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Martínez: “No hay que renunciar, sino salir a pelear”
Por Equipo de Comunicación CTA Rosario - Friday, Jun. 05, 2015 at 11:07 AM

3 de junio de 2015. Por Equipo de Comunicación CTA Rosario | La semana que viene, la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A) protagonizará medidas de fuerza de alcance nacional. Para el lunes 8 planea grandes movilizaciones en las principales ciudades del país y el martes 9 concretará un paro total. En esta entrevista, Gustavo Martínez, Secretario General de la Central provincial y de ATE Rosario, adelantó que esperan “un parazo” porque están expresando reclamos históricos que hacen a la identidad de la CTA y representan las necesidades del colectivo de trabajadores. También llamó a toda la clase a movilizarse este 3 de junio por la convocatoria nacional #NiUnaMenos, “para que nunca más tengamos que lamentar la muerte de una compañera”.

Martínez: “No hay qu...
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Gustavo Martínez, Secretario General de la CTA-A Provincia de Santa Fe

¿En qué contexto la CTA-A define realizar la movilización del 8 y el paro nacional del 9 de junio?

Estamos en la antesala de un paro nacional de la CTA, la CGT y otros sectores y todo lo que decimos y evaluamos lo hacemos en el marco de una conflictividad creciente. El de la Federación Aceitera es un conflicto observado por todo aquel trabajador y todas las organizaciones que están decididas a salir a pelear por lo que nos corresponde: Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM). Y, junto con otros gremios de servicios, del estado, o de la educación, nos emparenta la democracia sindical de base. El planteo de los aceiteros no es sólo firme, claro y preciso, sino que tiene un correlato en que la fuerza son los trabajadores organizados democráticamente con participación directa.
También está la patriada de los compañeros de Luz y Fuerza en Mar del Plata, donde el Ministro de Trabajo de la Nación (Carlos) Tomada alentó y promovió una estrategia para intervenir las elecciones, complicándole el ejercicio de la democracia sindical a los trabajadores.
Además, venimos de un paro nacional activo con movilización de ATE el 28 de mayo, de estatales provinciales, municipales y nacionales, donde denunciamos que nada menos que el 70% de los trabajadores del Ministerio de Trabajo de la Nación están precarizados; que hay 66 mil precarizados en el Estado nacional y más de 600 mil trabajadores municipales, provinciales y nacionales en esa condición; que la mitad de los estatales nacionales cobra sueldos miserables que no llegan ni al 50% del SMVM que nos corresponde por ley, por Constitución y por derecho; 300 mil trabajadores municipales del país cobran menos que el salario mínimo vergonzoso que firmaron Gerardo Martínez, la UIA, la Sociedad Rural y el Gobierno, esos miserables $4.700; y ni hablar de los jubilados, donde las cifras son elocuentes: la jubilación mínima no sé para qué alcanza. Cuando se define qué es lo mínimo y se fijan esas cifras que llegan al bolsillo de cada trabajador, la pregunta es qué parte de los derechos o de las necesidades básicas mínimas, no sólo del trabajador sino de su familia, no se cubren, a qué se renuncia. Y acá no es cuestión de renunciar a nada, sino de salir a pelear.

¿Por qué se destaca tanto la lucha de los aceiteros?

Porque el pecado de los aceiteros es reclamar el artículo 14 bis de la Constitución. Así dejan en falta no sólo a gran parte del sindicalismo sino también a todos los políticos y la partidocracia que está dando vueltas. Este conflicto desnuda también las debilidades y hasta el ridículo de la política salarial a nivel nacional, con salarios miserables de $4.700 y con esto de ponerle techo a las paritarias para tratar de disciplinar. Es tan ridículo que cuando la Federación Aceitera, después de 25 días de paro, acuerda con las patronales un aumento de 36%, el mediador, el gobierno, dinamita esa posibilidad. Eso es ser más patronal que las patronales, para evitar que se arme el gran debate entre las organizaciones que ya entregaron banderas acordando por el 26 o 27%, con el contraste de la organización democrática de los trabajadores que, torciéndole el brazo a las patronales más concentradas, arrancaron un 36%.
Lo que los trabajadores reclamamos no es plata, reclamamos lo que hacemos con esa plata, que es cubrir necesidades fundamentales. Hay una ley, que es la Constitución, que dice que el salario no es canasta de alimentos y vestimenta, sino que habla de vivienda, salud, recreación, es una definición histórica de lo que es el salario. Ojalá se multipliquen los conflictos que están dando la COAD, Amsafe, ATE, Aceiteros, que dan seccionales o comisiones internas de metalúrgicos, de la UOCRA, de SMATA. Acá está una de las partes, que está trabajando en ese sentido, que es la CTA Autónoma.

Todos estos temas que se plantean son banderas históricas de la CTA...

Este marco de conflictividad reafirma en su identidad a la CTA en particular, en el por qué surgió. Aclarando que no tenemos los mismos índices de indigencia que en el 2001, que tenemos paritarias, que la gente sabe qué va a pasar mañana, pasado y dentro de un mes, aclarando todas esas cuestiones que dan cuenta de que hubo un reordenamiento real, debemos decir que las causas que originaron las crisis de 1989 y las que originaron el 2001 siguen ahí, vigentes: ricos cada vez más ricos, pobres cada vez más pobres. Se sacó a miles de argentinos de la indigencia, pero hoy tenés pobres con salario y con cero perspectivas de poder mejorar en los próximos años. Creció la desigualdad. Por eso decimos que a la violencia no la genera la pobreza, sino que es generada por una sociedad en que la principal tasa de ganancia la tienen los bancos: no la tienen quienes trabajan, ni quienes invierten, ni quienes comercializan, sino los que especulan con la plata de todos los demás. En Rosario, las cifras oficiales dicen que en la zona faltan 80 mil viviendas, pero la distorsión del mercado inmobiliario, sector que articuló su crecimiento vinculado con la lógica de los bancos, hace que tengamos 80 mil viviendas vacías. Hay riqueza pero absolutamente mal distribuida, existe un país donde ha crecido la desigualdad. La CTA surgió planteando la universalización de las asignaciones familiares, que implica que si nace un pibe, inmediatamente tiene un ingreso garantizado, sea cual sea la situación laboral de sus padres. Nada debería cuestionar eso y hoy te encontrás con que la Asignación por Hijo no es universal.

¿Qué otros puntos se plantearán en esta medida nacional?

“Ni salarios de hambre ni impuesto al salario”, es la forma de retomar una vieja bandera, que si hay un sector que la trabajó mucho fue la CTA. No estamos en contra del impuesto a las ganancias sino de este impuesto aplicado a los salarios, porque el salario no es ganancia. Hoy, cuando un sector logra conquistar el SMVM, por causa del impuesto a las ganancias tiene que renunciar a dos cuestiones sagradas para el movimiento obrero: el salario familiar, porque supera el tope; y, en el menos peor de los casos, el Estado le retiene el equivalente al aguinaldo, otra gran conquista, a la escala más baja. En ese marco también exigimos el 82% móvil para todos los trabajadores jubilados y el aumento de las asignaciones familiares.
Por otro lado, la precarización no sólo trae problemas laborales o de contrato, la precarización trae muerte. Así como se aplaudió terminar con el robo de las AFJP porque la CTA en su momento planteó que las AFJP son bancos, que nada tienen que ver con la seguridad social, en esa misma campaña se señalaba que las ART (Aseguradoras de Riesgo de Trabajo), también son bancos. Y hoy 7 mil trabajadores por año pierden la vida por causas derivadas directa o indirectamente de su laburo. La precarización desnuda algunas estructuras gremiales, porque el trabajador cuando más necesita al sindicato, menos obtiene su ayuda, porque el sindicato les exige, para defenderlos, el recibo de sueldo, y cuando te contratan en negro no hay ninguna constancia. La CTA es hija de eso, reafirmó la identidad de miles y millones de trabajadores sin trabajo, les dio la posibilidad de tener una herramienta y un ámbito de organización y lucha donde compartir el drama que estaban pasando con otros trabajadores, independientemente de que la patronal los reconozca o no o de que tuvieran o no empleo.

¿Cómo se posiciona la CTA-A respecto de la marcha contra los femicidios que se realizará el 3 de junio?

Venimos de un acto nacional de ATE donde se planteó que una fecha fundamental para la clase obrera es el 3 de junio, esa movilización para terminar con el femicidio. Toda la Central en su conjunto y las organizaciones de trabajadores convocamos a manifestarnos por #NiUnaMenos. Entre nuestras filas contamos con los casos de Rosa Silva, trabajadora del Hospital de Granaderos a Caballo de San Lorenzo, quien fue asesinada junto a su hijo de 8 años por su ex pareja; de Irma Vera, trabajadora de la Cocina Centralizada de Granadero Baigorria, muerta de un tiro por su pareja policía; y de la docente Daniela Spárvoli, entre otros. Es una fecha que la CTA y toda la clase obrera tiene que tomar cómo propia y participar de un cambio fundamental para que nunca más tengamos que lamentar la muerte de una compañera. Y además es un tema que también estará entre las exigencias principales de las acciones del 8 y 9 de junio.

¿Qué respuesta se da a quienes critican la unidad de acción de la CTA-A con otros sectores en éste y otros paros nacionales?

Hay una discusión que nos plantean desde sectores que responden a las políticas oficiales, donde nos dicen que estamos parando con Barrionuevo. Barrionuevo es un personaje mil veces repudiado por la militancia, no tiene nada que ver con este modelo sindical. De todas las cuestiones que son centrales para la CTA, Barrionuevo está en la vereda de enfrente. En ningún paro nacional de la historia, desde que existen el paro y el piquete, éste ha sido un debate real. Esto no es entre los que hemos parado y coincidido en unidad de acción con sectores como el que expresa Barrionuevo, y quienes no paran con Gerardo Martínez, miembro de la comunidad de inteligencia del Batallón 601, la UIA y la Sociedad Rural. El debate es otro: precarización, bajos salarios, disparidad salarial, o sea, no cumplimiento de cuestiones básicas para un estado de derecho como es a igual salario igual remuneración.
El del 9 de junio va a ser un parazo, va a ser una de las medidas más fuertes y se va a mostrar más claramente el quiebre entre la dirigencia de sectores, no ya acuerdistas sino directamente de la entrega, y sus bases. En gremios como UOCRA, SMATA y UOM, se va a profundizar la brecha entre lo que dice la dirigencia nacional y seccionales y delegados, abriendo un abismo cada vez más grande con los trabajadores que dicen representar. El salario de un obrero metalúrgico es de $6.300, algo increíble para el poderío que ha tenido la UOM. Una cosa es discutir un 27% sobre un salario de 12 o 14 mil pesos y otra es la burla que les está haciendo (el Secretario General de la UOM, Antonio) Caló a los trabajadores metalúrgicos y al movimiento obrero en general diciendo que es un éxito aplicar el 27% a un salario de $6.300. Que después no se queje cuando intervienen todos los sectores del movimiento obrero solidariamente a la hora de romper los negocios que tienen en algunas fábricas donde están sus representados, como pasó en Liliana.

Es un año electoral ¿los candidatos deberían tomar cuenta de estos reclamos y pronunciarse?

Ojalá repercuta e incorpore en la agenda de los candidatos algunas de estas cuestiones. Ojalá en este paro haya cada vez más voces que digan que tenemos que recuperar los puertos, las 43 terminales portuarias que son del pueblo argentino. Que haya cada vez más voces que digan que tenemos que recuperar el Banco provincia de Santa Fe. La CTA surgió planteando que hay una deuda ilegítima e ilegal, que la única deuda que hay es con el pueblo, que el hambre es un crimen, que tenemos derecho a la vivienda única, que tiene que haber tren para todos, que si el Estado no aparece nos tenemos que juntar en una asamblea por los derechos de la niñez y la juventud. Todas esas cuestiones que se trabajaron como bandera y como campaña hoy son fundamentales.
Convocamos a un paro, que puede ser acatado o no, donde todo debate es válido, hasta que vemos que los trabajadores terminan masivamente haciendo el paro, no acatando la decisión de otro sino sintiéndose convocados por una medida. Cuando se da eso, el paro dejó de ser una convocatoria de algunos grupos de dirigentes, el paro es de los trabajadores y todo el debate de quién paró, los componentes y demás, muere. Es mucho más fuerte la decisión de los trabajadores que están diciendo algo. Quien quiera escuchar que escuche. El gobierno viene no escuchando.

Equipo de Comunicación CTA Rosario

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