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Pablo Pimentel: “sepan que es un orgullo sentirse acompañado de este calor militante”
Por La Retaguardia y Red Eco Alternativo -
Friday, May. 22, 2015 at 9:46 AM
Jueves 21 de Mayo de 2015 | Con estas palabras cerró el principal referente de la APDH La Matanza, la jornada de movilización que tras meses de una intensa campaña contra este organismo defensor de los derechos humanos, se realizó el lunes 18 de mayo. La marcha partió desde la Rotonda de San Justo y llegó hasta la fiscalía general. Cobertura especial Red Eco Alternativo y La Retaguardia
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(La Retaguardia y Red EcoAlternativo) Buenos Aires - Acompañados por organizaciones
sociales y políticas, más referentes de derechos humanos, la movilización que
convocó alrededor de 800 personas, fue una contundente respuesta contra
estos hechos que fueron desde pintadas y pasacalles acusando a Pimentel de armar
causas contra la policía, hasta atentados y persecuciones personales sufridas
por integrantes del organismo de derechos humanos y la propia familia de Pimentel.
El hecho más grave y reciente ocurrió hace algunas semanas, cuando una de sus
hijas se desplazaba con su novio en una moto. Fueron interceptados por un vehículo
utilitario que los obligó a parar. Una persona apuntó con una pistola a la joven,
sin decirle nada ni robarle efectos personales, solo se quedó apuntándola unos
instantes y luego se fueron, en un claro acto intimidatorio.
Todo comenzó con la causa judicial iniciada tras la muerte de Gabriel Blanco,
ocurrida el 1 de marzo de 2007 en la comisaría de San Carlos, por la que la APDH
y la familia de Blanco acusan a la policía, contrariando la versión oficial de
un suicidio, desacreditado por las pericias judiciales.
Durante la marcha del lunes, de la que formaron parte Nora Cortiñas y Mirta Baravalle,
integrantes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; José Schulman de la Liga
Argentina por los Derechos del Hombre; Familiares y Amigos de Luciano Arruga;
H.I.J.O.S. Zona Oeste e H.I.J.O.S La Matanza; Enrique Fukman, de la Asociación
de Ex Detenidos Desaparecidos y Alberto Santillán, papá de Darío, entre otros,
se leyeron adhesiones. Sobre el final, ante la fiscalía, algunas personalidades,
como Mónica Alegre, la mamá de Luciano Arruga, Schulman, Santillán y las Madres,
dieron pie al cierre de Pablo Pimentel. Uno de los momentos más intensos fue cuando
Teófilo Blanco, el papá de Gabriel, contó la historia de su hijo.
Voces desde la marcha
La cobertura conjunta de Red Eco Alternativo y La Retaguardia acompañó el recorrido
de la marcha por las calles del centro de San Justo. Se pudieron escuchar fragmentos
del documento consensuado entre las distintas organizaciones convocantes.
Durante la movilización dialogamos con Ayelén, integrante de H.I.J.O.S.
Zona Oeste y de la Coordinadora Antirrepresiva del Oeste, quien en
relación a una de las consignas de la convocatoria “marcha contra toda impunidad”,
reflexionó: “entendemos que lo que estamos viviendo es un entramado
de impunidad, un entramado de connivencia entre el poder policial, el poder
político y el poder judicial, esto es en todo el país pero se ve cristalizado
en La Matanza, con (el intendente) Fernando Espinosa que es el presidente del
PJ, y donde la impunidad reina en el partido. El avance hacia un organismo
de derechos humanos es algo muy grave. Nosotros venimos denunciando con la Coordinadora
Antirrepresiva del Oeste, desde H.I.J.O.S., los casos de impunidad en manos
de la policía, los casos de gatillo fácil, las causas armadas justamente por
estos personajes. El avance contra un organismo de derechos humanos es nefasto,
y si tocan a uno, nos tocan a todos, por eso salimos a marchar y solidarizarnos
con Pablo Pimentel y la APDH. La razón de ser de un sistema capitalista es tener
un aparato represivo que responda a los intereses del empresariado; no podemos
entender que se trata solo de una manzana podrida en un cajón, no podemos pensar
que solamente es un policía malo que cometió algún tipo de exceso; esto es parte
de un sistema que justamente viene a criminalizar en este caso a la pobreza,
como ocurrió con Gabriel Blanco, y avanza luego contra aquellos que protestamos
contra ello”.
Ayelén además destacó la presencia de tantas organizaciones en esta movilización:
“es importante que pese a algunas diferencias estemos marchando por
La Matanza, con toda la especificidad que tiene este municipio, no es menor
que todos hayamos bajado las pretensiones porque una cosa es organizar
algo desde H.I.J.O.S. y otra desde APDH, pero sin embargo entendemos que había
que bajar las pretensiones y decir que estamos con la unión y con esto de que
si tocan a uno, nos tocan a todos”.
Luciano y José Luis
Esta marcha se llevó adelante a pocos días de conocerse la sentencia a 10 años
de prisión para el policía Julio Diego Torales por las torturas cometidas
a Luciano Arruga en el Destacamento de Lomas del Mirador durante su detención
del 22 de setiembre de 2008. Al respecto, Ayelén aseveró: “lo único
que hace la diferencia es la organización, la lucha en la calle, la organización
política. Familiares y Amigos de Luciano Arruga logró esa sentencia
porque se organizó, porque siguió peleando, porque no se calló. El sábado estuvimos
acompañando el caso de Dieguito, un pibe de 13 años atropellado por una mujer
policía a la salida de un boliche. Hicimos un festival de 30 personas y nos
acordábamos de los comienzos, de lo que fueron los festivales por Luciano, y
la verdad que la única (forma) que hay es la organización. Me parece que en
este caso al principio subestimamos la organización desde el otro lado, es decir
la organización de las madres de los policías, de los propios policías; lo subestimamos,
no estuvimos a la altura de su rápida reacción, pero ahora estamos organizados”.
Finalmente, Ayelén recordó que esta semana comienza el juicio contra José Luis
Orellana, otro ejemplo de una causa armada. Orellana está acusado de haber matado
a un custodio durante un intento de robo en un supermercado de San Miguel. A
pesar de que todos los vecinos aseguraron desde un principio que él no fue el
asesino, José Luis se encuentra detenido y en pocos días se dará inicio al juicio
en su contra. Orellana es sordo de un oído y además tiene un retraso madurativo.
Además de comentar que desde la Coordinadora Antirrepresiva del Oeste se convocaba
a una concentración para los días 21 y 22 de mayo frente al Tribunal en
lo Criminal Nº6 de San Martín (ubicado en Eva Perón 2535 de esa localidad bonaerense),
a partir de las 8, Ayelén afirmó: “las causas armadas es la otra modalidad,
la otra cara que tiene el sistema judicial. Es lógico que traten de encubrir
siempre con causas armadas algún pescado más grande, o gente que tiene obviamente
el delito organizado, que es el organizado por la policía. Estas causas
armadas terminan cayendo siempre en los mismos, en el pueblo. A Orellana le
armaron una causa acusándolo de un homicidio, una persona parecida a él entró
a un supermercado y lo acusan de homicidio, algo que no es menor. Y es un caso
muy complicado, y pedimos dentro de las organizaciones que venimos estando en
la calle que se tomen este tipo de causas porque es más fácil obviamente ver
cuando se trata de la criminalización de la protesta, pero no tanto cuando es
un pibe de la barriada, y la verdad que hay miles de casos similares. Y para
laburarlos hay que remarla, pero vamos a estar ahí firmes cuando empiece el
juicio; lo que sucede es que si no hay presión política lo van a condenar, como
a todos los pibes. En el caso de Diego Romero y Luz Gómez, que también fue llevado
por la Coordinadora, y que también era una causa armada, logramos que los absuelvan
con la lucha, esperemos que con José Luis Orellana pase lo mismo”.
Norita y Pablo
A
lo largo de la movilización, la cobertura conjunta realizada por Red Eco Alternativo
y La Retaguardia contó con las palabras del referente de la APDH La
Matanza, Pablo Pimentel, y de Nora Cortiñas,
Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Pimentel calificó la marcha como multitudinaria: “no nos adjudicamos
esta cantidad de gente, esta cantidad de gente se la adjudica cada joven víctima
de la violencia institucional, nosotros somos un medio nada más para acompañar,
pero sí es un respaldo, la verdad que nos sentimos respaldados. Como siempre
estamos agradecidos a los medios alternativos que difunden estas noticias, siempre
están, son la voz de la gente nuestra que no tiene voz, los pobres”.
Luego, Norita Cortiñas aseveró: “no queremos volver al pasado,
nosotros no tenemos miedo, nosotros no bajamos los brazos, nosotros buscamos
verdad y justicia, y vamos a seguir luchando y vamos a apoyar a Pablo Pimentel,
a la APDH y a todos los que componen este organismo, todos los días hasta terminar
con esta situación oprobiosa de los que quieren amedrentar”.
La movilización finalmente se dirigió hasta las puertas de la fiscalía general
donde se llevó adelante el acto principal.
Voces desde el acto
Las primeras en tomar el micrófono fueron Nora Cortiñas y Mirta Baravalle,
integrantes de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Norita retomó algunas de las palabras dichas a La Retaguardia
y Red Eco: “estos policías calumnian, injurian pero porque tienen miedo,
nosotros no tenemos miedo, por eso estamos acá ¡Que terminen con esta tropelía
que están haciendo! No bastan amenazas ni intimidaciones para parar la lucha
por la verdad, la memoria, la justicia, por eso insistimos, no al olvido,
no al perdón, no a la reconciliación con los genocidas torturadores, pedimos
cárcel total para todos ellos, y basta con las amenazas cuando está por llegar
el juicio. Vamos a seguir apoyando a Pablo Pimentel, a su familia, a todos los
militantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza,
y a todos los militantes por los derechos humanos como somos todos los que estamos
acá. Acá somos todos iguales, defendiendo los derechos humanos, y esperamos
que las autoridades se den cuenta de que no nos van a intimidar en esta búsqueda
de verdad y justicia. Seguiremos adelante hasta vencer. Ydecimos que acá están
los 30.000 detenidos desaparecidos. Por eso pegamos nuestro grito: ¡30.000 detenidos
desaparecidos presentes, ahora y siempre! Y presentes todas las víctimas de
estos años de gobiernos constitucionales que miraron para otro lado, mientras
los torturadores seguían actuando. Nosotros no tenemos miedo. Hasta vencer”.
Baravalle se sumó a lo expresado por su compañera: “estoy convencida
de que en todo lo que Norita ha dicho está también mi corazón y mis pensamientos.
Y lo que quiero decir sobre todo es ese abrazo fuertísimo para todos los presentes
y las presentes, todo el cariño y la solidaridad absoluta para Pablo Pimentel
y su familia, para todos los militantes que de una manera u otra se hacen eco
de sus reclamos, de las injusticias. Parece mentira que a casi 40 años
de un golpe militar genocida, volvamos otra vez a salir a las calles de las
ciudades, de los barrios para reclamar justicia, pero ¿dónde están estos señores
funcionarios, esos que han dicho que van a proteger al pueblo? Basta
de muerte, basta de sufrimiento, basta de mentiras. Yo solamente quiero expresarles
que nuestro corazón está siempre al lado de aquellos que se hacen presentes
cuando hay injusticias, cuando hay falta de verdad, pero donde hay memoria sabemos
que siempre van a estar los militantes en las calles defendiendo sus derechos.
Gracias a todos los que están acá. Sé y siento que lo van a seguir apoyando
a Pablo y a todos los que han sido tan vilipendiados con mentiras, como sabemos,
como estamos acostumbrados todos, cuando no saben qué decir cuando no tienen
la verdad. Gracias a todos”.
Encolumnados
Alberto
Santillán, padre de Darío, asesinado junto a Maximiliano Kosteki el
26 de junio de 2002 en la Estación Avellaneda (hoy Estación Darío y Maxi), relató
cómo conoció a la APDH La Matanza: “después de muchos años de buscar la manera
de que se haga justicia por Darío y Maxi, tuve la suerte de que alguien me lo
presentó (a Pablo), fui y golpee las puertas de la APDH, hablé con Pablo y sus
compañeros, y ellos se hicieron cargo de la causa, ellos se encolumnaron atrás
de esta búsqueda de justicia por Darío y por Maxi, junto con el compañero José
Schulman de la Liga Argentina de los Derechos del Hombre. En tan poco tiempo
de lucha hemos logrado lo que en años no se ha conseguido, hemos conseguido
que la causa se desarchive. Para mí, esto tiene un alto punto de valor porque
es un pequeño paso para seguir peleando. Así que si ellos se encolumnan atrás
de nosotros, los familiares de Darío, entonces ¿cómo carajo nosotros no nos
vamos a encolumnar atrás de Pablo Pimentel y toda la APDH? Somos todos
Pablo Pimentel, somos todos Gabriel Blanco, somos todos Luciano Arruga, somos
todos Fuentealba, somos todos Darío, somos todos Maxi. Y no son únicamente
los policías los asesinos, sino que también están los punteros, los políticos,
los gobernadores, los presidentes y todos aquellos que saben que van a matar,
a reprimir y sin embargo siguen poniendo o levantando la bandera de los derechos
humanos, cuando en su gobierno está enquistada la mayoría de los que tuvieron
que ver en la Masacre de Avellaneda. Por eso es importante esto, porque no somos
invisibles, acá estamos, y seguiremos estando en tantos lugares para mostrar
que tenemos las pelotas y los ovarios suficientes para seguir peleando por justicia
para nuestros pibes”.
Nunca más
“Qué compromiso hablar después de todo lo que dijo Norita, después de Alberto.
¿Cómo empiezo?”, fueron las primeras palabras de Mónica Alegre, mamá
de Luciano Arruga, en el acto de cierre de la jornada.
Como siempre, Mónica encontró enseguida las palabras adecuadas: “quiero decirles
que no voy a cometer el mismo error que cometí hace 7 años cuando le dije ‘calláte,
negro, calláte y agachá la cabeza’, nunca más agachar la cabeza, nunca más callarse.
Hoy más que nunca estoy acá con Pablo, porque desde hace 6 años Pablo
ya es parte de mi familia, es parte de Luciano, y fue el que hace 6 años creyó
en nosotros, el que nos acompañó, el que acompañó a Vanesa; porque
vamos a decir las cosas como son, yo no figuraba, yo esperaba solamente, y Pablo
estaba ahí, y él apoyó, apostó y le creyó a Vanesa. Después de tantas veces
que habíamos golpeado puertas, después de 45 días que nadie nos escuchaba hubo
un hombre que nos escuchó, que nos acompañó y hubo un amigo que puso el hombro
cuando necesitamos llorar, cuando estuvimos mal, ese es Pablo, ese es un luchador;
este es el hombre que tenemos que apoyar, pero no porque tenemos que estar,
porque él está con nosotros, él está con la causa de Gabriel Blanco, él está
con la causa de Alberto (Santillán), con la causa de Félix (Díaz) y el acampe.
Ustedes no saben la infinidad de casos que este hombre se lleva a cuestas, creo
que lo mínimo que podemos hacer ahora, hoy y siempre, es estar al lado de Pablo.
Gracias por estar y a los que no están… se lo pierden”.
Aprendizaje
Luego fue el turno de José Schulman, secretario general de la Liga Argentina
por los Derechos del Hombre, quien se refirió a lo aprendido tras largos
años de lucha: “aprendimos que lo primero que se debe hacer cuando se comete
una injusticia, cuando se viola un derecho, cuando se tortura, es estar al lado
de los que sufren, al lado de los torturados, al lado de los perseguidos, esa
tradición la hemos tenido desde 1937 (año de fundación de la Liga), y con mucho
orgullo. La segunda cosa que hemos aprendido es que no hay acto de violación
de los derechos humanos que no tenga tres ingredientes, como los que hoy se
ven en este acto de persecución a la APDH La Matanza. No hay acto de
violación de derechos humanos que no tenga una fuerza material, una fuerza del
Estado que no ha dejado de torturar, de asesinar desde que se constituyó como
Estado a fines del siglo XIX. No hay violación a los derechos
humanos que no parezca paradójico que utilice elementos jurídicos, de una falsa
jurídica, en un juez, un fiscal, o un tribunal que se ríe de las víctimas y
los perseguidos. Y lo que es importante en este acto es que
no hay violación de los derechos humanos que no se sostenga en un discurso
justificatorio, que no se contenga en una batalla cultural que ellos están dando
contra nosotros para decirnos que a los que luchamos al lado de los
torturados, de los perseguidos, de los que están presos por no aceptar las reglas
del capitalismo, todos nosotros somos tan culpables como los que ellos entierran
y merecemos el mismo castigo como abiertamente se hace contra Pablo. Por eso
estar acá es contra la impunidad, es una batalla que debe darse en todos los
planos. Lo principal en estos días es entender y hacer entender que
de una vez por todas hay que terminar con la cultura represiva que anida en
la Policía Bonaerense, en la Federal, en la Gendarmería, en la Prefectura y
en todas las instituciones del Estado. No es con cursos de derechos
humanos, no es con palabras que se va a resolver esta cuestión, sino de una
vez por todas tenemos que entender la batalla por limpiar hasta la última molécula
de represor y torturador a todas las fuerzas policiales para hacer posible el
sueño de Luciano, para hacer posible el sueño de Gabriel, el sueño de todos
nosotros de que nunca más se torture a nadie en esta tierra como resolvió la
Asamblea en 1813”.
Relato de un crimen
Uno
de los momentos más conmovedores del acto se vivió cuando Teófilo Blanco
tomó el micrófono. Se presentó como el papá de Gabriel Blanco
a quien mató la policía el 1ero de marzo de 2007. Agradeció a los presentes
por apoyar a la APDH La Matanza y a la causa de su hijo: “que es la causa de
todos ustedes”. Luego contó cómo fue asesinado su hijo por la policía:
“el 1ero de marzo de 2007 le dieron de alta a mi hija que tuvo un chico en el
Hospital Durand, a las 3 de la tarde mi hijo me dice que va a ir a comprar una
sorpresa a la hermana. Se fue con la señora y el chiquito de 2 años, que hoy
tiene 10 años. Yo tenía 30 pesos y le dije que comprara algo y que luego pasara
por la casa de la Lourdes que es mi nieta para que la traiga, tenía 13 años
mi nieta. Ellos compraron para la hermana y vinieron hasta Juan. B. Justo y
Marconi y ahí se quedó mi nuera esperando con el chiquito que él fuera a buscar
a mi nieta. Cuando llegó a la casa lo encerró la policía, lo puso contra la
camioneta, le empezaron a pegar. Salió mi nieta llorando y les pidió por favor
que pararan, porque le pegaban patadas, golpes, piñas, de todo. Los policías
lo levantaron y se lo llevaron. Vino mi nieta a avisarle a mi nuera y ella fue
hasta la comisaría San Carlos, y él no estaba, lo trajeron recién como a las
19. Mi nuera habló y él sabía que ella estaba, entonces pidió hablar con ella
porque sabía que lo iban a matar, porque cuando un día yo me fui a retirarle
de la comisaría, ellos le prometieron ‘negro, el día que te agarremos vas a
desaparecer’. Él sabía que lo iban a matar entonces pedía hablar con la señora,
quería ver al chiquito, y gritaba. Mi nuera le pidió a la policía que estaba
de guardia si la podían dejar dialogar con él, que lo iba a tranquilizar, pero
ella le dijo que se fuera a su casa, que ellos se iban a encargar de él, y como
a las 9 de la noche lo mataron a golpes. Después simularon que se había ahorcado,
pero él no se ahorcó, ellos lo mataron a golpes. Ellos llevaron el cuerpo al
hospital, yo me entero a las 7 de la mañana que vengo a la comisaría y hablo
con el comisario y me ofreció toda su ayuda, le dije que no necesitaba la ayuda
de él, yo quería ver a mi hijo, y quería justicia para mi hijo. Me ofrecía traerme
a la fiscalía, le dije que no y fui yo a ver a la fiscal Ochoa, me tomó declaración
a las 8 y media de la mañana y le pedí que me entregara el cuerpo de mi hijo,
me dijo que la esperara ahí. Recién a las 16.30 apareció la doctora Ochoa para
decirme que me vaya a mi casa porque el cuerpo estaba ahí. Llegué a mi casa,
estaba el cuerpo de mi hijo, se lo veló en casa. Ellos lo habían disfrazado,
le habían pegado toda la mortaja por la frente, por la mano, como para que no
se vean los golpes. De la APDH estaba don Marcelo y Alexis con nosotros, en
el velatorio de mi hijo, cuando le abrimos la boca notamos que le faltaban los
dientes, entonces lo empezamos a revisar y estaba quebrado y golpeado por todos
lados, tenía moretones por todos lados, tenía tierra en la espalda, quiere decir
que ellos lo mataron en el piso”.
Blanco contó que entonces habló con Pablo Pimentel y le pidió ayuda: “me la
ofreció sin ningún interés, y gracias a Don Pablo hoy tenemos presos
a los 3 policías que mataron a mi hijo, y por la causa de mi hijo hoy Don Pablo
y la APDH tiene una causa armada porque dicen que los chicos detenidos
en la comisaría esa noche que dijeron que no escucharon porque estaban dormidos,
luego esos mismos chicos declararon que Don Pablo, la APDH les dijeron que si
ellos declaraban a favor de Gabriel les iban a alivianar las causas; y eso no
fue así porque jamás Don Pablo va a hacer una cosa de esas. Don Pablo hizo todo
lo que tenía que hacer, pidió una segunda autopsia, que se hizo en Lomas de
Zamora, y el forense de parte nuestra me dijo que lo de Gabriel había sido tortura
seguida de muerte:Nos llevó años meter presos a los 3 policías que están detenidos”,
cerró Teófilo.
“Si tocan a uno, nos tocan a todos”
El Padre Bachi, con unas breves palabras, se refirió a Pablo
Pimentel como la persona que siempre estuvo acompañando: “decirte que hoy estamos
con vos, y que estar con vos es estar con la infinidad de causas que
te montás a la espalda, que no te cansas de caminar, de hablar por tantos que
no tienen voz, que nadie escucha, y que hoy obviamente todos queremos abrazarte
y decirte que no estás solo, que esta es la causa de todos, y acá estamos
de pie para estar al lado tuyo. Que Dios te bendiga y te dé toda la fuerza que
tenés y merecés”.
Luego fue el turno del propio Pablo Pimentel. “A esta movilización
la han convocado todos los jóvenes que han perdido sus vidas a manos de las
instituciones que todavía no han entendido que vivimos en democracia –comenzó–,
que no han entendido que la vigencia de los derechos humanos está plena, y sobre
todo en estos tiempos en que hemos avanzado en los juicios de lesa humanidad
que tantos que militamos hace muchos años estábamos buscando, por eso esta
marcha se la debemos a ellos, a Gabriel, a Luciano, a todos los chicos del interior
que están padeciendo también esa ignominia, esa persecución permanente; esta
marcha también representa a los pueblos originarios que han venido y a quien
les agradezco muchísimo que estén acá, a todos los barrios que padecen todos
los días marginalidad y que justamente es ahí donde se desarrolla mucho esta
práctica perversa, la que sufrió justamente Gabriel”.
En este punto, Pimentel explicó lo que significa esta “práctica perversa”: “la
ciudadanía sin duda quiere vivir tranquila, todos queremos vivir tranquilos,
¿quién no quiere vivir tranquilo, quién no quiere llegar a su casa después
de una jornada y estar tranquilo con su familia? Por supuesto que sí, pero la
pregunta es qué tipo de tranquilidad, ¿esa tranquilidad que pidieron
los vecinos de Lomas del Mirador, que armaron un destacamento para mayor seguridad
y que esa seguridad de forma diabólica e hipócrita reclutó un niño para robar?
Esto es a lo que venimos a decir basta. Y venimos a decir basta también
a aquellos señores que se dicen doctores, abogados, que están matriculados y
que en forma perversa y diabólica han utilizado lo más vulnerable que tiene
una sociedad que son los presos. Cualquiera que quiera estudiar sociológicamente
a un pueblo que vaya a las cárceles, y estos señores fueron a la cárcel a buscar
a dos personas y ver de qué manera podían mejorar la situación procesal de 5
policías, de los cuales hoy 3 están presos”.
Pimentel también aprovechó el micrófono para aclarar: “si alguno de los que
están implicados por el grave, terrible hecho de haber detenido, golpeado, torturado
y matado a un joven, y se siente que es inocente absolutamente, tiene toda la
posibilidad, esa posibilidad que no le dieron a Gabriel en ese juicio sumarísimo
que le hicieron en el término de 4 horas, donde la policía resumió todo lo que
el proceso de garantía hoy da. Estos señores tienen todos los instrumentos que
da la Constitución, los derechos y garantías para que puedan defenderse, repito,
aquella persona que crea que está libre de cualquier culpa que vaya y lo diga,
pero no vamos a tolerar más injurias y calumnias, y menos lo que se han atrevido
a hacer, señores cobardes que están amparados por matrículas de abogados, que
montan una 9 milímetros que nosotros pagamos para que nos protejan. Ya
llegaron al límite, y le pregunto a cualquier hombre que tiene las pelotas bien
puestas y a cualquier mujer que tiene los ovarios bien puestos si van a tolerar
ver a una hija, ver a un compañero al que le ponen un arma en la cabeza. Sepan
señores, que si quieren me tienen a mí, no busquen a nadie más, no lo vamos
a permitir. Basta de persecución, llegamos a un límite”.
Finalmente, Pablo Pimentel agradeció la presencia de todos y agregó: “es una
emoción escuchar a jóvenes y entre esos jóvenes a una hija que adopta esta metodología
pacífica, no violenta; el momento de resistir es activo, pacífico y no violento.
Y sepan los violentos, los cobardes, que no vamos a utilizar las mismas
armas que utilizan ellos, donde persiguen cobardemente a la noche a personas
que están militando o simplemente viviendo, en este caso como mi hija
que no milita y a mi futuro yerno que no milita, y sin embargo se tuvieron que
comer esa apretada. Insisto, acá tienen un hombre, que me busquen, no voy a
dar un paso atrás, no vamos a dar un paso atrás. Nadie ni nada nos va a parar.
Lo que sí sepan autoridades políticas - a quienes hace 14 días, el 4 de
mayo, hemos repartidos cartas, como el ministro del Interior, el señor Florencio
Randazzo; el señor gobernador Daniel Scioli; y el señor intendente Fernando
Espinosa, nadie nos ha respondido, ninguna - es que voy a exigir
desde este micrófono, y hago responsable a las autoridades políticas. Y
sepa señor gobernador que acá el responsable no es el jefe de la departamental
sobre el personal de la policía, es usted quien tiene que controlar cómo obra
la policía y no vamos a aceptar ni una intimidación más, basta. Les
agradezco profundamente a cada uno de ustedes, que son militantes a quienes
les han dicho que hay que acompañar a la APDH y no nos conocen. A cada uno quiero
arrimarme, sepan que es un honor, un orgullo sentirse acompañado de este calor
militante. Quiero decirles que amo a mi mujer, amo a mis hijas, amo a mis compañeros,
amo a mis amigos, amo a todos los que luchan, y si tocan a uno, nos tocan
a todos”.
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