

Los gremios nucleados en la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) (que fueron decisivos en el paro nacional del 31 de marzo) se reunirán el 12 de mayo y analizarán medidas de fuerza, confirmaron ayer el secretario general de la CATT, Juan Carlos Schmid (Dragado) y el adjunto, Omar Maturano (La Fraternidad).

Schmid dijo a Clarín que “el Gobierno ha tenido que adelantar sus medidas (por Ganancias) frente a una situación de generalizado descontento de muchos sindicatos”. Aunque dijo que aún analizan los alcances de los cambios, anticipó que “son claramente insuficientes para el sector del transporte”.

Kicillof irritó a los jefes sindicales cuando opinó sobre obras sociales y cuotas sindicales. “Lo que la gente paga en Ganancias el Gobierno lo devuelve en subsidios y en programas sociales. Pero lo que se descuenta de cuota sindical va a parar al bolsillo de los sindicalistas ó en descuentos para hoteles o guardapolvos una vez al año”, echó nafta al fuego el ministro. Desde La Bancaria, Eduardo Berrozpe dijo que esos dichos eran “una barbaridad” y Maturano lo acusó de “odiar el modelo sindical”.

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El reto de Cristina a Tomada: “¿Qué sos ahora, el secretario general de la UOM?”
Por Ricardo Carpena - Wednesday, May. 06, 2015 at 11:20 AM

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06/05/15

DESDE RUSIA

El Gobierno citó de urgencia a Caló en busca de un acuerdo. Ministros y dirigentes de la CGT oficialista se reunirían en reserva para destrabar las paritarias.

Representantes del Gobierno y del sindicalismo K se reunirían en las próximas horas, en secreto, para intentar una solución que destrabe las paritarias, en medio de un recrudecimiento de la conflictividad por el rechazo al tope del 25% en los aumentos salariales.

Ambas partes procuran mantener en reserva los detalles del encuentro, pero fuentes sindicales dijeron a Clarín que la CGT Balcarce intentaba ayer que concurriera Axel Kicillof (el único que tiene poder de decisión por debajo de Cristina Kirchner, aunque se ganó la bronca de toda la dirigencia gremial), o ministros más “políticos” como Aníbal Fernández o Julio De Vido.

Las opciones para solucionar esta encrucijada no serían tantas. El sindicalismo ya rechazó las rebajas anunciadas por Kicillof en el impuesto a las Ganancias y quedarían en pie un par de alternativas que fueron propuestas por el ministro de Trabajo: subir tres puntos el tope salarial, ya que por un 28% estarían dispuestos a firmar la UOM, la UOCRA y Comercio, gremios considerados “testigo” porque orientarán al resto, o buscar que el acuerdo rija hasta diciembre, algo que permitirá acordar un porcentaje menor, aunque transferirá el problema de la actualización salarial al próximo gobierno.

Esta última variante ya había sido sugerida por Tomada cuando se empantanó la paritaria de la UOM, pero fue vetada por Kicillof: teme que los acuerdos cortos, si no son anuales, hagan crecer la inflación.

Ese esquema volvió a aparecer ahora en las negociaciones de los metalúrgicos, que, por otra parte, suspendieron el paro de 36 horas luego de se dictó la conciliación obligatoria en el conflicto.

De todas formas, el gremio se movilizará mañana, desde las 9, ante la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), en Alsina al 1.600, y de allí al Ministerio de Trabajo.

Sigilosamente, Antonio Caló prepara un anuncio “explosivo” para el lunes próximo, en caso de que no haya acuerdo en la paritaria. Será en la Feria del Libro, adonde presentará la reedición de un libro de Juan Perón, financiada por la UOM, y ya pidió a sus colaboradores que llamaran a todos los medios a una conferencia de prensa.

Caló no exageró ayer cuando dijo: “Los compañeros me quieren colgar del Obelisco”.

El jueves pasado, en la seccional Villa Lugano, el jefe de la UOM debió atajar las críticas de los secretarios generales, que pidieron explicaciones por la demora en ponerle fecha al paro de 36 horas pese a los sucesivos fracasos de las negociaciones.

Allí, Caló tuvo que cederle la palabra a Francisco “Barba” Gutiérrez, líder de la seccional Quilmes e intendente de ese partido, quien contó las peripecias de la audiencia con Tomada en la que se llegó a un preacuerdo por un 28% y en la que todo se frustró cuando la comitiva sindical pidió al ministro que llamara en ese momento a Cristina Kirchner, que se encontraba en Rusia, para que lo aprobara. Según su relato, luego de que Tomada le contó acerca del 28% consensuado, la Presidenta rechazó la cifra y lo retó: “¿Cómo aprobás esos números? ¿Qué sos ahora, el secretario general de la UOM?”.

En el plenario, a los belicosos secretarios generales (los que soportan de manera directa la presión de las bases) les quedó en claro una frase de sus máximos jefes: “Estamos peleando contra el Gobierno”.

Si fracasa la reunión secreta, el plan B del sindicalismo K ya se puso en marcha: hay contactos con los gremios del transporte para un paro general en la segunda quincena del mes.

Será un ensayo de unidad sindical: se sumarán las CGT de Hugo Moyano y la Azul y Blanca de Luis Barrionuevo.

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Se acentúa el enfrentamiento entre los sindicatos y Kicillof
Por Nicolás Balinotti - Wednesday, May. 06, 2015 at 11:21 AM

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Miércoles 06 de mayo de 2015 | El ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo que la reducción en las alícuotas de Ganancias dejó sin discurso a los gremialistas.

Hace dos meses, Axel Kicillof plantó a ocho jefes sindicales con el almuerzo servido en la sede de los taxistas. Los dirigentes esperaban, por entonces, escuchar de boca del ministro de Economía la confirmación de que el Gobierno modificaría los alcances del impuesto a las ganancias antes del cambio de mando y conocer de buena fuente la postura oficial frente al escenario inflacionario y las paritarias. Nada de eso ocurrió.

Desde aquel plantón hasta hoy se acentuó el malestar que guía el zigzagueante vínculo entre el funcionario y la cúpula de la CGT más cercana a la Casa Rosada. Ni siquiera el reciente anuncio sobre los beneficios tributarios para aquellos sueldos inferiores a $ 25.000 aplacó la disputa. El enfrentamiento retórico continuó ayer con su escalada, que alcanzó su cima de tensión con el blanqueo que hicieron los aliados Antonio Caló y Armando Cavalieri sobre las presiones que recibieron por parte del Gobierno para cerrar sus paritarias por debajo de 25%.

"El impuesto a las ganancias no está desvirtuado ni afecta a todos los trabajadores. Solamente afecta al 10%, así que no es un tema de la clase trabajadora en su conjunto. Se quedaron sin discurso", rebatió Kicillof. Y volvió a chicanear con la cuota sindical, un pago que no es obligatorio, salvo unas pocas excepciones. "Algunos sindicalistas han puesto sus energías en el lugar equivocado. Se organiza un paro de un gremio que tiene niveles de afiliación altísimos, o sea que todos pagan la cuota sindical, pero el 2% paga el impuesto a las ganancias. Me parece que es un tema ideológico", avivó el debate.

En la reunión que mantuvo anteayer la cúpula de la CGT oficialista, que encabeza Caló, hubo dirigentes que fueron muy duros con Kicillof. El mercantil Cavalieri lo comparó con el menemista Domingo Cavallo "por imponer una barrera al salario" y mostró ante sus colegas pruebas de cómo el ministro y su par de Trabajo, Carlos Tomada, no le quisieron homologar el convenio que había firmado con las cámaras empresarias para obtener un aumento salarial de 30%. Hasta Andrés Rodríguez, jefe de UPCN, cuestionó a Kicillof. "Hace 12 años vengo firmando lo que me dicen", contaron testigos sobre el desahogo del dirigente de los estatales.

Gerardo Martínez y Omar Viviani terciaron en la polémica y calmaron a sus colegas de la denominada mesa chica. Martínez sugirió que las tensiones se aplacarán cuando Kicillof los visite junto con Daniel Scioli en un acto de corte electoral que organizan los gremios de la industria. El apoyo a Scioli estaba previsto para el 14 del actual en el Smata, pero podría realizarse en un sitio más amplio.

En un intento de bajar los decibeles, Caló actuó ayer con una celeridad que no es habitual. Postergó la reunión de consejo directivo con la intención de abrir un canal de diálogo con el Gobierno. El metalúrgico sabe que un encuentro con todos los gremios sería una suerte de catarsis que no ayudaría a destrabar el conflicto. Anhela que en la Casa Rosada tomen nota de su gesto y espera finalmente ser recibido por la presidenta Cristina Kirchner.

Como parte de su ánimo pacificador, Caló aceptó la conciliación obligatoria y su gremio, la Unión Obrera Metalúrgica, no irá hoy al paro. Los metalúrgicos y las seis cámaras del sector volverán mañana a estar cara a cara. El desafío será acercar posiciones: la UOM exigió un 32% de aumento y los empresarios ofrecieron un 22%. "Los trabajadores me quieren colgar del Obelisco", ironizó ayer Caló sobre la indefinición de su paritaria.

Desde el sindicalismo opositor siguen de cerca los tironeos entre la CGT oficial y la Casa Rosada. Hugo Moyano, Luis Barrionuevo, los bancarios y los transportistas parecen dispuestos a unificar sus reclamos. Ellos también despotricaron contra Kicillof, el nuevo blanco de todas las críticas sindicales..

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