Julio López
está desaparecido
hace 6402 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Unos menos, otras más: Todos #NiUnaMenos
Por Mariel Martínez - Notas - Wednesday, Jun. 03, 2015 at 10:16 PM

03 Junio 2015 | Aunque alegremente, hay que decirlo, estamos viviendo días atípicos. La palabra femicidio empezó a estar en boca de todo el mundo, y nosotras no tenemos que andar explicando qué es. Las estadísticas que elaboramos nosotras, las mujeres feministas, se usan como cifra oficial. ¡Cada tantas horas se mata una mujer!, ¡hay tantas asesinadas este año! Tantas que no las contó el Estado, ni un noticiero, ni una ONG. Porque claro, quién si no nosotras se iba a ocupar de llevar la cuentita de nuestras compañeras muertas.

Unos menos, otras má...
niunamenos-feminismo-640x365.jpg, image/jpeg, 640x344

Somos nosotras, las feministas, las que lloramos cada mujer, las que luchamos cada causa, las que grabamos a fuego en nuestras almas los nombres de cada asesino y de cada asesinada. De cada juez. De cada encubridor. De cada yuta maltratador, de cada medio misógino, de cada periodista que justifica la violencia, de cada sorete que culpabiliza a la víctima. Sí, también llevamos esas cuentas. Y cuándo se necesiten las cifras para cualquier otro evento masivo, las cederemos gustosas.

Porque lo masivo no nos asusta para nada. Sabemos que tiene poco de pureza y mucho de ruido. Se señalan varias contradicciones de cara a la marcha del 3 de junio: que la consigna es de un carácter defensivo casi máximo, que puede ser usada para el aprovechamiento político de tal o cual sector, que machistas reconocidos por su trayectoria en exponer culos, en objetualizar mujeres, en fomentar la cultura del machito poronga que nos mutila y nos mata, convocan a estar presentes en el Congreso. Que se sacan foto con el cartelito de ni una menos. Que con qué derecho. Que hasta la iglesia convoca. Que qué hipócritas. Que qué aprovechadores. Que qué mediático todo y cuan casi vacío resulta. Que la consigna sí; pero que así no.

El tema es, saben una cosa, que las feministas venimos desde el fondo de la historia. Hemos convivido largo con nuestros enemigos. Los tuvimos durmiendo en casa. Los conocemos de lejos. Sabemos detectarlos en dosis puras, concentrados en rostros e instituciones o contaminando más o menos perceptiblemente nuestros deseos, nuestras decisiones, hasta a nuestros seres queridos. Nuestras formas de elegir ser mujer.

A nosotras, las feministas, no nos amedrenta caminar con los hijos del patriarcado al lado. No nos asusta que el machismo se vista de violeta. Aunque sepamos de su falsedad y su hipocresía, le prestamos nuestras gafas. Le convidamos un lugar en el paso firme de nuestra marcha, si es que nos es útil para que la palabra femicidio empiece a circular en las escuelas. Si nos sirve para que algunos más empiecen a preguntarse si el piropo no es en realidad acoso callejero. Si nos permite que algún forrito más tenga que purgar su imagen de cosificador y empezar de nuevo. Porque ahora queda mal. Porque ahora se habla más de violencia y menos de tetas. Porque por un tiempo no. Por un rato. Por mientras dure. Foto y cartelito. Conmoción y palmada. Marcha y lagrimón.

Será esta quizás la prueba que alguno que otro necesitaba para clausurar la discusión de que el feminismo es cosa de pocas. Resulta que el país, por algunas horas, se te pone feminista. Más o menos cierto. Más o menos falso. Pero andá a ponerte en contra del ni una menos. Vení y contanos de vuelta que exageramos. Que nos la buscamos con la pollera corta. Que somos emoción e histeria. Vení ahora a marchar con nosotras y escondé en la alfombra, por un rato, la tapa culo de tu revista semanal. Vení a contarnos cómo nos gusta la fiesta y cómo nos encanta dejar la escuela. Pasá un ratito por la marcha a explicarnos las razones de nuestras muertes. Total, nosotras no te vamos a violar. No te vamos a cortar el pito. No vamos a enterrarte vivo en un médano de arena.

Las culpas del Estado, por acción u omisión, son innegables. Casi tanto como las hipocresías sociales. Nada de esto es novedoso para nosotras, que cargamos constantemente con dobles injusticias. De mujer y de pobre. De mujer y trabajadora precarizada. De mujer y de aborto clandestino. De mujer puta. De mujer golpeada. Ninguneada. Condenada a los márgenes invisibles de la historia.

Será novedosa para muchos la palabra femicidio. Enhorabuena que la conozcan. Aprendansela rápido. Porque más temprano que tarde vamos a reemplazarla por otra.

Liberación.

agrega un comentario