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De Cavallo a Kicillof
Por Desalambrar Moreno - Saturday, May. 30, 2015 at 10:26 PM

Sábado, 30 de mayo de 2015 | TECHO SALARIAL: UNA HISTORIA CONOCIDA

De Cavallo a Kicillo...
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Cuidado que si gana la derecha se viene el ajuste. La frase - advertencia repite la fórmula del miedo que siempre algún resultado deja, pero al mismo tiempo afirma implícitamente que HOY no hay ajuste, ningún tipo de ajuste. Los medios masivos de comunicación no interpelan el discurso en ese campo porque básicamente no desean extender el debate más allá de algunas líneas o un segmento televisivo. Los dirigentes políticas observan las encuestas y registran que el tema inseguridad es prioridad. Pero el ajuste está y, a diferencia de otros años, se presenta de forma explícita: los ministerios de Economía y Trabajo no homologarán paritarias que estén por encima del 27 por ciento. El gobierno nacional que creó millones de puestos de trabajo en una década le impone a los trabajadores un tope salarial pero además los ubica como desestabilizadores, ingratos, desmemoriados. Horacio Meguira, Director del Departamento Jurídico de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), sostiene que el gobierno tendrá un costo por el ajuste que realiza en la medida que se vuelva explícito: "Yo creo que estamos en una etapa en donde puede ser que el juste lo realice pero que va a tener un costo muy alto, porque por más que haya mucho debate interno sobre la organización del movimiento obrero argentino, lo cierto es que hay muchos trabajadores organizados, hay muchas organizaciones y que en algún punto se ponen en común. Y ese punto es cuando el ajuste es explícito.

¿Y estamos frente a ese ajuste explicito?

Todavía no, hay ya ajuste pero el ajuste están tratando de simularlo. No hay un discurso de ajuste, hay un ajuste en la práctica que se expresa con pérdidas paulatinas de puestos de trabajo, es decir, no hay cálculos oficiales pero podemos deducir que en el último trimestre se han perdido cerca de 150 mil puestos de trabajo. A eso debemos sumar que desde el 2007 en adelante no hay crecimiento del empleo, en todo caso los trabajadores que se incorporan al mercado de trabajo tienen grandes dificultades para conseguir el primer empleo.

¿Me repetiría la cifra de puestos de trabajo perdidos?

Si, son más de 150 mil en el último trimestre.

¿Y a dónde fueron a parar esos compañeros y compañeras?

Todavía no se refleja, ya sabemos que las estadísticas del INDEC no son creíbles, porque la tasa de desempleo que figura es del 6,9% es decir, que empieza a ser alta, pero hay un 9 % de trabajadores sub empleados, es decir, que tienen por lo menos un día de trabajo a la semana. Ahora eso es un verdadero desempleo encubierto, o sea que todavía no existen tasas de dos dígitos que es lo que el gobierno estadísticamente intenta evitar que es cuando empieza la preocupación de tasa de desempleo alta. Pero igualmente los ajustes se han producido con la inflación que es el principal agente que, es decir, el instrumento más acabado para digamos perder las conquistas salariales de los trabajadores. La inflación es muy alta y por ende se ha perdido salario real y esto ya reconocido por las propias estadísticas del INDEC.

Es muy impresionante que la patronal diga pago el 36 por ciento de recomposición salarial y el gobierno diga que sólo homologa el 27 por ciento. ¿Eso no es explicito? ¿No es algo explícito en el sentido que usted lo plantea?

Bueno, está bien es una cuestión terminológica. Vamos a ponerle otro nombre es decir, no es masivo, no es reconocido, es decir, no está incorporado como en los ’90 el discurso. En el ’90 querían convencer a la mayoría de la población que estaba muy bien que los trabajadores pierdan poder adquisitivo porque iba a haber más empleo ¿recuerdan? Es decir, que estaba incorporado al discurso y también en la opinión pública, pero hoy en día la palabra ajuste, o la palabra rebaja salarial, o la palabra flexibilidad que eran palabras utilizadas en la década del ’90 no están en boca de ningún político. ¿Se dio cuenta que ninguna campaña electoral está basada en eso? Es una conquista cultural del Movimiento Obrero, eso implica que no hay vuelta atrás por lo menos en lo que es medidas que van en contra del derecho conquista. Pero bueno, en ese sentido yo creo que claro, técnicamente es un ajuste la no homologación porque parte del viejo criterio propio del ministro Cavallo de que el salario provoca inflación. Y bueno este es un viejo criterio, un criterio que establece que el mercado de trabajo se conforma de acuerdo a la posibilidad de que exista salarios bajos y que cuanto mayor poder adquisitivo hay mayor inflación hay. Ese es un criterio viejísimo utilizado por el neoliberalismo en detrimento del costo de la mano de obra.

¿Es lo que se está usando ahora?

Es la vuelta a ese criterio pero no lo dicen explícitamente

No, no, está bien por eso lo llamaba para poder reflexionar con usted lo que están haciendo. Siempre hubo topes, es decir, pero los topes eran flexibles y encima los topes estaban por encima de la inflación.

¿Qué ocurre con las capacitaciones laborales?

Están reservados a las empresas y, en algunos casos, al Ministerio de Trabajo. Y se han politizado y no es en función de un plan de desarrollo industrial que tiene el país, se lo dan en función del amiguismo político, y a tal o cual sindicato se lo favorece siendo socios de los empleadores en la capacitación del personal, es decir, eso es negativo, la capacitación debe estar afrontada por el Estado en forma conjunta y a través de acuerdos con los empleadores y con los sindicatos, y ser un tema de Estado. Esto ya estaba incluido en el programa de la CTA en lo que fue el Gran Documento del 2000, que fue el documento sobre el shock distributivo, es decir, cuando nosotros pregonábamos y decíamos que debía existir un seguro de empleo y formación, lo que preveíamos era un shock distributivo que implique y comprenda a la capacitación para volver al sistema industrial. Eso fue deformado con el tiempo, y los sistemas de beneficios y de planes están más ligados al clientelismo político que a la necesidad del mercado de trabajo.

Ayer, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines consiguió que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner acepte el 36 por ciento de recomposición salarial. Cargill, Molinos, Dreyfus y Nidera, por cada $1000 de ventas destinan entre $5 y $18 a salarios y que con sólo el 0,5% de lo que facturaron en el 2014 pueden pagar el aumento de todo el año a los 20.000 obreros.

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