Julio López
está desaparecido
hace 6402 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Contra Monsanto, por otro modelo productivo
Por Equipo de Comunicación CTA Rosario - Thursday, May. 21, 2015 at 1:18 AM

20 de mayo de 2015. Equipo de Comunicación CTA Rosario | El próximo sábado se realizará la Marcha Mundial contra Monsanto, la multinacional productora de semillas transgénicas y de los principales agrotóxicos que se utilizan para esos cultivos, como el glifosato. En nuestra ciudad, habrá una concentración a las 10 horas en la Plaza Pringles. La Secretaria de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo de la CTA-Autónoma de la provincia de Santa Fe, María Celia Galarza, invitó a manifestarse para que esta empresa “se vaya de nuestros países, para que deje de contaminar y saquear, siempre en connivencia con los poderes políticos que permitieron que haya ingresado y siga operando en el país”.

Contra Monsanto, por...
banner_monsanto-c58a7.jpg, image/jpeg, 440x166

El 23 de mayo, en todo el mundo, se desarrollarán acciones para denunciar y repudiar a la empresa multinacional Monsanto, el gigante de las semillas transgénicas y productor de los principales agrotóxicos, entre los que se cuenta el tristemente célebre glifosato. En muchos países esta corporación ya tuvo problemas por contaminación ambiental y hasta han sido prohibidos sus productos o la instalación de sus plantas. En sintonía, Rosario realizará una manifestación convocada para este sábado a las 10 horas en la Plaza Pringles, donde se pretende visibilizar la problemática que está generando en Argentina y en particular en nuestra región, donde los cultivos de soja transgénica y las fumigaciones están empezando a generar las consecuencias más nefastas de este modelo productivo.

La actividad está organizada por un colectivo de organizaciones ambientalistas, políticas, sociales y de derechos humanos, del que forma parte la Central. María Celia Galarza, trabajadora estatal, parte de un pueblo fumigado y Secretaria de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo de la CTA-Autónoma de la provincia de Santa Fe, invitó a participar de esta marcha para que Monsanto “se vaya de nuestros países, para que deje de contaminar y saquear, siempre en connivencia con los poderes políticos que permitieron que haya ingresado y siga operando en el país”.

“Como Central es muy importante involucrarnos en esta problemática porque es una lucha por la salud y la vida de todo el pueblo. Como trabajadores y trabajadoras tenemos que estar comprometidos en que haya un cambio social y político porque este es un modelo que tiene consecuencias en todos los niveles, no sólo en lo rural”, manifestó. Además, recordó que desde la CTA hace dos años se lanzó la Campaña por una consulta popular por la defensa de nuestros Bienes Comunes e inscribió en ese marco esta denuncia contra la multinaciónal, “para volver a recuperar la soberanía y la autodeterminación como pueblo y como clase trabajadora”.

Monsanto es la principal productora y distribuidora de semillas transgénicas y agrotóxicos, pero tiene una larga historia de más de 100 años de contaminación ambiental. Entre otras perlas de su historia, cabe recordar la creación del Agente Naranja, que Estados Unidos roció sobre Vietnam para arruinar sus cultivos y que aún hoy, 40 años después, sigue generando consecuencias sobre esa población. También es el inventor del PCB, un compuesto químico que se utiliza en transformadores eléctricos, que está incluido dentro de los doce contaminantes más peligrosos del planeta y que en contacto con humanos es altamente cancerígeno. Monsanto ingresó la soja transgénica al país en 1996 y actualmente es el símbolo del modelo agropecuario argentino, ya que ofrece la semilla, el sistema de siembra directa y los venenos para mantener a la planta libre de las pestes que habitualmente atacan a las cosechas.

“Lo que está a la vista son las graves consecuencias después de 20 años del desembarco de Monsanto en el país”, aseguró Galarza. “Ya están totalmente comprobados por muchos científicos independientes el aumento significativo de casos de cáncer, abortos espontáneos y niños nacidos con malformaciones en las zonas fumigadas con glifosato”, puntualizó.


María Celia Galarza

La joven es parte de la Red de Pueblos Fumigados, que engloba principalmente a habitantes de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, región en la que se rocían aproximadamente 450 millones de litros de agrotóxicos anuales. Esa red incluye a médicos y científicos que se han puesto al hombro la tarea de investigar las consecuencias de este accionar sobre las poblaciones. María Celia recordó a Medardo Ávila, quien realizó campamentos sanitarios en Monte Maíz, Córdoba, dando a luz índices y datos del incremento de enfermedades relacionadas con el modelo productivo.

Otro inolvidable fue Andrés Carrasco, investigador del CONICET, que fue pionero en la investigación y denuncia de estos temas. Este mes se cumplió un año de su fallecimiento y Galarza remarcó que él “decía que no hay que buscar tanto en el laboratorio las consecuencias del modelo, sino que hay que ir a los propios pueblos fumigados”.

Justamente hace 2 meses el glifosato ha sido catalogado como cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Hace más de 15 años que los médicos y los pobladores de los pueblos fumigados vienen denunciando las consecuencias que el glifosato tiene sobre la salud, pero como ahora lo dice la OMS tiene otro estatus”, ironizó la joven.

Otro punto que destacan los organizadores de la marcha del sábado es el repudio a la represión sobre las manifestaciones de ambientalistas, como los casos producidos en el acampe que ya tiene más de dos años en Malvinas Argentinas, Córdoba, para resistir la instalación de una planta de la multinacional. Galarza destacó especialmente el reciente ataque sobre la vivienda de Sofía Gatica, una de las referentes de la población afectada de esa localidad. Y también remarcó la persecución ideológica y el desprestigio que sufren quienes se atreven a denunciar este tipo de producción.

“Creemos que este modelo está colapsado, la tierra y nosotros no damos más. Hay grupos que incluso hablan de ecogenocidio”, enfatizó la dirigente. Por eso destacó la importancia de tomar conciencia del problema: “No afecta sólo a la gente que vive cerca de las zonas sembradas, sino que todos estamos comiendo alimentos envenenados, todos los alimentos tienen derivados de transgénicos de soja y maíz. Tenemos que volver a la agricultura sana y saludable, una producción en armonía con el ambiente porque como civilización ya estamos en peligro de extinción y tenemos que pensar en qué le vamos a dejar a las generaciones futuras”.

Equipo de Comunicación CTA Rosario

Notas relacionadas en ACTA, la Agencia de Noticias de la CTA Autónoma:
Reclamos contra un pesticida
Monte Maíz: En defensa de la salud y la vida
El riesgo de las fumigaciones
La CTA se solidariza con la compañera Sofía Gatica por el vandálico ataque contra su vivienda
Monsanto un ‘mal sueño’ para Argentina
Carrasco: "Pocas cosas más peligrosas que la verdad"

agrega un comentario